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La Asociación entre el Déficit de Vitamina D y la Fibromialgia en Mujeres
- TÍTULO : La Asociación entre el Déficit de Vitamina D y la Fibromialgia en Mujeres
- AUTOR : Abokrysha N
- TÍTULO ORIGINAL : Vitamin D Deficiency in Women With Fibromyalgia in Saudi Arabia
- CITA : Pain Medicine 13(3): 452-458, Mar 2012
- MICRO : El tratamiento con vitamina D en pacientes con fibromialgia que presentan déficit de esta vitamina permite disminuir la gravedad de la sintomatología y reducir el número de segmentos corporales en los que se percibe dolor. El déficit de vitamina D, observado en mujeres con fibromialgia, es independiente de su origen racial y de la vestimenta que utilizan.
Introducción
La fibromialgia (FM) es un trastorno que afecta a los componentes del sistema osteoarticular y muscular, en el que se experimenta dolor intenso del tipo lancinante, lacerante o urente en localizaciones puntuales, acompañado de fatiga. Se ha postulado que este cuadro clínico se encuentra asociado a alteraciones en la función neuroendocrina y la neurotransmisión. En este sentido, se ha observado que en pacientes con FM, el dolor es provocado por estímulos inocuos (alodinia) y se encuentra exacerbado en respuesta a estímulos lesivos (hiperalgesia). Es importante destacar, asimismo, la reducción en la irrigación de núcleos cerebrales implicados en la integración de la respuesta dolorosa. Por otra parte, estudios previos demuestran que en cuadros clínicos de FM o dolor crónico osteoarticular-muscular, la vitamina D se encuentra en concentraciones inferiores a las normales.
La vitamina D cumple una función moduladora de la respuesta inmunitaria y está asociada a la aparición de enfermedades autoinmunitarias como esclerosis múltiple, artritis reumatoide, diabetes insulino-dependiente y enfermedad inflamatoria intestinal.
La prevalencia marcada de la FM y la necesidad de establecer los factores implicados en su génesis, así como de dispensar un tratamiento eficaz, han determinado la relevancia de dicha afección.
El objetivo del presente estudio fue establecer la implicancia de los niveles de vitamina D en pacientes con FM en Arabia Saudita.
Métodos
La población bajo estudio estuvo constituida por 30 mujeres a las cuales se les diagnosticó FM teniendo en cuenta el índice de dolor generalizado (WPI, por su sigla en inglés) y la escala de gravedad de síntomas (SS, por su sigla en inglés). El WPI se determinó en un intervalo de 0 (sin dolor) a 19 puntos, de acuerdo a los segmentos corporales en los que se experimentaba dolor (cinturas escapulares, brazos, antebrazos, piernas, muslos, mandíbula, tórax, abdomen, cuello, región torácica y lumbar de la columna vertebral). Por otra parte, la SS se evaluó teniendo en cuenta la presencia de síntomas como fatiga, somnolencia, dificultades cognitivas, depresión, dolor y debilidad muscular, cefalea, convulsiones, inapetencia e incremento de la diuresis, entre otros. Dicha escala comprendió un intervalo de 0 a 12 puntos, es decir, el puntaje total fue la suma de los puntajes individuales de cada uno de los síntomas, evaluados en una escala que fue incrementándose según la intensidad de 0 (asintomático) a 3 (síntoma crónico de característica grave que afecta la calidad de vida).
De esta manera, si las pacientes presentaban los síntomas en un puntaje similar por un período mínimo de 3 meses, el dolor experimentado no se debía a otra afección; cuando el puntaje WPI era ≥ 7 y la SS ≥ 5 o el valor WPI era de 3 a 6 y la SS ≥ 9, se les diagnosticaba FM. Por otra parte, fueron excluidas las personas con osteomalacia, hiperparatiroidismo o alteraciones en el metabolismo del calcio.
Con respecto a los niveles de vitamina D3, se consideró que los niveles normales debían ser superiores o iguales a 30 ng/ml; asimismo, concentraciones menores que 20 ng/ml implicaban el déficit de dicha vitamina, y las intermedias, insuficiencia.
Se administró en forma alternativa una dosis intramuscular de vitamina D3 de 600 000 UI u 8 dosis semanales de 50 000 UI por vía oral (tabletas). La evaluación del efecto del tratamiento se realizó 1 mes y 2 meses luego de la administración intramuscular u oral, respectivamente. Se tomaron en cuenta datos referidos a la edad, raza y tipo de vestimenta.
En el análisis estadístico, se aplicaron la prueba t de Student para muestras independientes y pareadas, y el coeficiente de correlación de Pearson. Un valor de p ≤ 0.05 fue considerado estadísticamente significativo.
Resultados
La concentración de vitamina D se encontró en un intervalo de 3 a 9.3 ng/ml, con un nivel promedio de 4.76 ± 1.76 ng/ml, en las pacientes estudiadas, que se ubicaron en la franja etaria de 17 a 51 años (edad promedio: 34.56 ± 8.1 años). Es importante destacar que tanto las mujeres saudíes como las de otros orígenes (egipcio, sirio, palestino, libanés, jordano, sudanés, yemení, indio e indonesio) presentaron déficit de vitamina D, observándose concentraciones promedio de 5.06 ± 1.7 ng/ml y 4.6 ± 1.4 ng/ml, respectivamente. Asimismo, tanto el incremento de la edad como la utilización del velo respecto del uso de otra vestimenta no incidieron en una mayor prevalencia de déficit vitamínico (valores promedio de vitamina D: 4.77 ± 1.37 ng/ml y 4.75 ± 1.68 ng/ml, respectivamente).
La administración de vitamina D permitió una disminución significativa (p < 0.001) de los valores de SS (de 6.5 ± 0.82 a 2.47 ± 0.97) y de WPI (de 13.833 ± 1.464 a 1.833 ± 0.833). No obstante, las dificultades cognitivas no fueron contrarrestadas con el tratamiento, ya que los resultados en este aspecto fueron similares a los observados en la evaluación efectuada antes de la implementación de la terapia.
Discusión
De acuerdo con los resultados obtenidos en el presente estudio, la FM estaría asociada al déficit de vitamina D, el cual incidiría en la gravedad de la sintomatología característica de la afección. Estos resultados se corresponden con lo que informan estudios previos, en los que se demuestra la correlación del déficit de vitamina D con la presencia de FM o dolor crónico de tipo difuso osteoarticular-muscular. Asimismo, otros estudios vinculan la menor concentración de vitamina D en pacientes con FM con la presencia de trastornos como la ansiedad y la depresión. Por otra parte, se ha postulado que el déficit de esta vitamina presenta mayor incidencia en pacientes con FM menores de 45 años. No obstante, los factores que determinan niveles bajos de vitamina D son diversos, la escasa exposición a la luz solar (en áreas con alta polución ambiental) y una dieta pobre en esta vitamina serían los condicionantes de los valores observados. Es importante destacar que no se observó variación en los niveles de vitamina D asociada al tipo de vestimenta utilizada.
La correlación entre déficit de vitamina D y fibromialgia puede ser explicada por la alteración en la osificación, proceso que tiene lugar en el periostio del hueso y está regulado por una serie de mecanismos, en los cuales participa esta vitamina. La mineralización anómala de la matriz ósea determina una estructura esponjosa, que es propensa a absorber fluidos y, de esta manera, producir la estimulación por presión de las terminaciones nociceptivas presentes en la capa externa del periostio. Por otra parte, si bien el tratamiento con vitamina D permitió en pacientes con fibromialgia disminuir la intensidad de los síntomas (en el presente estudio y en estudios previos), las dificultades cognitivas persistieron. Esto se debe a que la progresión de la FM está asociada a una mayor pérdida de sustancia gris cerebral. En particular, afecta a la corteza cingulada, insular y frontomedial y a la circunvolución parahipocampal.
El presente estudio debería complementarse con nuevos análisis que evalúen factores adicionales, como el índice de masa corporal, el color de la piel, los hábitos de exposición a la luz solar y la utilización de fármacos. Asimismo, resulta fundamental contrastar los resultados con un grupo control.
Conclusión
Debe considerarse el déficit de vitamina D en el diagnóstico de FM o de dolor osteoarticular-muscular. Asimismo, es de vital importancia establecer los factores que inciden en la disminución de los niveles de esta vitamina, ya que su déficit se encuentra asociado a otros cuadros clínicos, como diabetes e hipertensión, y a afecciones cardíacas. De esta forma, la difusión de dietas ricas en vitamina D y la promoción en el cambio de hábitos (con una mayor exposición a la luz solar, de 15 minutos diarios) permitirían a los profesionales médicos implementar un enfoque preventivo de la enfermedad.
Especialidad: Clínica Médica - Endocrinología - Neurología