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Efectos Articulares y Metabólicos de la Glucosamina

  • TITULO : Efectos Articulares y Metabólicos de la Glucosamina
  • AUTOR : González Rivero L
  • TITULO ORIGINAL : Glucosamine Prescription for Osteoarthritis and Its Impact on Patients With Diabetes
  • CITA : Revista Finlay 2(1): 89-94, Mar 2012
  • MICRO : La eficacia de la glucosamina para el tratamiento de la artrosis es discutida; la información en conjunto sugiere que el control metabólico debe realizarse siempre en los enfermos con diabetes que reciben glucosamina. El fármaco debería indicarse con mucha precaución en los pacientes con intolerancia a la glucosa.

Introducción

Las enfermedades degenerativas y crónicas, como la artrosis y la diabetes tipo 2, son cada vez más frecuentes como consecuencia del incremento de la población de edad avanzada. El abordaje de estos enfermos implica costos sustanciales para los sistemas de salud; además, estas enfermedades comprometen considerablemente la calidad de vida.

La glucosilación no enzimática del colágeno es un hallazgo común en el contexto del envejecimiento y la diabetes; la acumulación de los productos finales de la glucosilación avanzada (PFGA) es más importante en los tejidos con poco recambio proteico, por ejemplo en la matriz extracelular de la cápsula articular, los ligamentos y los complejos miotendinosos, estructuras que pierden flexibilidad y fuerza de tensión; el resultado final es la mayor rigidez mecánica. Los PFGA también inducen la producción de radicales libres, mediadores proinflamatorios y moléculas de adhesión. Por lo tanto, en los pacientes con diabetes, el control óptimo de la glucemia y el consumo de antioxidantes asumen un papel decisivo en términos de la protección de los tejidos cartilaginosos.

La glucosamina es un aminomonosacárido precursor de los glucosaminoglucanos y proteoglucanos que integran el cartílago articular. Diversos estudios analizaron los efectos de la glucosamina para evitar la progresión de la artrosis y aliviar los síntomas de la enfermedad.

La glucosamina (como sulfato o clorhidrato) es un suplemento dietético, con eficacia controvertida en este contexto. Además, por ser un compuesto glucosídico, recientemente ha surgido preocupación especial por sus posibles efectos deletéreos sobre el metabolismo de la glucosa. Los dos interrogantes más importantes en relación con la terapia con glucosamina tienen que ver con sus beneficios reales sobre la regeneración de los cartílagos articulares de cadera y rodilla y con sus efectos adversos potenciales, tanto en las personas sanas como en los enfermos con diabetes, sobre la resistencia a la insulina.

La acción biológica de la glucosamina y de la condroitina todavía no se conoce con exactitud. La glucosamina endógena es un metabolito de la vía biosintética de las hexosaminas (VBH), con un papel importante en la modulación de los cambios postraslacionales de las proteínas, como la glucosilación. El experto recuerda que el 5% de la glucosa-6-fosfato se metaboliza a uridin-difosfato-N-acetilglucosamina; la fructosa-6-fosfato aminotransferasa es la enzima que limita la VBH. Este nucleótido es precursor de los glucosaminoglucanos y de los proteoglucanos estructurales del tejido conectivo. La glucosamina extracelular es transportada a los músculos, al tejido adiposo y a los condrocitos por medio de transportadores específicos de la glucosa; una vez fosforilada ingresa a la VBH. Estos mecanismos podrían inducir un aumento de la síntesis de glucosaminoglucanos en los cartílagos dañados, pero también resistencia a la insulina en los tejidos sensibles. Si bien la glucosamina se utiliza ampliamente en los pacientes con trastornos articulares degenerativos, la eficacia y seguridad de este preparado, en términos del metabolismo de la glucemia, han merecido especial atención en los últimos años.

Efectos de la glucosamina en los tejidos articulares

La glucosamina se sintetiza a partir de la glucosa en casi todas las células del organismo, con la finalidad de generar glucoproteínas y glucosaminoglucanos, como la condroitina. Ningún indicio sugiere que la síntesis de glucosamina esté reducida en la artrosis. En los modelos experimentales con animales, la glucosamina exógena ejerce efectos antiinflamatorios, mediante la menor expresión del factor nuclear kappa beta, inducido por la interleuquina-1. En los seres humanos, el clorhidrato de glucosamina reduce la síntesis de enzimas catabólicas y de marcadores de inflamación en los condrocitos y en las células sinoviales de los enfermos con artrosis.

Sin embargo, la extensión de los resultados de los estudios experimentales a la clínica es difícil porque en aquellos se logran concentraciones 10 a 1 000 veces más altas, respecto de las que se observan en la sangre de los seres humanos, luego de la ingesta de glucosamina. De hecho, se demostró que para que los efectos sobre los condrocitos sean relevantes, la glucosamina debería acumularse en el cartílago, en una concentración al menos 500 veces mayor, en comparación con la que se obtiene en el líquido sinovial, en los pacientes tratados con dosis terapéuticas. Este fenómeno, sin embargo, es muy improbable.

Si bien algunos estudios sugirieron que el tratamiento con glucosamina podría mejorar la función articular y aliviar el dolor, las revisiones sistemáticas y metanálisis no confirmaron estas ventajas, al menos en el contexto de su uso aislado. En un estudio clínico aleatorizado y multicéntrico de 24 semanas de duración, con la inclusión de 1 583 pacientes con artrosis de rodilla, el tratamiento con glucosamina, en forma de monoterapia o en combinación con condroitina, no redujo el dolor articular.

En una revisión sistemática de 2009 acerca de la rentabilidad del sulfato de glucosamina se observaron efectos moderados sobre el dolor y la función articular de la rodilla, luego de 12 meses de tratamiento como mínimo. Sin embargo, se constató una reducción importante del estrechamiento del espacio articular; los beneficios clínicos de este hallazgo, empero, todavía son inciertos.

En un metanálisis de 2010 se analizaron los efectos de la glucosamina, la condroitina o de su combinación sobre el dolor articular y la progresión radiológica de la artrosis de cadera y de rodilla. En ese estudio se incluyeron 10 ensayos clínicos con 3 803 pacientes. Los autores concluyeron que en comparación con el placebo, la terapia con glucosamina, condroitina o ambos no se asoció con reducción del dolor articular ni con beneficios importantes, en términos del estrechamiento del espacio articular. Los hallazgos motivaron la falta de inclusión de estos productos en los planes de cobertura médica. Entonces, la información en conjunto sugiere que los beneficios de la glucosamina son moderados; el mayor beneficio se produciría sobre el dolor articular.

Efectos metabólicos de la glucosamina

En una revisión Cochrane de 2008, la glucosamina se consideró un suplemento nutricional seguro; no se registraron efectos adversos graves ni mortales en los enfermos tratados. Sin embargo, la posibilidad de que el tratamiento afecte el metabolismo de la glucemia, mediante la activación de la VBH, sigue siendo tema de preocupación. Los estudios al respecto han sido de corta duración y, por lo tanto, no ayudaron a esclarecer este punto. Por otra parte, las investigaciones más prolongadas están sesgadas por la exclusión de pacientes con trastornos metabólicos.

En los estudios con ratas, la glucosamina indujo resistencia a la insulina en el tejido muscular y adiposo y en el hígado. También se asoció con menor síntesis de insulina por el páncreas. Sin embargo, estos efectos tuvieron lugar en presencia de concentraciones de glucosamina 10 a 500 veces más altas que las se logran en los seres humanos, tratados con glucosamina por vía oral.

Incluso así, diversos trabajos clínicos confirmaron una asociación entre el consumo de 1 500 mg diarios de glucosamina y el agravamiento de la resistencia a la insulina. En un estudio con 38 voluntarios sanos o con intolerancia a la glucosa, el tratamiento durante seis semanas con 1 500 mg diarios de glucosamina se asoció con un incremento de la resistencia a la insulina, valorada con el modelo de la homeostasis (HOMA-RI) y con disminución de la sensibilidad a la hormona (índice QUICKI) y de la elasticidad arterial, valorada con la onda de pulso. También se comprobaron incrementos en los niveles séricos de los triglicéridos y del colesterol asociado con las lipoproteínas de baja densidad (LDLc). Las modificaciones fueron más pronunciadas en los pacientes con valores basales más altos del HOMA-RI, de modo que los efectos adversos metabólicos de la glucosamina serían más importantes en los pacientes con menor sensibilidad a la insulina, es decir en los enfermos con diabetes o prediabetes.

En un estudio, los pacientes con artrosis fueron sometidos a prueba de tolerancia oral con 75 g de glucosa (PTOG), antes y una semana después del tratamiento con glucosamina, en una dosis única de 1 500 mg. Luego de la terapia se comprobaron niveles significativamente más elevados de glucemia, en comparación con los valores basales, en los pacientes con intolerancia a la glucosa; en cambio, no se observaron modificaciones en los niveles séricos de insulina. Los autores del estudio concluyeron que la glucosamina podría afectar la glucemia y la sensibilidad a la hormona, en las personas con diabetes no tratada o con intolerancia a la glucosa.

Por el contrario, en otros estudios, los efectos metabólicos desfavorables no fueron confirmados. En un ensayo clínico de dos semanas de duración, realizado con 12 enfermos, la glucosamina ejerció efectos neutrales sobre la fructosamina, el perfil de lípidos y la apolipoproteína AI; cabe destacar que 10 de los 12 participantes recibían agentes hipolipemiantes.

En una investigación de 2003, el aporte oral de glucosamina más condroitina no modificó, de manera significativa, el metabolismo de la glucemia en los enfermos con diabetes tipo 2; sin embargo, la enfermedad era de corta evolución y los participantes presentaban control óptimo de la glucemia (niveles promedio de hemoglobina glucosilada [HbA1c] de 6.45%). Incluso así, en los enfermos que consumieron glucosamina se comprobó un incremento del 0.05% en la concentración de la HbA1c, en comparación con una reducción de 0.16% en los sujetos asignados a placebo (la diferencia, sin embargo, no fue estadísticamente significativa). Debido a que la diabetes es una enfermedad progresiva, estas observaciones podrían no ser aplicables a los pacientes con diabetes de más larga data, con control metabólico subóptimo y con menor capacidad residual para regular los posibles efectos adversos de la glucosamina, mediante el incremento compensatorio de la síntesis de insulina.

Otro grupo concluyó que las dosis habituales de glucosamina por vía oral no ejercen efectos significativos sobre el metabolismo de la glucosa ni sobre la sensibilidad a la insulina. En ese estudio, la glucosamina no aumentó la VBH ni redujo la secreción de insulina mediada por glucosa. No obstante, los efectos del tratamiento a largo plazo, en los individuos con prediabetes, se desconocen.

En una revisión sistemática de 2011 se evaluaron los efectos de la glucosamina exógena sobre el metabolismo de los hidratos de carbono; en coincidencia con las conclusiones de revisiones anteriores, se puso de manifiesto la necesidad de disponer de más estudios para establecer conclusiones firmes en este sentido. En las investigaciones futuras se deberían incluir pacientes con intolerancia a la glucosa y con resistencia a la insulina, sometidos a PTOG.

Consideraciones finales

La eficacia de la glucosamina para el tratamiento de la artrosis es discutida; la información en conjunto sugiere que el control metabólico debe realizarse siempre en los enfermos con diabetes que reciben glucosamina. Por lo tanto, los datos sobre la seguridad de la glucosamina, utilizada por períodos breves, en personas sin trastornos del metabolismo de la glucosa, no pueden generalizarse a los pacientes con diabetes o con riesgo de presentar la enfermedad. El uso indiscriminado de glucosamina tampoco parece razonable, ya que su eficacia sobre los tejidos articulares, es controvertida.

Especialidad: Reumatología - Traumatología

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