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Analizan los Efectos de la Testosterona sobre las Arterias Coronarias
- AUTOR : Webb C, Collins P
- TITULO ORIGINAL : Testosterone and Coronary Artery Disease in Men
- CITA : Maturitas 67(1):15-19, Sep 2010
- MICRO : Aunque la terapia de reemplazo podría ser beneficiosa en algunos pacientes con hipogonadismo y enfermedad coronaria, esta estrategia no está exenta de riesgos, por lo que se requiere más investigación para establecer conclusiones definitivas.
Introducción
La enfermedad coronaria (EC) -una forma de enfermedad aterosclerótica- es la causa principal de muerte por enfermedades no comunicables en todo el mundo. Si bien la mortalidad por EC se encuentra en descenso, ocasiona cada vez más morbilidad, especialmente en los individuos de edad avanzada. Uno de los principales objetivos de la ciencia médica reside en lograr que la población senil goce de buena salud y se mantenga independiente y con buena calidad de vida.
Las hormonas sexuales ejercen múltiples efectos sobre el sistema cardiovascular, aunque los niveles de estrógenos y andrógenos declinan en relación con la edad. Los estudios epidemiológicos sugirieron una relación inversa entre el nivel de testosterona (TT) en suero y la incidencia de EC en los hombres; además, la concentración baja de la TT parece incrementar el riesgo de EC prematura. Por su parte, los niveles más bajos de TT también se relacionan con la magnitud y la gravedad de las placas de ateroma en las coronarias en los hombres sometidos a angiografía. La información en conjunto sugiere que la TT participaría en la patogenia de la EC.
En la presente revisión, los autores analizaron los efectos de la TT endógena y del tratamiento de sustitución con TT sobre los factores de riesgo cardiovascular, la pared de los vasos, el flujo circulatorio y la aparición y la progresión de la aterosclerosis en los varones.
La testosterona y el riesgo de enfermedad coronaria
Los lípidos en plasma, la diabetes (DBT) tipo 2, la adiposidad central, la concentración de la insulina en plasma, el síndrome metabólico y la presión arterial son factores de riesgo cardiovascular que pueden verse afectados por los niveles de la TT. Los resultados de los estudios epidemiológicos y de observación sugieren que los niveles bajos de TT en los hombres se asocian en forma independiente con dislipidemia y con un perfil más aterogénico de lípidos, especialmente por la menor concentración del colesterol asociado a lipoproteínas de alta densidad (HDLc) y por el aumento del colesterol total, los triglicéridos y el colesterol asociado a lipoproteínas de baja densidad. Los efectos del tratamiento de reemplazo con TT dependen de la vía de administración y los niveles que se logran en plasma. La terapia de reemplazo con TT por vía oral o transdérmica en pacientes con niveles plasmáticos bajos de la hormona se asocia con efecto nulo o con un efecto desfavorable leve (por el descenso del HDLc).
En cambio, un estudio reciente reveló que la administración de TT por vía intramuscular en los hombres con hipogonadismo y DBT tipo 2 se acompaña del descenso del colesterol total sin modificaciones en las lipoproteínas. Por el contrario, las dosis elevadas de TT o de esteroides anabólicos ocasionan alteraciones sustanciales en el perfil lipídico.
La adiposidad central se asocia con resistencia a la insulina, hiperinsulinemia, DBT tipo 2 y síndrome metabólico; a su vez, todas estas alteraciones se relacionan con una concentración más baja de TT en plasma. Asimismo, los niveles de TT se asocian de forma inversa con la magnitud de la obesidad: los hombres con una concentración baja de TT tienen mayor depósito de grasa abdominal, posiblemente como consecuencia de la mayor transformación de la hormona a estradiol en el tejido adiposo. La terapia de reemplazo con TT reduce el volumen de tejido adiposo abdominal.
La obesidad central y la concentración baja de TT se asocian con resistencia a la insulina y con DBT tipo 2. Los hombres con DBT tienen niveles más bajos de TT endógena que los sujetos sin DBT. Un grupo demostró que la administración de TT por vía intramuscular en los varones con hipogonadismo y DBT reduce la resistencia a la insulina, la circunferencia de la cintura y el cociente entre la circunferencia de la cintura y de la cadera y mejora el control de la glucemia.
A partir de la pubertad, la presión arterial es mayor en los hombres respecto de las mujeres, en tanto que los niveles bajos de TT endógena se asocian con el aumento de la presión arterial, independientemente de la edad y del índice de masa corporal. Sin embargo, la administración de TT en los hombres con hipogonadismo o con niveles hormonales bajos y EC no modifica la presión arterial. Empero, todavía se requiere mayor investigación para conocer los efectos de la hormona en los sujetos con hipertensión; de hecho, los estudios en animales sugieren un efecto perjudicial. Específicamente, será de gran importancia dilucidar si existe la misma asociación entre la concentración hormonal baja y la hipertensión, tal como se observó en los pacientes con EC.
El National Cholesterol Education Program define el síndrome metabólico en presencia de por lo menos tres de los criterios siguientes: obesidad central, hipertrigliceridemia, concentración baja de HDLc, hipertensión arterial (≥ 130/85 mm Hg), hiperglucemia en ayunas (≥ 6.1 mmol/l) o DBT tipo 2. El síndrome metabólico aumenta el riesgo de DBT, de infarto agudo de miocardio y de accidente cerebrovascular. Diversos estudios revelaron una asociación inversa entre los niveles de la TT y la prevalencia de síndrome metabólico. Por su parte, el Massachusetts Male Aging Study mostró una relación importante entre los niveles plasmáticos bajos de TT y el síndrome metabólico, aunque sólo en los hombres con índice de masa corporal de menos de 25 kg/m2. En conjunto, los resultados de los estudios al respecto indican que la TT endógena se relaciona de manera inversa con la prevalencia de factores de riesgo para EC en los hombres. Sin embargo, la información no permite determinar si el efecto general del tratamiento es positivo o negativo.
La testosterona y la pared de las arterias
En los pacientes con aterosclerosis, el tono vascular puede influir en forma decisiva en la aparición de síndrome coronario agudo. El efecto depende de la función del endotelio, las células del músculo liso y los factores vasodilatadores y vasoconstrictores.
La información apunta a que la TT en concentraciones elevadas afecta el tono vascular mediante sus efectos sobre los canales del potasio activados por el calcio. En cambio, la TT endógena regula el gen de los canales de calcio en las coronarias de los hombres. Las dosis fisiológicas pueden aumentar el tono vascular mediante la modulación del factor hiperpolarizante derivado del endotelio.
La salud vascular depende, en gran medida, del funcionamiento correcto del endotelio. Desde hace tiempo, la función endotelial en la arteria braquial se considera un marcador de daño vascular previo a la formación de las placas de ateroma. De hecho, existe una fuerte relación entre la disfunción endotelial periférica y la presencia de ateromas en las coronarias; además, la disfunción del endotelio en el lecho coronario y en los vasos periféricos predice eventos cardiovasculares en los pacientes con EC.
En un trabajo efectuado en hombres con hipogonadismo, la concentración baja de TT en plasma se asoció con disfunción del endotelio, mientras que otra investigación mostró aumento de la dilatación mediada por el flujo (DMF, un marcador de la función endotelial) en los hombres con hipogonadismo, respecto de los controles. El tratamiento con TT en los pacientes con hipogonadismo ocasiona efectos mixtos sobre la DMF. La administración de TT por vía intramuscular durante algunos meses y la TT de depósito durante 2 a 4 semanas se asocian con la disminución de la DMF, mientras que la terapia transdérmica no ejerce un efecto sustancial. En los sujetos con factores de riesgo cardiovascular, la TT endógena se asocia con disfunción del endotelio, independientemente de la presencia de otros factores de riesgo. Por su parte, la TT por vía oral en los hombres con EC ejerce un efecto favorable sobre la disfunción del endotelio.
La rigidez arterial representa otro factor de riesgo cardiovascular y de eventos cardiovasculares; ésta es mayor en los individuos de edad avanzada y se relaciona en forma independiente con los niveles plasmáticos de TT endógena. Además, los estudios epidemiológicos revelaron una relación inversa entre los niveles endógenos de TT y la rigidez arterial en los hombres de edad avanzada. Unos pocos estudios también mostraron que la terapia de reemplazo con TT tiende a normalizar la mayor rigidez arterial. En conjunto, los hallazgos sugieren que la TT modula la rigidez vascular.
La testosterona y el flujo coronario, la angina de pecho y la isquemia del miocardio
Los estudios en animales y en seres humanos mostraron que la administración de TT en dosis relativamente altas durante períodos cortos se asocia con vasodilatación y aumento del flujo coronario, un efecto mediado, en parte, por el óxido nítrico derivado del endotelio. En los hombres con EC, la TT en concentraciones fisiológicas ocasiona dilatación de las coronarias epicárdicas y aumento del flujo por medio de un efecto independiente del endotelio. La administración más prolongada de TT en los hombres con EC puede inducir el aumento de la perfusión del miocardio en las zonas con coronarias sin obstrucción. Aunque la información todavía no es definitiva, un trabajo reveló que el tratamiento prolongado con TT se asocia con la disminución del número de episodios de angina y de isquemia en los pacientes con EC. Otra investigación reveló mejoría en los signos de la isquemia del miocardio, en el contexto de la prueba de ejercicio, en varones con angina crónica estable tratados en forma prolongada con TT. El posible efecto protector de la TT contra la isquemia de miocardio es un aspecto de gran interés que probablemente podrá evaluarse en los modelos experimentales de isquemia y reperfusión en corazones aislados de animales castrados. No obstante, los resultados obtenidos hasta el momento son contradictorios.
Testosterona y aterosclerosis
Diversos estudios epidemiológicos sugirieron una relación inversa entre la TT endógena y la magnitud de las lesiones coronarias. Sin embargo, ningún trabajo evaluó en forma directa los efectos de la terapia de reemplazo sobre la formación o la progresión de las placas de ateroma en los seres humanos. En cambio, los trabajos en animales sugieren un efecto inhibitorio sobre la formación de las lesiones de ateroma y sobre la proliferación de la neoíntima.
La TT modifica favorablemente las primeras etapas de la aterosclerosis al inhibir la expresión de la molécula de adhesión vascular (VCAM) 1 inducida por el factor de necrosis tumoral alfa, mediante la transformación a estradiol por acción de la aromatasa o por la interacción con los receptores de los andrógenos. Sin embargo, el tratamiento con andrógenos en los hombres con deficiencia parcial de hormonas masculinas no modifica los marcadores séricos de inflamación, por ejemplo de la VCAM-1. En una investigación, la expresión de los receptores de andrógenos se relacionó en forma inversa con el área de la placa. Por su parte, los estrógenos parecen ejercer el efecto contrario.
Riesgos del tratamiento con testosterona
La terapia con TT en los hombres con hipogonadismo puede asociarse con efectos adversos, entre ellos, eritrocitosis, retención de líquidos, hiperplasia prostática benigna, hepatotoxicidad, desarrollo de neoplasias, ginecomastia, acné y reacciones cutáneas.
Conclusiones
La información en conjunto avala una relación entre la TT endógena y los factores de riesgo cardiovascular, la magnitud de la EC y la pared de los vasos. Aunque es inapropiado considerar que el tratamiento con TT podría ser una panacea en los hombres con EC, su administración en pacientes con hipogonadismo y EC parece beneficiosa. Sin embargo, todavía se requiere mayor investigación al respecto, especialmente si se tiene en cuenta que la administración de TT no está exenta de riesgos, sobre todo para la próstata, concluyen los expertos.
Especialidad: Bibliografía - Endocrinología