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El Vino Tinto Ejerce un Efecto Protector Contra la Aterosclerosis

  • AUTOR : Sparwell J, Vantler M, Rosenkranz S y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Differential Effects of Red and White Wines on Inhibition of the Platelet-Derived Growth Factor Receptor: Impact of the Mash Fermentation
  • CITA : Cardiovascular Research 81(4):758-770, Mar 2009
  • MICRO : Los flavonoides presentes en el vino tinto presentan un efecto inhibitorio sobre el receptor del factor de crecimiento derivado de plaquetas, que juega un papel clave en la génesis y progresión de la aterosclerosis.

Introducción y Objetivos

Hace unos años se describió la «paradoja francesa»: a pesar de que el consumo de vino per cápita en Francia es muy elevado, este país presenta una mortalidad por causa cardiovascular un 50% menor que la del resto de los países de Europa. Se sabe que el consumo moderado de vino, a diferencia de otras bebidas alcohólicas, ejerce un efecto protector contra la enfermedad aterosclerótica, pero no se ha dilucidado fehacientemente la causa, si bien se postula que podría tratarse de algún componente no alcohólico del vino.

El proceso aterogénico involucra numerosas células inflamatorias que secretan citoquinas y factores de crecimiento que contribuyen a la amplificación del daño aterosclerótico. Uno de los más destacados es el factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF) cuyos niveles, al igual que los de su receptor (PDGFR), se encuentran muy aumentados dentro de la placa aterosclerótica, y se demostró que su inhibición detiene la progresión de la placa. El PDGF actúa a través de dos receptores de tirosina quinasas transmembrana, denominados PDGFR alfa y beta, que ejercen su acción de favorecer el crecimiento vascular y de la neoíntima luego de cualquier lesión mediante la estimulación de la quimiotaxis y proliferación de células del músculo liso vascular.

Dado que se postula que los flavonoides, presentes tanto en el vino como en el té verde, interferirían con la transmisión de señales del PDGFR, disminuyendo de este modo las lesiones ateroscleróticas vasculares, los autores se han propuesto investigar los efectos de una serie de vinos blancos y tintos sobre la activación del PDGFR y sobre la respuesta aterogénica inducida por el PDGF sobre las células musculares endovasculares. También intentaron determinar si alguno de los procesos realizados durante la elaboración de cada vino (fermentación, maduración) incide en su contenido de flavonoides.

Materiales y métodos

Para realizar los cultivos celulares se utilizaron células de músculo liso vascular, en presencia o ausencia de una serie de cinco variedades de vino blanco y otras tantas de tinto. Dado que el receptor para PDGF actúa a través de dos tirosina quinasas, se midió la fosforilación de las enzimas inducida por ligandos ante diferentes concentraciones de las variedades de vino estudiadas.

Para evitar sesgos en los resultados se seleccionaron vinos de distintas cepas y orígenes, y con diferente procesamiento para su maduración y añejamiento, ya que la literatura cita que sólo los vinos añejados en barricas de roble posibilitan el efecto protector sobre la aterosclerosis.

Resultados

Se midió la capacidad de inhibición de la fosforilación del PDGFR beta inducida por ligandos. Todos los vinos tintos produjeron inhibición dependiente de la concentración, mientras que no se observó ningún efecto con los vinos blancos. La inhibición secundaria a la exposición al vino tinto se verificó in vitro ante una concentración equivalente al consumo de 2 o 3 vasos de vino. El vino tinto también inhibió el reclutamiento de moléculas de señalización asociadas al PDGFR beta y anuló la respuesta de estimulación mitógena relacionada con el PDGF, mientras que no se observó ningún efecto con el vino blanco.

Con respecto a las respuestas celulares dependientes de PDGF, se constató inhibición de la proliferación de las células musculares lisas cuando se exponían al vino tinto; no se observó ese efecto con el vino blanco. La quimiotaxis, que es estimulada por la presencia de concentrados de PDGF, fue inhibida por la presencia de vino tinto (p < 0.01) y no fue afectada por la de vino blanco, con excepción del elaborado con uvas chardonnay, que produjo una inhibición leve (p < 0.05).

Por otra parte, al exponer tejido vascular de rata al vino tinto, se constató inhibición completa de la fosforilación del PDGFR beta inducida por el ligando, la que no fue alterada por la exposición al vino blanco.

Además de los estudios sobre células animales, se reprodujeron los experimentos sobre células de músculo liso coronario humano, donde también se confirmó la inhibición de la fosforilación del PDGFR beta inducida por el ligando y de las moléculas de señalización dependientes del PDGF, así como inhibición de la proliferación y migración celular. Cabe destacar que la inhibición de las células humanas se observó con concentraciones inferiores a las requeridas para inhibir las células de rata. La exposición de células endoteliales humanas al vino tinto resultó en inhibición de la fosforilación; el vino blanco no produjo efecto inhibitorio ni sobre las células endoteliales ni musculares humanas.

Mediante el análisis cuantitativo por cromatografía líquida de alta resolución, se determinó que el vino tinto posee una cantidad de polifenoles mucho mayor que el vino blanco, principalmente constituidos por ácido gálico y flavonoides de la familia de las catequinas. No se observaron diferencias en la concentración de polifenoles al comparar los vinos añejados en barricas de roble con los conservados en tanques de acero. Habitualmente, los vinos tintos son fermentados con el mosto -la uva prensada con sus semillas y hollejo-, que contiene la mayoría de los flavonoides. En una cepa se determinó la concentración de flavonoides a lo largo del proceso de fermentación, así como su capacidad para inhibir la activación del PDGFR y las respuestas dependientes del PDGF. Se concluyó en que la concentración de flavonoides, muy baja en el jugo de uvas puro, se va incrementando con la fermentación alcohólica y correlaciona en forma directa con su capacidad inhibitoria. Por lo tanto, la duración del proceso de fermentación del vino tinto influyó tanto en su concentración de polifenoles, como en su efecto sobre el PDGFR y las respuestas celulares dependientes.

Basándose en este concepto, los investigadores demostraron que es posible enriquecer el contenido de flavonoides, tanto del vino tinto como del blanco, mediante la fermentación con mosto. Con esta intervención, el vino blanco obtenido produjo una inhibición potente de la fosforilación del PDGFR.

Discusión

Los investigadores consideran demostrado que el vino tinto posee un mecanismo específico para contrarrestar el proceso aterosclerótico a través de la inhibición de la transmisión de señales del PDGFR. La inhibición de la fosforilación del PDGFR impide notablemente la proliferación y migración de las células musculares lisas vasculares, que tienen un papel central en la génesis de la aterosclerosis y en lo fenómenos de reestenosis coronaria luego de una intervención endovascular. A pesar de que existen dos receptores (alfa y beta) para el PDGF, según la impresión de los autores bastaría sólo con la inhibición del PDGFR beta para limitar este proceso.

Los vinos tintos presentan un contenido elevado de compuestos polifenólicos no alcohólicos, principalmente flavonoides de la familia de las catequinas, que se acumulan durante el proceso de fermentación a través del contacto con el mosto. Se ha comprobado una correlación entre la duración del proceso de fermentación y la potencia inhibitoria del PDGFR del vino resultante. La acción inhibitoria de los flavonoides presentes en el vino tinto se observa tanto a nivel de las células del músculo liso coronario como de las endoteliales; de esta forma, los autores postulan que aunque de alguna forma comprometan la capacidad regenerativa del endotelio ante la lesión, producirían una disminución de la angiogénesis dentro de las placas ateromatosas, limitando la extensión del proceso.

En este estudio, las concentraciones de catequinas que promovieron inhibición suficiente del PDGFR en los medios de cultivo fueron de 200 a 750 µg/l, y se ha comprobado que las concentraciones séricas de este flavonoide luego de consumir 200 ml de vino tinto alcanzan el orden de los 600 µg/l.

Los autores señalan que sólo los vinos tintos ejercen efecto inhibitorio sobre el PDGFR, lo que sumado a otros efectos del vino sobre el sistema nervioso autónomo, el sistema endocrino, el metabolismo de lípidos y de glucosa, podría ofrecer una explicación molecular de la baja tasa de mortalidad cardiovascular en Francia (la paradoja francesa). Plantean también que estos datos podrían permitir estrategias futuras para prevenir la reestenosis coronaria mediante el empleo de flavonoides específicos dentro de stents, o administrados a los pacientes por vía oral.

Especialidad: Bibliografía - Cardiología

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