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El Papel de las Terapias Complementarias y Alternativas en el Insomnio en la Población Menopáusica

  • TITULO : El Papel de las Terapias Complementarias y Alternativas en el Insomnio en la Población Menopáusica
  • AUTOR : Hachul H, Monson C, Tufik S y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Complementary and Alternative Therapies for Treatment of Insomnia in Women in Postmenopause
  • CITA : Climacteric 17(6): 645-653, Dic 2014
  • MICRO : La medicina complementaria y alternativa para tratar el insomnio en el síndrome climatérico comprende los isoflavonoides y las terapias mente-cuerpo, que pueden utilizarse como alternativas a la terapia hormonal.

 

Introducción

La menopausia es un evento fisiológico que marca el fin de la capacidad reproductiva de la mujer, pero que también abarca una amplia gama de cambios biopsicosociales. Si bien suele producirse en la quinta década de la vida, puede aparecer antes y afecta todas las razas. Los síntomas menopáusicos son más prevalentes en ciertos grupos raciales y áreas geográficas. El síndrome climatérico se caracteriza por alteraciones cutáneas, en los sistemas urinario y reproductivo, en la función neuropsiquiátrica, en el metabolismo óseo y en el sueño. La etiología es multifactorial; la afectación psicológica y el estilo de vida influyen sobre su curso clínico. Los síntomas menopáusicos pueden ser leves, moderados o graves. En la menopausia se observan cambios en la calidad del sueño, con menor eficiencia, latencia más prolongada y mayor dificultad para mantenerlo en comparación con la premenopausia. Según algunos estudios, los cambios en el estado de ánimo pueden provocar trastornos del sueño asociados con sofocos, mayor número de despertares y gran ansiedad. La polaquiuria observada durante la menopausia también provoca alteraciones del sueño. La terapia hormonal se considera el tratamiento estándar para el síndrome climatérico por su eficacia, pero puede asociarse con efectos adversos, como el riesgo tromboembólico, por lo cual se buscan otras opciones, como las terapias complementarias y alternativas. En este artículo se revisó la bibliografía sobre la eficacia, toxicidad y seguridad de las terapias complementarias y alternativas en el tratamiento del insomnio en mujeres menopáusicas debido a su alta prevalencia en este grupo.

 

Terapias complementarias y alternativas

El uso de intervenciones no farmacológicas está en aumento en la población general. Según cifras estadounidenses, un 38% de los adultos de 18 años o más utilizan algún tipo de medicina complementaria o alternativa (MCA). La medicina complementaria se utiliza junto con la medicina convencional, mientras que la medicina alternativa se usa en lugar de la medicina convencional; la medicina integrativa combina los tratamientos convencionales con la MCA.

En la siguiente revisión se analizarán tratamientos de MCA y sus efectos sobre los trastornos del sueño asociados con la menopausia.

Los isoflavonoides tienen un anillo fenólico dentro de su estructura que semeja al estrógeno y son capaces de unirse a los receptores estrogénicos, aunque con menor afinidad que el estrógeno natural. Las isoflavonas se utilizaron para el alivio de los síntomas climatéricos, especialmente los sofocos. Sin embargo, pocos estudios han evaluado los efectos de las isoflavonas sobre los parámetros objetivos del sueño en la posmenopausia.

Las intervenciones mente-cuerpo utilizan diversas técnicas diseñadas para aumentar la capacidad mental e influir sobre la función corporal y los síntomas, como la meditación, los masajes, el yoga, la actividad física y la fisioterapia. Este tipo de intervenciones reduce la actividad del sistema nervioso simpático y aumenta la del parasimpático, con la consiguiente restauración de la homeostasis en el equilibrio de la función simpática/parasimpática. Las técnicas mente-cuerpo, como la relajación y la reestructuración cognitiva, pueden influir en el tratamiento del insomnio crónico.

La meditación se considera una forma de relajación, pero también produce un mayor estado de conciencia que permite controlar más eficazmente los pensamientos y las emociones.

Los masajes terapéuticos tienen como objeto reducir el dolor y comprenden la rehabilitación muscular y los cuidados preventivos.

El yoga, una disciplina mental y física tradicional originaria de la India, consiste en ejercicios físicos, de respiración, meditación y otras técnicas dirigidas a purificar el cuerpo y la mente.

El ejercicio regular puede incrementar el tiempo de sueño total y disminuir la latencia en el inicio del sueño. En algunos ensayos aleatorizados y controlados, se observó una mejoría en la calidad del sueño y en los parámetros de depresión con los ejercicios de resistencia.

 

Métodos

Se realizó una búsqueda bibliográfica en las bases de datos Medline, PubMed, Scielo, LILACS y Cochrane Library de los artículos publicados entre 2002 y 2009. Asimismo, se llevó a cabo una búsqueda manual de las referencias citadas en los artículos de interés. La calidad metodológica de los ensayos aleatorizados y controlados se evaluó con los criterios descritos en Cochrane Handbook, que permitió la clasificación según el riesgo de sesgo (bajo riesgo, alto riesgo, riesgo poco claro de sesgo). Dos de los investigadores realizaron la selección preliminar de los estudios incluidos (prueba kappa) y el índice de concordancia fue del 91%; las diferencias se resolvieron por la intervención de un tercer investigador.

 

Resultados y discusión

Dado que los estudios difirieron en el diseño, los criterios de valoración y el período de administración de los agentes evaluados como las isoflavonas, no pudo realizarse un metanálisis. El riesgo de sesgo fue entre mediano y alto.

Pocos estudios evaluaron las alteraciones del sueño en la menopausia y, especialmente, el uso de MCA.

En un ensayo se indicó que las isoflavonas tienen efectos positivos sobre las mujeres posmenopáusicas en la mejoría del rendimiento cognitivo y del estado de ánimo. En otro estudio controlado se demostró la eficacia y seguridad del empleo de isoflavonas en los sofocos, el sudor nocturno, las palpitaciones, el insomnio, la astenia, la ansiedad, la depresión, la irritabilidad, la sequedad vaginal, la dispareunia y la pérdida de la libido, aunque no se utilizó la polisomnografía para evaluar los parámetros del sueño. Los autores de esta revisión demostraron recientemente mediante la polisomnografía, que las isoflavonas pueden disminuir el insomnio en las mujeres posmenopáusicas.

Diversas investigaciones correlacionaron el masaje con modificaciones importantes en los aspectos físicos y emocionales. En un estudio piloto que utilizó polisomnografía, el masaje mejoró la calidad del sueño. En otro ensayo aleatorizado y controlado, el masaje terapéutico alivió los síntomas de ansiedad, depresión e insomnio, y mejoró la calidad de vida de estas pacientes.

Se encontró que 6 meses de práctica de yoga en los adultos mayores redujo la latencia del sueño 10 minutos, incrementó el tiempo total de sueño en aproximadamente 60 minutos y la sensación subjetiva de descanso, mediante la utilización de una escala de evaluación. Estos resultados se confirmaron en un estudio que aplicó yoga a un grupo de personas con insomnio crónico, con una mejoría en la eficiencia del sueño, el tiempo total de sueño, el tiempo total de despertares, la latencia hasta el sueño y el tiempo hasta despertar después de haber conciliado el sueño en comparación con los valores previos. Pocas investigaciones evaluaron el yoga en el contexto de los síntomas de menopausia y el insomnio, pero las existentes documentaron sus beneficios en cuanto a la mayor eficiencia, calidad y trastornos del sueño. Es necesaria la realización de estudios que incluyan un grupo de control, un mayor número de participantes, medidas fisiológicas y exámenes específicos.

La actividad física produjo un alivio significativo de los síntomas climatéricos y psicosomáticos. Los resultados de una reseña sistemática, basada en evidencia limitada, demostraron que el ejercicio mejoró la flexibilidad y la coordinación, así como el perfil lipídico, y redujo la hipertensión en las mujeres posmenopáusicas. Sólo un ensayo aleatorizado, a doble ciego, controlado con placebo y cruzado determinó los efectos del ejercicio sobre las alteraciones del sueño en mujeres posmenopáusicas y encontró que se asoció con mejorías en el sueño subjetivo. Sin embargo, el efecto del ejercicio moderado a intenso puede depender de la frecuencia y el momento del día en que se realice. Una investigación evaluó los efectos del tratamiento fisioterapéutico, que consistió en ejercicios de estiramiento global y segmentario, ejercicios de fuerza, masaje y técnicas de relajación, sobre los síntomas climatéricos y el sueño determinado por parámetros polisomnográficos en mujeres posmenopáusicas y observó una mejoría global.

 

Conclusión

La MCA para tratar el insomnio en el síndrome climatérico comprende los isoflavonoides y las terapias mente-cuerpo que pueden utilizarse como alternativas a la terapia hormonal. Es necesaria la realización de estudios que utilicen procedimientos sistemáticos para evaluar la eficacia, la toxicidad y la seguridad de la MCA en las mujeres menopáusicas con insomnio.

Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica - Ginecología

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