Importancia del Consejo Individualizado en la Elección de la Anticoncepción Hormonal

• AUTOR : Hooper D
• TITULO ORIGINAL : Attitudes, Awareness, Compliance and Preferences among Hormonal Contraception Users: A Global, Cross-Sectional, Self-Administered, Online Survey
• CITA : Clinical Drug Investigation 30(11):749-763, 2010
• MICRO : Como existen diversos factores que influyen en la elección de un anticonceptivo hormonal, es fundamental que el médico aconseje en forma personalizada para que la opción se ajuste a las necesidades y preferencias de cada mujer. El objetivo reside en mejorar el cumplimiento y la continuidad del tratamiento, además de prevenir los embarazos no planeados.

Introducción

La anticoncepción hormonal cuenta con un perfil de seguridad y tolerabilidad adecuado y específico y hace posible la prevención eficaz del embarazo cuando se la utiliza correctamente. Muchos anticonceptivos hormonales también ofrecen importantes beneficios no relacionados con la anticoncepción, entre los cuales se incluye la reducción del riesgo de cáncer de ovario, endometrio y colorrectal, y los efectos sobre las afecciones benignas de la mama y los trastornos del ciclo menstrual.

A fin de satisfacer las necesidades específicas de cada mujer, existe gran variedad de formulaciones que combinan estrógenos con progestágenos o que contienen progestágenos solos, además de métodos alternativos de administración; por ejemplo, los implantes, los dispositivos intrauterinos, las inyecciones, los parches transdérmicos y los anillos vaginales.

Si bien los anticonceptivos hormonales en general tienen un perfil similar en cuanto a eficacia y contraindicaciones, determinadas opciones pueden ser más adecuadas que otras para distintas mujeres. Ante el abanico de posibilidades disponibles, el médico tratante debe adaptar su recomendación anticonceptiva a cada paciente en particular. Además de considerar la eficacia, seguridad y tolerabilidad de cada combinación, se debe tener en cuenta la edad de la mujer, el riesgo de enfermedades de transmisión sexual, si ha tenido hijos, si está amamantando, si fuma, el peso o el índice de masa corporal, las medicaciones que recibe y las comorbilidades y los factores de riesgo para enfermedad cardiovascular o neoplásica. También son importantes las experiencias previas de la paciente y sus preferencias personales, las expectativas y preocupaciones acerca de la elección del método anticonceptivo. El médico debe alcanzar un total entendimiento del punto de vista de la mujer en cuanto a sus preocupaciones por efectos adversos, riesgos, modo de administración, frecuencia de las dosis, tiempo que le llevará recuperar su fertilidad una vez que abandone el tratamiento y los patrones de sangrado, así como las características socioeconómicas y culturales de su pareja.

Se estima que aproximadamente un 50% de los embarazos en los EE.UU. no son planeados (es decir, no deseados o que se presentan en un momento no esperado) y suelen ser consecuencia del uso incorrecto de los anticonceptivos. Este tipo de embarazo puede tener repercusión a corto y a largo plazo, tanto para la madre como para el niño, por lo que la elección del anticonceptivo apropiado, según las necesidades de cada mujer, es de fundamental importancia.

Para cumplir con este objetivo, se realizó un estudio a fin de evaluar las actitudes de la población que utiliza anticoncepción hormonal y los factores que han influido en su elección. Se trata de un estudio internacional, cuya información fue recogida mediante cuestionarios autoadministrados vía internet. Las preguntas apuntaron a recoger información sobre los atributos específicos de los anticonceptivos (eficacia, reversibilidad, cambios en el ciclo menstrual y efectos adversos), el cumplimiento del tratamiento, la experiencia anticonceptiva previa y el conocimiento de otros métodos anticonceptivos disponibles.

Al comunicar los resultados del estudio, el autor tuvo la intención de generar un incremento en la información disponible acerca de las necesidades de las mujeres relacionadas con el control de la natalidad y de hacer hincapié en la importancia del consejo individualizado ante la elección del anticonceptivo.

Métodos

Las mujeres que participaron en el estudio tenían entre 18 y 44 años y todas utilizaban algún método hormonal de anticoncepción (comprimidos, implantes, inyecciones, parches, anillos vaginales o dispositivos intrauterinos). En cada uno de los países se seleccionó una muestra representativa a nivel nacional. Las participantes fueron reclutadas por intermedio de sitios web, portales y campañas de correo electrónico. Se trató de un estudio transversal y multinacional, llevado a cabo en 9 países. Se elaboraron 2 cuestionarios con ligeras diferencias en cuanto a los términos y el contenido de las preguntas por razones legales y regulatorias. Uno de los cuestionarios fue utilizado en los EE.UU. (con 33 preguntas) y el otro, en el Reino Unido, Francia, Alemania, España, Italia, Brasil, Australia y Rusia (con 39 preguntas, denominado Encuesta de los ocho países).

Resultados

Un total de 5 120 mujeres completaron el cuestionario. La edad promedio aproximada de las participantes fue de 31 años. Los anticonceptivos orales fueron el método de anticoncepción hormonal utilizado más comúnmente. En todos los países, más del 90% de las mujeres había tomado anticonceptivos orales en algún momento y más del 70% los recibía al momento del estudio.

 

Muchas mujeres no planeaban quedar embarazadas en los 3 años siguientes, aunque las cifras variaron según el país: desde un 44% en Rusia hasta un 77% en los EE.UU. y en el Reino Unido. Un alto porcentaje indicó que un embarazo no planeado en ese momento afectaría sus vidas de manera significativa.

La mayoría de las mujeres de todos los países deseaba recuperar su fertilidad rápidamente una vez abandonado el tratamiento anticonceptivo hormonal, aunque este deseo fue más importante entre las más jóvenes. Casi la mitad de las participantes de los EE.UU. y un tercio de las de los demás países solicitaron cambiar de método anticonceptivo por sus efectos adversos (calambres, náuseas, cefaleas, acné, edemas, mastalgia e irritabilidad).

En la Encuesta de los ocho países se consultó acerca del contenido estrogénico de los anticonceptivos. El 53% del total de las participantes respondió que les preocupaba la administración de estrógenos exógenos a su organismo, en tanto que el 85% prefirió la opción mensual con menor dosis de hormonas por sobre la píldora diaria. El 80% consideró cambiar a un método anticonceptivo con una dosis menor de estrógenos para minimizar la exposición a esta hormona, mientras el 74% prefirió un anticonceptivo con un progestágeno solo para evitar los efectos adversos potenciales causados por los estrógenos exógenos.

En cuanto a los cambios en el ciclo menstrual, el 42% de las mujeres que contestaron la Encuesta de los ocho países indicó que consideraría usar uno de los métodos de anticoncepción más eficaces aun cuando se produzcan cambios en su ciclo menstrual, en tanto que un 58% estuvo dispuesta a aceptar el sangrado irregular inicialmente si luego consiguiera tener menor cantidad de períodos menstruales o presentara amenorrea con el tiempo.

Una alta proporción de participantes informó conductas de no cumplimiento del tratamiento con anticonceptivos orales, con mayor frecuencia entre las mujeres más jóvenes. Alrededor del 48% del total admitió haber salteado una toma o haberla tomado a destiempo en los 3 meses previos. Un 80% declaró preferir un método de administración mensual en lugar de uno diario y aproximadamente el 81% consideró usar un método que no requiera una toma diaria, semanal o mensual.

La proporción de mujeres que se consideró bien informada varió desde un 30% en Rusia hasta un 86% en los EE.UU. Estas mujeres contaban con mayores conocimientos acerca de los métodos alternativos. Un alto porcentaje declaró que optaría por un método anticonceptivo de larga duración, como es el caso de un implante subcutáneo con una duración de hasta 3 años.

Discusión

Según los resultados del estudio, muchos factores influyen en la elección, el cumplimiento y la continuidad del método anticonceptivo, factores que pueden variar significativamente entre distintos países y grupos etarios.

En concordancia con estudios previos, el presente estudio demostró que los anticonceptivos orales constituyen el método anticonceptivo más comúnmente utilizado entre las mujeres que usan el método hormonal. La frecuencia con la cual las pacientes han abandonado o cambiado de anticonceptivo parece indicar un cierto nivel de insatisfacción con sus elecciones previas.

Al recomendar un método anticonceptivo, el profesional debe considerar los planes de maternidad de la paciente. Es importante tener en cuenta que éstos pueden cambiar a lo largo de la vida, a veces rápidamente, por lo que el tiempo de reversibilidad del método es un punto a discutir durante la consulta de planificación familiar. Otro punto importante es el perfil de efectos adversos, dado que éste puede influir de manera negativa en el cumplimiento del régimen prescripto. Según los resultados de las encuestas, las mujeres, en general, están dispuestas a tolerar efectos sobre el ciclo menstrual, pero aquellos relacionados con los estrógenos despiertan mayor preocupación.

Al igual que los hallazgos de estudios previos, la mayoría de las usuarias de anticonceptivos orales ha tenido conductas de no cumplimiento. Este problema podría solucionarse, al menos en parte, si en estos casos se implementara un método alternativo con un régimen simplificado de dosis. De hecho, una gran proporción respondió positivamente a las preguntas relacionadas con el uso de métodos de acción prolongada que requieren una administración menos frecuente.

Por otra parte, el presente estudio reveló una falta de conocimiento en las mujeres acerca de todas las opciones disponibles de anticoncepción hormonal, aun en aquellas que utilizan este método, lo que destaca la necesidad de brindar un consejo que abarque todas las formulaciones y los métodos de administración para ayudar a cada paciente a realizar una decisión informada.

Por último, el autor reconoce las siguientes limitaciones metodológicas del estudio: en primer lugar, la selección de las participantes no se basó en ningún criterio rígido; segundo, el estudio podría estar sujeto a un sesgo, ya que las mujeres que respondieron a las preguntas son aquellas que pudieron haber tenido un mayor compromiso con su tratamiento, tercero, el cuestionario utilizado no estaba validado; en cuarto lugar, el uso de anticoncepción hormonal fue informado por las pacientes pero no se corroboró con la historia clínica; quinto, el estudio no recogió información acerca de qué anticonceptivo en particular fue utilizado en cada caso y, por último, la información fue recogida a través de internet, lo cual pudo favorecer la participación de mujeres de mayor nivel socioeconómico en algunos países.

 

Conclusión

Los resultados del presente estudio destacaron la gran variación que existe en cuanto a las necesidades del control de la natalidad en las mujeres. La complejidad del proceso de decisión del método anticonceptivo enfatiza la importancia del consejo individualizado, no sólo para que la mujer conozca los atributos positivos y negativos de todas las opciones disponibles, sino también para que el profesional comprenda las preferencias y preocupaciones de cada paciente a fin de brindar una recomendación personalizada. Tanto el médico como la paciente deben trabajar juntos para lograr una planificación familiar adecuada y para prevenir embarazos no planeados.

Especialidad: Bibliografía - Ginecología