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El Consumo de Ácido Fólico y la Información que tienen al Respecto las Mujeres en Edad Fértil de la Región Centro Cuyo, Argentina
- AUTOR: Zabala R, Waisman I, Corelli M, Tobler B
- TITULO ORIGINAL: Acido Fólico para Prevenir Defectos del Tubo Neural: Consumo e Información en Mujeres en Edad Fértil de la Región Centro Cuyo
- CITA: Archivos Argentinos de Pediatría 106(4):295-301, Ago 2008
- MICRO: La promoción del consumo de alimentos ricos en ácido fólico, la suplementación con polivitamínicos que contienen ácido fólico y la fortificación de los alimentos de consumo masivo son las estrategias recomendadas para disminuir la incidencia de malformaciones congénitas por defectos del tubo neural.
Introducción
En Argentina, no existen estadísticas precisas acerca de la incidencia de los defectos del tubo neural (DTN), aunque se estima que es de 1/1 000 a 1/1 200 nacidos vivos.
Estas afecciones constituyen la segunda causa de malformaciones congénitas y se producen por la falta de cierre del tubo neural, que ocurre entre los días 23 y 25 de la gestación.
La anencefalia y el mielomeningocele son sus formas más comunes y pueden causar la muerte en los primeros días de vida o producir invalidez permanente.
Algunos investigadores sugirieron que la incidencia de defectos congénitos disminuye con la ingesta de ciertas vitaminas durante el embarazo.
Dos estudios controlados aleatorizados y varios estudios de observación demostraron que el consumo de dosis adecuadas de ácido fólico (AF) durante el período periconcepcional disminuye el riesgo de tener un hijo con DTN.
Estos defectos congénitos son afecciones multifactoriales asociadas con factores genéticos y ambientales.
Se supone la existencia de mutaciones que provocan una menor actividad enzimática en el metabolismo del AF que determinarían una dificultad en la síntesis de ácidos nucleicos o en la conversión de homocisteína a metioniona, con la consiguiente acumulación de metabolitos embriotóxicos.
Alguno de estos mecanismos provocaría alteraciones en el proceso de embriogénesis en un punto clave del cierre del tubo neural. El factor ambiental estaría representado por la cantidad de AF ingerida, que debe ser suficiente para evitar las mutaciones genéticas.
La promoción del consumo de alimentos ricos en AF, el suplemento con polivitamínicos que contienen AF y la fortificación de los alimentos de consumo masivo son las estrategias recomendadas para aumentar el consumo de este nutriente por parte de las embarazadas.
Los hábitos alimentarios de la población y el gran porcentaje de embarazos no planificados limitan la aplicación de estas estrategias.
En Argentina, la ley 25 630 de prevención de las anemias y de las malformaciones del tubo neural exige que el AF debe estar presente en todas las harinas utilizadas para la fabricación de pan en una proporción de 2.2 mg/kg.
Las mujeres en edad fértil sin antecedentes de DTN deben consumir de 0.4 a 0.8 mg/día de AF; el período crítico se extiende desde 1 mes antes de la fecundación hasta la decimosegunda semana de amenorrea.
Este estudio documenta los resultados obtenidos acerca de la ingesta dietaria y de fármacos de AF en mujeres en edad fértil de la Región Centro Cuyo y de los conocimientos que ellas tienen sobre este tópico. Asimismo, se investigó la concentración de AF en el pan que consume la comunidad como una forma de evaluar el grado en que la legislación vigente fue implementada.
Materiales y métodos
Los datos de este estudio, descriptivo y transversal, fueron recolectados entre noviembre de 2006 y marzo de 2007. Se realizaron encuestas a las madres de niños asistidos por 38 médicos pediatras en distintas ciudades de la Región Centro Cuyo.
Se incluyeron en la muestra de análisis las madres de niños menores de 2 meses; se excluyeron las que tenían un hijo anterior con DTN.
El cálculo de la prevalencia del fenómeno estudiado permitió la estimación del tamaño de la muestra. Se tomaron 2 variables, la ingesta inadecuada con la dieta (prevalencia del 45%) y el suplemento vitamínico inadecuado (prevalencia del 70%) respecto de la cantidad de embarazos estimada para la región (58 000 nacimientos anuales).
Distintas muestras de pan provenientes de diversas ciudades de la región fueron seleccionadas al azar para evaluar el contenido de AF. Cada muestra de pan fue considerada como la unidad de análisis.
Encuestas
Los pediatras de cada ciudad de la región que aceptaron y cumplieron con el cronograma fueron los responsables de efectuar las encuestas a las primeras 10 madres de pacientes atendidas en su consultorio que se adecuaran al criterio de inclusión.
Se realizó una encuesta con preguntas de respuestas cerradas. Las variables maternas estudiadas fueron la edad, la escolaridad, el lugar de residencia, la ingesta de AF en la dieta y el número de porciones de alimentos que contienen harina en la dieta; el límite se estableció en 400 microg diarios. Además, se registró el lugar de atención médica y la administración del suplemento vitamínico periconcepcional, que se clasificó como: adecuada (al menos 400 microg/día desde 1 mes antes de la fecundación hasta la semana 8 de gestación), inadecuada o no recuerda. Los conocimientos acerca de la utilidad del AF en la prevención de DTN fue un ítem también incluido en la encuesta.
Determinación de ácido fólico en las muestras de pan
El contenido de AF del pan fue evaluado con un equipo comercial sobre la base de la extracción del ácido de la muestra, tras una digestión enzimática con pancreatina.
El extracto diluido y el medio de ensayo provisto por el equipo fueron colocados dentro de la cubeta de la placa de policubetas, cubierta con Lactobacillus rhamnosus. La disponibilidad de AF determina el crecimiento de este microorganismo. La incubación fue realizada entre 44 y 48 h a 37ºC en la oscuridad.
Una vez concluido el período de incubación, la intensidad del metabolismo o el crecimiento se midió como turbidez, para ser comparada con una curva estándar. La lectura de la turbidez fue realizada en un lector de ELISA entre 610 y 630 nm.
Resultados
Se realizaron 327 encuestas. La mediana de edad de las madres encuestadas fue de 26 años (rango: 15 a 42 años) y la mediana de escolaridad de 12 años (rango: 0 a 21 años). El 55.1% de las encuestadas completó sus estudios secundarios y el 47.2% recibió atención médica en el sector público.
La ingesta dietaria promedio de AF fue de 481 microg y el 43.4% de las mujeres recibieron menos de 400 microg diarios. El 27.8% tuvieron suplemento farmacológico adecuado y el 52.9% presentó conocimientos adecuados acerca del efecto preventivo del AF sobre los DTN.
Se observaron importantes diferencias en relación con la utilización de suplementos vitamínicos, y los conocimientos acerca de la importancia del AF en el período periconcepcional entre las pacientes atendidas en el sector privado y las que lo hicieron en el sector público; también entre aquellas madres con estudios secundarios completos en comparación con las madres con estudios secundarios incompletos.
El aporte de AF a través de la dieta fue de 517 microg diarios en las personas asistidas en el sector público y de 467 microg/día en las asistidas en el sector privado o de obras sociales. Esta diferencia no resultó estadísticamente significativa.
Un 11.3% de las mujeres atendidas en el sector público recibieron suplementos vitamínicos periconcepcionales, mientras que entre las atendidas en el sector privado o por obras sociales este valor fue del 38.3%.
El contenido promedio de AF de las muestras de 26 panaderías de la región fue de 192.34 microg/100 g. Todas las muestras fueron elaboradas con harinas fortificadas.
Discusión y conclusiones
Aunque la ingesta dietaria promedio de AF superó los 400 microg recomendados, el 43% de las mujeres encuestadas recibieron una cantidad insuficiente de folatos con la dieta.
Se observó que la principal fuente de este nutriente se correspondía con los alimentos elaborados con harina, como el pan y las pastas (77.8%), y sólo el 22.2% con los vegetales que de manera natural son ricos en folatos.
En Argentina se consumen por persona de 220 a 250 g de harina por día, pero en la muestra estudiada los autores observaron un consumo promedio menor, de 164.4 g/día.
La recomendación del Ministerio de Salud de Argentina es que «todas las mujeres deben recibir un suplemento diario de 0.4 mg de AF desde que suspenden la práctica anticonceptiva hasta las 12 semanas de embarazo». A pesar de lo antedicho, los centros de atención primaria no disponen de AF en presentaciones adecuadas, ya que sólo cuentan con AF asociado con sulfato ferroso para prevenir o tratar la anemia en las embarazadas.
Este trabajo representa un primer acercamiento al problema del uso periconcepcional del AF para la prevención de los DTN en la región. En tal sentido, los autores recomiendan centrar el esfuerzo en el sector público, dado que consideran a la prevención primaria eficaz y de bajo costo. Asimismo, sostienen que la información y la educación de las mujeres en edad fértil, junto con la complementación farmacológica previa al embarazo y durante las primeras semanas de éste, pueden contribuir en gran medida. La posibilidad de contar con
presentaciones de AF en dosis adecuadas y sin asociaciones para ser utilizadas en mujeres en edad fértil podría ser un factor de importancia.
Por último, también recomiendan la capacitación de los agentes de salud para que brinden los elementos adecuados en materia de educación sanitaria a las futuras madres.
Especialidad: Bibliografía