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Analizan la Relación entre Infección por Helicobacter pylori y Anemia Ferropénica en Niños

  • TITULO: Analizan la Relación entre Infección por Helicobacter pylori y Anemia Ferropénica en Niños
  • AUTOR: Sarker S, Mahmud H, Fuchs G y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL: Causal Relationship of Helicobacter Pylori with Iron-Deficiency Anemia or Failure of Iron Supplementation in Children
  • CITA: Gastroenterology 135(5):1534-1542, Nov 2008
  • MICRO: La curación de la infección por H. pylori luego de la terapia de erradicación no consiguió una mejoría significativa de los niveles de hierro en los niños de un área con alta prevalencia de infección y ferropenia. 

Introducción

La anemia ferropénica (AF) es la causa más común de deficiencia nutricional en el mundo. Según informan los autores, afecta al 30% de la población mundial y a más del 50% de los niños de los países en desarrollo. Sus consecuencias incluyen alteraciones de la función inmune, retraso del crecimiento y déficits cognitivos y motores potencialmente irreversibles.

Por otra parte, refieren que la infección por Helicobacter pylori tiene muy alta prevalencia en los países en desarrollo. En Bangladesh, por ejemplo, el 60% de los niños menores de 5 años se encuentran infectados. Esta infección, en general adquirida a temprana edad, ha sido involucrada en la patogenia de la gastritis crónica activa, la úlcera péptica, el cáncer gástrico y los linfomas de tipo MALT (mucosa-associated lymphoid tissue).

Varios trabajos han demostrado una asociación causal entre la infección por H. pylori y la anemia, la ferropenia y la AF, aunque los mecanismos de esta interacción no han sido dilucidados. Incluso, algunos expertos han recomendado la erradicación de H. pylori en individuos con AF de origen incierto. Sin embargo, advierten los autores, estos trabajos tienen fallas metodológicas (número escaso de pacientes incluidos, falta de grupos control, etc.) que limitan la interpretación de sus resultados.

En este estudio, los investigadores se propusieron determinar si existe una relación causal entre la infección activa por H. pylori y la AF en los niños de países poco desarrollados. Se basaron en la hipótesis según la cual la bacteria es una de las causas de AF y también un factor responsable del fracasol aporte de suplementos con hierro en los niños de esas poblaciones.

Materiales y métodos

Se incluyeron niños residentes en 4 comunidades de la periferia de Bangladesh, donde previamente se había documentado alta prevalencia de infección por H. pylori. Los participantes fueron niños asintomáticos, de 2 a 5 años, sin desnutrición grave ni el antecedente de enfermedad grave reciente, ni de haber recibido antibióticos o suplementos con hierro en las 2 semanas precedentes.

La infección por H. pylori en los niños se investigó con el test de aire espirado con urea marcada con C13 y se determinó la presencia de anemia, ferropenia o AF con la medición de los niveles séricos de hemoglobina, ferritina y del receptor soluble de la transferrina (RST). La AF se definió por la combinación de un nivel de hemoglobina < 110 g/l y de ferritina < 12 microg/l más un nivel de RST > 8.3 mg/l. La ferropenia se estableció en presencia de uno de los dos últimos parámetros.

Se excluyeron los niños con anemia grave (hemoglobina < 70 g/l) o desnutrición sustancial (marasmo o kwashiorkor).

Los participantes fueron asignados al azar para recibir uno de cuatro esquemas de tratamiento: un curso de 2 semanas de triple terapia de erradicación de H. pylori (dos dosis diarias de 15 mg/kg/dosis de amoxicilina más 7.5 mg/kg/dosis de claritromicina más una dosis diaria de 20 mg de omeprazol) asociado con un esquema de 90 días de sulfato ferroso por vía oral (3 mg/kg de hierro elemental/día) (grupo tratamiento de erradicación más hierro); un curso de 2 semanas de triple terapia de erradicación de H. pylori asociado con 90 días de placebo para el hierro (grupo anti-H. pylori solo); un curso de 2 semanas de placebo para la terapia de erradicación, más sulfato ferroso por vía oral (3 mg/kg por 90 días) (grupo hierro solo) o 2 semanas de placebo para la terapia de erradicación y 90 días de placebo para el hierro (grupo control positivo). Un quinto grupo (grupo control negativo) estuvo conformado por niños con AF, sin infección por H. pylori, y fueron tratados con hierro por vía oral por 90 días.

La infección por H. pylori y los parámetros férricos fueron determinados nuevamente después de 90 días de tratamiento. Se administró sulfato ferroso durante 3 meses adicionales a aquellos niños en los que la anemia persistió y los pertenecientes al grupo control positivo.

Resultados

De los 1 498 niños seleccionados para su evaluación, 486 fueron excluidos por falta de consentimiento de los padres, imposibilidad de obtener muestras adecuadas de sangre o migración fuera del área de estudio. En 1 012 niños se obtuvieron las determinaciones en sangre y en el aire espirado. De ellos, 731 (72%) tuvieron infección por H. pylori (grupo infectado) y en 281 (28%) no se demostró infección (grupo no infectado). Entre los primeros, 176 (24%) tuvieron AF y 164 (22%), ferropenia. Los 391 niños restantes no presentaron estas dos condiciones o tenían anemia grave, por lo que fueron excluidos. Del grupo no infectado por H. pylori, 71 (25%) presentaron AF y 40 (14%), ferropenia. Los 160 restantes fueron excluidos por las mismas razones.

En total, fueron incluidos 200 niños: 141 con AF y 59 con ferropenia (50 recibieron tratamiento de erradicación más hierro, 50 anti-H. pylori solo, 49 hierro solo y 51 conformaron el grupo de control positivo). Entre el 94% y 98% de los niños de cada uno de estos grupos fueron controlados de manera correcta a los 90 días. De los pacientes del grupo no infectado por H. pylori, el 92% fue reevaluado luego de ese lapso.

Los niños de todos los grupos fueron similares en cuanto a la distribución por edad, sexo, características antropométricas y parámetros de hierro. En los cuatro grupos tratados, la hemoglobina y los niveles de ferritina sérica aumentaron y los de RST disminuyeron en forma significativa después de 90 días de tratamiento. Sin embargo, esta variación fue sustancialmente menor en los pacientes que recibieron el esquema de anti-H. pylori solo y placebo solo, en comparación con los asignados a recibir suplementos de hierro. El tratamiento de erradicación fue eficaz sólo en el 67% de los casos que también recibieron hierro y en el 64% de aquellos no tratados con suplementos de este elemento. El 82% de los niños que sólo recibieron hierro y el 93% de los asignados a placebo permanecieron con resultados positivos para la infección a los 90 días.

En los pacientes infectados que recibieron hierro se observó con mayor frecuencia una corrección de la anemia, aunque esto no se verificó en el 11% de los asignados a tratamiento de erradicación más hierro y en el 0% de los tratados sólo con hierro, en comparación con el 33% de los que recibieron el esquema de anti-H. pylori solo y el 45% de los asignados a placebo solo. Un efecto similar se constató en cuanto a la corrección de la ferropenia. En más del 70% de los niños que recibieron hierro se verificó la corrección de la anemia. Esta cifra fue similar a la observada en el grupo control negativo.

Las variaciones en las cifras de hemoglobina, ferritina y RST fueron significativamente superiores en los grupos que recibieron suplementos férricos (tratamiento de erradicación más hierro, hierro solo y control negativo) comparados con los otros dos grupos.

Los autores efectuaron un análisis adicional para determinar si la erradicación eficaz de H. pylori o la persistencia de la infección pudo haber influido en la falta de mejoría de los parámetros de hemoglobina y de hierro. No se hallaron diferencias entre ambos subgrupos, por lo que dedujeron que la bacteria no sería una causa de AF refractaria en los niños.

Discusión

Los autores señalan que diseñaron su trabajo con la inclusión de múltiples grupos de niños para considerar de manera independiente cada una de las variables y poder determinar fehacientemente si la infección por H. pylori es o no una de las causas de AF o del fracaso del aporte de suplementos con hierro.

Contrariamente a lo supuesto por su hipótesis de trabajo, los investigadores hallaron mayor efecto sólo con la administración de hierro en comparación con la terapia de erradicación en la corrección de la hemoglobina y los parámetros férricos. Estos hallazgos, enfatizan, no permiten asignar a la infección por H. pylori un papel causal de la AF.

Además, reconocen no haber encontrado un efecto adicional de la terapia combinada de erradicación del microorganismo más hierro respecto de este elemento solo. Aunque constataron mejorías significativas de los parámetros de laboratorio en los pacientes que recibieron tratamiento combinado en relación con el placebo, esto también se verificó en aquellos tratados sólo con hierro.

Los investigadores señalan que la tasa de respuesta de la erradicación de H. pylori en este trabajo fue moderada, de aproximadamente el 67%, a pesar de haber indicado el esquema terapéutico actualmente recomendado. Ante el supuesto de que una baja tasa de erradicación pudo haber condicionado una igualmente baja corrección de la anemia, los autores destacan que en los niños tratados sólo con hierro se observó una franca mejoría a pesar de que la infección persistió en el 82% de ellos.

Los expertos reconocen que sus resultados difieren de los obtenidos en otros trabajos en los que se observó una resolución de la AF con la erradicación de H. pylori aun sin suplementos con hierro. Agregan que diversas revisiones y consensos recientes sostienen la relación entre la infección por H. pylori y la AF o la ferropenia, predominantemente en niños mayores, adolescentes y adultos. Advierten que los trabajos mencionados muestran fallas metodológicas que limitan la interpretación de sus resultados, como el número escaso de pacientes, la falta de grupos control y hasta el uso de pruebas no validadas para la confirmación de la infección. Aclaran, además, que ninguno de estos trabajos contó con un número significativo de niños en su población de estudio.

Conclusión

Los autores observaron que la curación de la infección por H. pylori luego de la terapia de erradicación no consiguió una mejoría significativa de los niveles de hierro en los niños de un área con alta prevalencia de infección y ferropenia. Estos resultados, enfatizan, no permiten avalar una relación causal entre la infección por H. pylori y la ferropenia o la AF.

Especialidad: Bibliografía - Pediatría

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