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Estrategias Psicológicas y Psiquiátricas de los Chamanes y el Chamanismo

  • AUTOR: Krippner S
  • TITULO ORIGINAL: Os Primeiros Curadores da Humanidade: Abordagens Psicológicas e Psiquiátricas sobre os Xamãs e o Xamanismo
  • CITA: Revista de Psiquiatria Clínica 34(1):17-24, 2007
  • MICRO: El presente estudio informa cómo los chamanes alcanzan y utilizan las alteraciones fenomenológicas de atención, percepción y conciencia a favor de sus comunidades, y su importancia para la neurociencia cognitiva, la psicología social y la psicoterapia.

Introducción

El término «chamán» describe una persona que atiende las necesidades psicológicas y espirituales de una comunidad y las técnicas que los capacitan se llaman «chamanismo». Los chamanes fueron los primeros psicoterapeutas, médicos, magos, artistas de performance, contadores de historias y previsores del clima de la humanidad. En el presente estudio se describen los chamanes como sanadores que modifican su patrón fenomenológico de atención, percepción y conciencia para obtener informaciones no disponibles en general de los miembros del grupo social que les brindó este estatus privilegiado.

El objetivo de este estudio fue describir cómo esas alteraciones fenomenológicas se alcanzaron y fueron utilizadas; para este fin, se emplearon estudios de la literatura chamánica en archivos y estudios de campo en comunidades en que éstos todavía actúan en forma activa.

Roles chamánicos

El antropólogo Michael Winkelman codificó cada practicante en forma separada y en 4 grupos: 1) «complejo chamán», consiste en chamanes, chamanes-sanadores y sanadores; 2) sacerdotes y sacerdotisas; 3) adivinos y médiums; 4) practicantes malévolos, incluidos las brujas y los hechiceros. Los chamanes sanadores se especializan en las prácticas de curación, mientras que, en general, los sanadores trabajan sin las alteraciones de la conciencia que caracterizan a los chamanes. Es importante señalar que con frecuencia los chamanes interactúan con espíritus y algunas veces los incorporan, pero permanecen en el control del proceso y suspenden sólo temporalmente el control voluntario de las acciones. Los chamanes saben cómo entrar y salir de los estados de alteraciones de la conciencia. Los adivinos, los videntes y los médiums actúan por la solicitud de un cliente para la curación o para realizar profecías luego de incorporar espíritus. Según ellos, son canales para el poder de los espíritus y actúan de manera involuntaria cuando son «poseídos» por éstos. Por su parte, los practicantes malévolos no perciben su misión como una mejoría para la comunidad, son solicitados para perjudicar a los enemigos o pedir favores a los espíritus para individuos específicos, para lo que utilizan la hechicería, la brujería, las magias y los sortilegios. Actualmente, los chamanes existen en diversos niveles de la sociedad. Cuanto más compleja es una sociedad, es más probable la existencia de representantes de todos los tipos de practicantes chamánicos.

Selección y entrenamiento de los chamanes

Algunos chamanes heredan su papel, en tanto que otros pueden exhibir signos corporales, como un dedo supernumerario, albinismo o una marca de nacimiento no frecuente, convulsiones o patrones de conducta culturalmente asociados con el sexo opuesto o experiencias raras, como sensaciones de encontrarse «fuera del cuerpo» y sueños vívidos y lúcidos. Además, los futuros chamanes pueden sobrevivir a una enfermedad casi fatal e interpretar ese fenómeno como un llamado. Los espíritus pueden avisarlo en sus sueños o en devaneos diurnos.

En algunas sociedades no existe un entrenamiento formal, mientras que en otras puede durar varios años. Los mentores pueden ser los chamanes más antiguos o aun entidades espirituales, incluidos sus ancestros, los espíritus de la naturaleza y los animales poderosos.

Las habilidades a ser aprendidas varían según la sociedad pero, en general, incluyen el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, contactos con espíritus, coordinación de rituales, interpretación de los sueños, previsión del clima, trabajos con yuyos, profecías y dominio de la autorregulación de las funciones corporales y de los estados de atención. El entrenamiento ético es un elemento clave en la educación de los chamanes, porque el chamanismo está basado en una ética de compasión y servicio. Por lo general, el chamán necesita contactar espíritus por varios propósitos: si están descontentos, para ser calmados; si se muere alguien sin dejar testamento, para hacer la división de los bienes, etc. También deben aprender alguna performance mágica, incluida la prestidigitación, la percepción extrasensoria y la psicocinesis. En la mayoría de las sociedades chamánicas, los iniciantes deben aprender una variedad de símbolos, cantos, danzas, canciones, poemas épicos e historias y se realiza una conmemoración especial cuando el iniciante pasa la etapa principal de su entrenamiento. Los chamanes son hombres y mujeres de gran talento, que dominan un vocabulario complejo y sabiduría respecto de los yuyos, los rituales, los procedimientos de curación y el mundo de los espíritus de sus culturas.

Estados alterados de conciencia

En principio, los primeros chamanes eran considerados simples sanadores de la naturaleza; sin embargo, durante la última etapa feudal de la evolución social, habían inventado los espíritus y con eso necesitaron desarrollar los estados alterados de conciencia (EAC) para hacer contacto y comunicarse con estos espíritus.

La mayoría de los investigadores señala que los EAC son básicos para el chamanismo, en especial la «incorporación espiritual» y el «viaje astral». Con el objetivo de determinar los puntos comunes entre los varios EAC chamánicos, Larry Peters y Douglas Price-Williams compararon 42 sociedades de 4 áreas culturales distintas e identificaron 3 elementos comunes: control voluntario del inicio y la duración de los EAC, memoria de la experiencia luego del EAC y la habilidad para comunicarse con otros durante este estado.

Según Ruth-Inge Heize, la diferencia básica entre los chamanes y los médiums es que los primeros «son capaces de embarcarse en un vuelo mágico y seguir siendo actores durante sus performances. A su vez, los médiums son poseídos por los espíritus, que utilizan sus cuerpos para actuar». Además, en general, los chamanes viajan en el mundo espiritual más que los otros practicantes; pueden ir de la «tierra media» hacia el «mundo superior» para visitar espíritus ancestros, del «mundo inferior» a visitar animales de poder y viajar al pasado, al futuro y a sitios remotos de la tierra. Los espíritus encontrados en cada uno de estos planes difieren según la sociedad, pero la jornada chamánica en general se vincula con la habilidad de entrar en EAC.

El término más frecuentemente utilizado para describir la naturaleza voluntaria de la personificación del espíritu es «incorporación», que puede estar acompañada de amnesia o no, de acuerdo con el practicante y su entrenamiento cultural. Sin embargo, en la «posesión», en general el individuo incorpora el espíritu de manera involuntaria o imprevisible y luego hay amnesia para lo experimentado. La persona poseída parece estar invadida por una personalidad diferente, que se manifiesta por cambios de la fisonomía, la personalidad, la voz o las funciones motoras.

En un estudio de Winkelman sobre 47 sociedades, los datos demostraron que al menos un practicante en cada población presentó inducción a un EAC asociado con el entrenamiento de roles. Los procedimientos específicos de inducción incluían sustancias como alcohol, opiáceos, psicodélicos, estimulantes y tabaco, estimulación auditiva con tambores o maracas, exposición a temperaturas extremas, abstinencia sexual, aislamiento social, inducción o privación del sueño, restricciones alimentarias, convulsiones inducidas, conducta motora excesiva y relajación extrema.

El modelo psicofisiológico de los EAC se presenta como «un estado parasimpático dominante, caracterizado por la dominancia de la corteza frontal por descargas de ondas lentas originarias en el sistema límbico».

Se ha demostrado que el sonido de tambores puede producir activación cerebral por coincidir con la frecuencia theta del electrocardiograma, es decir, aproximadamente 4 a 8 ciclos por segundo. También se ha informado una mejoría de los estados de ánimo positivos e incremento de la respuesta inmune positiva, como la medición de la concentración de inmunoglobulina salivar A durante el toque de tambores chamánicos. Además, se halló incremento de la actividad de las células natural killer.

Curaciones chamánicas

Los chamanes consideran la mente y el cuerpo como una unidad indivisible. El dolor y otros síntomas, además de los sueños, el aura, los campos de energía y los eventos poco comunes en la vida del paciente, se visualizan como la fuente de información para el diagnóstico de su enfermedad.

El tambor y la manipulación simbólica son fundamentales para que el chamán se dirija a los mundos de los espíritus y soplar el humo en las 4 direcciones representa un apelo a los guardianes de los 4 rincones del universo. Para ellos, la imagen mental y la imaginación desempeñan papel importante en la cura. Los procedimientos específicos de cura incluyen dieta, ejercicios, yuyos, relajación, imaginación mental, rezos, purificaciones y rituales diversos. Los tratamientos dependen del diagnóstico y de las tradiciones culturales. Si un individuo parece padecer de «pérdida del alma», el chamán va a buscarla, restituyéndola antes de que la persona se acerque a una condición terminal. El diagnóstico determina si el alma ha sido robada o extraviada del cuerpo. Algunos de los agentes causales de las enfermedades serían el rompimiento de un tabú, el karma de acciones pasadas, algún objeto extraño en el cuerpo y el mal de ojo. En los últimos años, agregaron a su esquema etiológico la teoría del germen en la enfermedad, por lo que algunos de sus clientes fueron derivados a médicos alópatas. Respecto de las prácticas de curación, los chamanes, los psicólogos y los psiquiatras presentan más similitudes que diferencias. Como resultado de esa similitud, el estudio psicológico del chamanismo contiene algo importante para ofrecer a la neurociencia cognitiva, a la psicología social, a la psicoterapia y a la psicología ecológica.

Neurociencia cognitiva

Las prácticas chamánicas proporcionan a los neurocientíficos cognitivos una oportunidad excepcional de analizar los fundamentos neurológicos de una tecnología que mantiene la conciencia, amplía la percepción y facilita el recuerdo, mientras la atención del practicante se mueve entre los focos interno y externo. Las investigaciones neurológicas, en combinación con las pesquisas de informes verbales chamánicos, pueden contribuir a la comprensión más profunda de la evolución humana, cultural y personal.

Psicología social

Consiste en el estudio de las actitudes y conductas individuales en sitios en los que están presentes otras personas. La visión chamánica del mundo tradicional define los individuos en términos de sus clanes y sistemas de parentesco y ofrece un esquema apropiado para el estudio de los psicólogos sociales. Además, el chamanismo es una adaptación cultural a adaptativos potenciales de base biológica, especialmente aquellos que fomentan la capacidad de hipnosis que coincide con las experiencias anómalas y espirituales. Con base en esas experiencias, los chamanes desarrollaron rituales que promueven la cohesión intragrupal, la fertilidad y los resultados terapéuticos.

Luego de evaluar a distintos profesionales de la salud, E Fuller Torrey concluyó que la naturaleza de un tratamiento eficaz refleja 1 o más de 4 principios fundamentales: 1) una visión del mundo compartida entre el profesional y el paciente; 2) calidades personales del profesional; 3) expectativas positivas del paciente y 4) procedimientos que promuevan un sentido de control de parte del paciente.

Mucha de la eficacia de los chamanes se debe a que sus conceptos de enfermedad son los mismos de sus clientes. Además, promueven una imagen positiva de sí mismos y de sus poderes, para impresionarlos. El apelo emocional y la evocación de fe, esperanza y confianza aumentan las expectativas del cliente. El apelo a la comunidad para ayudar en la curación proporciona soporte social o recursos del ambiente que suelen ser benéficos para la salud psicológica y física del paciente. Diversos estudios indican que las personas que reciben apoyo social de su red comunitaria, en particular si éste viene de individuos significativos, tienden a presentar menos problemas psicológicos que aquellas que no reciben este apoyo. El apoyo social es la base de la intervención chamánica.

Terapias psicológicas y psiquiátricas

Son intentos deliberados de modificar actitudes, conductas y experiencias que los pacientes y sus grupos sociales juzgan disfuncionales, que inhiben las relaciones interpersonales, causan daños funcionales o bloquean la concreción de talentos y las capacidades de los pacientes. Las prácticas chamánicas de curación intentan modificar actitudes, conductas y experiencias disfuncionales a través de una serie estructurada de contactos entre un practicante sancionado socialmente y clientes en sufrimiento, pero que reconocen el estatus del practicante. Cuando los individuos en sufrimiento deciden que sus propios recursos, ni los de sus familiares y amigos son suficientes para aliviar sus aflicciones, buscan asistencia de los practicantes culturalmente aceptados como chamanes. Pero lo que se considera disfuncional en una cultura puede no ser considerado problemático en otras. Como los países desarrollados se han vuelto multiculturales, los psicólogos y psiquiatras occidentales necesitan estar mejor informados respecto de los sistemas de creencia de sus pacientes.

La cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-IV) ya menciona los «trastornos de trance disociativo» y «problemas religiosos o espirituales» y un glosario de «síndromes relacionados con la cultura». Según el autor, no debe sorprender si los médiums o chamanes disfrazan u ocultan sus actividades en público en las sociedades occidentales por miedo a ser considerados enfermos mentales.

Los procedimientos de cura chamánicos son un desafío para los psicólogos en la elección de los resultados en los ensayos clínicos. Se puede indagar si los resultados deben ser definidos en términos chamánicos (rescate exitoso de una alma o recuperación del flujo de energía de una persona) u occidentales (cesación de los síntomas o volver al trabajo diario), o si los resultados deben basarse en el patrón de recuperación valorizado por el individuo, la familia o la comunidad entera. Todavía hay muchos factores de confusión para los investigadores.

Psicología ecológica

Según la psicología ecológica, para ser psicológicamente sanas, las personas deben reconocer que el planeta está en peligro y realizar auténticos esfuerzos para salvarlo. «Curar al planeta» es básicamente una jornada chamánica. Quizá el prototipo del chamán podría servir como el «modelo de persona responsable» al exhibir una «conducta ambientalmente responsable». Diversos estudios han sugerido que existe un inconsciente ecológico que representa el «elemento salvaje» en los seres humanos, que crecerá para encontrar las necesidades ambientales de la actualidad. Los modelos chamánicos evocan esa sensibilidad y su curación «está involucrada en un lugar y en una historia, en los ritmos climáticos, en los contornos del paisaje donde los pájaros y las bestias han sido íntimos compañeros durante siglos».

Conclusión

El investigador concluye que aun luego de 500 años de informes sobre el chamanismo, su esencia permanece como un misterio, «lo que ha cambiado es la mirada de los observadores… y la comprensión empieza a florecer».

El presente estudio mostró que los chamanes utilizan las informaciones obtenidas para atender las necesidades sociales, psicológicas y médicas de sus comunidades. Es importante aprender lo que el chamanismo tiene para ofrecer a las ciencias sociales y conductuales.

Especialidad: Bibliografía - Psiquiatría

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