Laboratorios Bagó > Bibliografías > La Peligrosa Asociación entre Asma y Drogadicción
La Peligrosa Asociación entre Asma y Drogadicción
- TITULO : La Peligrosa Asociación entre Asma y Drogadicción
- AUTOR : Caponnetto P, Auditore R, Polosa R y colaboradores
- TITULO ORIGINAL : «Dangerous Relationships»: Asthma and Substance Abuse
- CITA : Journal of Addictive Diseases 32(2): 158-167, Abr 2013
- MICRO : El asma es una enfermedad que se observa con mayor frecuencia en los pacientes con drogadicciones. La combinación del asma con las adicciones aumenta el riesgo de exacerbaciones y complicaciones respiratorias.
Introducción y objetivos
Las drogas de adicción más comúnmente consumidas son la cocaína, la marihuana, el tabaco, la heroína y el alcohol. Las toxicomanías se presentan en un 9% de la población de los Estados Unidos, pero sólo el 10% de estas personas tienen acceso a tratamientos contra la adicción. La presencia de enfermedades asociadas puede contribuir a la percepción común en estos pacientes de que ese tratamiento no es importante. La incidencia de muchas enfermedades crónicas (incluida el asma) es alta en los pacientes con toxicomanías.
El asma es todavía una causa significativa de morbimortalidad. Los últimos datos proporcionados por los CDC estiman que el 7.7% de los estadounidenses tiene asma y que el 11.2% la presentarádurante el transcurso de la vida. Los datos de 2004 informan, en los Estados Unidos, 1.8 millones de consultas de emergencia, 14.7 millones de consultas en el consultorio ambulatorio y 497 000 internaciones por asma. Se estima que 4 000 personas mueren anualmente de asma en ese país.
Este artículo presenta una revisión del conocimiento actual acerca de la relación entre el asma y las toxicomanías.
Asma y cocaína
La cocaína es una sustancia estimulante, de corta duración, lo que lleva al adicto a consumirla repetidamente. Ese consumo puede provocar consecuencias médicas graves, relacionadas con los efectos sobre el sistema nervioso central (SNC), el corazón, la respiración y el tubo digestivo. En el caso del asma, está comprobada la asociación entre la cocaína y las exacerbaciones graves del broncoespasmo, especialmente con el consumo de crack o de pasta base. Ambos suelen ser consumidos por inhalación, solos o asociados con marihuana o con tabaco, en la forma de cigarrillos o pipas. Esta forma de consumo es la más irritante para el epitelio bronquial y puede provocar broncoespasmo con mayor frecuencia que la administración intravenosa.
La oficina de control de los Estados Unidos estima que el número de consumidores crónicos de cocaína es de 3.6 millones. El 40% de estas personas consumen cocaína en la forma de crack. Muchos de estos pacientes niegan su adicción al concurrir a la guardia de emergencia por problemas respiratorios. Los estudios epidemiológicos indican una asociación entre el consumo de cocaína, la aparición de broncoespasmo y la recrudescencia de un asma previa. Es probable que el asma inducida por cocaína se observe principalmente en los pacientes que la fuman. Se especula que el aumento de la prevalencia en el consumo de cocaína en los Estados Unidos puede ser un factor importante de la mayor gravedad y mortalidad observadas en relación con las crisis asmáticas, sobre todo en la población joven.
Los autores hacen énfasis en las implicaciones de estas observaciones y recomiendan mantener una actitud de alerta hacia la posibilidad de que la cocaína sea el factor precipitante de una crisis asmática en el paciente que es evaluado en un servicio de emergencias.
Asma, marihuana y tabaco
La marihuana es una sustancia derivada de la planta de cannabis; debido a sus propiedades psicoactivas, constituye la droga de consumo más frecuente. Se fuma en la forma de cigarrillos o por medio de una pipa, para filtrar las partículas. La droga altera la memoria a corto plazo, el aprendizaje, la capacidad de concentración y la coordinación. También produce incremento de la frecuencia cardíaca, daño pulmonar y aumento del riesgo de psicosis en individuos vulnerables. El humo de la marihuana contiene cantidades de alquitrán similares al humo del tabaco y hasta un 50% más de carcinógenos. El consumidor de marihuana habitualmente inhala el humo no filtrado en forma más profunda y durante más tiempo que el fumador de tabaco, lo que da por resultado un mayor depósito de alquitrán en las vías respiratorias.
Los estudios clínicos sugieren que los fumadores de marihuana presentan una serie de síntomas respiratorios crónicos. Varios estudios indican una asociación entre el fumar marihuana, el empeoramiento de los síntomas asmáticos, las exacerbaciones agudas del asma bronquial, la presencia de tos crónica y la mayor producción de esputo. Se cree que la marihuana se asocia con mayor incidencia de enfisema, barotrauma, inflamación e infección de la vía aérea.
Los pacientes fumadores de tabaco tienen mayor incidencia de asma y mayor riesgo de desarrollarla, en especial si son adultos con antecedentes alérgicos. El impacto sobre la utilización de los recursos económicos y sobre la calidad de vida de los pacientes es significativo. La gravedad del asma y el control de la enfermedad son significativamente peores en los asmáticos que fuman, especialmente en el grupo con más de 20 atados-año. La función pulmonar se deteriora con mayor rapidez en los asmáticos que fuman, aunque este efecto puede revertirse parcialmente con la cesación del hábito. Los asmáticos fumadores parecen ser menos sensibles a los efectos beneficiosos de los corticosteroides inhalados, en comparación con los asmáticos no fumadores; esto puede ser revertido parcialmente por el incremento de la dosis inhalada de corticosteroides y por la cesación del hábito de fumar. Los autores subrayan la importancia de esto último y propugnan la participación activa de los médicos en las intervenciones dirigidas a suprimir ese hábito.
Asma y heroína
La heroína es un opiáceo potente que produce euforia y sensaciones de relajación y bienestar. Puede deprimir la respiración y aumenta el riesgo de enfermedades infecciosas cuando se administra por vía intravenosa. Durante la década de 1990, la adicción a la heroína aumentó en forma sostenida en los Estados Unidos; la característica de la adicción actual incluye personas jóvenes, uso reciente de la droga y administración mediante aspiración nasal. La preferencia de la vía aspirativa está en relación con la mayor disponibilidad de heroína de alta pureza. Numerosos informes han llamado la atención sobre la relación entre la adicción a la heroína y la morfina, y la exacerbación de los cuadros asmáticos. Los cuadros más graves se asociaron a asma preexistente, comienzo brusco de los síntomas, requerimiento de intubación prolongada y eosinofilia.
Desde el punto de vista fisiopatogénico, hay varias razones por las que la heroína puede inducir exacerbaciones agudas y graves del asma: puede existir lesión térmica directa por inhalación; la morfina y la heroína tienen efecto broncoconstrictor, mediado por la descarga de histamina; y el efecto depresor respiratorio impide la respuesta compensatoria de la taquipnea.
Asma y alcohol
El consumo de alcohol puede dañar el SNC, el hígado y la mayoría de los órganos del cuerpo. Las áreas cerebrales más vulnerables al daño asociado con el alcohol son la corteza cerebral, el hipocampo y el cerebelo. El alcohol ha sido usado desde la antigüedad como un tratamiento contra el asma. Los estudios realizados hace medio siglo mostraron que la ingestión de alcohol por pacientes asmáticos aumentaba la capacidad vital pulmonar y aliviaba subjetivamente los síntomas. También se demostró que la administración intravenosa de etanol puro al 5% a pacientes asmáticos tenía un efecto broncodilatador. Estos hallazgos se contraponen con la observación de que, en algunos asmáticos, aparecieron los síntomas de broncoespasmo luego de la ingestión de bebidas alcohólicas. Esto ha sido aparentemente relacionado con el efecto de las sustancias aromáticas existentes en las bebidas alcohólicas y no con el efecto directo del etanol. Esta respuesta puede ser inhibida con la administración de cromoglicato, un fármaco que impide la desgranulación de los mastocitos. Otros investigadores propusieron el efecto broncoconstrictor del acetaldehído, un metabolito del etanol producido por la acción de la deshidrogenasa alcohólica; este efecto es más acentuado en pacientes de origen asiático.
El etanol puro es un broncodilatador transitorio y moderadamente eficaz. Se cree que actúa a través de la relajación del músculo liso de las vías aéreas, aunque los mecanismos involucrados no están bien dilucidados. Se propone la participación de las vías de transducción asociadas al calcio y al óxido nítrico.
Conclusiones
Algunos datos sugieren que los pacientes con adicciones reciben una atención de menor calidad para algunas enfermedades. El asma es una enfermedad observada con mayor frecuencia en pacientes con diferentes drogadicciones. Si bien los organismos de salud han intentado, en las últimas décadas, mejorar los tratamientos contra el asma y reducir su mortalidad, el aumento de la incidencia de drogadicción amenaza con frustrar los logros obtenidos. Varios estudios han demostrado que la combinación de asma con adicciones aumenta el riesgo de exacerbaciones y complicaciones de la enfermedad. Los pacientes drogadictos asmáticos tienen menor observancia terapéutica que los controles y tienden a realizar menos visitas a los consultorios médicos, que es donde se implementan las estrategias de prevención de las exacerbaciones. La conclusión de los autores es que este problema necesita un enfoque integrado y multidisciplinario para tener probabilidades de éxito.
Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica - Neumonología