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Utilidad del Citalopram en Ausencia de Tolerabilidad a la Paroxetina

  • TITULO : Utilidad del Citalopram en Ausencia de Tolerabilidad a la Paroxetina
  • AUTOR : Thase M, Ferguson J, Wilcox C y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Citalopram Treatment of Paroxetine Intolerant Depressed Patients
  • CITA :  Depression and Anxiety 16(3):128-133, 2002
  • MICRO : Los antidepresivos utilizados con mayor frecuencia son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). En este estudio se analiza la tolerabilidad y eficacia del citalopram cuando no son toleradas otras drogas en el tratamiento.

Introducción y objetivos

Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son los antidepresivos utilizados con mayor frecuencia. No obstante, entre el 10% y el 20% de los pacientes no pueden cumplir el tratamiento debido a cuestiones de tolerabilidad. Entre los efectos adversos más frecuentes de los ISRS se incluyen las náuseas, la diarrea, las cefaleas, el temblor, la sedación, el insomnio y la disfunción sexual. De acuerdo con la información disponible, existen diferencias de tolerabilidad entre los ISRS. De hecho, es frecuente el cambio de un ISRS por otro en pacientes con problemas de tolerabilidad.

En el presente estudio se evaluó la utilidad del citalopram en pacientes que interrumpieron el tratamiento con paroxetina debido a la presencia de efectos adversos intolerables. Si bien ambos ISRS son potentes, sus perfiles de tolerabilidad difieren, lo cual afecta la respuesta clínica. Según lo informado, la paroxetina es 10 veces más activa que el citalopram y difiere frente a éste en términos farmacocinéticos. En este sentido, la paroxetina es un inhibidor potente del CYP2D6 que bloquea su propio metabolismo y tiene una cinética no lineal. En consecuencia, el aumento leve de la dosis puede traducirse en un incremento significativo del nivel plasmático. Dichas características influirían sobre la respuesta antidepresiva y la tolerabilidad al tratamiento.

Pacientes y Métodos

El estudio fue estandarizado, prospectivo y abierto y se llevó a cabo en pacientes tratados con citalopram debido a que no toleraron los efectos adversos asociados con la administración de una dosis mayor o igual a 10 mg diarios de paroxetina. Los participantes tenían entre 18 y 80 años y presentaban un episodio depresivo mayor.

Todos los pacientes interrumpieron el tratamiento con paroxetina por cuestiones de tolerabilidad. La administración de citalopram no tuvo lugar hasta que transcurrió al menos una semana desde la suspensión del tratamiento con paroxetina. La dosis inicial de citalopram fue de 20 mg/día y se incrementó hasta 40 mg/día en ausencia de respuesta. Los pacientes fueron evaluados en forma periódica con el fin de registrar los eventos adversos del tratamiento. Además, se aplicaron la 24-item Hamilton Rating Scale for Depression (HAM-D) y las escalas Clinical Global ImpressionsSeverity (CGI-S) y CGI-Improvement. En segundo lugar se consideraron los resultados de otras escalas como la Patient Global Evaluation, la Hamilton Anxiety Scale (HAM-A), el Quality of Life Questionnaire (QOL) y el Beck Depression Inventory (BDI). Finalmente, los pacientes fueron evaluados mediante análisis de sangre y electrocardiográficos.

Resultados

Participaron 62 pacientes, de los cuales 22 recibían paroxetina al inicio del estudio y 40 la habían suspendido con anterioridad. La media de edad del grupo con intención de tratar fue de 43 años. El 38% de los pacientes refirió que la paroxetina había tenido un efecto moderado sobre los síntomas. El puntaje promedio inicial de la HAM-D fue 24, en tanto que el puntaje promedio inicial de la escala CGI-S fue 4.1. El tratamiento con citalopram tuvo una duración media de 39.4 días, con una dosis promedio de 23.9 mg/día.

La administración de citalopram se asoció con una mejora significativa del puntaje de las escalas HAM-D, CGI-S, BDI, HAM-A y QOL. Un total de 8 pacientes interrumpieron el estudio antes de la semana 6, principalmente debido a la aparición de eventos adversos. Los cuadros observados con mayor frecuencia ante la administración de citalopram fueron las cefaleas y los efectos adversos gastrointestinales. Otros efectos no deseados incluyeron la xerostomía, las cefaleas, las náuseas y la diarrea.

Los eventos adversos que generaron la mayoría de las interrupciones del tratamiento con paroxetina recurrieron durante el 5% al 30% del tiempo de administración de citalopram. No se observaron cambios significativos del peso corporal, la frecuencia cardíaca, la tensión arterial, los parámetros de laboratorio o electrocardiográficos durante el estudio.

Discusión 

En coincidencia con lo hallado en estudios anteriores, la mayoría de los pacientes completaron el tratamiento con un segundo ISRS y el 62% de ellos respondió. Sólo 6 individuos debieron interrumpir el tratamiento con citalopram debido a la aparición de efectos adversos. Además, los pacientes no presentaron un aumento del riesgo de fracaso terapéutico a pesar del antecedente de intolerancia a la paroxetina.

Los autores consideran que las diferencias farmacocinéticas y farmacodinámicas entre la paroxetina y el citalopram pueden traducirse en diferencias de tolerabilidad, aunque no existe información que indique la superioridad del citalopram, en términos de tolerabilidad, en comparación con la paroxetina. En segundo lugar, la aplicación de un esquema de titulación lenta del citalopram habría favorecido la tolerabilidad del tratamiento. También es posible que, dado el antecedente de tolerabilidad inadecuada a la paroxetina, el abordaje terapéutico aplicado por los profesionales haya favorecido la tolerabilidad al citalopram.

Entre las limitaciones del presente estudio los autores destacaron que el diseño no fue a doble ciego. Además, los resultados obtenidos no permiten inferir que el citalopram es mejor tolerado que la paroxetina. Sólo puede indicarse que una proporción considerable de pacientes con depresión que no toleran el tratamiento con paroxetina en forma adecuada responden con mejor tolerabilidad a un esquema posterior de tratamiento con citalopram.

Conclusión 

Una proporción considerable de pacientes que no toleran adecuadamente el tratamiento con un ISRS pueden tolerar un segundo intento de tratamiento con una droga de la misma clase.

Especialidad: Bibliografía - Psiquiatría

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