Laboratorios Bagó > Bibliografías > Moderada Eficacia del Tratamiento Complementario con Quetiapina en Caso de Depresión Resistente
Moderada Eficacia del Tratamiento Complementario con Quetiapina en Caso de Depresión Resistente
- AUTOR: Anderson I, Sarsfield A, Haddad P
- TITULO ORIGINAL: Efficacy, Safety and Tolerability of Quetiapine Augmentation in Treatment Resistant Depression: An Open-Label, Pilot Study
- CITA: Journal of Affective Disorders 117(1-2):116-119, Sep 2009
- MICRO: Existe cada vez más información sobre la utilidad del agregado de antipsicóticos atípicos al esquema terapéutico de los pacientes que presentan depresión resistente. Entre dichas drogas se incluye la quetiapina, un fármaco con demostrada efectividad en pacientes con depresión bipolar.
Introducción y objetivos
Se estima que hasta un tercio de los pacientes con depresión presenta cuadros resistentes al tratamiento farmacológico. Entre las opciones a las que se puede recurrir en esos casos se incluye la optimización de la dosis de antidepresivos, el cambio de antidepresivo o el agregado de otra droga como complemento del tratamiento. La información sobre la eficacia del tratamiento con antipsicóticos atípicos en pacientes con depresión resistente es creciente. No obstante, dicha práctica se acompaña de un aumento de la incidencia de efectos adversos.
Según lo informado, la quetiapina es una droga útil en caso de depresión bipolar. Asimismo, existen estudios preliminares que avalan su eficacia en pacientes con depresión unipolar, aunque la información disponible es limitada. El presente estudio abierto se llevó a cabo con el objetivo de evaluar la utilidad del tratamiento complementario con quetiapina en pacientes con depresión resistente. Se prestó especial atención a la seguridad y la tolerabilidad del tratamiento. Además, se valoró la influencia del antecedente de tratamiento con antipsicóticos atípicos sobre la eficacia de la quetiapina y la duración de sus beneficios terapéuticos.
Pacientes y métodos
Participaron pacientes ambulatorios y hospitalizados de 18 a 65 años con diagnóstico de depresión mayor resistente. Dicho cuadro se definió en presencia de una respuesta insatisfactoria ante la administración de al menos dos esquemas adecuados de tratamiento antidepresivo. Todos los participantes recibían tratamiento con un inhibidor de la recaptación de monoaminas y presentaban un puntaje mínimo en la Montgomery-Asberg Depression Rating Scale (MADRS) de 20 puntos. Luego de una fase de ajuste de la dosis de 2 semanas de duración, comenzó el periodo de tratamiento con quetiapina, que se extendió durante 6 semanas. Finalizada esta etapa, los pacientes que habían respondido en forma satisfactoria fueron incluidos en una fase de extensión de 18 semanas de duración.
El parámetro principal de eficacia fue la proporción de pacientes que respondieron al tratamiento luego de 8 semanas. Dicha respuesta se definió como una disminución del puntaje de la escala MADRS de un 50% o más. También se valoró según la mejoría del puntaje en la escala Clinical Global Impression (CGI) y en la Clinical Anxiety Scale (CAS). La seguridad y la tolerabilidad del tratamiento se valoraron de acuerdo con la aparición de eventos adversos, el abandono del estudio y los cambios del peso corporal y de los niveles plasmáticos de glucosa y prolactina.
Resultados
Se incluyeron 24 pacientes con una media de edad de 46.3 años; 18 de ellos completaron el tratamiento de 8 semanas. El 46% de los pacientes presentó un beneficio clínico y fue incluido en la fase de extensión. Al inicio del estudio se observó un nivel de depresión moderado a grave. Los pacientes recibían inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), inhibidores de la recaptación de noradrenalina y serotonina (IRNS), antidepresivos tricíclicos (ATC) o reboxetina. Además, 5 pacientes tenían antecedentes de tratamiento con olanzapina y 3 pacientes recibían litio. La dosis media de quetiapina al final de las 8 semanas de tratamiento y de las 18 semanas del estudio fue 245 + 68 mg/día y 346 + 53 mg/día, respectivamente.
Tras la primera etapa de tratamiento hubo respuesta en el 29% y en el 54% de los pacientes, según se considere el resultado de la MADRS o de la CGI, respectivamente. Luego de 8 semanas, la disminución del puntaje de la MADRS y de la CAS fue 32% y 27%, respectivamente. El tipo de antidepresivo que recibían los pacientes no afectó significativamente la respuesta al tratamiento. Tampoco se observó una influencia significativa del antecedente de tratamiento con olanzapina, aunque la ausencia de dicho antecedente se asoció con una respuesta más favorable. Al finalizar la fase de extensión, se observó una disminución del puntaje de la MADRS del 43%. Sin embargo, 3 pacientes presentaron una recaída.
La interrupción brusca del tratamiento se verificó en 6 pacientes. No obstante, la aparición de efectos adversos sólo motivó 2 de dichas suspensiones. Entre esos eventos se incluyó un caso de aumento de la ideación suicida. La aparición de eventos adversos relacionados con el tratamiento farmacológico tuvo lugar en el 87.5% de los casos. Los cuadros más frecuentes fueron la sedación, los mareos y la xerostomía. En general, no se observó una afectación significativa de la glucemia asociada con la administración de quetiapina. Sin embargo, en un paciente tratado con 400 mg/día de la droga se verificó un aumento significativo de dicho parámetro. Asimismo, otro paciente que presentaba obesidad grave y diabetes mostró un control glucémico inadecuado. La población evaluada era obesa al inicio del estudio y el peso corporal aumentó aún más al transcurrir el tratamiento. De hecho, el 40% de los pacientes presentó un aumento ponderal significativo.
Discusión
Los resultados obtenidos permiten sugerir que la administración complementaria de quetiapina tiene un beneficio moderado en pacientes con depresión resistente. Sin embargo, cabe destacar que en la mayoría de los pacientes que obtienen beneficios terapéuticos significativos, dicha mejoría se mantiene en el tiempo. El perfil de tolerabilidad del tratamiento con quetiapina fue el esperado, aunque se observó un caso de aumento ponderal significativo y otro de hiperglucemia. La mejoría observada en el presente ensayo fue inferior a la informada en estudios anteriores, si bien coincide con lo referido en trabajos prospectivos realizados en pacientes con resistencia al tratamiento. La quetiapina da lugar a un metabolito que inhibe la recaptación de noradrenalina y contribuye con su efecto antidepresivo. No obstante, la eficacia del tratamiento no difirió entre los pacientes tratados con ISRS y los que recibían inhibidores de la recaptación de noradrenalina.
La falta de respuesta luego de 8 semanas de tratamiento se mantuvo al transcurrir el tiempo. En cambio, los pacientes que respondieron al tratamiento agudo presentaron mejorías sostenidas. Por lo tanto, la ausencia de respuesta inicial puede ser un parámetro útil para valorar la evolución de los pacientes. Si bien no se observaron diferencias de respuesta terapéutica al considerar el antecedente de tratamiento con olanzapina, la cantidad de pacientes fue limitada para obtener conclusiones definitivas. Entre los individuos que continuaron el tratamiento en la fase de extensión, se verificaron beneficios sostenidos durante un período de 4 meses. Por lo tanto, es posible que una respuesta inicial favorable al tratamiento complementario con quetiapina se asocie con un beneficio duradero. Se recomienda tener presente el perfil de efectos adversos metabólicos de la quetiapina y aplicar estrategias de prevención del aumento ponderal. Asimismo, deberá monitorearse la aparición de diabetes y de síndrome metabólico.
Conclusión
El tratamiento complementario con quetiapina en pacientes con depresión resistente que reciben inhibidores de la recaptación de monoaminas tiene un beneficio moderado.
Especialidad: Bibliografía