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Anestesia Local con Tramadol en la Cirugía de Reparación de Tendones de la Mano

  • AUTOR: Kargi E, Babaccu O, Payasli C y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL: Tramadol as a Local Anaesthetic in Tendon Repair Surgery of the Hand
  • CITA: Journal of International Medical Research 36(5):971-978, Sep 2008
  • MICRO: El tramadol activa a receptores tanto opioides como no opioides, involucrados en la inhibición del dolor. Los efectos del componente no opioide están mediados por la activación de cascadas de agonistas a2 y serotoninérgicos por parte del sistema nervioso central, al inhibir la recaptación de noradrenalina y serotonina y, posiblemente, al desplazar a la serotonina almacenada en las terminaciones nerviosas.

Introducción

El tramadol actúa a nivel de los receptores involucrados en la inhibición del dolor, tanto opioides como no opioides. Por un lado, los efectos del componente no opioide están mediados por la inhibibición de la recaptación de noradrenalina y serotonina. El tramadol, además, es un opioide débil, selectivo para los receptores mu, que tiene una acción anestésica local sobre los nervios periféricos.

En un estudio realizado, se ha visto que tanto el tramadol como la metoclopramida presentan efectos anestésicos similares a los de la lidocaína y la prilocaína luego de su inyección intradérmica.

Durante las cirugías de reparación de tendones en la mano es frecuente utilizar anestésicos locales, ya que la anestesia general o el bloqueo nervioso se encuentran reservados para las heridas complejas y extensas, pacientes poco colaboradores o niños. En el presente estudio piloto se evaluaron las características tanto cuantitativas como cualitativas y los efectos adversos del tramadol junto con la adrenalina y de la lidocaína junto con la adrenalina, utilizados como anestesia local en cirugías de reparación de tendones en la mano.

Pacientes y métodos

El presente es un estudio piloto, a doble ciego y aleatorizado.

Los pacientes que iban a ser intervenidos quirúrgicamente recibieron de forma aleatorizada tramadol más adrenalina (2 mg/kg de tramadol y 1/200 000 de adrenalina) (Grupo T) o lidocaína más adrenalina (3 mg/kg de lidocaína y 1/200 000 de adrenalina) (Grupo L).

La evaluación del bloqueo anestésico se llevó a cabo cada un minuto después de la inyección, por medio del puntaje otorgado por el paciente al tacto fino, al frío y a los pinchazos. La incisión quirúrgica se efectuó a los dos minutos de administrada la droga y también fue evaluada y medida por el paciente. Asimismo, se verificó la aparición de reacciones locales de la piel y de dolor en el sitio de la inyección.

Un valor de p < 0.05 fue considerado estadísticamente significativo.

Resultados

Se analizaron 20 pacientes de edad comprendida entre 15 y 57 años.

No existieron diferencias significativas desde el punto de vista demográfico entre los participantes de ambos grupos.

Por otro lado, tampoco hubo diferencias significativas respecto de la calidad del bloqueo sensorial entre ambos grupos y el inicio de dicho bloqueo ocurrió en tiempos similares. Las tres sensaciones evaluadas, los pinchazos, el frío y el tacto fino, se perdieron al minuto de haber administrado la inyección de anestesia y ningún paciente refirió dolor durante el procedimiento quirúrgico.

Tampoco se verificó una diferencia significativa en la incidencia de reacciones locales en la piel y en ningún grupo se comprobó dolor moderado a grave en el sitio de la inyección.

Los autores destacan que ningún sujeto tratado con tramadol más adrenalina requirió analgesia posoperatoria, mientras que todos los individuos que recibieron lidocaína más adrenalina necesitaron de analgesia en las primeras 24 horas del posoperatorio.

Discusión y conclusiones

Los efectos analgésicos locales de los opioides, tales como la diamorfina, la meperidina, el fentanilo y el sufentanilo, fueron descritos previamente y se ha demostrado el efecto bloqueante de la conducción nerviosa de estos fármacos tanto a nivel clínico como en estudios con animales.

Los autores sostienen que el bloqueo de la conducción nerviosa en los axones de las raíces dorsales puede ser debido a mecanismos dependientes de la activación de los receptores opioides o a bloqueos a nivel de la conducción en la membrana, que pueden estar relacionados con compuestos químicos como el alcohol, péptidos, barbituratos, anticonvulsivos y narcóticos.

Respecto de los opioides, la morfina es el referente de esta clase de fármacos. Por su parte, el tramadol es un agonista de los opioides y activa, de forma indirecta, la inhibición espinal monoaminérgica del dolor ya que es un analgésico de acción central que activa a los receptores mu, y es eficaz tanto por vía oral como rectal, intravenosa e intramuscular.

En estudios efectuados hasta el día de hoy, se sugiere que el tramadol es un analgésico efectivo para el tratamiento del dolor agudo o crónico moderado a grave, además del dolor de otros orígenes. Asimismo, se ha visto que el tramadol es un analgésico efectivo para el tratamiento del dolor por cáncer (Fase II de la Organización Mundial de la Salud).

En la década pasada, se verificó el efecto anestésico local del tramadol. Además, en un estudio se observó que el efecto anestésico local de los opioides no podía ser revertido con naloxona, por lo tanto se asumió que este efecto depende de mecanismos no relacionados con los receptores opioides.

En un ensayo anterior se comprobó que existió un bloqueo sensitivo diferencial durante la anestesia regional intravenosa (ARI), ya que la sensación de frió disminuyó más rápido que la sensación producida por los pinchazos y la sensación del tacto fino fue la más resistente al bloqueo. En el presente estudio, se verificó que las tres sensaciones fueron bloqueadas al minuto de haberse administrado la droga, sin demostrarse resistencia alguna. Por otro lado, se ha visto que el agregado de meperidina a la lidocaína provoca una mejoría en el inicio y la duración de la ARI. Los autores sostienen que en esta investigación se utilizó la adrenalina para mantener niveles bajos de la droga, al disminuir su absorción y aumentar la duración de su permanencia en los tejidos para favorecer la disminución de la concentración inhibitoria mínima del tramadol.

Destacan que una desventaja grande del uso de tramadol como anestésico local es la aparición de efectos adversos, como erupción de la piel, sensación de ardor o dolor en el sitio de la inyección y sangrado. No obstante, en el presente trabajo no se han informado este tipo de manifestaciones.

Concluyen señalando que, a pesar del número de participantes escaso, en el estudio efectuado se observó que con la administración como anestésico local de tramadol al 5% junto con adrenalina se obtuvieron resultados similares a los verificados con el uso de lidocaína más adrenalina en las cirugías de reparación de tendones en la mano. Además, este tratamiento no se asoció con la aparición de efectos adversos y los pacientes no requirieron analgesia en las 24 primeras horas del posoperatorio.

 

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