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Recomendaciones Obstétricas acerca de la Actividad Ocupacional durante el Embarazo
- AUTOR : Pompeii LA, Evenson KR, Delclos GL
- TITULO ORIGINAL : Obstetricians’ Practices and Recommendations for Occupational Activity during Pregnancy
- CITA : Journal of Reproductive Medicine 56(1-2):17-24, Ene 2011
- MICRO : La mayoría de los médicos recomendó a sus pacientes no levantar cargas mayores a 20 libras, ni usar escaleras con frecuencia, mientras que sólo un 26% aconsejó no mantenerse parada por más de 4 horas seguidas.
Introducción y objetivo
La participación laboral de embarazadas se ha incrementado notablemente durante las últimas décadas. Este fenómeno se ha acompañado de un aumento en el grado de preocupación acerca del riesgo que puede llegar a correr una mujer embarazada que realiza trabajos físicamente demandantes. Los estudios que abordaron el tema hasta el momento no han podido dilucidar el efecto que puede llegar a ejercer el trabajo sobre los resultados del embarazo. Los datos dependen del tipo de actividad analizada, así como de las variables tenidas en cuenta para evaluar los resultados. Ante la falta de evidencia científica que dé respuesta a esta problemática, varias asociaciones obstétricas han preparado documentos con normativas para guiar la práctica médica, basadas en la opinión de expertos. Entre las recomendaciones elaboradas por la American Medical Association (AMA) en 1999 se encuentran algunas pautas como evitar levantar cargas de más de 23 kg luego de la semana 30 de embarazo o evitar permanecer parada por más de 4 horas seguidas luego de la semana 23. Además, en este comunicado se destaca la necesidad de considerar cada caso particularmente, tomando en cuenta las condiciones del ambiente laboral y la tarea, así como las características de salud propias de cada mujer. En general, estas normativas son redactadas para la interpretación del empleador, y no tanto para el personal de salud. Se sugiere que el empleador adapte las actividades laborales a las posibilidades de la embarazada en las distintas etapas del proceso; organizar una modalidad alternante de actividades que incluya momentos de sedentarismo, marcha y bipedestación; permitir pausas para descanso y para ingerir alimentos cada 4 horas, facilitar la disponibilidad de líquidos para una correcta hidratación y minimizar tareas que incluyan levantar cargas pesadas, principalmente si incluyen agacharse. Estas normativas se han diseñado considerando los resultados de estudios epidemiológicos que asociaron diferentes tipos de actividades con la incidencia de resultados adversos en el embarazo y nacimientos pretérmino. Si bien los estudios realizados recientemente son de mayor calidad que los anteriores, aún mantienen limitaciones importantes. En una revisión de la bibliografía médica acerca del tema se concluyó que resulta necesario continuar con la investigación de manera más rigurosa, teniendo en cuenta las múltiples variantes involucradas en esta problemática.
A partir de la información disponible se condujo una investigación para analizar la opinión de los médicos obstetras acerca de las normativas vigentes en la actualidad y observar las recomendaciones más comunes impartidas en la práctica médica.
Materiales
Se llevó a cabo un estudio transversal. Varios ginecólogos y obstetras de la ciudad de Texas recibieron una encuesta vía correo que abarcó temas relacionados con la actividad ocupacional en embarazadas. Las respuestas debían corresponderse con la experiencia personal en la práctica clínica, focalizando en las recomendaciones realizadas a las mujeres en el período prenatal, incluidas las actividades por evitar como prevención de complicaciones del embarazo.
Resultados
Se obtuvo respuesta de 427 profesionales, lo cual representó el 46.6% de los sujetos encuestados; de esta muestra, 384 cuestionarios fueron seleccionados para el análisis posterior. El 96.3% de los médicos indagó acerca de la ocupación de sus pacientes, mientras que sólo el 46.2% profundizó el análisis de las actividades específicas realizadas habitualmente (por ejemplo, levantar objetos). La mayoría de los médicos recomendó a sus pacientes no levantar cargas mayores a 20 libras (1 libra = 0.4536 kg) ni usar escaleras con frecuencia, mientras que sólo un 26% aconsejó no mantenerse parada por más de 4 horas seguidas, un 15.5% sugirió evitar tomar turnos nocturnos de trabajo y un 34% recomendó evitar agacharse hacia adelante y realizar torsiones con el tronco. Se observó una tendencia a incrementar el grado y la cantidad de limitaciones en la actividad en relación con el tiempo de evolución del embarazo. También, se encontró una asociación entre el mayor empleo de las recomendaciones por parte de los médicos y el hecho de asistir a una población de mujeres con actividad laboral más demandante físicamente. Del mismo modo, se observó una relación directa entre la frecuencia para dar consejos a la paciente y la experiencia del médico tratante. En general, se registró una concordancia entre las recomendaciones realizadas por los médicos y las normativas impartidas por la AMA, con la excepción del ítem de agacharse hacia adelante para levantar un objeto, con el cual hubo una discordancia en el 62.2% de los participantes.
Discusión
El objetivo de este estudio fue analizar las recomendaciones utilizadas habitualmente por los médicos para las embarazadas fuera de riesgo, con la finalidad de prevenir complicaciones ocasionadas en el ámbito ocupacional. A pesar de que la mayor parte de los obstetras indaga acerca de la actividad laboral de las pacientes, la proporción que se interesa por profundizar en las tareas específicas es inferior. Este hecho es llamativo, teniendo en cuenta que la mayoría de los médicos refirió realizar habitualmente recomendaciones para evitar acciones específicas, como agacharse o subir escaleras. A pesar de considerarse que estas actividades son potencialmente perjudiciales, la mayoría de los médicos no interroga a sus pacientes acerca de éstas.
Si bien las normativas vigentes y la mayoría de los médicos consideran que levantar cargas de más de 20 libras es peligroso para el embarazo, los estudios realizados acerca del tema no encontraron evidencia de resultados adversos o parto prematuro en mujeres que desarrollan esta actividad. Si bien estas investigaciones presentan serias limitaciones, no se ha demostrado consistentemente el efecto perjudicial de levantar ese tipo de cargas.
El ascenso y descenso de escaleras conlleva el riesgo de caída y lesiones traumáticas, por lo cual es, probablemente, la más riesgosa de todas las actividades analizadas para una embarazada. En un estudio epidemiológico de 3 000 embarazadas, el 26.6% refirió haber padecido una caída, de las cuales el 6.3% sufrió una caída en el ámbito laboral. En otro estudio se encontró una tasa de incidencia de caída de 48.9% por 100 000 mujeres embarazadas, y el 79.3% de los casos tuvo lugar durante el tercer trimestre de embarazo.
La recomendación de evitar trabajos en turnos nocturnos fue una de las menos utilizadas. Si bien la cantidad de estudios que analizó la influencia del trabajo nocturno en embarazadas es pequeña, se demostró una relación entre esta actividad y la incidencia de parto pretérmino. Una de estas investigaciones se realizó en un taller textil con modalidad de horarios de trabajo rotativos. En esta experiencia se constató un riesgo de probabilidad de presentar parto pretérmino 2 veces mayor en las mujeres que asistían en horarios nocturnos, en comparación con aquellas que trabajaban durante el día.
En los resultados se encontró una muy baja proporción de médicos que aconsejó a sus pacientes evitar mantener la posición de bipedestación por tiempos mayores a 4 horas por día, incluso entre mujeres que cursaban el tercer trimestre de embarazo. La evidencia publicada en relación con esta actividad es discutible: mientras que algunos la encontraron riesgosa, otros no observaron asociación con resultados adversos en el parto. Uno de los inconvenientes que se detectan en relación con este tema es la definición de tiempo de bipedestación prolongado. El rango estipulado abarca de 3 a 8 horas; incluso, algunos autores incluyen el hecho de caminar junto con el de mantenerse parada.
La AMA recomienda que se evite el acto de agacharse hacia adelante y rotar el tronco, lo cual no concuerda con la opinión de una mayoría de los médicos. Hasta la fecha no se han realizado estudios que permitan poner en evidencia el riesgo de esta actividad. La postura más cauta de los profesionales más experimentados se puede deber, en parte, a la influencia de las normativas publicadas en 1984, las cuales eran más conservadoras que las actuales y, además, más específicas en su redacción.
Sin embargo, no se comprende el porqué de la mayor aplicación de medidas preventivas en los médicos que asisten a un mayor porcentaje de mujeres que se desempeñan en actividades más demandantes físicamente. Los puntos de corte seleccionados en el diseño de la encuesta fueron tomados de trabajos previos, es decir que no se basan en investigaciones directas, lo cual representa una debilidad de este estudio. Según la opinión de una parte de los encuestados, el tiempo máximo de bipedestación fue demasiado conservador; algunos profesionales recomiendan evitar tiempos mayores a 8 horas diarias. No se registraron diferencias significativas entre las respuestas de acuerdo con el género del profesional. Cabe tener en cuenta que ciertas actividades físicas resultan beneficiosas para la mujer embarazada. En este caso es importante indagar acerca de los hábitos de cada paciente en particular. Es de esperar que una mujer más activa requiera menos restricciones en su actividad. Otro fenómeno influyente es la necesidad prioritaria de mantener la actividad laboral en relación con una situación socioeconómica más desfavorable.
Conclusiones
Los resultados de este trabajo pueden ser útiles para continuar la investigación en este tema, ya que se trata de una simple observación del estado actual de la práctica clínica. Tal vez sea provechoso realizar estudios que tengan en cuenta la opinión de las pacientes, las condiciones laborales de las distintas poblaciones, la viabilidad de las medidas de restricción en las actividades laborales y la conducta de los empleadores ante las normativas vigentes.
Especialidad: Bibliografía - Ginecología