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La Rufinamida, un Nuevo Antiepiléptico
- TITULO : La Rufinamida, un Nuevo Antiepiléptico
- AUTOR : Hsieh D, Thiele E
- TITULO ORIGINAL : Efficacy and Safety of Rufinamide in Pediatric Epilepsy
- CITA : Therapeutic Advances in Neurological Disorders 6(3): 189-198 2013
- MICRO : La rufinamida es una opción terapéutica válida en la epilepsia pediátrica refractaria, con un buen perfil de efectos adversos, una dosificación conveniente, la posibilidad de una rápida titulación, un bajo potencial de interacciones y sin necesidad de análisis de rutina.
Introducción
La rufinamida es una medicación antiepiléptica novedosa que no guarda relación estructural con ningún fármaco utilizado actualmente para tal fin. Fue elaborada como adyuvante para las convulsiones del síndrome de Lennox-Gastaut (SLG) en pacientes de 4 o más años. Fue aprobada por la Food and Drug Administration (FDA) en 2008 y se convirtió en el primer anticonvulsivo con indicación pediátrica desde el inicio de su disponibilidad en los Estados Unidos.
Mecanismo de acción
Los estudios preclínicos indican que el mecanismo de acción de la rufinamida incluye, al menos parcialmente, el aumento del tiempo de recuperación de los canales de sodio desde el estado inactivado. Como resultado, decrece la frecuencia de la descarga sostenida y repetida de las neuronas. Su eficacia en diversos modelos sugiere propiedades anticonvulsivas de amplio espectro.
Farmacocinética
La rufinamida presenta una buena absorción por vía oral (85%), que puede disminuir con dosis mayores de 600 mg, aunque este efecto no sería clínicamente significativo. El pico de concentración plasmática ocurre entre 4 y 6 horas después de su administración. La unión a proteínas plasmáticas es baja (26% a 34%) y el fármaco no afecta el sistema enzimático citocromo P450. La rufinamida se metaboliza en forma extensa mediante hidrólisis hepática. El principal metabolito es inactivo y se depura por vía renal; la vida media del fármaco es de 6 a 10 horas.
Eficacia clínica
Varios ensayos clínicos aleatorizados han evaluado a la rufinamida como adyuvante en el tratamiento de adolescentes mayores y adultos con crisis parciales. Se han demostrado diferencias significativas en comparación con el placebo en la tasa de respuesta, con una tendencia lineal dependiente de la dosis. Además, un metanálisis reciente sustenta la eficacia del fármaco como adyuvante en pacientes con epilepsia refractaria.
Por otro lado, un ensayo aleatorizado con niños que evaluó su eficacia en las convulsiones asociadas con el SLG impulsó su aprobación por la FDA en 2008. Luego, se realizó una extensión del trabajo original, de tipo abierto. Aunque el estudio se limitó a pacientes con SLG, demostró la eficacia sostenida de la rufinamida (31.1% en general; 42.5% para las crisis tónicas-atónicas, y 71.9% para las parciales). Otras dos investigaciones abiertas realizados subsecuentemente, confirmaron estos hallazgos en el mismo contexto.
En cuanto a poblaciones más amplias, se llevaron a cabo dos estudios prospectivos, abiertos, en pacientes con distintos tipos de epilepsia refractaria de aparición infantil, con tasas de respuesta del 39.5% y 38.5%. Su importancia radica en la expansión de la eficacia de la rufinamida a una población pediátrica más amplia. Además, trabajos retrospectivos arrojaron tasas de respuesta algo más elevadas, aunque no parece ser el caso de los pacientes con síndrome de Druvet, en quienes las respuestas son desalentadoras.
Seguridad y tolerabilidad
En el primer ensayo aleatorizado sobre la rufinamida, en 2008, un 60% de los participantes informó efectos adversos. Los más significativos fueron la somnolencia (24.3% frente a 12% con placebo) y los vómitos (21.6% frente a 6.3%, respectivamente). No se observaron cambios en los signos vitales, el electrocardiograma, el examen físico ni los exámenes de laboratorio. En un análisis combinado, se obtuvieron resultados similares, aunque un dato llamativo fue la tasa de abandono de la medicación debido a efectos adversos: 7.1% frente a 2% con placebo.
La somnolencia es el único efecto adverso cognitivo frecuente de la rufinamida. En un ensayo aleatorizado con adolescentes y adultos, el fármaco no causó efectos cognitivos graves.
En cuanto a las contraindicaciones, debe mencionarse el síndrome de intervalo QT corto familiar. El acortamiento del intervalo QT puede ocurrir con el tratamiento con rufinamida, aunque su tasa de aparición es similar a la del placebo y no suele acarrear complicaciones. Por último, se han informado casos de hipersensibilidad cutánea, la mayoría de los cuales revirtieron rápidamente con la interrupción del fármaco; sin embargo, han ocurrido casos de síndrome de Stevens-Johnson.
Interacciones medicamentosas
Debido a la falta de efecto en el sistema enzimático citocromo P450, la tasa de interacciones de la rufinamida es baja. En un análisis retrospectivo, este fármaco no modificó la depuración del topiramato ni del ácido valproico, y mostró aumentos leves de la eliminación de carbamazepina y lamotrigina, así como una disminución leve de la tasa de depuración de fenobarbital y fenitoína. Por otro lado, el ácido valproico puede disminuir la depuración de rufinamida en los niños, probablemente debido a las dosis elevadas del primer fármaco que se utilizan en esta población. Este fenómeno puede llevar a la necesidad de disminuir la dosis de rufinamida.
Embarazo y lactancia
La rufinamida se encuentra en la categoría C, debido a la falta de estudios controlados de su acción sobre el embarazo y su teratogenicidad.
Uso clínico
En los Estados Unidos, la rufinamida se expende en comprimidos de 200 y 400 mg y en una suspensión líquida de 40 mg/ml. Su vida media (6 a 10 horas) permite una dosificación en dos tomas diarias. Hay datos de un aumento de la absorción si el fármaco se administra con las comidas, lo que se recomienda en la práctica. Se sugiere una titulación rápida con una dosis inicial de 10 mg/kg/día y aumentos de 10 mg/kg en días alternos hasta llegar a 45 mg/kg/día o 3 600 mg/día. Sin embargo, suele utilizarse un esquema de titulación más paulatino. No se recomiendan análisis de laboratorio de rutina, aunque puede haber cierto valor clínico en la medición de los valores plasmáticos del compuesto.
Resumen
La rufinamida es una opción terapéutica válida en la epilepsia pediátrica refractaria (especialmente en los casos de SLG), con un buen perfil de efectos adversos, una dosificación conveniente, la posibilidad de una rápida titulación, un bajo potencial de interacciones y sin necesidad de análisis de rutina. Se necesitan investigaciones más profundas para establecer con certeza su papel en la práctica clínica y en el largo plazo.
Especialidad: Bibliografía - Neurología - Pediatría