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Investigan las Modificaciones en los Macronutrientes de la Leche Materna luego de su Almacenamiento en Distintos Contenedores

  • AUTOR : Chang Y, Chen C, Lin M
  • TITULO ORIGINAL : The Macronutrients in Human Milk Change After Storage in Various Containers
  • CITA : Pediatrics and Neonatology 53(3):205-209, Jun 2012
  • MICRO : El congelamiento y descongelamiento de la leche materna suele ser una práctica habitual entre las madres que trabajan. Se ha demostrado que este tipo de procesos reduce el contenido de grasas de la leche materna, por lo que modifican la composición de macronutrientes. Este fenómeno parece no depender del tipo de contenedor utilizado para el almacenamiento de la leche.

Introducción

La leche materna constituye el mejor alimento para el lactante. La Organización Mundial de la Salud considera la lactancia materna como la mejor manera de alcanzar una nutrición óptima durante al menos los primeros seis meses de vida. Muchas madres que trabajan suelen realizar la extracción de leche en forma manual y almacenarla para que ésta le sea suministrada al niño durante su ausencia. No obstante, el contenedor utilizado para el almacenamiento, la temperatura a la cual se mantiene y el proceso de calentamiento posterior pueden influir sobre los componentes nutricionales de la leche materna.

Estudios previos han informado que, a diferentes temperaturas, puede producirse proteólisis y lipólisis en la leche materna. El proceso de congelamiento y descongelamiento puede llevar a la desnaturalización de las proteínas; no obstante, la lactosa parece mantenerse estable luego de la pasteurización y el congelamiento. Asimismo, se ha informado que el almacenamiento de leche materna en bolsas de polietileno podría reducir el contenido de grasas debido a la adherencia de los lípidos a la superficie interna de la bolsa. De forma similar, la esterilización de la leche materna genera una disminución en el porcentaje de grasa, ya que estimula su adherencia a la superficie del contenedor. Algunos nutrientes liposolubles también tendrían una tendencia a adherirse a las superficies de contenedores de vidrio o polietileno. De todos modos, poco se sabe acerca de los efectos del proceso secuencial de almacenamiento, congelamiento y descongelamiento sobre los macronutrientes de la leche materna, y menos se conoce aun sobre los efectos que tienen los distintos tipos de contenedores sobre dicha composición de macronutrientes.

Por otra parte, la espectroscopia infrarroja es una técnica ampliamente utilizada para la determinación del contenido de macronutrientes de la leche materna. Las concentraciones de grasas, proteínas y carbohidratos pueden ser calculadas con exactitud por este método, el cual es rápido y requiere sólo pequeñas cantidades de leche para llevarse a cabo (de 2 a 3 ml por cada medición). Además, ha demostrado una correlación positiva con los métodos de laboratorio convencionales, por lo que resulta ser una técnica confiable.

Sobre la base de esta información, se llevó a cabo un estudio con el fin de evaluar los efectos que tienen distintos contenedores sobre los macronutrientes de la leche materna bajo condiciones normales de almacenamiento, mediante el uso de un análisis infrarrojo.

Materiales y métodos

En total, se obtuvieron 42 muestras de leche materna fresca provenientes de 18 madres saludables, en período de lactancia. Todos los neonatos eran de término, con edades que iban desde el mes a los 23 meses. La leche fue obtenida manualmente o mediante bomba de leche, para luego ser almacenada inmediatamente en el refrigerador en contenedores de vidrio por no más de tres días. El volumen total de cada muestra almacenada fue de 280 ml.

A continuación, cada muestra fue sometida a un proceso de homogenización. Una fracción de 10 ml fue separada para el análisis en condiciones basales, mientras que el resto del contenido fue dividido en nueve contenedores diferentes. Cada recipiente contenía 30 ml de leche y fue almacenado a -20°C por 48 horas. Luego, los contenedores fueron colocados en un refrigerador a 4°C por 12 horas para su descongelamiento. Una vez retiradas del refrigerador, las muestras fueron sometidas a una nueva homogenización y proceso de análisis. Para el análisis del contenido de macronutrientes de las muestras de leche materna se utilizó un analizador infrarrojo de intervalo medio. Cada análisis fue repetido en tres oportunidades y el valor promedio fue utilizado para un posterior análisis.

Resultados

De acuerdo con los resultados del estudio, se obtuvieron reducciones significativas en el porcentaje de grasas de cada uno de los nueve contenedores. Dichas reducciones fueron de entre el 8.2% y el 9.4% (-0.26 g/dl a -0.30 g/dl). Por otra parte, las concentraciones totales de proteínas y carbohidratos aumentaron significativamente, con un incremento del 4.4% al 7.7% (0.04 g/dl a 0.06 g/dl) y del 0.8% al 1.4% (0.06 g/dl a 0.1 g/dl), respectivamente. Los niveles energéticos disminuyeron en todos los contenedores, aunque la diferencia no alcanzó un nivel de significación estadístico.

Asimismo, si bien el contenedor 8 obtuvo la menor pérdida de grasas y energía, y el contenedor 5 obtuvo la mayor pérdida de grasas y energía, no se hallaron diferencias significativas en términos de porcentajes de grasas, proteínas, carbohidratos y nivel energético entre los 9 contenedores analizados.

Discusión

Las grasas constituyen alrededor del 50% de la energía no proteica de la leche materna, y facilitan la absorción y el transporte de vitaminas liposolubles. El presente trabajo ha demostrado una reducción estadísticamente significativa en el contenido graso de cada uno de los contenedores analizados, aunque no se halló una diferencia significativa en términos de densidad energética. La pérdida de grasas podría deberse probablemente a la adherencia de la leche a las paredes del contenedor, a lipólisis o a peroxidación de lípidos. La mayor pérdida, hallada en el contenedor 5, fue de aproximadamente 2.7 kcal/dl, lo cual representa el 4% de las calorías totales halladas en la leche materna. De todos modos, la repercusión clínica de esta pérdida sobre el crecimiento del niño y sus necesidades de desarrollo aún debe ser esclarecida.

La adherencia de las grasas a las paredes de una bolsa ha sido informada en varios estudios y parece ser inevitable. Si bien la homogenización ultrasónica puede reducir este fenómeno, es esperable que esta pérdida se produzca durante el procesamiento hogareño de la leche, en el cual no se lleva a cabo la homogenización.

Por otra parte, se ha observado la presencia de lipólisis en leche materna con formación de ácidos grasos durante su almacenamiento a 4°C por 96 horas, con un incremento de tres veces en la concentración de ácidos grasos. También se ha informado lipólisis a 15°C, 25°C y 38°C luego del almacenamiento por 24 horas. La lipólisis observada en el presente estudio también pudo haber sido inducida por los procesos de descongelamiento y calentamiento, aunque no es posible determinar en qué medida estos procesos han contribuido con la lipólisis.

La peroxidación lipídica es la degradación oxidativa de los lípidos, la cual conduce a la formación de radicales libres y al deterioro del sistema de defensa antioxidante. Estudios previos han demostrado que se produce oxidación en la leche materna almacenada en refrigerador (a 4°C). Por lo tanto, la peroxidación lipídica también pudo haber jugado un papel en la pérdida de lípidos observada en las muestras de leche materna del presente trabajo.

Además, el incremento en las concentraciones de proteínas y carbohidratos pudo deberse a la evaporación del agua (volatilización), a sublimación o a un aumento en la absorbancia infrarroja de las proteínas. Aunque se sabe que las proteínas pueden desnaturalizarse cuando se descongelan, no se halló una disminución significativa en el contenido proteico como resultado de dichos procedimientos. La lactosa, principal carbohidrato de la leche materna, ha demostrado ser estable luego de su pasteurización, congelamiento y descongelamiento en estudios previos, dato que coincide con el presente estudio. De todos modos, el incremento en las concentraciones de proteínas y carbohidratos en este estudio fue mínima, y tuvo un escaso efecto sobre el contenido energético.

Por último, los autores mencionan dos limitaciones del estudio. En primer lugar, el analizador de leche materna utilizado sólo mide macronutrientes y es incapaz de evaluar las propiedades inmunitarias y bioquímicas de la leche materna, las cuales también pueden sufrir modificaciones luego del almacenamiento y procesamiento. La otra limitación mencionada consiste en que sólo se investigó leche proveniente de madres de neonatos de término, por lo que se desconoce si los resultados pueden diferir en el caso de madres de neonatos pretérmino. Un estudio previo había indicado que no existían diferencias en el contenido graso entre la leche obtenida de madres de niños de término y de pretérmino (30 a 37 semanas de gestación), pero sí se hallaron diferencias significativas para el caso de la leche obtenida de madres de neonatos muy prematuros (menos de 30 semanas de gestación). Por lo tanto, los autores sugieren que los resultados del trabajo podrían también ser aplicados a la leche obtenida de madres de neonatos pretérmino (30 a 37 semanas de gestación).

Conclusión

De acuerdo con los investigadores, el congelamiento y descongelamiento de leche materna es una práctica común en madres que deben permanecer alejadas de sus hijos, sea por trabajo o por enfermedad. El presente estudio ha revelado que se produjo una pérdida de materias grasas en todas las muestras de leche materna analizadas, las cuales habían sido almacenadas en nueve contenedores diferentes. La pérdida de grasas fue de hasta un 9% en una de las bolsas de polietileno utilizadas; no obstante, esta disminución no alcanzó una diferencia significativa respecto de las reducciones obtenidas en los otros tipos de contenedores, y la diferencia energética resultante tampoco fue significativa.

Los autores recomiendan a las madres amamantar en forma directa a sus hijos, lo que evitaría la pérdida de grasas y nutrientes relacionados como resultado del almacenamiento y procesamiento de la leche.

Por último, mencionan que aún queda pendiente la investigación de los efectos de la pérdida de grasas de la leche materna sobre el crecimiento y el desarrollo de lactantes de término y pretérmino. Asimismo, se requieren más estudios para evaluar los efectos que tienen el almacenamiento y el procesamiento de la leche materna sobre distintos compuestos bioactivos, tales como células, enzimas, inmunoglobulinas, hormonas, etcétera.

Ref : PEDIAT, GINECO.

Especialidad: Bibliografía - Ginecología - Pediatría

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