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El Ejercicio Nórdico de los Isquiotibiales Previene las Lesiones de los Isquiotibiales

  • AUTOR : Brukner P
  • TITULO ORIGINAL : Hamstring Injuries: Prevention and Treatment — An Update
  • CITA : British Journal of Sports Medicine (BJSM) 49(19):1241-1244, Jun 2015
  • MICRO : El presente estudio es una actualización sobre la prevención y el tratamiento de las lesiones de los isquiotibiales.

 

Introducción

La incidencia de las lesiones de los isquiotibiales no se ha re­ducido y la tasa de recurrencia de este tipo de daño es alta. Además, en el tratamiento estas lesiones todavía queda mucho por comprender.

No todas las lesiones de los isquiotibiales son iguales; en al­gunas, la rehabilitación es más prolongada y se demora poder volver a jugar. Según unos autores existirían 2 tipos diferentes de distensiones agudas de los isquiotibiales, una que ocurre du­rante las carreras de alta velocidad y que involucra la cabeza larga del bíceps femoral, y otra que sucede durante los movi­mientos que alargan de manera extensa los isquiotibiales y que involucran al tendón proximal libre del semimembranoso. Si bien estas últimas inicialmente parecerían menos graves que las primeras, prolongarían el volver a jugar. Diferentes estudios sugieren que la morfología de la aponeurosis de la cabeza larga del bíceps femoral determinaría la distribución del estiramiento a lo largo del músculo. Unos autores indican que el ancho de la aponeurosis estaría asociado con la susceptibilidad al daño muscular; la aponeurosis proximal pequeña o estrecha de la cabeza larga del bíceps femoral permitiría pronosticar la lesión de los isquiotibiales, según estudios. Esto podría explicar por qué las lesiones que involucran al tendón central estarían re­lacionadas con el volver a jugar prolongado. Diversos autores indican que la lesión leve de los isquiotibiales no se debería a la lesión muscular de los isquiotibiales sino al dolor referido de la columna lumbar, la lesión de la fascia o los puntos desen­cadenantes glúteos. En estos casos, la resonancia magnética nuclear (RMN) permitiría observar el daño muscular mínimo o ausente e iniciar el tratamiento apropiado.

Factores que predicen una rehabilitación prolongada y recurrencias

Cuanto más cerca este la lesión a la tuberosidad isquiática mayor será el tiempo para volver a jugar. Una revisión concluyó que la RMN no permita pronosticar el tiempo de volver a jugar tras una lesión aguda de los isquiotibiales. Tampoco habría una correlación entre los hallazgos del ultrasonido y el tiempo para volver a jugar. El pronóstico del tiempo para volver a jugar en esto tipo de lesiones se debe basar en parámetros clínicos claves.

La recurrencia de la lesión de los isquiotibiales después de vol­ver a jugar representa un problema importante. Esta sería más frecuente cuando la lesión involucra el bíceps femoral. El núme­ro de lesiones previas de los isquiotibiales, el déficit activo de extensión de la rodilla, el déficit isométrico de fuerza de flexión de la rodilla a 15º y la presencia de malestar a la palpación justo después de volver a jugar también están asociados con una tasa alta de recurrencia de la lesión de los isquiotibiales. Después de volver a jugar, la fuerza excéntrica de los isquiotibiales sería me­nor, lo que aumentaría la tasa de recurrencia de estas lesiones. Los niveles más bajos de actividad mioeléctrica parecerían limitar la respuesta adaptativa a las intervenciones de rehabilitación, por lo que sería necesario prestar más atención a la función neuronal de los flexores de la rodilla después de la lesión por distensión de los isquiotibiales. La causa de la debilidad excén­trica sería la inhibición neuromuscular prolongada tras la lesión muscular de los isquiotibiales. Esta inhibición tendría un efecto perjudicial sobre la recuperación de los isquiotibiales durante la rehabilitación. Según una investigación, los deportistas que re­gresan de una lesión reciente de los isquiotibiales tienen menos rendimiento de velocidad de carrera y propiedades mecánicas horizontales reducidas, en comparación con los deportistas no lesionados. La exposición limitada al estímulo excéntrico podría provocar malas adaptaciones graves observadas después de la lesión de los isquiotibiales. En los isquiotibiales previamente le­sionados se registra longitud del fascículo del bíceps acortada, ángulo de penación aumentado y fuerza excéntrica reducida.

Enfoque terapéutico y preventivo

Según el autor del presente estudio se debería poner mayor énfasis en la reducción del dolor en los primeros días después de la lesión de los isquiotibiales para reducir la inhibición neu­romuscular asociada con el dolor, así como estimular la activa­ción muscular temprana, particularmente los ejercicios excén­tricos, y el regreso precoz a correr con progresión rápida a las carreras de velocidad alta. Los ejercicios excéntricos deberían ser realizados en la posición extendida, ya que la mayoría de las lesiones musculares de los isquiotibiales estarían localizadas en la cabeza larga del bíceps femoral. Los ejercicios convencionales no trabajarían la cabeza larga de manera suficiente. El ejercicio nórdico de los isquiotibiales (ENI), entre otros, se ha convertido en uno de los pilares de la rehabilitación posterior a la lesión. Si bien se han propuesto diversos parámetros para crear progra­mas de rehabilitación de los isquiotibiales, unos autores conclu­yeron que el ejercicio óptimo todavía no habría sido diseñado. Además, la prevención del desgarro muscular no sería solo una cuestión de fuerza, sino también dependería del tiempo de con­tracción, o una combinación de ambos.

Un estudio indicó que las tasas de recurrencia de la lesión de los isquiotibiales fueron significativamente más bajas en los atletas que completaron el programa de agilidad progresiva y estabilización del tronco (APET) que en aquellos cuyos progra­mas de rehabilitación se enfocaron únicamente en el fortale­cimiento y el estiramiento de los isquiotibiales. Otro estudio habría logrado un grado similar de recuperación muscular en pacientes con lesión de los isquiotibiales tratados con el pro­grama APET o un programa con énfasis en la fortaleza excén­trica. El protocolo de rehabilitación que consiste en ejercicios de extensión sería más eficaz que el protocolo convencional para promover volver a jugar después de la lesión de los is­quiotibiales. Askling y col. recomiendan que los protocolos de rehabilitación de la lesión de los isquiotibiales se basen prefe­rentemente en ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad que involucren principalmente ejercicios con cargas altas en las longitudes largas de los tendones musculares.

Con respecto al plasma rico en plaquetas (PRP), un estudio concluyó que este no sería más eficaz que el placebo en el tratamiento de las lesiones de los isquiotibiales. Por otro lado, unos autores indicaron que la inyección de PRP combinado con un programa de rehabilitación sería significativamente más efi­caz en el tratamiento de las lesiones de los isquiotibiales que el programa de rehabilitación solo. No hay pruebas suficientes para apoyar el uso del PRP en las lesiones musculares agudas.

Diversas pruebas han sido propuestas para predecir la pro­babilidad de lesión de los isquiotibiales. Según Freckleton y col. el déficit en los puntajes del puente de los isquiotibiales, la edad, la lesión previa de la rodilla y el antecedente de lesión de los isquiotibiales serían factores de riesgo para este tipo de lesiones. Unos autores crearon la prueba de la tabla nórdica basada en el ENI, y la debilidad de los isquiotibiales en esta prueba estaría asociada con mayor riesgo de lesión de dichos músculos. Otra investigación encontró que la menor fuerza excéntrica máxima de los isquiotibiales, la relación mayor de la fuerza isométrica/excéntrica de los isquiotibiales y el menor puntaje en la prueba Sydney Local Health District (SLHD) serían factores de riesgo importantes para una lesión de los isquioti­biales. Un informe concluyó que la medición semanal de la asi­metría de la contracción voluntaria máxima posterior al juego permitiría identificar signos de susceptibilidad al desgarro de los isquiotibiales. A pesar de los intentos realizados, todavía no es posible predecir la lesión muscular de los isquiotibiales, por lo que es necesario continuar analizando la interrelación entre los factores de riesgo identificados.

Las lesiones de los isquiotibiales se podrían evitar y los ejercicios excéntricos de estos músculos permitirían reducir la incidencia de las lesiones musculares en ellos. El programa ENI recomendado, de 3 sesiones por semana durante un programa de pretempora­da de 10 semanas y, posteriormente, una sesión por semana ha sido incorporado en los planes de entrenamiento de numerosos clubes de fútbol.

Conclusión

Si bien aumentaron significativamente los estudios en los últi­mos años, todavía no se ha podido disminuir la incidencia de las lesiones musculares de los isquiotibiales. Se necesitan investiga­ciones adicionales de alta calidad.

Ref : TRAUMATO.

Especialidad: Bibliografía - Traumatología

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