Bibliografía

Laboratorios Bagó > Bibliografías > Los Anticonceptivos Orales Reducen el Riesgo de Incontinencia Urinaria

Los Anticonceptivos Orales Reducen el Riesgo de Incontinencia Urinaria

  • AUTOR : Iliadou A, Milsom I, Pedersen N, Altman D
  • TITULO ORIGINAL : Risk of Urinary Incontinence Symptoms in Oral Contraceptive Users: A National Cohort Study from the Swedish Twin Register
  • CITA : Fertility and Sterility 92(2):428-433, Ago 2009
  • MICRO : El uso de los anticonceptivos orales se asocia inversamente con la disfunción del tracto urinario inferior, aun después de considerar la edad, el índice de masa corporal y el antecedente de embarazo.

 

Introducción

Los estrógenos influyen en la composición y estructura del tejido conectivo urogenital, en el aporte de sangre a la región vaginal y en el espesor del epitelio vaginal. El tracto urinario inferior -que tiene el mismo origen embrionario que la vagina- expresa fuertemente receptores de estrógenos y progesterona. La reducción de los niveles séricos de estrógenos se asocia con atrofia vaginal, uretral y del epitelio de la región del trígono vesical. Es por ello que las mujeres posmenopáusicas con síntomas urinarios o del tracto genital inferior suelen ser tratadas con terapia hormonal (TH). Sin embargo y a diferencia de lo que se aceptaba en general, los resultados del Women’s Health Initiative (WHI) sugirieron que la TH durante un año con estrógenos conjugados o con estrógenos en combinación con progesterona aumenta el riesgo de aparición o de agravamiento de la incontinencia urinaria.

En las mujeres premenopáusicas, recuerdan los autores, los anticonceptivos orales (AO) representan la forma más común de TH; sin embargo, sólo unos pocos estudios analizaron su influencia sobre la incontinencia urinaria en mujeres jóvenes, objetivo de este trabajo.

Materiales y métodos

El Swedish Twin Registry, señalan los autores, incluye información sobre todos los mellizos nacidos a partir de 1886. En 2005 se contactaron aquellos que nacieron entre 1959 y 1985 y se los invitó a participar en un estudio global de salud. En el trabajo actual sólo se incluyeron las mujeres que respondieron a los cuestionarios enviados.

El cuestionario incluyó alrededor de 1 300 preguntas divididas en 34 secciones; algunas de ellas sólo se podían contestar en caso de que las respuestas previas fuesen afirmativas. En el ítem de medicaciones se incluyó el uso de AO y de dispositivos intrauterinos de liberación hormonal, pero no se distinguió el tipo de TH.

La funcionalidad del tracto urinario inferior se evaluó con 7 preguntas sobre la incontinencia urinaria, 6 sobre la frecuencia miccional y 5 sobre la urgencia en la micción. Según las respuestas, se estableció la presencia de incontinencia urinaria de estrés, de urgencia o mixta. La vejiga hiperactiva se diagnosticó en las participantes que refirieron necesidad urgente de orinar. La nocturia se definió en presencia de uno o más episodios de micción por noche.

El índice global de respuesta fue del 66%. En 10 791 mujeres se dispuso de información genética y de datos para el estudio de incontinencia. En 8 689 mellizas se obtuvo información sobre el uso de anticoncepción.

Se aplicó un modelo de regresión logística para determinar la asociación entre el uso de anticonceptivos y los síntomas de disfunción del tracto urinario inferior. En el análisis multivariado se consideró la edad, el índice de masa corporal (IMC) y el antecedente de embarazo.

Resultados

En la muestra de 8 689 mellizas, 2 072 utilizaban AO en el momento del estudio y 118 empleaban un sistema intrauterino liberador de levonorgestrel (SIU-LNG).

Las mujeres que utilizaban AO fueron significativamente más jóvenes que las que empleaban un SIU-LNG y que las participantes sin anticoncepción (p < 0.001). El IMC fue semejante en el grupo del SIU-LNG y en el grupo sin anticoncepción; en cambio, las mujeres que utilizaban AO tuvieron un IMC más bajo que las que no recibían anticoncepción. El antecedente de gestación fue más común entre las participantes con un SIU-LNG.

En general, se registraron índices significativamente más altos de mujeres sin síntomas urinarios entre las que utilizaban AO, respecto de las no tratadas. Por el contrario, en las participantes con un SIU-LNG, la prevalencia de síntomas del tracto urinario bajo fue igual a la observada en las mujeres sin TH, con excepción de la nocturia (p = 0.02).

El uso de AO en el momento del estudio se asoció inversamente con la disfunción del tracto urinario inferior, aun después de considerar la edad, el IMC y el antecedente de embarazo: incontinencia urinaria de estrés: odds ratio (OR) de 0.57; incontinencia urinaria mixta: OR de 0.52 e incontinencia urinaria de urgencia: OR de 0.36. Asimismo, se constató una relación inversa entre el uso de AO y los síntomas de vejiga hiperactiva aunque la asociación no fue estadísticamente significativa. Con excepción de la nocturia (OR de 0.53), el riesgo de síntomas de disfunción del tracto urinario inferior no se modificó entre las mujeres que utilizaban un SIU-LNG, respecto de aquellas sin anticoncepción. Ninguna de las interacciones analizadas entre la anticoncepción y la edad, el IMC o el antecedente de parto fue significativa. El efecto protector de los AO sobre los síntomas de la incontinencia urinaria fue semejante en las mellizas monocigóticas y dicigóticas.

Discusión

Este estudio en mujeres jóvenes revela una prevalencia significativamente más baja de incontinencia por estrés, de urgencia y mixta en las participantes tratadas con AO en comparación con las mujeres sin dicho tratamiento. La reducción del riesgo persistió después de considerar diversos factores de confusión. Por el contrario, la utilización de un SIU-LNG no se acompañó de una disminución significativa de la prevalencia de síntomas de incontinencia urinaria.

Los autores recuerdan que existe controversia en relación con los efectos de la TH y las manifestaciones urinarias en las mujeres posmenopáusicas. Si bien algunos estudios avalan esta forma de tratamiento para las mujeres con incontinencia urinaria, los hallazgos del estudio WHI sugieren lo opuesto: los autores de dicha investigación concluyeron señalando que la utilización de estrógenos conjugados aisladamente o en combinación con acetato de medroxiprogesterona aumenta el riesgo de aparición de incontinencia urinaria o agrava el trastorno en las mujeres posmenopáusicas. No obstante, añaden los expertos, la expresión de los receptores de estrógenos en la pared anterior de la vagina y en los tejidos periuretrales de sostén se reduce sustancialmente luego de la menopausia. Por ende, no parece apropiado extrapolar los hallazgos en las participantes posmenopáusicas a las mujeres jóvenes.

Los resultados del trabajo actual en mujeres en edad reproductiva sugieren una reducción del riesgo de incontinencia urinaria en relación con el uso de AO, en comparación con aquellas sin ningún tipo de anticoncepción, aun después de considerar diversos factores de confusión que son específicos para la cohorte evaluada, por el hecho de ser mellizas. El efecto protector de los AO sobre la incontinencia urinaria tal vez refleja la influencia de los estrógenos sobre la función y la morfología de la uretra, añaden los expertos. Los datos experimentales revelaron que los estrógenos aumentan la capacidad contráctil del esfínter uretral y la presión de cierre de la uretra. Por otra parte, los estrógenos se asocian con efectos favorables sobre la vascularización periuretral, sobre el control neurológico de la uretra y sobre la expresión del factor de crecimiento neural, todos ellos posiblemente asociados con el efecto beneficioso.

En el estudio actual, los síntomas de la vejiga hiperactiva y la nocturia no mejoraron en las mujeres tratadas que recibían anticoncepción, tal como se observó en la mayoría de las investigaciones previas al respecto. En los estudios en pacientes posmenopáusicas, el aporte de estrógenos no alivió los síntomas vesicales irritativos, como la urgencia y la frecuencia.

La falta de efecto protector en las mujeres que utilizaban un SIU-LNG también sugiere que el beneficio sobre el tracto urinario bajo es atribuible al componente estrogénico de los AO.

En conclusión, los hallazgos de esta investigación sugieren que en las mujeres premenopáusicas, la utilización de AO puede mejorar la función de la vejiga y de la uretra; el SIU-LNG no se asocia con un efecto favorable pero tampoco es deletéreo en este sentido. En opinión de los expertos, la TH por vía oral podría ser importante para las mujeres con incontinencia urinaria. Sin embargo, se requiere mayor investigación para establecer conclusiones definitivas, afirman finalmente.

Especialidad: Bibliografía - Ginecología - Urología

ADVERTENCIA:

El material incluido en este sitio ha sido concebido exclusivamente para los profesionales de la salud con fines informativos, y destinado a orientar sobre el uso adecuado de los medicamentos y a satisfacer sus necesidades de mayor información.

Todos los textos referidos a nuestros productos de venta bajo prescripción médica se corresponden a los lineamientos aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

Laboratorios Bagó le sugiere consultar siempre a un profesional de la salud calificado ante cualquier duda sobre una condición médica particular.

He comprendido y deseo ver la información

Consultas médicas: infoproducto@bago.com.ar