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Los Sujetos Obesos Tienen Menor Volumen Cerebral Total

  • AUTOR : Gunstad J, Paul R, Gordon E y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Relationship Between Body Mass Index and Brain Volume in Healthy Adults
  • CITA : International Journal of Neuroscience 118(11):1582-1593, Nov 2008
  • MICRO : Después de considerar diversos factores de confusión, los sujetos sanos con obesidad tienen un menor volumen cerebral total y de sustancia gris en comparación con los individuos con peso normal o con sobrepeso.

 

Introducción

De acuerdo con el índice de masa corporal (IMC) se estima que alrededor del 65% de los adultos estadounidenses tienen obesidad o sobrepeso. Estos trastornos han aumentado considerablemente en frecuencia en las últimas dos décadas. El sobrepeso representa un factor de riesgo de mortalidad, de enfermedad cardiovascular y de diabetes. Asimismo, diversos trabajos asociaron la obesidad con una evolución neurológica desfavorable.

Se ha visto que las mujeres de edad avanzada con un IMC elevado tienen mayor atrofia del lóbulo temporal en la tomografía computarizada (TC); este trastorno podría explicar el mayor riesgo de sufrir enfermedad de Alzheimer. Asimismo, una investigación reciente sugirió que la obesidad es un factor de riesgo de alteraciones en la sustancia blanca en los adultos. Más aún, existen indicios de que esta asociación también ocurriría en otros grupos de edad; por ejemplo, se detectaron trastornos cognitivos en personas de mediana edad con sobrepeso. Los hallazgos en conjunto sugieren que los individuos obesos jóvenes y de mediana edad tienen diferencias morfométricas, especialmente en las regiones temporal y frontal, en comparación con los controles de peso normal.

El objetivo del estudio actual fue comparar el volumen de las regiones cerebrales en sujetos con diferente peso corporal. Los autores trabajaron bajo la hipótesis de que los adultos obesos tendrían volúmenes cerebrales inferiores en diversas regiones, por ejemplo en los lóbulos frontal y temporal. Para ello utilizaron datos aportados por la Brain Resource International Database (BRID), un sistema que recoge información de personas sanas.

Métodos

Se excluyeron las personas con antecedente de traumatismo cerebral, con trastornos neurológicos o con otras enfermedades como hipertensión, diabetes, anormalidades cardíacas o trastornos tiroideos. Tampoco se incluyeron individuos con antecedentes de trastorno de hiperactividad con déficit de atención, esquizofrenia, trastorno bipolar o alteraciones genéticas. Se evaluó una muestra de 209 adultos para quienes se dispuso de información demográfica y estudios por imágenes.

Los participantes tenían una edad promedio de 37.14 años (17 a 79 años); se los clasificó en sujetos con peso normal (IMC de 18.5 a 24.9 kg/m2), con sobrepeso (25 a 29.9 kg/m2) y con obesidad (IMC de 30.0 kg/m2 o más). A todos se les realizó una resonancia magnética nuclear (RMN) en T1 con secuencia tridimensional. Las diferencias demográficas entre los grupos se valoraron mediante ANOVA y con pruebas de chi cuadrado. Las diferencias en el volumen cerebral en relación con el peso y según la edad se determinaron con modelos ANCOVA.

Resultados

Los participantes con sobrepeso y con obesidad eran de más edad que los sujetos con peso normal. La distribución por sexos fue homogénea entre los grupos. Después de considerar la edad se detectaron diferencias en el volumen cerebral total entre los grupos según el IMC. Los individuos con obesidad presentaron un volumen cerebral total menor en comparación con los sujetos de peso normal y con los individuos con sobrepeso.

En el modelo con ajuste por edad se hallaron diferencias entre los grupos por IMC en el volumen total de sustancia gris. Los pacientes con obesidad tuvieron menos sustancia gris respecto de los individuos normales y de los enfermos con sobrepeso. En el análisis de variables únicas, el volumen de la sustancia gris tendió a ser inferior en todas las regiones cerebrales (incluso en las regiones parietal y temporal; p = 0.03 y p = 0.04, respectivamente), en los individuos con obesidad. En cambio, no se detectaron diferencias en el volumen de la sustancia blanca en relación con el IMC.

Se comprobó una relación inversa entre el IMC y el volumen cerebral total (r = -0.13) y el volumen de la sustancia gris (r = -0.12).

Discusión

Los hallazgos de este estudio confirman que los individuos obesos tienen una reducción del volumen cerebral total y de la sustancia gris, en comparación con los de peso normal o con sobrepeso. El estudio se realizó en una muestra cuidadosamente seleccionada que permitió analizar sólo individuos sin trastornos médicos o psiquiátricos. Por lo tanto, los resultados sugieren una relación independiente entre la obesidad y el volumen cerebral. Además, la asociación no se limita a los adultos de edad avanzada, se observa a lo largo de toda la vida.

Los sujetos obesos tendieron a tener un menor volumen en la región temporal, por mecanismos que todavía no se conocen. Sin embargo, se sabe que la obesidad es un factor de riesgo de enfermedad de Alzheimer y algunos trabajos previos revelaron que la menor tolerancia a la glucosa se asocia con volúmenes más pequeños del hipocampo. En opinión de los autores, se requieren estudios longitudinales para esclarecer la relación entre el IMC y los cambios cerebrales estructurales en el transcurso del tiempo.

La observación de que los adultos con obesidad tienen un menor volumen cerebral total y menor volumen de la sustancia gris podría explicar la relación inversa entre el IMC y la función cognitiva que se encontró en otras investigaciones. El IMC elevado se asocia con reducción de la atención, de la memoria ejecutora y de otras funciones cognitivas. Sin embargo, se requiere mayor investigación para determinar si las deficiencias cognitivas que se observan en los sujetos con obesidad están relacionadas con diferencias morfométricas; en este sentido, los estudios de imágenes funcionales serían de gran ayuda ya que los individuos con obesidad suelen presentar diferentes patrones de activación cerebral durante la ingesta de alimentos. No obstante, hasta la fecha, ningún trabajo evaluó la relación entre las diferencias en la RMN funcional y el rendimiento cognitivo.

Es posible, añaden los autores, que diversos procesos fisiológicos subclínicos contribuyan a las consecuencias neurocognitivas. Muchos procesos fisiológicos asociados con un aumento del IMC -entre ellos, la enfermedad cardiovascular subclínica, los trastornos en la regulación de la insulina, la inflamación sistémica y el menor rendimiento cardiovascular- afectan desfavorablemente al cerebro. En este contexto, la dopamina es un neurotransmisor que podría tener relevancia particular.

Afirman los expertos que los resultados del estudio actual son importantes y abren nuevas áreas de investigación para determinar con precisión la posible relación entre el peso corporal, las diferencias morfométricas cerebrales, la personalidad, el comportamiento y la funcionalidad cognitiva. Una mejor comprensión de estas interacciones seguramente contribuirá a reducir las consecuencias altamente desfavorables de la obesidad, concluyen.

Especialidad: Bibliografía - Endocrinología - Neurología

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