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Evolución Materna y Fetal en Relación con la Exposición al Escitalopram en el Embarazo
- AUTOR : Bellantuono C, Bozzi F, Orsolini L y colaboradores
- TITULO ORIGINAL : Safety of Escitalopram in Pregnancy: a Case Series
- CITA : Neuropsychiatric Disease and Treatment 9: 1333-1337, 2013
- MICRO : La presente serie de siete mujeres expuestas al escitalopram durante la gestación sugiere que el fármaco no se asocia con complicaciones maternas o fetales. Aunque la bibliografía en conjunto avala estas observaciones, se requieren estudios a mayor escala para establecer conclusiones precisas.
Introducción
El trastorno depresivo mayor (TDM), aisladamente o en combinación con trastorno de ansiedad, es frecuente durante la gestación. La incidencia estimada es del 10% a 15% y se asocia con consecuencias obstétricas adversas. Las embarazadas con depresión por lo general no realizan los controles antenatales y adoptan hábitos de vida no saludables, entre los cuales se destaca el consumo de tabaco, alcohol y sustancias ilícitas. El riesgo de conductas autolesivas y de suicidio también es alto en las embarazadas con TDM que no reciben el tratamiento apropiado. En un estudio se refirieron índices altos de recaídas en las mujeres que interrumpen la terapia al momento de la concepción. Sin embargo, la utilización de antidepresivos durante la gestación es un aspecto que preocupa tanto a las pacientes como a los profesionales, por el temor al eventual riesgo de aparición de malformaciones congénitas.
Según las recomendaciones de la Canadian Paediatric Society, la terapia antidepresiva es necesaria en estas pacientes ya que se asocia con mayor bienestar de la madre y del feto; cuando se opta por prescribir un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS) debe analizarse cuidadosamente la relación entre los beneficios y los riesgos. En la actualidad, el escitalopram se considera uno de los antidepresivos más eficaces y mejor tolerados, para el tratamiento del TDM moderado a grave y del trastorno de ansiedad. La información en conjunto sugiere que el uso de este fármaco durante el embarazo y la lactancia es seguro. En el presente artículo, los autores describen la evolución de siete embarazadas tratadas con escitalopram durante el embarazo.
Pacientes y métodos
Las enfermas se identificaron a partir de la base de datos DEGRA, la cual incluye 110 embarazadas controladas durante la gestación en la Clinic of Affective Disorders in Pregnancy and Postpartum (DEGRA Center) del Hospital de Ancona, Italia. Para el diagnóstico se utilizó la Structured Clinical Interview para los Axis I Disorders del Diagnostic and Statistical Manual (DSM-IV). La gravedad de la depresión y ansiedad se valoró con la Hamilton Rating Scale for Depression (HAM-D-17) y la Hamilton Rating Scale for Anxiety (HAM-A-14), respectivamente. Las enfermas fueron meticulosamente informadas acerca de los riesgos asociados con la terapia, como así también con la depresión sin tratamiento apropiado.
En el estudio sólo se incluyeron las enfermas que recibieron escitalopram y que fueron seguidas en la institución durante el embarazo y el puerperio. Se tuvieron en cuenta las características clínicas y sociodemográficas y la evolución materna y fetal.
Resultados
Al momento de la primera consulta, la edad promedio de las 7 enfermas fue de 34.14 años (29 a 38 años); todas las pacientes eran de etnia blanca, vivían en pareja y trabajaban. Cuatro mujeres estaban embarazadas por primera vez, en tanto que las restantes tres pacientes habían tenido hijos sanos, con embarazos y partos sin complicaciones. Dos enfermas presentaban trastorno de angustia, una paciente tenía trastorno de ansiedad generalizada y cuatro presentaban TDM (en una de ellas, en combinación con trastorno de angustia). Cuatro pacientes fumaban entre 5 y 10 cigarrillos por día.
Seis enfermas habían estado expuestas al escitalopram (10 a 20 mg por día), al momento de la concepción. Dos de ellas continuaron el tratamiento durante el embarazo; otra paciente lo interrumpió en la semana 8 y lo retomó en la semana 24 (hasta el parto), como consecuencia de la aparición de un nuevo episodio de ansiedad. En una paciente, el escitalopram fue reemplazado por paroxetina en la semana 16, por falta de eficacia. Dos mujeres decidieron interrumpir el tratamiento en las semanas 8 y 13, respectivamente; sólo una enferma recibió escitalopram desde la semana 21 hasta el parto. Seis de las siete enfermas respondieron favorablemente al escitalopram.
Cuatro enfermas también utilizaban dosis bajas de alprazolam, lorazepam o clonazepam; una paciente estaba tratada con L-tiroxina. Todas las gestaciones llegaron a término; el peso promedio de los neonatos fue de 2 870 ± 269.01 g (2 400 a 3 100 g), considerado normal. Sólo un recién nacido tuvo bajo peso (2 400 g). El puntaje Apgar al minuto y a los 5 minutos fue normal en todos los casos. No se registraron malformaciones congénitas mayores o menores.
Un neonato expuesto a paroxetina (20 a 40 mg por día) y a una benzodiazepina durante el embarazo presentó un cuadro de abstinencia, con hipoglucemia, letargo, hipotonía, disminución de los reflejos y poca respuesta a los estímulos nocivos. Los síntomas mejoraron espontáneamente en el transcurso de las 48 horas.
Las mujeres y sus hijos fueron controlados hasta 6 meses después del parto. Dos pacientes decidieron continuar el tratamiento con escitalopram, en dosis de 10 mg por día, hasta 1 y 5 meses luego del parto, respectivamente, con la finalidad de evitar la depresión posparto. Los niños expuestos al escitalopram no presentaron problemas de salud durante el seguimiento.
Discusión
El perfil de seguridad del escitalopram durante el embarazo sigue siendo tema de debate, motivo por el cual la prescripción de este tipo de fármacos motiva aún hoy dilemas importantes. Sólo se dispone de información relativamente segura para las drogas que se utilizan desde mucho tiempo atrás. Por su parte, la depresión, los trastornos de ansiedad y otras enfermedades psiquiátricas no tratadas se asocian con consecuencias muy desfavorables para la madre y el feto.
En la presente serie de 7 pacientes expuestas al escitalopram durante la gestación no se registró ningún recién nacido con malformaciones congénitas, tal como lo han sugerido los resultados de otros 3 estudios. Sólo un neonato presentó bajo peso, un efecto que también ha sido referido con anterioridad. El síndrome de abstinencia se observó en un recién nacido que había estado expuesto al escitalopram hasta la semana 16 y que posteriormente lo estuvo a la paroxetina y al clonazepam. Además, destacan los autores, el escitalopram rara vez se asocia con este efecto.
El presente estudio refleja el patrón de uso del escitalopram en la práctica diaria, como así también la situación habitual, es decir la utilización de otras drogas y la presencia de otros factores de riesgo. Incluso así, los autores advierten que los resultados deben interpretarse con cautela debido a que sólo fueron estudiadas 7 enfermas. Por lo tanto, la relación causal, las asociaciones y la magnitud de las mismas y el efecto de los diversos factores de confusión, tales como la depresión, el tabaquismo materno y el estado socioeconómico, no pueden establecerse con precisión.
Sin embargo, los hallazgos obtenidos en la presente ocasión coinciden con los resultados de amplios estudios de observación que en conjunto avalan la seguridad del escitalopram durante la gestación, en términos del riesgo de malformaciones congénitas. Es posible que otras escalas para valorar la depresión sean más sensibles para diferenciar los síntomas biológicos y somáticos de la depresión de aquellos que comúnmente aparecen durante el embarazo.
Conclusiones
La información aportada por los trabajos anteriores y los resultados de la serie de pacientes presentada en esta ocasión sugieren que el escitalopram, administrado durante la gestación, no se asocia con complicaciones maternas o fetales. Cabe destacar, sin embargo, que la utilización con otros ISRS se ha vinculado con complicaciones perinatales. Los estudios futuros a mayor escala seguramente ayudarán a responder los interrogantes aún pendientes y a establecer conclusiones más precisas.
Ref : PSIQ, GINECO, NOVO HUMORAP.
Especialidad: Bibliografía - Ginecología - Psiquiatría