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Trastornos Asociados con la Exposición al Timerosal
- TITULO : Trastornos Asociados con la Exposición al Timerosal
- AUTOR : Geier D, King P, Geier M
- TITULO ORIGINAL : Thimerosal: Clinical, Epidemiologic and Biochemical Studies
- CITA : Clinica Chimica Acta , Abr 2015
- MICRO : Las investigaciones realizadas a lo largo de varias décadas señalan que el timerosal es un tóxico humano a nivel subcelular, que se asocia con un aumento de la mortalidad fetal y de la mortalidad infantil, con un incremento de las malformaciones congénitas y de diversos trastornos del neurodesarrollo.
Introducción y objetivos
El tiomersal o timerosal es un compuesto organomercurial (tiosalicilato sódico de etilmercurio), que contiene, por peso, aproximadamente un 50% de mercurio. En soluciones salinas acuosas, el tiomersal se descompone rápidamente en hidróxido de etilmercurio y cloruro de etilmercurio. Tiene múltiples usos como conservante en cosméticos (sombras de párpados, removedores de maquillaje, máscaras y limpiadores), en preparaciones farmacéuticas (gotas, ungüentos, aerosoles antisépticos, medicamentos tópicos y tintura de Merthiolate®) y en productos biológicos (antitoxinas, inmunoglobulinas, antígenos para pruebas cutáneas y vacunas).
Los compuestos de mercurio han sido utilizados desde hace tiempo como desinfectantes, aunque se conoce desde hace muchos años que su valor bactericida es bajo en presencia de proteínas plasmáticas. Más recientemente, se ha cuestionado la eficacia y la seguridad del tiomersal como conservante de ciertas vacunas. Los investigadores llamaron la atención acerca de los posibles efectos negativos del tiomersal sobre la capacidad antigénica de la vacuna DPT (contra difteria, pertussis y tétanos), así como acerca de los niveles citotóxicos del compuesto.
A pesar de los datos reunidos por los investigadores, el tiomersal aún se utiliza como conservante en varias vacunas y se considera que es una fuente significativa de exposición al mercurio en los niños; se estima que las dosis repetidas de vacunas que contienen tiomersal en los lactantes pueden significar una dosis acumulada de mercurio de 187.5 µg en los primeros 6 meses de vida.
El objetivo de esta revisión fue examinar los datos surgidos de ensayos clínicos en seres humanos, de estudios epidemiológicos y bioquímicos, que investigaron los efectos adversos de la exposición humana al tiomersal y a sus productos de degradación.
Exposición al tiomersal por medio de las vacunas
El tiomersal fue un componente habitual en las vacunas en los Estados Unidos hasta 1999, cuando el servicio de salud pública y la American Academy of Pediatrics (AAP) recomendaron la eliminación del tiomersal de todas las vacunas y el reemplazo por vacunas con bajo contenido de dicho compuesto. Sin embargo, los niveles de exposición de los niños al mercurio no disminuyeron significativamente, debido a los cambios en los esquemas de vacunación, con mayor cantidad de vacunas administradas en los primeros 24 meses de vida como la vacuna antigripal que contiene tiomersal. La exposición de las embarazadas al mercurio continúa, ya que la vacuna antigripal para este grupo también contiene tiomersal.
Varios investigadores han informado que los niveles de exposición al mercurio en los niños que recibieron vacunas con tiomersal son más altos que los límites de seguridad recomendados por la Organización Mundial de la Salud y por otros organismos de salud pública.
Exposición al tiomersal, muerte fetal y muerte infantil
No es posible realizar, por motivos tanto éticos como legales, estudios directos en seres humanos de exposición a los compuestos de mercurio. Sobre las bases teóricas disponibles, los investigadores han estimado que la administración a una embarazada de una sola dosis de vacuna antigripal conservada con tiomersal produce, en el feto de 8 semanas, niveles de mercurio 125 000 veces mayores que los límites recomendados, y, en el feto a término, un nivel de mercurio 34 veces mayor que el tolerable. Los investigadores comunicaron también que los límites de seguridad del nivel de mercurio fetal eran sobrepasados con la administración a la embarazada de una dosis de vacuna antigripal con bajo contenido de tiomersal. En el terreno teórico, consideran que estos niveles de mercurio elevados podrían tener repercusiones sobre la mortalidad fetal, la mortalidad infantil y la aparición de malformaciones congénitas y de discapacidad intelectual.
Otros datos que señalan los efectos nocivos de la exposición a compuestos de mercurio provienen de estudios sobre niños con onfalocele que reciben aplicaciones tópicas con mercurio. En una serie de casos de 13 pacientes, la mortalidad durante el seguimiento fue muy alta (77%) y se asoció con niveles de mercurio muy por encima de lo aceptable.
Exposición al tiomersal y malformaciones congénitas
El estudio más grande para investigar la relación entre la exposición al mercurio y las malformaciones congénitas se llevó a cabo entre 1958 y 1965. Se realizó sobre una cohorte prospectiva de 50 000 embarazadas y se observó que, entre los 2 277 niños con malformaciones, el riesgo relativo (RR) global de la exposición al tiomersal fue estadísticamente significativo (RR = 2.69). Con respecto a las malformaciones específicas, se comprobó también que la exposición a la vacuna antigripal conservada con tiomersal fue un factor de riesgo significativo para la aparición de paladar hendido (RR = 7.1), microcefalia (RR = 2.6) y estenosis pilórica (RR = 2.0).
Por otro lado, estudios en gran escala de intoxicaciones accidentales poblacionales con fungicidas que contienen etilmercurio, han brindado información sobre la exposición intrauterina al mercurio como factor de riesgo de malformaciones congénitas. Las malformaciones incluyeron trastornos del sistema nervioso central, hidrocefalia, parálisis cerebral, convulsiones, encefalomielorradiculoneuritis tóxica, encefalitis, epilepsia (10% de los pacientes), síndromes neurovegetativos, cardiopatías, hepatopatías, nefropatías y malformaciones del tubo digestivo.
Exposición al tiomersal y alteraciones del neurodesarrollo
Estudios recientes que compararon cohortes de lactantes de 6 meses de vida que residían en comunidades con distintos hábitos de consumo de peces (comunidades rurales comparadas con comunidades urbanas) y que estaban expuestos a compuestos de mercurio (metilmercuio y etilmercurio), hallaron que los lactantes de zonas urbanas (con alta exposición al tiomersal de las vacunas) tenían un mayor riesgo de presentar retraso del desarrollo. El examen de las mismas cohortes a los 60 meses de vida no identificó diferencias en el desarrollo. En otra investigación de una cohorte de lactantes con exposición a múltiples sustancias neurotóxicas, los niños que mostraron mayor retraso del neurodesarrollo, entre los 6 y los 24 meses, fueron aquellos expuestos al etilmercurio de las vacunas con tiomersal.
En otro estudio longitudinal realizado en Polonia, se encontró un efecto adverso sobre los puntajes de las pruebas de neurodesarrollo entre los 12 y los 24 meses de vida, en los niños con exposición neonatal al tiomersal. Se observó que el efecto adverso persistía durante los 3 años del período de seguimiento del protocolo.
Los investigadores comprobaron, en las últimas 2 décadas, un aumento en la incidencia de ciertos trastornos del neurodesarrollo, que comienzan en la infancia y que pueden perdurar hasta la vida adulta. Estas alteraciones incluyen el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno por tics, los comportamientos obsesivo-compulsivos, los comportamientos ritualísticos, la depresión y la ansiedad, entre otros. Si bien existe un debate sobre las causas de la mayor incidencia de estas alteraciones, varios estudios han sugerido que la exposición al tiomersal aumenta el riesgo de estas enfermedades.
En 2 trabajos recientes (una cohorte prospectiva y un estudio de casos y controles), los investigadores concluyeron que la exposición a vacunas que contenían tiomersal en los primeros 6 meses de vida se asoció con mayor incidencia de TEA. Otros estudios poblacionales extensos arribaron a las mismas conclusiones.
Los autores analizaron también la relación entre la exposición prenatal a inmunoglobulina anti-Rh conservada con tiomersal y el riesgo de TEA. Los resultados indican que los niños con diagnóstico de TEA tienen una probabilidad significativamente mayor de tener una madre Rh negativa tratada con inmunoglobulina anti-Rh (odds ratio = 2.35, p < 0.01).
Con respecto al TDAH, varias investigaciones que utilizaron distintas metodologías han mostrado que la exposición al tiomersal es un factor de riesgo, dependiente de la dosis, para el diagnóstico de TDAH. Otros autores han verificado también que la exposición prenatal al tiomersal contenido en la inmunoglobulina anti-Rh es un factor de riesgo para el diagnóstico posterior de TDAH.
Seis estudios epidemiológicos con distintos métodos de investigación mostraron que la exposición a las vacunas con tiomersal se asocia con el trastorno por tics. Esta relación fue dependiente de la dosis. La exposición al tiomersal se vinculó con un riesgo aumentado de diversos trastornos del neurodesarrollo, tales como trastornos del aprendizaje, retraso del desarrollo y en la adquisición del lenguaje, en una relación también dependiente de la dosis. El aumento del riesgo se ha observado con la exposición a vacunas y con la exposición materna a inmunoglobulina anti-Rh conservada con tiomersal.
Discusión y conclusiones
Se han publicado numerosos informes de intoxicaciones accidentales agudas por compuestos de etilmercurio en todo el mundo. En estos eventos, se ha observado que la tasa de mortalidad es mayor en los niños que en los adultos. Se especula que los niños son más vulnerables a la toxicidad por metales. Los síntomas registrados en la intoxicación aguda con mercurio incluyen debilidad generalizada, cansancio, temblores, inestabilidad, disartria y síntomas gastrointestinales; pueden presentarse también manifestaciones psiquiátricas, renales, cardiovasculares, respiratorias y cutáneas.
Varios estudios de investigación básica in vitro han demostrado que las concentraciones de tiomersal a nivel nanomolar o micromolar mínimo pueden producir efectos tóxicos agudos en las neuronas humanas. La apoptosis celular ha sido informada a concentraciones muy bajas de mercurio. Otros investigadores han comprobado el efecto del tiomersal sobre el proceso de desarrollo de las neuronas humanas. Los modelos con células embrionarias muestran que el tiomersal tiene una capacidad tóxica superior a la del plomo, el cloruro de metilmercurio, el bicloruro de mercurio, el etanol, el cloruro de cobre y el ácido valproico. Las investigaciones en modelos neuronales in vitro han verificado que el tiomersal tiene la capacidad de inducir las características histopatológicas descritas en el TEA, en concentraciones comparables con las que se observan en la exposición a vacunas. Estas características histopatológicas incluyen disfunción mitocondrial y alteración del mecanismo de oxidorreducción.
En conclusión, las investigaciones realizadas a lo largo de varias décadas señalan que el tiomersal es un tóxico humano a nivel subcelular, que se asocia con un aumento de la mortalidad fetal y de la mortalidad infantil, así como con un incremento de las malformaciones congénitas y de diversos trastornos del neurodesarrollo. Sin embargo, persisten las controversias sobre el tema y la Organización Mundial de la Salud indicó que las preocupaciones acerca de la toxicidad del tiomersal son teóricas y los datos existentes referidos a un problema de seguridad por su contenido en las vacunas son insuficientes.
Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica