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Beneficios de la Quetiapina en Pacientes Bipolares Tipo I y II

  • TITULO : Beneficios de la Quetiapina en Pacientes Bipolares Tipo I y II
  • AUTOR : Young A, McElroy S, Olausson B, Paulsson B y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL :  A Randomised, Placebo-Controlled 52-Week Trial of Continued Quetiapine Treatment in Recently Depressed Patients With Bipolar I and Bipolar II Disorder
  • CITA : World Journal of Biological Psychiatry 15(2): 96-112, Feb 2014
  • MICRO :  La quetiapina es un antipsicótico atípico que se emplea con una frecuencia creciente en pacientes con trastorno bipolar tipo I y tipo II. Su administración resultó útil para prevenir las recurrencias depresivas.

Introducción y Objetivos

Los síntomas depresivos son el cuadro predominante en pacientes con trastorno bipolar (TBP) tipo I o II. Estos síntomas afectan la calidad de vida y el funcionamiento y aumentan la mortalidad dado el mayor riesgo de suicidio. Los antipsicóticos atípicos son cada vez más utilizados en pacientes con TBP. Entre dichas drogas se incluye la quetiapina, droga eficaz como complemento del tratamiento estabilizador del estado de ánimo para prevenir las recurrencias en pacientes con TBP tipo I.

La eficacia de la monoterapia con quetiapina en pacientes bipolares fue evaluada en los estudios Efficacy of Monotherapy Seroquel in BipOLar DEpressioN (EMBOLDEN) I y EMBOLDEN II. Durante la fase aguda de los estudios el tratamiento con quetiapina fue comparado frente a placebo y a la administración de litio o paroxetina. En el estudio EMBOLDEN I, la quetiapina fue más eficaz que el placebo, en tanto que el litio no difirió en forma significativa del placebo. En el estudio EMBOLDEN II, la quetiapina también fue más eficaz que el placebo, a diferencia de la paroxetina.

En el presente estudio los autores analizaron la información obtenida durante las fases de tratamiento a largo plazo (26 a 52 semanas) incluidas en los estudios EMBOLDEN I y II con el fin de analizar si la continuidad del tratamiento con quetiapina disminuye las recurrencias en comparación con la administración de placebo.

Métodos

Los estudios EMBOLDEN I y II presentaron un diseño similar y en el presente análisis se evaluó la información obtenida en cada uno de ellos en forma conjunta con el fin de aumentar la potencia estadística. Ambos estudios fueron multicéntricos y comenzaron con un periodo de lavado, para luego distribuir aleatoriamente a los pacientes para recibir tratamiento agudo con quetiapina de liberación inmediata en dosis de 300 o 600 mg/día, litio en dosis de 600 a 1800 mg/día (EMBOLDEN I), paroxetina en dosis de 20 mg/día (EMBOLDEN II) o placebo durante 8 semanas. Los pacientes tratados con quetiapina que alcanzaron la remisión iniciaron una etapa aleatorizada y controlada durante la cual recibieron quetiapina o placebo por un periodo de 26 a 52 semanas. La remisión se definió en presencia de un puntaje total de 12 ante la aplicación de las escalas Montgomery–Åsberg Depression Rating Scale (MADRS) y Young Mania Rating Scale (YMRS).

La fase aguda de los estudios se llevó a cabo en pacientes de 18 a 65 años con TBP I o II que habían sufrido un episodio depresivo reciente. Solo se incluyeron individuos con un puntaje mínimo de 20 en la Hamilton Rating Scale for Depression (HAM-D) y de 2 en el ítem 1 de dicha escala. Luego de 8 semanas de tratamiento, los pacientes en remisión ingresaron en una fase de tratamiento a largo plazo.

Los pacientes que ingresaron a la etapa aguda de estudio fueron distribuidos en forma aleatoria para recibir quetiapina 300 mg/día, quetiapina 600 mg/día, litio 600 a 1800 mg/día, paroxetina 20 mg/día o placebo. Una vez iniciada la etapa de tratamiento a largo plazo, los pacientes que recibieron quetiapina en dosis de 300 o 600 mg/día durante la etapa aguda fueron distribuidos en forma aleatoria para recibir la misma dosis de quetiapina o placebo. Los pacientes que habían recibido litio, paroxetina o placebo durante la etapa aguda y fueron asignados para continuar el tratamiento con quetiapina 300 mg/día solo fueron incluidos en la evaluación sobre la seguridad del tratamiento.

El parámetro principal de eficacia fue el periodo transcurrido hasta la aparición de una recurrencia. En segundo lugar se analizó el tipo de recurrencia y el tiempo transcurrido hasta la discontinuación del tratamiento. La evaluación de la eficacia tuvo lugar cada 4 semanas. La seguridad y tolerabilidad del tratamiento fueron valoradas de acuerdo con la aparición de eventos adversos, la discontinuación generada por los mismos, los resultados de los parámetros de laboratorio, el peso, la aparición de síntomas extrapiramidales, tendencia suicida y somnolencia. Los síntomas extrapiramidales fueron evaluados mediante la Simpson Angus Scale (SAS) y la Barnes Akathisia Rating Scale (BARS).

El análisis de la información fue efectuado en conjunto para los pacientes tratados con 300 y 600 mg/día. Los parámetros principales y secundarios de evaluación fueron analizados mediante un modelo de riesgos proporcionales de Cox y presentados como curvas de supervivencia de Kaplan-Meier.

Resultados

El 81% de los pacientes con TBP I o II que completaron la etapa de tratamiento agudo fueron incluidos en el las fases a largo plazo. No se observaron diferencias significativas entre los grupos tratados con las diferentes dosis de quetiapina, aunque en que recibió 300 mg/día se observó una proporción mayor de hombres en comparación con los grupos que recibieron 600 mg/día de quetiapina o placebo. El 60.4% y 39.6% de los pacientes presentaban trastorno bipolar tipo I o II, respectivamente. La fase de tratamiento a largo plazo fue completada por una proporción mayor de pacientes tratados con quetiapina en comparación con los que recibieron placebo.

La quetiapina fue significativamente más eficaz que el placebo para aumentar el tiempo transcurrido hasta la aparición de una recurrencia. Dicho resultado se tradujo en una disminución del 49% del riesgo de recurrencias con el uso de quetiapina en comparación con el uso de placebo. Los beneficios de la quetiapina se observaron en pacientes con TBP tipo I y II. No obstante, la diferencia entre la quetiapina y el placebo no fue significativa en el grupo de pacientes cicladores rápidos. Ambas dosis de quetiapina fueron significativamente beneficiosas en términos de retraso de las recurrencias en comparación con el placebo.

La quetiapina aumentó significativamente el periodo de tiempo transcurrido hasta la aparición de una recurrencia depresiva en comparación con el placebo. Dicho aumentó fue equivalente a una disminución del riesgo de recurrencias depresivas de 57%. Los beneficios se observaron en pacientes con TBP I y II y fueron algo superiores al utilizar dosis mayores de quetiapina. En cambio, la quetiapina no prolongó el periodo transcurrido hasta la aparición de una recurrencia maniaca o hipomaniaca en comparación con el placebo.

El periodo transcurrido hasta la discontinuación del tratamiento fue significativamente más prolongado entre los pacientes tratados con quetiapina en comparación con los pacientes que recibieron placebo. El índice de discontinuación del tratamiento debida a la aparición de eventos adversos fue del 7.8% y 6% ante el empleo de 300 y 600 mg/día de quetiapina, respectivamente. El cuadro que generó la mayoría de las discontinuaciones fue el intento de suicidio. No se observaron diferencias entre la administración de quetiapina 300 mg/día y el placebo en cuanto a la aparición de eventos adversos serios. En cambio, la administración de 600 mg/día se asoció con una incidencia inferior de eventos adversos serios en comparación con el resto de los grupos.

La incidencia de ideación o conducta suicida y de síntomas extrapiramidales ante la administración de quetiapina 300 y 600 mg/día o placebo fue baja y similar entre los grupos. Todos los cuadros extrapiramidales fueron leves o moderados y no generaron la discontinuación del tratamiento. No se observaron diferencias entre los grupos tratados con quetiapina 300 mg/día o placebo en cuanto al uso de drogas anticolinérgicas. En cambio, dicho tratamiento fue menos frecuente en el grupo tratado con quetiapina 600 mg/día.

La proporción de pacientes que presentaron un aumento significativo del peso corporal (de 7% o más) fue del 6.4% en el grupo tratado con quetiapina 300 mg/día, del 9.4% en el grupo tratado con quetiapina 600 mg/día y del 4% en el grupo placebo. Finalmente, la administración de quetiapina se asoció con una incidencia mayor de hiperglucemia en comparación con la administración de placebo.

Discusión

Los resultados obtenidos permiten indicar que la quetiapina es eficaz para el tratamiento agudo de los pacientes con depresión bipolar. Además, la continuidad del tratamiento con quetiapina disminuyó significativamente el riesgo de recurrencias depresivas tanto en pacientes con TBP I como en pacientes con TBP II. El tratamiento con quetiapina fue bien tolerado tanto en forma aguda como durante la fase de continuación. Si bien el perfil de tolerabilidad de la quetiapina fue aceptable, debe considerarse que los estudios EMBOLDEN no fueron diseñados para evaluar la seguridad del tratamiento vinculada con cuadros específicos como la diabetes.

La quetiapina no aumentó el riesgo de suicidio entre los pacientes con depresión bipolar en comparación con el placebo. Este resultado es destacable si se considera el riesgo elevado de suicidio entre los pacientes con TBP, especialmente en presencia de un episodio de depresión. De todos modos, es necesario contar con más información al respecto para definir el papel de la quetiapina en términos de prevención del suicidio en pacientes bipolares.

Entre las limitaciones del presente estudio, los autores destacaron que no fue diseñado para evaluar la utilidad preventiva de la quetiapina en pacientes bipolares. Dada la ausencia de estudios suficientes para comparar los resultados obtenidos, los autores indicaron la necesidad de contar con estudios adicionales.

De todos modos, puede sugerirse que la quetiapina representa una opción para el tratamiento a corto y largo plazo de los pacientes con trastorno bipolar tipo I y II.

Especialidad: Bibliografía - Psiquiatría

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