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Eficacia de la Rosuvastatina en Pacientes con Infección por VIH y Dislipidemia
- AUTOR: Johns KW, Bennett MT, Bondy GP
- TITULO ORIGINAL: Are HIV Positive Patients Resistant to Statin Therapy?
- CITA: Lipids in Health and Disease 6(1):27-27, Oct 2007
- MICRO : La rosuvastatina fue eficaz para mejorar los parámetros lipídicos en los pacientes con infección por VIH, pero se observó resistencia aparente a la terapia en esta población.
Introducción
Los pacientes con infección por VIH tienen riesgo de presentar dislipidemia y síndrome metabólico, caracterizado por dislipidemia, lipodistrofia y resistencia a la insulina, secundarias a la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA). En consecuencia, estos enfermos muestran mayor riesgo de eventos cardiovasculares como infarto de miocardio. Actualmente, se recomienda la utilización de pravastatina, atorvastatina y fluvastatina para el tratamiento de la dislipidemia relacionada con la TARGA, dado que poseen bajo riesgo de interacciones farmacológicas con los fármacos antirretrovirales. La rosuvastatina es un inhibidor potente de la 3-hidroxi-3-metilglutaril coenzima A (HMG-CoA), no metabolizada por el sistema enzimático citocromo P3A4 (CYP3A4) que, con frecuencia, está inhibido por ciertas drogas que componen la TARGA. La rosuvastatina demostró ser eficaz para reducir los niveles de colesterol asociado con lipoproteínas de baja densidad (LDLc [low-density lipoprotein cholesterol]), además de poseer bajo riesgo de interacciones farmacológicas, dado que no comparte la misma vía metabólica que la TARGA. El objetivo de este estudio fue determinar la eficacia de la rosuvastatina sobre el perfil lipídico en pacientes con infección por VIH con síndrome metabólico.
Métodos
Se realizó un análisis retrospectivo para determinar el efecto de la rosuvastatina sobre el perfil lipídico en pacientes con infección por VIH y trastornos metabólicos asociados. Los participantes fueron tratados con rosuvastatina entre enero de 2003 y julio de 2006. Esta terapia se inició tanto como una alternativa a una estatina ya utilizada, que demostró ser ineficaz, sola o en combinación con otros tratamientos hipolipemiantes, como un adyuvante a la terapia hipolipemiante actual o como monoterapia en los pacientes que no habían recibido tratamiento.
Se analizó el efecto de la rosuvastatina sobre las concentraciones séricas de colesterol total (CT), LDLc, colesterol asociado con lipoproteínas de alta densidad (HDLc [high-density lipoprotein cholesterol]), triglicéridos (TG) y apolipoproteína B (ApoB). Fueron informados los efectos adversos indicados por el aumento en 5 veces sobre el límite de normalidad de los niveles de alanina aminotransferasa y aspartato aminotransferasa o de 10 veces sobre el límite de normalidad de la creatinina aminotransferasa, así como cualquier situación que requirió la suspensión de la droga.
La rosuvastatina se administró en dosis de 5, 10, 20 o 40 mg por día por vía oral en 161 pacientes, pero 31 fueron excluidos por diferentes razones, por lo que se analizaron los datos de 130 individuos.
Cinco sujetos interrumpieron la terapia debido a los efectos adversos y, en estos casos, para el análisis se utilizaron los datos más recientes del perfil lipídico antes del abandono del tratamiento. Se registraron los fármacos utilizados de manera concomitante, como terapia hipolipemiante, principalmente los bloqueantes del transporte del colesterol (ezetimibe) y los fibratos (fenofibrato), el uso previo de estatinas y el régimen antirretroviral actual, tanto los esquemas que incluían inhibidores de la proteasa (IP) como aquellos que no lo hacían.
La media de edad de los participantes fue de 52.6 ± 8.29 años, 128 (98.5%) eran de sexo masculino y 20 (15.4%) presentaban diabetes mellitus. La duración media de la terapia con rosuvastatina fue de 140.8 ± 112.84 días. Setenta y ocho pacientes (60%) habían recibido tratamiento previo con una estatina (64 atorvastatina, 10 pravastatina, 2 fluvastatina, 1 cerivastatina y 1 simvastatina) antes de pasar a la terapia con rosuvastatina. Ciento nueve pacientes (83.8%) habían sido tratados con regímenes de antirretrovirales con IP, 14 (10.8%) con esquemas sin IP y 7 (5.4%) no habían recibido tratamiento antirretroviral alguno.
En cuanto al análisis estadístico, se utilizó la prueba de la t de Student para muestras pareadas e independientes para comparar las diferencias antes y después del tratamiento y las diferencias de subgrupos, respectivamente.
Resultados
Los niveles medios de CT disminuyeron de 6.54 a 4.89 mmol/l (reducción del 25%, p < 0.001), las concentraciones medias de TG de 5.26 a 3.68 mmol/l (reducción del 30.1%, p < 0.001), los niveles medios de LDLc de 3.39 a 2.34 mmol/l (reducción del 30.8%, p < 0.001), las concentraciones medias de ApoB de 1.30 a 0.97 mmol/l (reducción del 25.3%, p < 0.001), mientras que los niveles de HDLc aumentaron de 1.04 a 1.06 mmol/l (incremento del 2%, p = no significativa). La media de la relación CT:HDLc disminuyó de 7.22 a 5.03 (reducción del 30.3%, p < 0.001).
Cinco participantes presentaron efectos adversos que llevaron a la suspensión de la droga, en 3 casos por aumento de las enzimas hepáticas y en 2, por dolores musculares.
Se realizó un análisis de dosis/respuesta en los pacientes que recibían monoterapia con rosuvastatina (n = 68), que fueron subdivididos según la dosis de la droga. El subgrupo tratado con 10 mg (n = 45) mostró mayor mejoría en todos los parámetros lipídicos con respecto al subgrupo que recibió 20 mg (n = 23), con excepción de los niveles de HDLc. Sólo el cambio en la relación CT:HDLc fue significativo (p = 0.05). Los sujetos tratados con rosuvastatina en dosis de 5 mg (n = 1) y 40 mg (n = 1) no fueron incluidos en este análisis.
Un análisis secundario examinó la eficacia de la rosuvastatina como monoterapia (n = 70) en comparación con la combinación de rosuvastatina más fenofibrato (n = 42). Los pacientes que recibieron el régimen combinado mostraron disminución significativamente mayor en el nivel de TG (45.3% versus 21.3%, p = 0.001) y en la relación CT:HDLc (33.9% versus 26.9%, p < 0.05) en comparación con los tratados con monoterapia. Los sujetos que recibieron monoterapia con rosuvastatina presentaron disminución en los niveles de HDLc del 4.1% en comparación con el incremento del 7.6% observado en el grupo tratado con terapia combinada (p = 0.08). Todos los parámetros lipídicos mostraron una mejoría en ambos grupos luego del agregado de rosuvastatina, con respecto a los valores iniciales, con excepción de las concentraciones de HDLc en el grupo de monoterapia.
En el análisis de subgrupo realizado según el régimen de TARGA, no hubo una diferencia estadísticamente significativa entre los grupos en ninguno de los parámetros lipídicos, aunque el número de pacientes en el grupo tratado con regímenes sin IP (n = 14) fue muy escaso en comparación con el grupo que sí los recibió (n = 109).
Discusión y conclusión
Según los autores, la rosuvastatina fue eficaz para mejorar el perfil lipídico en los pacientes con infección por VIH. Los cambios en el perfil lipídico observados fueron de menor magnitud en comparación con los sujetos sin esta infección.
La ausencia de efecto de la rosuvastatina sobre los niveles de HDLc es un hallazgo nuevo respecto de los estudios previos, que habían demostrado que la droga mejoró las concentraciones de HDLc tanto en los individuos con infección por VIH como sin ella. La falta de efecto sobre los niveles de HDLc puede estar relacionada con la causa subyacente de la dislipidemia inducida por el VIH.
El análisis dosis/respuesta mostró una diferencia mínima entre las dosis de 10 mg y 20 mg de rosuvastatina. A pesar de que la relación CT:HDLc mostró una mejoría significativa en el grupo tratado con 10 mg, los resultados avalan la posibilidad de un mecanismo subyacente de resistencia a la terapia con estatinas en pacientes con infección por VIH. El simple incremento en la dosis de rosuvastatina puede no ser el modo más eficaz para mejorar los parámetros lipídicos en esta población.
En vista de la posible resistencia al tratamiento con rosuvastatina en los pacientes con VIH, una opción a considerar consiste en la terapia combinada con rosuvastatina en bajas dosis (10 mg) más fibratos o ezetimibe, dado que los datos presentados y los publicados previamente mostraron mejores resultados.
En conclusión, si bien este estudio mostró que la rosuvastatina fue eficaz en mejorar los parámetros lipídicos en los pacientes con infección por VIH, se observó una resistencia aparente a la terapia en esta población en comparación con los sujetos sin infección, que los médicos que tratan pacientes con infección por VIH y síndrome metabólico deben tomar en cuenta.
Especialidad: Bibliografía