Bibliografía

Laboratorios Bagó > Bibliografías > Comparación de 3 Mediciones de Adiposidad en Niños en Relación con los Niveles Lipídicos

Comparación de 3 Mediciones de Adiposidad en Niños en Relación con los Niveles Lipídicos

  • AUTOR: Martínez Vizcaíno V, Salcedo Aguilar F, Rodríguez Artalejo F y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL: Association of Adiposity Measures with Blood Lipids and Blood Pressure in Children Aged 8-11 Years
  • CITA: Acta Paediatrica 96(9):1338-1342, Sep 2007

 

Introducción

La prevalencia de obesidad se encuentra en aumento en niños y adolescentes en varios países del mundo. Si bien el índice de masa corporal (IMC) ha sido ampliamente empleado para evaluar la obesidad en estudios clínicos y epidemiológicos en esta población, y ha demostrado ser un predictor de mortalidad cardiovascular (CV), es una medición del peso en relación con la altura más que de la grasa corporal (GC). Además, en niños y adolescentes, la relación entre IMC y porcentaje de GC depende de la altura, la edad, el sexo y el grupo étnico. El análisis de impedancia bioeléctrica (AIB) y el grosor de los pliegues cutáneos también puede ser empleado para estimar la GC. El AIB es un método simple, estandarizado y resulta un indicador confiable de la masa grasa en niños, en tanto que el diámetro del pliegue tricipital presenta mejor correlación con el porcentaje de GC que el IMC y otros pliegues cutáneos.

Entre los niños y adolescentes, el exceso de peso se asocia con peores niveles plasmáticos de lípidos y presión arterial (PA) más elevada. En general, la relación entre el IMC y el pliegue tricipital ha sido mayor con el colesterol asociado a lipoproteínas de alta densidad (HDLc [high-density lipoprotein cholesterol]) y la PA que con el colesterol total y el colesterol asociado a lipoproteínas de baja densidad (LDLc [low-density lipoprotein cholesterol]). La asociación entre la antropometría y los factores de riesgo CV fueron analizados en niños en escasos estudios, con resultados contradictorios. En algunos trabajos, el IMC presentó correlación con los factores de riesgo CV tanto en niños de peso normal como en aquellos con sobrepeso. Por el contrario, en otros ensayos, esta relación se mantuvo sólo en niños con sobrepeso. Ningún estudio previo utilizó AIB de 8 electrodos para evaluar la GC en relación con los factores de riesgo CV en niños.

El objetivo del presente estudio fue examinar la relación entre diferentes mediciones de adiposidad (IMC, pliegue tricipital y porcentaje de GC por AIB) con los niveles lipídicos y la PA en niños y evaluar si la magnitud de esta relación varía entre niños de peso normal y con sobrepeso.

Métodos

El presente fue un estudio transversal de 1 280 niños en edad escolar de ambos sexos, con edades comprendidas entre los 8 y 11 años, que concurrían a 22 escuelas del Estado en la provincia de Cuenca en España. La recolección de los datos se realizó en las escuelas. El peso se midió con los sujetos con pocas ropas y medias y se tomó el promedio de 2 mediciones con una balanza digital. La altura se obtuvo del promedio de 2 determinaciones con un estadiómetro de pared, con los niños en medias, parados derechos contra la pared, con la columna alineada con el estadiómetro y con el mentón paralelo al piso. El IMC se calculó como el peso en kg dividido por la altura en metros (kg/m2). Los niños fueron clasificados de acuerdo con los valores de corte del International Obesity Task Force en peso normal, sobrepeso y obesidad. Sobre la base del promedio de 3 determinaciones, se midió el diámetro del pliegue tricipital con un calibre en el punto medio entre el acromion y el olécranon, en la parte posterior del brazo izquierdo en flexión de 90º.

El porcentaje de GC fue estimado con un impedanciómetro. Este aparato consiste en 8 electrodos y emplea como método de referencia la absorciometría de rayos X de energía dual para calcular la composición corporal sobre la base de un análisis de regresión que incluye edad, peso y sexo. Se calculó el promedio de 2 lecturas por la mañana, bajo condiciones controladas de temperatura y humedad, con el niño descalzo, en ayunas y luego de un descanso de 15 minutos y de haber orinado.

Se medió la PA 3 veces en un período de 5 minutos. Los niños estaban sentados, tranquilos, con el brazo derecho semiflexionado a nivel del corazón. Para medir la PA, los investigadores emplearon un esfingomanómetro automático con manguitos de 3 tamaños de acuerdo con la circunferencia del brazo (17 a 22 cm, 22 a 32 cm y 32 a 42 cm).

Las muestras de sangre se tomaron luego de 12 horas de ayuno para determinar los niveles de colesterol total, triglicéridos, HDLc, LDLc (mediante la fórmula de Friedewald, se rechazaron las muestras con valores de triglicéridos > 400 mg/dl) y apolipoproteína AI (Apo) y Apo B.

Resultados

De los 1 599 niños en edad escolar invitados a participar del estudio, 1 280 accedieron (tasa de respuesta de 80.1%). De éstos, 621 (48.5%) eran de sexo masculino y 659 (51.5%), de sexo femenino. No se observaron diferencias significativas entre las medias de edad de los niños (9.48 años) y las niñas (9.41 años).

Si bien los coeficientes de correlación ajustados para la edad entre IMC, pliegue tricipital y porcentaje de GC se encontraban cerca de 1 en todos los casos, aquellos entre porcentaje de GC e IMC registraron los valores más altos, tanto para los niños como para las niñas. Respecto de los coeficientes de correlación ajustados para la edad entre las 3 mediciones de GC estratificados por IMC y porcentaje de GC, mientras que la correlación más fuerte en los cuartilos 1 a 3 del IMC y porcentaje de GC se observó entre el porcentaje de GC y el pliegue tricipital, en el cuartilo más alto de IMC y porcentaje de GC, la correlación más fuerte se observó para el porcentaje de GC e IMC.

En cuanto a los coeficientes de correlación ajustados para la edad entre las 3 mediciones de GC y la GC y los lípidos séricos y la PA, en general el porcentaje de GC y el IMC mostraron una correlación más fuerte con los lípidos séricos y la PA que el pliegue tricipital, entre los sexos. Además, las correlaciones fueron algo más fuertes para el porcentaje de GC que para el IMC en todos los casos, excepto para Apo AI, triglicéridos y PA sistólica. Estos resultados se mantuvieron en niños en el cuartilo más alto de IMC y porcentaje de GC. Sin embargo, entre los participantes con IMC en el cuartilo más bajo, el IMC no presentó una correlación estadísticamente significativa con la PA sistólica o diastólica. Los resultados entre los participantes en el cuartilo más bajo de porcentaje de GC fueron similares a los observados en el cuartilo más bajo del IMC, excepto para la correlación significativa entre el IMC, la Apo AI y el HDLc.

Los investigadores realizaron análisis de regresión lineal múltiple con las concentraciones lipídicas y la PA como variables dependientes. El porcentaje de GC mostró una asociación con todos los factores de riesgo CV evaluados, que fue independiente del IMC y el pliegue tricipital. El porcentaje de GC fue la medición de ésta con los coeficientes beta estandarizados más altos para Apo B, colesterol total, triglicéridos, HDLc, LDLc, colesterol total/HDLc y PA diastólica. En forma similar, en cada sexo, el porcentaje de GC mostró los mayores coeficientes beta estandarizados para Apo B, colesterol total y LDLc.

Discusión

El presente estudio informó sobre la utilidad relativa de 3 mediciones de GC en niños de 8 a 11 años. En particular, mostró que el porcentaje de GC por AIB se asocia en forma más estrecha con el IMC y el pliegue tricipital que estos 2 últimos entre sí. Además, señaló que el porcentaje de GC por AIB se asocia mejor con los lípidos séricos que el IMC y el pliegue tricipital en niños en diferentes categorías de IMC y porcentaje de GC. Por último, el análisis de regresión indicó que la relación entre el porcentaje de GC por AIB y los factores de riesgo CV evaluados es independiente tanto del IMC como del pliegue tricipital.

Si bien el estudio de la GC por AIB aún es discutible, las fórmulas para estimación de la GC han sido mejoradas recientemente. En el presente estudio, la asociación entre porcentaje de GC por AIB con el IMC y el pliegue tricipital fue más fuerte que las 2 últimas mediciones entre sí, tanto en niñas como en niños. Además, el IMC mostró una relación más débil con el porcentaje de GC y el pliegue tricipital entre los niños más delgados, posiblemente porque el IMC es una mejor medición de adiposidad en niños con mayor peso corporal. No obstante, algunos autores han cuestionado la confiabilidad de este parámetro para validar la GC con propósitos clínicos.

Si bien todavía no hay pruebas sobre la asociación entre la GC en la infancia y la enfermedad CV en la adultez, los estudios en adultos han demostrado que un alto porcentaje de GC por AIB se asocia con prevalencia de enfermedad coronaria y factores de riesgo CV. Los resultados de este estudio muestran que, en general, el porcentaje de GC por AIB y el IMC registran una relación más fuerte con los lípidos que el pliegue tricipital. En parte, los hallazgos podrían deberse a la mayor precisión en la medición de las variables, dado que en este estudio el IMC se calculó del promedio de 2 mediciones de peso y altura, el pliegue tricipital se tomó del promedio de 3 determinaciones y los coeficientes de variación para los lípidos fueron bajos. También podría deberse al estrecho intervalo de edad de los niños, dado que la maduración sexual modifica tanto la composición corporal como los niveles lipídicos. También podría ser consecuencia de la alta prevalencia de exceso de peso en este estudio, ya que la relación entre antropometría, lípidos y PA es más fuerte en la mayoría de los niños obesos. El IMC solo tuvo asociación con Apo AI y HDLc en niños en el cuartilo más alto de IMC. El pliegue tricipital mide la grasa subcutánea, con menores efectos metabólicos que la grasa visceral. Esta última se evalúa mejor mediante AIB y el IMC. Por lo tanto, en comparación con el pliegue tricipital, el porcentaje de GC es un mejor indicador de los niveles lipídicos y de la PA en relación con la adiposidad en niños.

En conclusión, el porcentaje de GC por AIB se asocia más estrechamente que el IMC y el pliegue tricipital con la mayoría de las fracciones de lípidos sanguíneos en niños entre 8 y 11 años y es un mejor indicador de obesidad, en particular entre aquellos con menor peso.

Especialidad: Bibliografía - Endocrinología - Pediatría

ADVERTENCIA:

El material incluido en este sitio ha sido concebido exclusivamente para los profesionales de la salud con fines informativos, y destinado a orientar sobre el uso adecuado de los medicamentos y a satisfacer sus necesidades de mayor información.

Todos los textos referidos a nuestros productos de venta bajo prescripción médica se corresponden a los lineamientos aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

Laboratorios Bagó le sugiere consultar siempre a un profesional de la salud calificado ante cualquier duda sobre una condición médica particular.

He comprendido y deseo ver la información

Consultas médicas: infoproducto@bago.com.ar