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Las Estatinas no Parecen Elevar el Riesgo de Cáncer
- AUTOR:Kuoppala J, Lamminpää A, Pukkala E
- TITULO ORIGINAL:Statins and Cancer: A Systematic Review and Meta-Analysis
- CITA: European Journal of Cancer 44(15):2122-2132, Oct 2008
- MICRO: La información disponible hasta la fecha sugiere que las estatinas no ejercen efectos a corto plazo sobre la aparición de cáncer; sin embargo, no se dispone de información sobre la evolución a largo plazo.
Introducción
Las estatinas son los fármacos más utilizados para disminuir los niveles de colesterol, debido a su eficacia y a su excelente perfil de seguridad. Diversos estudios mostraron que la reducción de los niveles de colesterol que se logra con la terapia con estatinas se asocia con una disminución sustancial de la morbilidad y la mortalidad cardiovasculares. En algunas investigaciones también se ha sugerido que las estatinas podrían ejercer un efecto favorable en términos del cáncer; de hecho, estos agentes tienen actividad antiproliferativa y proapoptótica, entre otras propiedades. Las estatinas podrían tener una acción citostática y, así, prolongar la supervivencia de los pacientes con cáncer. Además, añaden los autores, debido a que estos fármacos ejercen efectos antioxidantes, antiinflamatorios y angiogénicos, podrían prevenir o promover el crecimiento de las células tumorales. Sin embargo, los resultados de un metanálisis reciente sugirieron que las estatinas no tienen una influencia decisiva sobre el riesgo global de cáncer o de ciertas neoplasias en particular.
Si bien se considera que los trabajos clínicos controlados y aleatorizados brindan la información más firme en relación con un determinado tratamiento, por lo general no reflejan lo que ocurre en el ámbito clínico diario, en el cual es común el uso simultáneo de varios agentes. En cambio, los estudios con otro tipo de diseño también pueden aportar datos útiles.
El objetivo de la revisión sistemática actual fue evaluar la información disponible teniendo en cuenta la calidad de los estudios acerca del efecto del tratamiento con estatinas sobre el riesgo de cáncer, en sujetos adultos de edad intermedia.
Materiales y métodos
Se realizó una búsqueda de los artículos correspondientes en diversas bases de datos médicas electrónicas convencionales. Los trabajos debían comparar el efecto de las estatinas y de un control inactivo sobre la incidencia de cáncer en sujetos de 18 años o más; debían tener un seguimiento de al menos un año. Se excluyeron las investigaciones que consideraron a la cerivastatina y los que evaluaron la terapia con estatinas en pacientes con cáncer o sometidos a trasplante.
Mediante criterios especificados de antemano se determinó la validez de los estudios (nivel de evidencia). En primer lugar, se estimó la calidad de cada trabajo y la calidad y aplicabilidad de los resultados. La calidad del estudio se estableció según la definición de la población analizada, la medición del parámetro de predicción (tipo de estatina, dosis, placebo) y la evolución. La calidad de los resultados se calculó en función del tamaño de la muestra, del método de aleatorización, de la asignación al tratamiento, del tipo de enmascaramiento, de la adhesión y del índice de interrupción de las terapias, del tiempo de seguimiento, de las mediciones del efecto y de los posibles elementos de confusión. La aplicabilidad de los resultados se determinó según el país en el que se llevó a cabo la investigación y en función de la edad, sexo y raza de los participantes. En la evaluación de la aplicabilidad, señalan los expertos, es necesario definir apropiadamente la población «blanco»; en este metanálisis se incluyeron los estudios realizados en sujetos de edad intermedia del noreste de Europa.
Se estimaron los odds ratios (OR), el índice de riesgo (risk ratio [RR]) y el índice de diferencia (rate difference [RD]) por 100 000 personas/año entre los individuos tratados con estatinas y los controles.
Resultados
El metanálisis abarcó 42 estudios en total publicados entre 1993 y 2007 (17 trabajos controlados y aleatorizados, 10 estudios de cohorte y 15, de casos y controles). Las investigaciones incluyeron entre 250 y 483 733 sujetos, mientras que el número de casos estuvo entre 2 y 22 512. En los trabajos clínicos controlados y aleatorizados, las poblaciones tuvieron un predominio masculino, mientras que en los estudios de observación, la distribución por sexo fue más pareja. La edad de los pacientes estuvo entre los 18 y los 100 años; sin embargo, la mayoría tenía una edad intermedia. En la mayoría de las investigaciones se evaluó el efecto de la atorvastatina, la lovastatina, la pravastatina y la simvastatina. El período de seguimiento fue de 2 a 12 años (mediana de 4 años).
La calidad de los estudios fue moderada a buena en todos los casos (por lo general, moderada en los trabajos controlados y buena en los estudios de observación). La calidad de los resultados fue buena en uno de los estudios y en 9 investigaciones de observación y moderada en 13 y 14, respectivamente. La aplicabilidad de los resultados fue buena a moderada en todos los casos. Globalmente, un estudio brindó «fuerte evidencia», 17 trabajos brindaron una «evidencia moderada», 15 proporcionaron una «evidencia débil» y 9, «evidencia muy débil».
El RR (mediana) entre el tratamiento con estatinas y el placebo fue de 0.39 a 1.6, mientras que el RD (mediana) por 100 000 personas/año fue de -50 a 69. La estimación del efecto no pareció depender del año de publicación del trabajo. El «nivel de evidencia» fue moderado o débil en la mayoría de los casos. Se encontró una «evidencia moderada» para el cáncer respiratorio, de mama, colorrectal, genitourinario, gastrointestinal y el melanoma. En cambio, se verificó una «evidencia débil» atribuible a la heterogeneidad de los estudios para el cáncer de próstata, del tracto digestivo superior y para la leucemia o el linfoma.
Uno a 6 estudios brindaron información acerca de las diferentes estatinas; los RR entre el tratamiento con estatinas y el control en términos del cáncer, variaron entre 0.34 y 0.91 para la atorvastatina, entre 0.34 y 1.2 para la fluvastatina, de 0.52 a 1.7 para la lovastatina, de 0.58 a 1.7 para la pravastatina y de 0.67 a 1.6 para la simvastatina. Los RD por 100 000 personas/año fueron de -76 a 384 para la lovastatina, de -68 a 148 para la pravastatina y de -103 a 69 para la simvastatina. La evidencia fue moderada para la pravastatina en relación con el cáncer de mama y colorrectal y para la simvastatina, en términos de cáncer de piel distinto al melanoma. En el resto de los casos, la evidencia fue débil.
Las estatinas no tuvieron efecto sobre la incidencia global de cáncer (mediana de RR de 0.96) o sobre la incidencia de cáncer de pulmón (RR de 0.92), de mama (RR de 1.04) o de próstata (RR de 0.96). En cambio, podrían tener un efecto protector sobre el cáncer de estómago (RR de 0.59) y de hígado (RR de 0.62) y sobre el linfoma (RR de 0.74). Asimismo, aumentarían el riesgo de melanoma (RR de 1.5) y de otros cánceres de piel (RR de 1.6).
Discusión
En esta revisión se analizó la información brindada por 17 estudios clínicos aleatorizados y controlados y 25 trabajos de observación; los resultados son similares a los de diversos ensayos anteriores en los que se sugirió que las estatinas no ejercen un efecto significativo sobre la incidencia de cáncer en general o de ciertos tumores en particular. Al contrario, una revisión de 20 estudios de casos y controles informó que el tratamiento con estatinas se asociaría con reducción del riesgo de cualquier cáncer, de cáncer de pulmón y de cáncer de próstata.
En el estudio actual se constató una evidencia moderada de que las estatinas elevarían el riesgo de melanoma y de otros tumores cutáneos diferentes al melanoma; en cambio, otros grupos sugirieron que estos fármacos no se asociarían con riesgo de melanoma. El número y la calidad de los trabajos analizados explicarían las diferencias observadas en las distintas revisiones.
Cuando se utilizan métodos jerárquicos basados en la calidad de los trabajos, la posibilidad de sesgo de publicación es menor ya que los estudios de buena calidad tienden a publicarse más frecuentemente que los de mala calidad. En esta ocasión, la calidad de los ensayos y de los resultados varió considerablemente y sólo un trabajo fue realmente apropiado para establecer conclusiones firmes. Los ensayos incorporados en este metanálisis se realizaron con la finalidad de evaluar la eficacia de las estatinas sobre los eventos cardiovasculares; los cánceres se comunicaron como eventos adversos. En cambio, los estudios de observación se diseñaron específicamente para valorar la asociación entre la utilización de estos fármacos y el riesgo de cáncer.
En conjunto, la información disponible no sugiere que las estatinas eleven el riesgo de cáncer a corto plazo. No obstante, añaden los expertos, la aparición de cáncer debería evaluarse a largo plazo, durante por lo menos 10 años y, en esta ocasión, más de la mitad de los trabajos se prolongó durante menos de 5 años. Sólo una de las investigaciones tuvo un tiempo de seguimiento de 10 años o más. Este punto es de particular importancia ya que las estatinas son fármacos que habitualmente se utilizan de por vida. Por los mismos motivos, todavía es muy pronto para concluir que ciertas estatinas tendrían un papel protector sobre la aparición de cáncer.
En conclusión, afirman los expertos, los resultados hasta la fecha sugieren que las estatinas no ejercen efectos a corto plazo sobre la aparición de cáncer; sin embargo, no se dispone de información sobre la evolución a largo plazo.
Especialidad: Bibliografía - Cardiología