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Capsaicina: Efectos Terapéuticos y Efectos Adversos
- TITULO : Capsaicina: Efectos Terapéuticos y Efectos Adversos
- AUTOR : Bode A, Dong Z
- TITULO ORIGINAL : The Two Faces of Capsaicin
- CITA : Cancer Research 71(8): 2809-2814, Abr 2011
- MICRO : La capsaicina presenta efectos duales respecto de la proliferación de células cancerosas humanas, acelera la progresión de tumores hepáticos y gástricos en modelos murinos y no afecta la progresión de cáncer de pulmón. También contrarresta los diferentes tipos de dolor, pero agudiza el dolor músculo-cutáneo y se utiliza en el tratamiento de lesiones cutáneas.
Introducción
La capsaicina (trans-8-metil-N-vanillil-6-nonenamida) es un fitoquímico derivado de los pimientos picantes (rojos, jalapeños y habaneros) que se obtiene de la planta del género Capsicum (familia Solanaceae). Este alcaloide es el responsable de la sensación de ardor que se produce al consumir este tipo de pimiento, por su capacidad de unirse a los nociceptores presentes en las mucosas de la boca y la faringe e induciendo un aumento en la secreción del jugo gástrico. La amplia distribución mundial del consumo de pimientos picantes y del uso medicinal (aplicación tópica de capsaicina) ha determinado la necesidad de indagar en los posibles efectos adversos que podría provocar este alcaloide en la salud humana. En este sentido, estudios previos señalan que la capsaicina podría tener un efecto dual, en ciertos casos, ser carcinogénica y en otros, ejercer unn papel preventivo frente al cáncer.
El objetivo del presente trabajo fue indagar en los datos concretos obtenidos de estudios recientes, acerca de los efectos adversos que conlleva el uso crónico de capsaicina, en particular, su utilización en forma tópica.
Capsaicina: complejidad de sus efectos
La capsaicina ha sido postulada como un agente anticancerígeno, su utilización en cultivos de células cancerosas provoca una disminución en el número celular, mediante la inhibición de la proliferación, la activación de los mecanismos apoptóticos o la entrada de la célula al estado quiescente. No obstante, la capsaicina, en cultivos de células de cáncer de próstata humano (LNCap), estimuló la función celular mediante la inducción de la expresión de los receptores de andrógenos y aumentó la proliferación. Es importante destacar que la reproducibilidad de los resultados observados en células cancerosas humanas puede verse afectada por la variabilidad intrínseca de éstas, en sus procesos de proliferación y diferenciación respecto de los controles normales. Por otra parte, al estudiar el efecto de la capsaicina en organismos completos, en modelos murinos de cáncer inducido (administrada en la comida o el agua), ésta aceleró los efectos de la dietil-nitrosamina, el hexacloruro de benceno y la acetoxi-metil-nitrosamina o la N-metil-N-nitro-N-nitrosoguanidina, en la inducción de la desregulación enzimática en células hepáticas, el crecimiento de tumores hepáticos y gástricos o gástricos, respectivamente. No obstante, la capsaicina no produjo efectos en la progresión del cáncer de pulmón inducido por NNK (4-(metilnitrosamino)-1-(3-piridil)-1-butanona, aplicado por vía intraperitoneal. Asimismo, su aplicación tópica en la piel no produjo el agravamiento de lesiones preneoplásicas y neoplásicas en ratones TgAc (transgénicos portadores de un oncogen) o la progresión y la diversificación de tumores en la piel, en modelos de cáncer inducido por 7,12-dimetil-1,2-benzantraceno (DMBA) o 12-O-tetradecanoilforbol-13-acetato (TPA), respectivamente. Por otra parte, en animales sanos, la inclusión de pimientos picantes en la dieta (10%) y la administración de capsaicina (0.03%) por extensos períodos indujo la proliferación anormal del tejido hepático y la formación de adenomas polipoides benignos en el ciego, respectivamente. Sin embargo, en experimentos adicionales, se comprobó que la alimentación con 0.25% de capsaicina en animales sanos no incidía en el desarrollo de tumores. Los resultados antes mencionados en animales sanos y aquellos a los cuales se les indujo diferentes tipos de tumores son antagónicos y establecen que no habría una incidencia cierta de la vía utilizada para la administración de la capsaicina y su capacidad carcinogénica.
Existen diversos estudios en seres humanos que señalan al consumo de pimientos picantes como el responsable del aumento en la propensión a experimentar cáncer vesicular o gástrico. No obstante, los estudios no son reproducibles al carecer de precisión estadística y no considerar las variables (culturales, étnicas, etcétera) que inciden en los efectos observados, lo que conduce a interpretaciones erróneas basadas en hipótesis sin datos firmes. Por otra parte, la utilización de capsaicina en pacientes (administración oral por 5 años) no provocó alteraciones en el tejido o desarrollo de tumores papilares o sólidos en la vejiga.
Las observaciones antes mencionadas ponen de manifiesto la dificultad para extrapolar los resultados obtenidos en los cultivos celulares y los modelos murinos. En este sentido, las líneas de células cancerosas suelen presentar alteraciones adicionales en el genoma, la expresión de los genes y las proteínas, como también en los mecanismos moleculares subyacentes a las funciones celulares, debidas al crecimiento en cultivo por extensos períodos. Por otra parte, los mecanismos de compensación que se activan en los animales en los cuales se han silenciado o sobreexpresado uno o varios genes pueden llevan a conclusiones erróneas. Asimismo, el desarrollo tumoral, el metabolismo de los fármacos y la asimilación de nutrientes difieren significativamente en humanos y roedores.
El mecanismo de acción de la capsaicina consiste en la provocación de una excitación neuronal que es seguida de un periodo refractario prolongado, durante el cual las neuronas no responden a diversos estímulos; este proceso se denomina desensibilización, y en él se fundamenta su uso terapéutico. Con respecto a la aplicación tópica de la capsaicina, se reconocen sus propiedades analgésicas en el control del dolor en la artritis reumatoide, artrosis, neuralgias, dolor neuropático provocado por la diabetes, inflamación, alteraciones neurales y cutáneas (provocadas por procedimientos quirúrgicos, lesiones o tumores). No obstante, la manipulación de pimientos picantes provoca dermatitis por contacto y los aerosoles o cremas que contienen capsaicina pueden inducir dolor de origen dérmico. Asimismo, la capsaicina no confirió analgesia cuando se administró por vía oral en pacientes VIH seropositivos que presentaban una neuropatía periférica simétrica distal, y en forma tópica, no contrarrestó la sensación de prurito provocada por la serotonina en personas sanas; incluso agudizó la sensación de dolor en pacientes con dolor neuropático o músculo-cutáneo. Por otra parte, en casos aislados, la utilización por períodos extensos de parches de capsaicina para el control del dolor en la columna lumbar indujo a un vasoespasmo coronario e infarto agudo de miocardio.
Con respecto a la capacidad de capsaicina (aplicación tópica) de promover la formación de tumores, se ha observado que dicha capacidad tiene lugar por su unión a los receptores TRPV1 (transient receptor potential vanilloid subfamily member 1) en un contexto en el cual se ha inducido cáncer de piel por la administración de TPA en modelos murinos. Asimismo, el aumento en el potencial carcinogénico, en estos modelos, se produce debido a la activación que ejerce la capsaicina en el EGFR (receptor del factor de crecimiento epidérmico) y el consecuente incremento en la expresión de COX-2 (ciclooxigenasa-2). De esta forma, la aplicación tópica de la capsaicina acelera el desarrollo de tumores en la piel, en modelos en los cuales éstos han sido inducidos por compuestos químicos. Por otra parte, la utilización tópica de la capsaicina por períodos extensos, implicaría el bloqueo permanente de los nociceptores TRPV1, lo cual aumentaría la propensión a desarrollar cáncer de piel. En este sentido, debe evaluarse la seguridad en la aplicación tópica de la capsaicina como analgésico, contrastándola con su potencial carcinogénico, en ciertos contextos, como por ejemplo, en presencia de alta incidencia de radiación ultravioleta.
Conclusión
El contraste en los resultados acerca de los efectos beneficiosos y riesgos de la capsaicina determina la necesidad de realizar nuevos estudios epidemiológicos, que evalúen de forma exhaustiva las dosis de capsaicina que pueden ser administradas y los efectos de ésta respecto de la vía de ingreso en el organismo, en particular, su capacidad analgésica en el tratamiento de los diferentes tipos de dolor.
Especialidad: Bibliografía - Oncología