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Detectan Alta Frecuencia de Trastornos Mentales y Consumo de Alcohol en Embarazadas de una Ciudad del Estado de Minas Gerais en Brasil
- AUTOR : Schumann Silva C, Mota Ronzani T, Moreira-Almeida A y colaboradores
- TITULO ORIGINAL : Relação Entre Prática Religiosa, Uso de Álcool e Transtornos Psiquiatricos em Gestantes
- CITA : Revista de Psiquiatria Clínica 37(4):152-156, 2010
- MICRO : La cantidad de embarazadas que presentan trastornos mentales y consumo de alcohol es considerable. Dichos cuadros pueden afectar la salud materna y del niño. Por lo tanto, deben aplicarse estrategias que permitan la detección precoz de los trastornos y la minimización de sus consecuencias.
Introducción
El embarazo y el puerperio son períodos caracterizados por cambios físicos, hormonales, psíquicos y sociales que implican la necesidad de cuidados especiales con el fin de prevenir la aparición de dificultades en el futuro. Entre los trastornos mentales que pueden afectar a la mujer durante estos períodos se incluyen cuadros transitorios o graves. La depresión es uno de los cuadros psiquiátricos más estudiados en embarazadas. Su prevalencia entre las embarazadas adultas y adolescentes es del 20.4% y 20.8%, respectivamente. Este cuadro clínico genera disfunción y aumenta el riesgo de disturbios nutricionales, consumo de sustancias y suicidio, entre otras consecuencias. Asimismo, afecta el cumplimiento de las indicaciones médicas. Los trastornos de ansiedad también son frecuentes durante el embarazo. Según los resultados de un estudio, el 23.1% de las embarazadas refieren ansiedad y el 1.9% reúnen los criterios para el diagnóstico de trastorno de ansiedad generalizada (TAG).
El consumo de alcohol es un problema importante para la salud pública. Su presencia durante el embarazo tiene consecuencias negativas significativas. En un estudio realizado en San Pablo se comprobó que el 66.3% de las mujeres puérperas no consumían alcohol, en tanto que el 17.8% y el 15.9% de las mujeres consumían alcohol durante el embarazo o hasta enterarse de que estaban embarazadas, respectivamente. En general, dichas mujeres conocían los riesgos del consumo de alcohol y sus consecuencias negativas sobre la evolución del embarazo. Por lo tanto, es posible sugerir que una cantidad significativa de mujeres que conocen los efectos del alcohol durante el embarazo lo consumen de todos modos.
Los resultados de diferentes estudios permiten sugerir que la religiosidad o espiritualidad es un factor protector de la salud mental. También se informó que los individuos que más practican la religión tienen un nivel superior de bienestar psicológico e inferior de depresión, consumo de sustancias e ideación suicida. Entre los mecanismos responsables se postula el apoyo social brindado por los grupos religiosos, el sistema de creencias que da sentido a la vida y al sufrimiento y el estilo de vida saludable. Otro hallazgo para destacar es la mejor salud física observada en individuos religiosos.
El presente estudio se llevó a cabo con el objetivo de evaluar si existe una relación entre la práctica religiosa, los trastornos psiquiátricos y el consumo de alcohol en embarazadas usuarias del Sistema Unico de Salud de la ciudad de Juiz de Fora/Minas Gerais.
Pacientes y métodos
Se llevó a cabo un estudio transversal en el contexto del Estudo Longitudinal sobre o Uso de Alcool e Aspectos Psicossociais entre Gestantes. Participaron 260 mujeres atendidas en Juiz de Fora que cursaban su tercer trimestre de embarazo y recibían acompañamiento prenatal. Las evaluaciones se realizaron mediante la Mini International Neuropsychiatric Interview (MINI), el Alcohol Use Disorders Identification Test (AUDIT) y un cuestionario de evaluación sociodemográfica. Los datos obtenidos permitieron clasificar a las pacientes como practicantes y no practicantes, independientemente de la religión que profesaran.
Resultados
Las participantes tenían una media de 27 años y una edad gestacional promedio de 33 semanas. La mayoría de ellas era de origen caucásico, estaban casadas, habían completado el nivel medio de enseñanza y no eran laboralmente activas. En cuanto a la religión, la mayoría eran practicantes, en tanto que un total de 102 participantes fueron consideradas no practicantes. La obtención de un puntaje ≥ 1 en el AUDIT se correspondió con la presencia de consumo riesgoso de alcohol durante el embarazo. El abuso de alcohol tuvo lugar en el 6.6% de las embarazadas, en tanto que el 6.5% recibió el diagnóstico de hipomanía. El resultado de la MINI indicó que el trastorno psiquiátrico más prevalente fue la depresión mayor. La prevalencia de riesgo de suicidio fue 15.4% y el diagnóstico de trastorno de ansiedad generalizada y síndrome psicótico tuvo lugar en el 11.2% y 10% de las participantes, respectivamente. El riesgo de suicidio fue leve, moderado o grave en el 9.2%, 0.8% y 5.4% de los casos, respectivamente.
Los grupos de mujeres practicantes y no practicantes difirieron significativamente al considerar el diagnóstico de episodio depresivo mayor con características melancólicas, episodio hipomaníaco, trastorno de pánico con agorafobia, fobia social y trastorno por estrés postraumático. En dichos casos se verificó una relación entre la práctica religiosa y la menor frecuencia de los trastornos. También se observó una tendencia estadística a favor del grupo de practicantes al considerar el diagnóstico de abuso de una o más sustancias psicoactivas. En cuanto al resultado del AUDIT, 64 de las participantes consumían alcohol, 34 de las cuales no eran practicantes. La diferencia entre ambos grupos no resultó significativa en este caso.
Discusión
No existe información sobre la cantidad de alcohol que puede consumir una embarazada sin tener consecuencias negativas. Por este motivo se recomienda la abstinencia completa de alcohol durante el embarazo. De todos modos, es necesario contar con investigaciones al respecto ya que se informó una asociación entre el abuso de alcohol durante el embarazo y el retardo del crecimiento y la maduración fetal, la aparición de trastornos cognitivos en el niño, el aumento de la morbimortalidad y el síndrome alcohólico fetal. Más aún, el consumo de alcohol durante el embarazo favorece el aborto, el bajo peso al nacer, el desprendimiento prematuro de la placenta, el parto prematuro y la aparición de infecciones, entre otros cuadros. En el presente estudio, la prevalencia de consumo de alcohol durante el embarazo fue elevada y de riesgo.
En coincidencia con lo informado en investigaciones anteriores, los autores encontraron una relación entre la religiosidad y la salud mental. Concretamente, las participantes practicantes presentaron un nivel superior de bienestar psicológico y una prevalencia inferior de trastornos del estado de ánimo, de ansiedad y relacionados con el consumo de alcohol y de tendencia suicida. Es decir, la práctica religiosa se relacionó en forma inversa con la presencia de determinados trastornos psiquiátricos. A pesar de lo informado en otros estudios, no se comprobó una diferencia significativa entre ambos grupos al considerar el resultado del AUDIT.
La elevada frecuencia de síndrome psicótico observada en el presente estudio podría relacionarse con la complejidad que supone dicho diagnóstico y con la utilidad limitada de la MINI al respecto. La frecuencia de riesgo de suicidio también fue alta. Según lo informado, el suicidio es una de las principales causas de muerte en la población de 15 a 35 años, especialmente en presencia de trastornos mentales. En coincidencia, la frecuencia de trastornos mentales en la población evaluada fue alta.
Entre las limitaciones del presente estudio se menciona que la metodología empleada para determinar la presencia o ausencia de práctica religiosa no permitió recabar información detallada. De todos modos, los datos obtenidos fueron relevantes. Es posible sugerir que la cantidad de embarazadas que presentan trastornos psiquiátricos y por consumo de alcohol es considerable. Dado que dichos trastornos influyen sobre la salud materno-infantil, es importante aplicar medidas preventivas. Son necesarios estudios adicionales que permitan obtener información más detallada sobre los temas abordados en el presente trabajo.
Conclusión
La información sobre la relación entre el consumo de alcohol, la práctica religiosa y los trastornos psiquiátricos entre las embarazadas es limitada. Los resultados obtenidos en el presente estudio permiten sugerir que la cantidad de embarazadas que presentan trastornos mentales y consumo de alcohol es considerable. Dichos cuadros pueden afectar la salud materna y del niño. Por lo tanto, deben aplicarse estrategias de prevención y promoción de la salud que permitan la detección precoz de los trastornos y la minimización de sus consecuencias. Es necesario contar con más información al respecto.
Especialidad: Bibliografía - Psiquiatría