Bibliografía

Laboratorios Bagó > Bibliografías > Revisión sobre el Empleo de Ácidos Grasos Omega 3 en el Tratamiento del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad

Revisión sobre el Empleo de Ácidos Grasos Omega 3 en el Tratamiento del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad

  • TITULO : Revisión sobre el Empleo de Ácidos Grasos Omega 3 en el Tratamiento del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad
  • AUTOR : Königs A, Kiliaan A
  • TITULO ORIGINAL : Critical Appraisal of Omega-3 Fatty Acids in Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder Treatment
  • CITA : Neuropsychiatric Disease and Treatment 26(12): 1869-1882, Jul 2016
  • MICRO : No hay pruebas convincentes de los efectos de los suplementos con ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga para reducir los síntomas de trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Introducción sobre el uso emergente de ácidos grasos omega 3 en el trastorno de déficit de atención e hiperactividad

El trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del desarrollo neurológico, que se inicia en la niñez pero que puede persistir en la adultez. De acuerdo con los criterios del Manual de Trastornos Mentales (DSM por sus siglas en inglés), estos pacientes pueden clasificarse en 3 grupos: con predominio de la falta de atención, con predominio de la hiperactividad e impulsividad, o la combinación de ambos.

El TDAH suele acompañarse de problemas de aprendizaje, alteraciones del ánimo y trastornos de conducta.

Los problemas en la vida social son la principal razón para su tratamiento. Uno de los tratamientos más empleados para el TDAH es el metilfenidato, que es un fármaco estimulante, que se asocia con efectos colaterales y efectos a largo plazo desconocidos, por lo que existe preocupación respecto de su utilización. Por ello, muchas familias posponen meses a años el inicio del tratamiento con este fármaco. El motivo más importante para inicio del tratamiento son los problemas en la escuela, en el trabajo y en el hogar. Este fármaco trata los síntomas pero no la causa. Por eso sólo resulta efectivo durante las 2 horas posteriores a su consumo, pero no modifica la situación a largo plazo. Los fármacos estimulantes pueden causar efectos leves o graves como disminución del apetito, insomnio y cefalea.

Una alternativa para el tratamiento del TDAH es la suplementación con ácidos grasos poliinsaturados omega 3 (AG-ω3). Los pacientes con TDAH suelen presentar carencia de AG-ω3. En el perνodo paleolνtico, la dieta aportaba suficientes AG-ω3 debido al elevado consumo de pescado. Entonces, la relaciσn AG-ω3/ AG-ω6 era alta. En la dieta occidental, dicha relaciσn es baja debido al incremento de los AG-ω6 y reducciσn de los AG-ω3.

El TDHA es de causa multifactorial; intervienen factores tanto genéticos como ambientales. La disminución de los niveles de AG-ω3 en el TDAH podría constituir un factor ambiental adicional interesante dado que esta deficiencia claramente tiene el mayor impacto durante el desarrollo del SNC.

Los autores realizaron la presente revisión de la bibliografía sobre AG-ω3 para el tratamiento de TDAH.

Bases para el empleo de AG-ω3 en TDAH

Los precursores de los AG-ω3 y AG-ω6 comparten la misma vνa enzimαtica. El ácido α-linoleico (ALA), que pertenece a los AG-ω3, se encuentra en las semillas de lino y en porotos de soja, aceite de canola y vegetales de hoja verde. Este precursor puede convertirse en αcido docosahexanoico (DHA), que interviene en la síntesis de fosfolípidos en las membranas neuronales del cerebro. El DHA es responsable de la fluidez y permeabilidad de la membrana neuronal y se encuentra en alta concentración en las sinapsis. El ácido eicosapentanoico (EPA) interviene en la síntesis de eicosanoides, que son moléculas de señalización antiinflamatorias. El pescado y el aceite de pescado tienen altas concentraciones de DHA y EPA.

Un elevado consumo de AG-ω6 puede inhibir la sνntesis de AG-ω3 a partir de su precursor. El precursor de los AG-ω6 es el αcido linoleico (AL) que se transforma en αcido araquidónico (AA), que produce eicosanoides, que también pueden hallarse en las membranas neuronales. El producto final es el ácido docosapentanoico (DPA) que tiene efectos inflamatorios.

Existen publicaciones respecto de los argumentos por los que los AG-ω3 pueden ser buenos candidatos para el tratamiento del TDAH. En primer lugar, las membranas neuronales contienen altas cantidades de AG-ω3 y AG-ω6, especialmente DHA y AA. La cantidad de cada uno incide en la fluidez de la membrana, y puede afectar la neurotransmisiσn, la permeabilidad y la estructura y funciσn de las proteínas de la membrana. El nivel sérico de AG-ω3 es menor en pacientes con TDAH que en controles de igual edad. Los AG-ω3 desempeρan una importante funciσn en el desarrollo cerebral, lo que se deduce del hecho de que la concentración de estas sustancias aumenta en la corteza cerebral hasta los 18 años. Además, en estos pacientes la relación AG-ω3/6 es más baja. La relativa mayor cantidad de AG-ω6 puede aumentar la neuroinflamación. No existe competencia entre los AG-ω3 y 6 en la captación sino solo en el procesamiento, lo que ofrece la oportunidad de aumentar la cantidad de AG-ω3 mediante un mayor consumo alimentario.

Resultados de la búsqueda bibliográfica

En la presente revisión solo se incluyeron estudios publicados entre 2000 y 2015. La mayoría de los participantes fueron niños en edad escolar, entre 6 y 13 años, pero el intervalo de edades total fue de 3.5 a 18 años, con predominio de varones. También fueron incluidos niños con comorbilidades como dificultades de aprendizaje, trastornos del desarrollo de la coordinación, trastorno de oposición y trastornos de conducta.

Los efectos de los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) fueron investigados en 5 estudios abiertos. Estos estudios mostraron alivio en los síntomas de TDAH en cuestionarios de conducta.

Además, se realizaron varios estudios a doble ciego controlados con placebo. No obstante, hasta la fecha no se realizaron estudios que evaluaran la respuesta a la dosis de AG-ω3 en el tratamiento de TDAH.

En 4 estudios se evaluó el tratamiento con AGPI de cadena larga ω3 (AGPICL-ω3), y ademαs, la mayoría de los niños fueron tratados con medicación estimulante. En un estudio en el que se utilizó sólo DHA, 345 mg/día, no se pudo mostrar una disminución en los síntomas. En los 3 restantes, se observó cierto alivio en los síntomas. En uno se utilizó DHA 514 mg más EPA 100 mg, en otro, DHA 195 mg más EPA 635 mg más otro AG-ω3 y en tercero, DHA y EPA 650 mg. En conclusión, el tratamiento basado solo en DHA no parece asociarse con resultados favorables.

En 4 estudios, se agregó 10 a 15 mg de vitamina E a los AGPICL-ω3 con el objetivo de proteger contra la oxidaciσn en niρos que no recibieron tratamiento estimulante. Estos estudios no mostraron disminución de los síntomas de TDAH. De los estudios realizados, los investigadores entienden que la relación entre DHA y EPA no parece ser el factor más relevante en el tratamiento de TDAH, sino la cantidad de AGPI-ω3. La adición de vitamina E, con sus efectos antioxidantes, no mostró efecto. Sin embargo, algunas modificaciones en el perfil de ácidos grasos en sangre se correlacionaron con mejoría de algunos resultados, como lectura, atención y conducta.

Siete estudios incluyeron tratamiento con AGPICL-ω3 y 6. En resumen, estos estudios mostraron que la combinaciσn de DHA y EPA con AG-ω6 y vitamina E parece ser eficaz en el tratamiento de los sνntomas de TDAH. El tratamiento con DHA 174 mg, EPA 558 mg, ácido γ-linolénico 60 mg y vitamina E 10 mg fue evaluado en 4 estudios, que condujeron a resultados prometedores. En 3 estudios se mostró alivio de los síntomas de TDAH. Uno de estos estudios y el estudio en el que se administraron AG-ω3 593 mg y AG-ω6 361.5 mg, mostraron mejorνa mαs pronunciada en el subtipo con falta de atención, si bien estos subgrupos fueron definidos luego de la finalización de los estudios.

Además de los AG-ω3, también se incluyeron fosfolípidos en 3 estudios. Se ha demostrado en estudios en animales que los fosfolípidos pueden actuar como transportadores de AGPICL-ω3. En estos 3 estudios, se excluyeron sujetos tratados con medicaciσn estimulante. Finalmente, no se encontraron pruebas suficientes de que la combinación de fosfolípidos con AG-ω3 pueda afectar los síntomas de TDAH.

En 2 estudios se utilizaron precursores de AGPICL-ω3 y 6, pero no mostraron resultados favorables. Los autores seρalan que esto apoya el concepto de que el consumo de precursores de AGPICL-ω3 y 6 tiene menor eficacia dada la baja eficiencia de procesamiento de los precursores. Mαs aϊn, existen pruebas de que las dietas ricas en ALA reducen la tasa de conversiσn de ALA a EPA, mientras que aumentan la tasa de oxidaciσn de ALA.

Conclusión general

Los resultados de los estudios descritos más arriba son inconsistentes. Todos los estudios sin grupo placebo mostraron resultados positivos, pero al carecer de placebo, los resultados deben interpretarse con precaución. La adición de un grupo placebo y el empleo de un diseño de estudio a doble ciego sólo condujeron a resultados positivos en pocos estudios. Los estudios que mostraron resultados positivos incluyeron un número pequeño de participantes o presentaban alta variabilidad en el diagnóstico de TDAH en combinación con comorbilidades. En un estudio se demostró efecto positivo en la conducta con el tratamiento con DHA y EPA 650 mg tanto en el grupo con TDAH como en el grupo control, lo que sugiere que la mejoría no es específica para TDAH.

El tratamiento combinado con AGPICL-ω3 y 6 mostrσ resultados más prometedores. En 5 estudios se observaron resultados positivos sobre los síntomas de TDAH.

Seguridad y tolerabilidad

En general, no se han informado efectos colaterales graves. Los efectos colaterales más frecuentes fueron malestar gastrointestinal y diarres, y raramente hemorragia nasal, pero los efectos colaterales fueron menos frecuentes en comparación con el metilfenidato, que incluyen disminución del apetito, insomnio y cefalea. Esto convierte al tratamiento con AGPICL-ω3 en una alternativa mαs atractiva y menos perjudicial frente al metilfenidato y otros fármacos estimulantes.

Conclusiones

El objetivo de la presente revisión fue identificar composiciones terapéuticas efectivas de suplementos alimentarios con AGPI-ω3, su seguridad y tolerabilidad y la calidad del diseρo de los estudios. Los estudios analizados mostraron resultados poco consistentes. Por lo tanto, no hay pruebas convincentes de los efectos de los suplementos con AGPICL para reducir los sνntomas de TDAH. Los resultados más prometedores se encontraron en estudios en los que se administraron combinaciones de AGPICL-ω3 y 6. La tolerabilidad de los suplementos fue buena y sσlo se observaron efectos colaterales leves como malestar gastrointestinal y hemorragia nasal muy infrecuente. Los principales inconvenientes del diseño de los estudios fueron las muestras pequeñas, la alta variabilidad en el diseño y los métodos empleados. Los estudios futuros deberían incluir suficiente número de participantes en estudios a doble ciego, controlados con placebo. Por último, los autores sugieren que para facilitar la comparación de los resultados deberían realizarse mediciones de los ácidos grasos en sangre para conferir una medición más confiable de los niveles de AG- ω3 y su relaciσn con posibles mejorías.

Especialidad: Bibliografía - Neurología - Nutrición - Pediatría

ADVERTENCIA:

El material incluido en este sitio ha sido concebido exclusivamente para los profesionales de la salud con fines informativos, y destinado a orientar sobre el uso adecuado de los medicamentos y a satisfacer sus necesidades de mayor información.

Todos los textos referidos a nuestros productos de venta bajo prescripción médica se corresponden a los lineamientos aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

Laboratorios Bagó le sugiere consultar siempre a un profesional de la salud calificado ante cualquier duda sobre una condición médica particular.

He comprendido y deseo ver la información

Consultas médicas: infoproducto@bago.com.ar