Bibliografía

Laboratorios Bagó > Bibliografías > Influencia del Síndrome Disfórico Premenstrual en la Interpretación de las Manifestaciones Afectivas No Verbales

Influencia del Síndrome Disfórico Premenstrual en la Interpretación de las Manifestaciones Afectivas No Verbales

  • AUTOR:Rubinow D, Smith M, Dancer K y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL:Facial Emotion Discrimination across the Menstrual Cycle in Women with Premenstrual Dysphoric Disorder (PMDD) and Controls
  • CITA:Journal of Affective Disorders 104(1-3):37-44, Dic 2007
  • MICRO: Las mujeres con síndrome disfórico premenstrual son propensas a percibir las emociones a través de las expresiones faciales en forma distorsionada, lo cual pone de manifiesto el trastorno afectivo que caracteriza esta entidad.

Introducción

En el síndrome disfórico premenstrual (SDPM), como en el trastorno depresivo mayor, se evidencian alteraciones en la percepción de las emociones a través de las expresiones faciales. Mediante las llamadas pruebas de discriminación facial (PDF), es posible comprobar que estas alteraciones se presentan de dos maneras: como una menor capacidad de reconocer una determinada emoción (incapacidad de reconocimiento), o como una mayor tendencia a identificarla como negativa (sesgo negativo).

Materiales y métodos

En el presente estudio participaron 53 mujeres, de las cuales 28 tenían diagnóstico de SDPM (grupo en estudio) y 27 no padecían ninguna disforia relacionada con los ciclos menstruales (grupo de control).

Antes de su inclusión, las participantes fueron evaluadas con una escala visual analógica, que consistía en asignarle un puntaje a cada síntoma emocional. En dos de cada tres ciclos menstruales, el grupo en estudio (edad promedio 37.9 años, DE = 5) mostraba un 30% más de síntomas negativos en la semana anterior al comienzo del ciclo que en la semana posterior.

Por otra parte, el grupo de control (edad promedio 33.5 años, DE = 7) no mostró cambios del estado de ánimo relacionados con el ciclo menstrual.

Se excluyeron del estudio a mujeres con anormalidades menstruales o en tratamiento farmacológico por cualquier motivo. Con el objeto de evitar confusiones, aquellas con diagnóstico de SDPM no debían padecer, ni haber padecido en los dos años previos, alguna de las siguientes afecciones: depresión, trastorno de ansiedad, trastorno bipolar, esquizofrenia o trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Las mujeres sin diagnóstico de SDPM no debían tener diagnóstico actual o antecedente de ninguna de las condiciones mencionadas.

Todas las participantes fueron evaluadas en la mitad de la fase folicular (días 5-11 del ciclo), en la mitad de la fase lútea y en los días previos al inicio del período menstrual (días 19-28). Durante la evaluación se les solicitó que completaran dos escalas de síntomas: la de Depresión de Beck (EDB) y la de Síndrome Premenstrual (ESPM).

La PDF fue efectuada en dos tiempos, uno en cada fase del ciclo menstrual. Se seleccionaron fotografías que mostraban diferentes expresiones faciales y las participantes debían asignarles un puntaje del 1 al 7, siendo 1 la expresión de mayor felicidad (estímulo positivo) y 7 la de mayor tristeza (estímulo negativo). Además, se les solicitó que determinaran la edad del individuo fotografiado en décadas.

En cada una de ellas, fueron determinados los verdaderos positivos (estímulo negativo con respuesta negativa, estímulo positivo con respuesta positiva), falsos positivos (estímulo neutro con respuesta negativa o positiva), verdaderos negativos (estímulo neutro con respuesta neutra) y falsos negativos (estímulo negativo o positivo con respuesta neutra).

Se calcularon el sesgo negativo (falsos negativos de estímulo positivo + falsos positivos por respuesta negativa, dividido por total de respuestas neutras + total de respuestas positivas), la sensibilidad (verdaderos positivos/verdaderos positivos + falsos negativos) y la especificidad (verdaderos negativos/verdaderos negativos + falsos positivos).

El cálculo estadístico se llevó a cabo mediante el procedimiento ANOVA, que es un análisis de varianza utilizado para comparar dos o más grupos en un determinado diseño. A la variable que define los grupos que se desea comparar se la llama independiente, mientras que la variable en la que se desea comparar los grupos es la dependiente.

Las variables independientes en este estudio fueron diagnóstico (grupo en estudio frente a grupo de control) como factor de variación intergrupal y fase del ciclo menstrual (folicular frente a lútea) como factor de variación intragrupal. Las variables dependientes de primer orden fueron falsos positivos por respuesta negativa (estímulo neutro con respuesta negativa), sensibilidad, especificidad, sesgo negativo y determinación de edad. Las variables dependientes de segundo orden fueron sesgo positivo, verdaderos positivos, falsos negativos y falsos positivos por respuesta positiva (estímulo neutro con respuesta positiva).

Con el objeto de mantener un error tipo I de 0.05, las comparaciones post-hoc se efectuaron con las pruebas t de Bonferroni.

Las escalas de síntomas también fueron analizadas mediante el procedimiento ANOVA para corroborar que el grupo en estudio presentara síntomas en el momento de la evaluación.

Resultados

No se comprobó una diferencia significativa en el día de evaluación de la fase folicular entre el grupo de control (día 8.2, DE = 2.0) y el grupo en estudio (día 7.7, DE = 1.8), ni en el día de evaluación de la fase lútea entre ambos (grupo de control: día 22.6, DE = 2.2; grupo en estudio: día 24.5, DE = 2.4).

ANOVA – Síntomas:

Las mujeres con SDPM mostraron un alto puntaje en las escalas de síntomas en la fase lútea, y un puntaje bajo o nulo en la fase folicular (grupo en estudio frente a grupo de control: F1,56 = 97.9, p < 0.001 para la ESPM, F1,56 = 18.7, p < 0.001 para la EDB; fase lútea frente a fase folicular en el grupo en estudio: Bonferroni t22 = 9.96, p < 0.001 para la ESPM, Bonferroni t22 = 4.31, p < 0.001 para la EDB).

ANOVA – PDF:

Las variables fueron determinación de edad, falso positivo por respuesta negativa, sensibilidad y especificidad de las respuestas e índice de sesgo negativo.

En el falso positivo, hubo una notable interacción grupo-fase, lo que refleja la tendencia del grupo de mujeres con diagnóstico de SDPM a identificar las emociones neutras como negativas, a diferencia de lo que sucede en el grupo de control.

Del mismo modo, se detectó una interacción diagnóstico-fase en la especificidad (no en la sensibilidad), manifestada por la identificación de estímulos neutros como negativos durante la fase lútea.

En el índice de sesgo negativo se vieron ambas interacciones, lo cual demuestra el aumento de dicho sesgo en presencia de SDPM.

El Bonferroni t demostró efectos significativos relacionados con la fase del ciclo menstrual para las tres variables (falso positivo, especificidad e índice de sesgo negativo) en el grupo en estudio.

Por otra parte, se observaron efectos significativos relacionados con el diagnóstico en los verdaderos positivos (disminuidos en presencia de la enfermedad, F1,53 = 4.98, p = 0.03) y en falsos negativos (aumentados en presencia de la enfermedad, F1,53 = 4.98, p = 0.03). Dichos efectos no se observaron en la determinación de edad (F = 0.09, p = no establecido).

Discusión

Sobre la base de lo expuesto, los autores concluyen afirmando que las mujeres con diagnóstico de SDPM tienen mayor dificultad para interpretar adecuadamente las manifestaciones afectivas no verbales.

Durante la fase lútea, en concordancia con los cambios del estado de ánimo, el grupo de mujeres que padece el síndrome tiene mayor predisposición a identificar una expresión neutra como negativa (incapacidad de reconocimiento) y a asignarle un puntaje más alto a las expresiones cercanas a la neutralidad (sesgo negativo).

Las PDF fueron llevadas a cabo sin límite de tiempo y estaban basadas en juicios de valor subjetivos que no requerían gran concentración, por los cual es improbable que los resultados hayan sido influenciados por distracciones o por falta de motivación de las participantes. Prueba de ello es que no hubo diferencias significativas en las pruebas de discriminación de edad entre las mujeres con SDPM y el grupo de control.

El sesgo negativo es una de las variables en la que se detectaron cambios relacionados con los ciclos menstruales en el grupo en estudio. Por lo tanto, los autores presumen que las disforias que tienen lugar durante la fase lútea generan un deficiente funcionamiento de ciertas áreas cerebrales (por ej. la corteza occipito-frontal, la amígdala, el gyrus fusiform [parte del lóbulo temporal también conocida como gyrus occipitotemporal que interviene en la función de reconocimiento del cuerpo y la cara] y el sulcus del temporal superior, uno de los tres gyrus del lóbulo temporal) involucradas en el procesamiento de la información afectiva no verbal.

Las limitaciones de este estudio fueron, por un lado, el insuficiente número de mujeres afectadas y, por el otro, los subóptimos valores de significación estadística que se alcanzaron. Por consiguiente, los autores consideran que los resultados obtenidos son preliminares hasta tanto no sean reproducidos en muestras independientes.

Se aguarda a que futuras investigaciones puedan ayudar a dilucidar el sustrato neurológico de los trastornos de la percepción emocional en mujeres con SDPM.

Especialidad: Bibliografía - Ginecología - Psiquiatría

ADVERTENCIA:

El material incluido en este sitio ha sido concebido exclusivamente para los profesionales de la salud con fines informativos, y destinado a orientar sobre el uso adecuado de los medicamentos y a satisfacer sus necesidades de mayor información.

Todos los textos referidos a nuestros productos de venta bajo prescripción médica se corresponden a los lineamientos aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

Laboratorios Bagó le sugiere consultar siempre a un profesional de la salud calificado ante cualquier duda sobre una condición médica particular.

He comprendido y deseo ver la información

Consultas médicas: infoproducto@bago.com.ar