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Proponen una Alternativa Segura para la Administración Intramuscular de Fármacos

  • AUTOR : Mishra P, Stringer M
  • TITULO ORIGINAL : Sciatic Nerve Injury from Intramuscular Injection: A Persistent and Global Problem
  • CITA : International Journal of Clinical Practice 64(11):1573-1579, Oct 2010
  • MICRO : Los autores realizaron una revisión acerca de la persistencia de la lesión del nervio ciático como consecuencia de una inyección intramuscular y encontraron que las organizaciones de enfermería carecen de normativas para la realización de esta práctica. Además, proponen una vía de administración alternativa.

Introducción

La lesión del nervio ciático como consecuencia de una inyección intramuscular (IM) en el glúteo es potencialmente grave y puede provocar la parálisis de los músculos de la región posterior del muslo y de la pierna, y causar un pie flácido. Esta complicación se conoce desde 1920 y se destaca en la bibliografía de enfermería. No obstante, la mayor parte de los médicos prescriben fármacos que se administran por vía IM como las vitaminas, los esteroides y los tranquilizantes principales. Los objetivos de este trabajo fueron, en primer lugar, determinar la persistencia de la lesión del nervio ciático por inyección (LNCI) y, en segundo lugar, conocer la disponibilidad de normativas de técnicas de administración IM en las organizaciones de enfermería del Reino Unido, Estados Unidos y Australasia.

Materiales y métodos

Los autores obtuvieron la información de las demandas por lesiones del nervio ciático en una compañía de seguros de Nueva Zelanda entre julio de 2005 y setiembre de 2008. Además, tomaron contacto con distintas organizaciones de enfermería de los lugares mencionados. Efectuaron una revisión de la bibliografía publicada sobre este tema entre 1989 y mayo de 2009 en Medline y la base de datos de la ISI con las siguientes palabras clave: nervio ciático, nervio peroneo, nervio fibular, nervio tibial, neuropatía ciática, parálisis, IM, daño por inyección, iatrogenia, mala praxis y medicolegal; se incluyeron además las referencias secundarias de los archivos seleccionados. También efectuaron una búsqueda en las bases de datos de Cochrane y en la bibliografía medicolegal publicada durante el mismo período. Además, obtuvieron información adicional mediante una búsqueda en Google con la frase LNCI. De cada trabajo extractaron el número de casos, edad, sexo, ubicación geográfica, ámbito de atención, profesional que administró la inyección, fármaco y resultado.

Resultados

Los autores encontraron 8 demandas por lesión del nervio ciático realizadas a la compañía de seguros, todas ellas en adultos jóvenes. Sólo una de las organizaciones de enfermería poseía normativas publicadas acerca de la técnica de inyección IM específicamente relacionada con la inmunización. Sobre un total de 1 506 pacientes (80% niños), registraron 17 casos de lesiones del nervio ciático. También verificaron 9 fallos judiciales que favorecieron al demandante, todos ellos en Estados Unidos. Si bien las drogas administradas con mayor frecuencia por esta vía son los analgésicos o los antibióticos, esta complicación se asoció con todo tipo de fármacos.

Discusión

La LNCI glútea mal ubicada es un problema persistente, de distribución mundial, que afecta a numerosos países e individuos. En los países en desarrollo, esta lesión es más frecuente en los niños. En un estudio realizado en Pakistán estimaron la incidencia de esta lesión en 7.1/millón de niños menores de 3 años. El problema presenta 2 componentes: la creencia errónea de que la inyección IM actúa más rápido o que es mejor para el paciente.

Los efectos de la LNCI son variables y abarcan desde trastornos sensitivos transitorios hasta parálisis permanente y entumecimiento. Los niños pueden no caminar o no gatear y, en una proporción significativa, presentar un pie caído. El componente peroneo de la lesión es atribuible a la ubicación posterolateral del nervio y a la escasa cantidad de tejido conectivo local. En algunos casos, la LNCI puede deberse a las variaciones anatómicas del nervio. Los pacientes describen dolor inmediato irradiado hacia todo el miembro inferior, asociado con debilidad y adormecimiento. El tiempo de recuperación depende de la gravedad inicial, y en varios casos los pacientes no alcanzan una recuperación completa, aun cuando se les haya realizado una reparación microquirúrgica.

Los sitios más comunes para las inyecciones IM son el cuádriceps, el deltoides y el glúteo mayor. En este último pueden presentarse 2 tipos de lesiones: la dorsoglútea (cuadrante superior externo) y la ventroglútea (entre la cresta ilíaca, el trocante mayor y la espina ilíaca anterosuperior). En las normativas de inmunización del Reino Unido, Estados Unidos y Australia se recomienda evitar la inyección IM glútea debido al riesgo de LNCI, y se favorece la administración en el cuádriceps o en la región deltoidea en los niños mayores. No obstante, advierten que la región dorsoglútea puede emplearse para inyecciones de mayor volumen. A pesar del riesgo que implica esta región, es la más utilizada para la administración IM de fármacos y es recomendada en los libros de enfermería y de práctica clínica.

El glúteo es un sitio atractivo para la inyección IM debido a su volumen; sin embargo, los autores señalan que la expresión cuadrante superoexterno carece de precisión. Se define al glúteo como una de las dos procidencias de las nalgas, mientras que la región glútea se extiende a la cresta ilíaca y el pliegue glúteo, desde la línea media posterior hasta una línea que alcanza el trocánter mayor del fémur y la espina ilíaca anterosuperior. El empleo de la región dorsoglútea está asociado con la LNCI y además no es un buen sitio para las inyecciones IM. En un trabajo realizado en 100 personas adultas comprobaron que la profundidad del tejido adiposo en esta región se localiza más allá de 35 mm del extremo de una aguja 21G en el 43% de los casos. En otro trabajo verificaron que sólo en el 32% de los pacientes que recibieron una inyección IM, ésta fue efectivamente en el músculo; en la mayoría fue administrada por vía subcutánea.

No existe sitio alguno de inyección IM exento de riesgo. El área ventroglútea es más segura y sólo existe un caso publicado de una complicación significativa. Esta región presenta una menor cantidad de grasa subcutánea y ofrece el grosor de los músculos glúteos medio y menor y, además de tener una menor cantidad de vasos sanguíneos y de nervios, es accesible tanto en decúbito lateral como ventral. A pesar de sus ventajas, los enfermeros son reticentes al empleo de esta vía; en una encuesta realizada en Nueva Zelanda verificaron que la emplean sólo el 9% de ellas. Los autores señalan que esto podría atribuirse a la falta de confianza para identificar correctamente el área, y agregan que el término región ventroglútea debería reemplazarse por «triángulo glúteo» para evitar confusiones.

Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica

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