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Diferencias en la Prevalencia, Mortalidad y Respuesta al Tratamiento del Cáncer en Pacientes Adolescentes
- AUTOR: Desandes E
- TITULO ORIGINAL: Survival from Adolescent Cancer
- CITA: Cancer Treatment Reviews 33(7):609-615, Nov 2007
- MICRO: Entre los pacientes adolescentes, la respuesta al tratamiento de las enfermedades neoplásicas es menor respecto de los menores de 14 años, por lo que deberán considerarse las características particulares de estos pacientes para diseñar tratamientos específicos más eficaces.
Introducción
La incidencia de cáncer en adolescentes constituye menos del 0.5 % del total. Sin embargo, en los países desarrollados, el cáncer es la segunda causa de muerte en este grupo de edad, después de las muertes por accidentes. Hay diferencias sustanciales en los tipos de neoplasias que afectan a adolescentes en comparación con niños y adultos. Las neoplasias más frecuentes son linfomas, leucemias, sarcomas óseos y de partes blandas y tumores de células germinales. Según análisis realizados en los EE.UU., la supervivencia a 5 años en jóvenes adultos con cáncer se ha mantenido en el 70% desde 1986. El gran progreso observado en el tratamiento del cáncer en niños y adultos no se ha producido en este grupo de edad.
El objetivo de este estudio fue presentar los valores de supervivencia de los pacientes entre los 15 y 19 años a los cánceres más frecuentes, destacar las diferencias encontradas entre los EE.UU. y diversas regiones de Europa, evaluar la evolución en los últimos 25 años de las tasas de supervivencia y comparar su variación según la modalidad de tratamiento.
Tasa de supervivencia de los cánceres más frecuentes
Según los estudios realizados, la supervivencia a los 5 años para todos los tipos de cáncer en adolescentes en Europa es del 73% y en los EE.UU., del 78%. Los tumores hematológicos, los más frecuentes en este grupo de pacientes, se asocian con una tasa de supervivencia a los 5 años variable según el tipo específico de tumor: del 89-92% para el linfoma de Hodgkin; del 66-71% para el linfoma no Hodgkin; y del 55%, 35-41% y 37% para la leucemia linfoblástica aguda, leucemia no linfoblástica aguda y leucemia mieloide crónica, respectivamente. En lo que se refiere a los tumores sólidos, se observa una supervivencia a los 5 años mayor del 85% en el carcinoma de tiroides, tumores de células germinales y melanomas. En los sarcomas de partes blandas, la supervivencia a 5 años es del 66%; estos valores son del 46% para el rabdomiosarcoma y del 81% para el fibrosarcoma. La supervivencia relacionada con los tumores óseos es del 48-62% y de los tumores del sistema nervioso central, del 70-76%.
Diferencias geográficas
Fueron evaluados los patrones de supervivencia de adolescentes según el país de residencia. La recolección de datos se realizó en los EE.UU. entre 1985 y 1999 y en 19 países de Europa entre 1988 y 1997, distribuidos para su análisis en 5 áreas. Se encontraron variaciones en la supervivencia a 5 años por cáncer entre los diferentes países, con un mínimo del 57% para Europa del Este (Estonia, Hungría, Eslovaquia, Bielorrusia) y máximo del 78% para Europa del Norte (Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega) y los EE.UU. Los índices de supervivencia de Europa del Este fueron los más bajos para todos los tipos de neoplasia evaluados. Europa del Norte tuvo los mayores índices de supervivencia a 5 años en los tumores de sistema nervioso central, sarcomas de partes blandas y tumores de células germinales; Gran Bretaña, en leucemias; y Europa del Este, en melanoma. Los EE.UU. tuvieron la mayor tasa de supervivencia en linfomas y tumores óseos malignos.
Evolución de las tasas de supervivencia
La supervivencia por cáncer a los 5 años en los pacientes entre los 15 y 19 años aumentó desde fines de los años 70 a fines de los 90 del 57% a 76% en Europa y del 64% a 79% en los EE.UU.; y alcanzó, en algunos casos, más del 90% (tumores germinales, linfoma de Hodgkin y tumores epiteliales). Las tasas de supervivencia han mejorado para todos los tipos de neoplasias malignas; se destacan los casos de linfoma no Hodgkin (+34%), leucemia (+23-29%), tumores de células germinales (+26%) y los tumores de sistema nervioso central (+11-20%).
Tasas de supervivencia en niños y adolescentes
En Europa y los EE.UU., las tasas de supervivencia para diversos tipos de neoplasias entre los pacientes adolescentes son significativamente menores a las registradas en niños (0-14 años). Estas diferencias son notorias respecto de la leucemia linfoblástica aguda, linfomas no Hodgkin, osteosarcoma, sarcoma de Ewing y sarcomas de partes blandas, principalmente el rabdomiosarcoma. En los EE.UU., la mejoría de la supervivencia a los 5 años para niños de 0 a 14 años con cáncer ha aumentado un 1.5 % anual en las últimas 3 décadas, en tanto que entre los pacientes adolescentes y adultos jóvenes (20-24 años), esta mejoría fue del 0.9% y 0.5%, respectivamente. Los índices de supervivencia en pacientes adolescentes desde 1974 a 1999 han mejorado en un 23%; en el caso de los niños menores de 14 años, esta mejoría fue del 40% en el mismo período.
Respuesta al tratamiento con protocolos de tratamiento pediátricos o de adultos
El tratamiento de las neoplasias malignas en pacientes adolescentes y adultos jóvenes debe modificarse y actualizarse, dado que las mejorías alcanzadas en la supervivencia son inferiores a las registradas en otras edades. Es posible que al recibir tratamiento con esquemas para adultos, estos pacientes sean tratados con dosis menores a las necesarias, dado que se han observado mejores resultados con los tratamientos pediátricos más intensivos. Los resultados son coincidentes en el tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda; el empleo de los protocolos de tratamiento pediátrico en pacientes menores de 24 años tuvo un aumento del 30% a los 5 años en el tiempo libre de eventos, los años libres de enfermedad y la supervivencia. Se obtuvieron resultados similares en relación con el tratamiento de la leucemia mieloide aguda, el osteosarcoma, el tumor de Ewing y el rabdomiosarcoma.
Discusión
La supervivencia global a los 5 años en pacientes adolescentes con cáncer es del 73% a 78%, cercana a la observada en niños (72-75%), lo cual se explica por la alta incidencia en adolescentes de tumores con buen pronóstico, como el linfoma de Hodgkin y los tumores genitales de células germinales. Tanto en niños como en adolescentes, se observaron diferencias regionales en la supervivencia al cáncer entre los EE.UU. y las diferentes regiones de Europa. En ambos grupos de edad, y considerándose todos los tipos de neoplasia malignas, Europa del Este obtuvo la tasa de supervivencia más baja. Entre las variables que explicarían las diferencias halladas se encuentran: la existencia de un mejor sistema de derivación, la mayor accesibilidad a tratamientos complejos y costosos y las diferencias en los sistemas de salud y de recursos.
No obstante los avances, la diferencias existentes en la supervivencia a 5 años entre los pacientes adolescentes y los niños menores de 14 años con cáncer aún son significativas, principalmente en la leucemia linfoide aguda, linfoma no Hodgkin, tumor de Ewing, osteosarcomas y sarcomas de partes blandas. El aumento en la supervivencia alcanzado entre los pacientes menores de 14 años duplica al de los adolescentes (mejoría anual de 1.8% vs. 0.9% y total de 40% vs. 23% en los últimos 25 años). Esta situación podría deberse a diversos factores, entre ellos:
– la menor participación de los pacientes adolescentes o adultos jóvenes con cáncer en protocolos de investigación. El 75% de los pacientes menores de 14 años participa en protocolos de investigación; esta cifra es de sólo un 7-10% para los adolescentes. Los criterios de inclusión son variables según la patología en estudio; es poco frecuente la realización de protocolos combinados de adultos/niños. La inclusión en grupos controlados de tratamiento dentro de protocolos de investigación podría tener un efecto positivo en la supervivencia de los pacientes adolescentes.
– la elección del tratamiento. Las dosis usadas en el tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda en niños son mayores que en adultos. Sin embargo, la complejidad de los tratamientos hace difícil una comparación exacta. Asimismo, sigue siendo objeto de debate la razón por la cual los adolescentes y adultos jóvenes responden mejor a los tratamientos con protocolos pediátricos.
– diferencias biológicas. Los avances en biología molecular han generado la clasificación de las neoplasias en subgrupos con comportamientos biológicos diferentes. Al respecto, el factor pronóstico más importante en la leucemia linfoblástica aguda es una mutación genética adquirida por los linfoblastos conocida como cromosoma Philadelphia. Las alteraciones genéticas encontradas varían entre niños y adultos; son más frecuentes en estos últimos y ocasionan mayor resistencia a drogas y fracasos en el tratamiento.
– las características psicosociales de los adolescentes. Los adolescentes suelen concurrir más tarde a la consulta, lo cual retrasa el momento del diagnóstico e inicio del tratamiento. A su vez, tienen muy baja adhesión a los tratamientos complejos y prolongados, lo que se asocia con registros de falta de cumplimiento de hasta el 50%. En algunos países, se debería considerar la falta de recursos económicos o seguro médico.
Conclusiones
A partir de estos resultados, señalan los autores, el estudio del cáncer en pacientes adolescentes constituye un nuevo desafío para la oncología, el de mejorar las tasas de respuesta al tratamiento y de curación del cáncer en estos pacientes. Las diferencias en la evolución de las mismas enfermedades neoplásicas entre niños y adolescentes aún son demasiado grandes. Deberían realizarse estudios de supervivencia específicos en adolescentes con cáncer y dilucidar si estas diferencias se relacionan con el comportamiento biológico de la enfermedad o con las prácticas de cuidado del paciente.
Especialidad: Bibliografía - Oncología