Laboratorios Bagó > Bibliografías > La Relación entre la Obesidad, los Niveles de Estrona y la Enfermedad Coronaria en Mujeres Posmenopáusicas
La Relación entre la Obesidad, los Niveles de Estrona y la Enfermedad Coronaria en Mujeres Posmenopáusicas
- AUTOR:Silva T, Barrett-Connor E, Ramires J, Mansur A
- TITULO ORIGINAL: Obesity, Estrone, and Coronary Artery Disease in Postmenopausal Women
- CITA:Maturitas 59(3):242-248, Mar 2008
- MICRO: Los factores de riesgo asociados con la obesidad aumentan la prevalencia de eventos cardiovasculares, mientras que los asociados con los niveles de estrona disminuyen la aparición de dichos eventos en mujeres con riesgo elevado.
Introducción
El vínculo entre la obesidad, los estrógenos endógenos y la enfermedad coronaria (EC) en las mujeres posmenopáusicas es incierto. En este estudio prospectivo los autores pretendieron analizar la asociación entre el índice de masa corporal (IMC) y los niveles plasmáticos de estrona en estas mujeres con EC o con factores de riesgo importantes de presentarla.
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) representan la principal causa de muerte en Brasil. El mecanismo fisiopatogénico es la aterosclerosis y los factores de riesgo incluyen: la obesidad, la hipertensión arterial y la dislipidemia, entre otros.
Los estrógenos endógenos tendrían un efecto protector ante la aparición de EC y de aterosclerosis por lo que con la menopausia y la consiguiente disminución de hormonas, aumenta la prevalencia de EC en las mujeres que atraviesan dicha etapa.
Entre los efectos protectores se incluyen: el aumento de los niveles de colesterol asociado a lipoproteínas de alta densidad (HDLc), la disminución de los niveles sanguíneos de glucosa, el efecto vasodilatador arterial, entre otros. Los estrógenos son producidos en distintos tejidos, en especial el adiposo, y actúan a través de la activación de receptores específicos alfa y beta. La cantidad de dichos receptores disminuye con la posmenopausia y se vio que esta reducción es menor en mujeres obesas.
A pesar de lo antedicho, los hallazgos acerca de la asociación de los niveles endógenos de estradiol y la enfermedad cardíaca son escasos y poco se conoce sobre el efecto de la estrona sobre los eventos cardiovasculares en la posmenopausia.
El objetivo del presente estudio fue determinar si los niveles de estrona están vinculados con el tamaño corporal de las mujeres posmenopáusicas con EC o con marcados factores de riesgo para ésta, así como comprobar si la obesidad o los bajos niveles de estrona ejercen efectos desfavorables independientes sobre la aparición de EC o sobre la mortalidad por esta enfermedad.
Pacientes y métodos
Las pacientes estaban representadas por 251 mujeres posmenopáusicas de entre 50 y 90 años provenientes de una clínica de cuidados ambulatorios, que no recibían tratamiento de reemplazo hormonal con estrógenos. Fueron excluidas del estudio aquellas mujeres bajo terapia de reemplazo hormonal y con patologías en estadios avanzados o con enfermedades clínicas limitantes. La obtención de los antecedentes clínicos y quirúrgicos, de las muestras de sangre en ayunas para la determinación de los niveles plasmáticos de estrona y de parámetros de laboratorio relacionados con los factores de riesgo de enfermedades cardíacas fue realizada al inicio del estudio, al año y a los 2 años.
Los estudios de laboratorio efectuados fueron: perfil lipídico, glucemia, niveles plasmáticos de estrona, entre otros; mientras que los factores de riesgo de EC evaluados incluyeron: diabetes, hipertensión arterial, dislipidemia, IMC, entre otros.
Las mujeres fueron dividas en grupos de acuerdo al IMC (kg/m2) y a los niveles de estrona. Los valores de referencia tomados para el primero fueron: normal (18. 5 < IMC < 25), sobrepeso (25 < IMC < 30) y obesidad (IMC > 30), mientras que los de estrona fueron: nivel bajo (< 15 pg/ml) y nivel alto (> 15 pg/ml). Los eventos cardiovasculares fatales y no fatales fueron registrados durante 2 años a partir del inicio de la investigación.
Resultados
Las mujeres que presentaron niveles plasmáticos bajos de estrona resultaron ser de mayor edad, más delgadas y con menor prevalencia de hipertensión y de diabetes. También tuvieron menores niveles de triglicéridos, glucemia y proteína C reactiva (PCR) y valores más reducidos de IMC.
El IMC se asoció de manera positiva con los niveles plasmáticos de estrona, con la hipertensión y la diabetes y de forma inversa con los niveles de HDLc.
Se registraron durante los 2 años de seguimiento de las participantes, 25 eventos cardiovasculares no fatales y 14 muertes, de las cuales 8 fueron atribuidas a EC.
La curva de supervivencia de Kaplan-Meier mostró una tendencia no significativa (p = 0.074) de mayor mortalidad por todas las causas en las mujeres con niveles bajos de estrona (< 15 pg/ml).
En este modelo, ajustado por el IMC, la edad (odds ratio [OR] = 1.08, p = 0.037), los niveles de PCR (OR = 1.24, p = 0.024) y de hipertensión (OR = 6.22, p = 0.003) demostraron actuar como predictores independientes de mortalidad por todas las causas.
Discusión
En el presente estudio, la alta prevalencia de EC se asoció con la presencia de bajos niveles plasmáticos de estrona. Sin embargo, dichos niveles hormonales no ejercieron ningún efecto sobre el número de eventos cardiovasculares fatales y no fatales observados.
Se comprobó un aumento del riesgo de mortalidad por todas las causas en las mujeres que presentaban niveles plasmáticos de estrona < 15 pg/ml (p = 0.074) a pesar de la escasa cantidad de eventos fatales registrados y del breve período de seguimiento.
También se comprobó una relación entre el grado de obesidad y los niveles de estrona. Una gran cantidad de mujeres tenían sobrepeso o eran obesas y presentaban síndrome metabólico. Por lo tanto, los niveles hormonales fueron mayores en aquellas con obesidad y la presencia de esta enfermedad se asoció con mayor riesgo cardiovascular, enfermedades metabólicas, diabetes, hipertensión y EC.
Dos investigaciones recientes cuestionan la asociación entre la obesidad y la EC. La primera de ellas está representado por un metanálisis de 26 estudios de observación, en el que se observó que tanto la mortalidad por todas las causas como la mortalidad cardiovascular son similares en las pacientes con sobrepeso y sin él.
El segundo estudio demostró la misma mortalidad entre las pacientes con sobrepeso y sin él, pero se observó una tasa de mortalidad mayor entre las pacientes con bajo peso y en aquellas con obesidad.
Los motivos de dichos cuestionamientos fueron la ausencia de ajustes estadísticos de los estudios previos y la carencia de poder de discriminación del IMC.
La obesidad también se asocia con una mayor producción de factores proinflamatorios (si bien el el original dice posinflammatory es un error) como el factor de necrosis tumoral alfa, la PCR, la interleuquina 6, entre otros. Por lo tanto, las mujeres con obesidad y sedentarismo son más proclives a presentar niveles elevados de PCR con la consiguiente disfunción endotelial, aterosclerosis y eventos cardiovasculares.
Los autores verificaron niveles elevados de estrona en las mujeres con obesidad y niveles similares de la hormona entre las participantes con sobrepeso y sin él. La relación entre los niveles hormonales y el IMC fue leve pero con importante significado estadístico. Además, observaron un vínculo notorio entre la presencia de síndrome metabólico y sobrepeso y obesidad. Ambos hallazgos fueron consecuentes con los resultados obtenidos en otros estudios recientes.
Ante dichas observaciones, se plantea la hipótesis de que la estrona podría ser una respuesta compensatoria para proteger el organismo (en especial al sistema cardiovascular) ante los cambios metabólicos causados por la obesidad en mujeres posmenopáusicas.
Algunos de los mecanismos involucrados estarían representados por la actividad de los estrógenos endógenos o de factores inflamatorios sobre el metabolismo de los lípidos y de la glucosa.
El presente estudio aporta dos nuevas e importantes observaciones con relación al vínculo entre los niveles de estrona y la EC y es que las mujeres con EC definitiva, confirmada por angiografía coronaria al inicio del estudio, fueron más proclives a presentar niveles de estrona < 25 pg/ml. Dicho valor de corte fue elegido porque representa la mediana de los resultados obtenidos en las pacientes estudiadas y porque brinda el valor adecuado para disminuir los errores estadísticos.
La curva de supervivencia de Kaplan-Meier mostró una tendencia (p = 0.074) de reducción de la mortalidad total en el 12% de las mujeres que presentaron niveles de estrona < 15 pg/ml. No obstante, no se observó ninguna asociación cuando el mismo análisis fue realizado con niveles de estrona < 25 pg/ml, presente en el 66% de estas mujeres.
Estos hallazgos demuestran que las mujeres con sobrepeso u obesidad presentan menos factores de riesgos para enfermedad cardiovascular y niveles elevados de estrona.
Conclusión
Los factores de riesgo asociados con la obesidad aumentan la prevalencia de eventos cardiovasculares y los asociados con los niveles de estrona disminuyen la aparición de dichos eventos en mujeres con riesgo elevado de enfermedad coronaria.
Las mujeres posmenopáusicas con niveles de estrona < 15 pg/ml presentan una tendencia hacia el aumento de la mortalidad en los 2 años siguientes a la determinación. A pesar de lo antedicho, se deben realizar estudios con mayor cantidad de participantes y con un seguimiento más prolongado.
Especialidad: Bibliografía - Ginecología