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Eficacia de la Quetiapina en Adolescentes Psicóticos
- AUTOR: Shaw JA, Lewis JE, Pupo-Guillen M y colaboradores
- TITULO ORIGINAL: A Study of Quetiapine: Efficacy and Tolerability in Psychotic Adolescents
- CITA: Journal of Child and Adolescent Psychopharmacology 11(4):415-424, 2001
- MICRO: La quetiapina es un antipsicótico atípico eficaz y seguro al emplearse en el tratamiento de los pacientes adolescentes que presentan síntomas psicóticos.
Introducción y objetivos
Los antipsicóticos atípicos son agentes eficaces para el tratamiento de los pacientes adultos que presentan trastornos psicóticos. Además, su perfil de tolerabilidad es más favorable en comparación con el de los agentes típicos. En la actualidad, los antipsicóticos atípicos son drogas de primera elección para el tratamiento de los pacientes psicóticos. Se informó que su administración se asocia con un perfil aceptable de efectos adversos y que resultan útiles para disminuir la hostilidad, la depresión y la tendencia suicida.
La quetiapina es un agente atípico eficaz para disminuir los síntomas de hostilidad, manía y depresión; en consecuencia, existe un interés creciente respecto de su empleo para el tratamiento de los niños y adolescentes que presentan trastornos psicóticos. De acuerdo con lo informado en algunos estudios, los antipsicóticos atípicos serían de utilidad para el tratamiento de diversos trastornos psicóticos presentes en la niñez y adolescencia; no obstante, la generalización de estos hallazgos se ve limitada por cuestiones metodológicas. Además, en la mayoría de los estudios sobre el uso de antipsicóticos atípicos en niños y adolescentes se empleó risperidona u olanzapina. Si bien se informaron resultados terapéuticos favorables, son necesarios estudios de tolerabilidad adicionales, dado que se observó que su administración puede ocasionar aumento ponderal, galactorrea y amenorrea.
Respecto de los efectos adversos extrapiramidales asociados con la administración de antipsicóticos típicos, los adolescentes tienen un nivel de tolerancia inferior en comparación con los adultos; en consecuencia, resulta fundamental identificar un agente atípico que sea eficaz y adecuadamente tolerado al emplearse en esta población. Se demostró que la quetiapina es eficaz y tiene un perfil de tolerabilidad relativamente favorable en adultos, especialmente respecto de los síntomas extrapiramidales y las disquinesias tardías en comparación con la risperidona, la olanzapina y la clozapina. Además, no se asocia con aumento sostenido de los niveles séricos de prolactina. No obstante, se informó un caso de disquinesias tardías en una mujer de 44 años tratada con quetiapina.
La quetiapina tiene una afinidad más elevada por los receptores serotoninérgicos 5-HT2A en comparación con los receptores dopaminérgicos D2. También se une a los receptores adrenérgicos alfa1 y dopaminérgicos D1. Entre sus efectos adversos se incluyen las cefaleas, la somnolencia, la hipotensión postural y el aumento ponderal. No obstante, la droga se asoció con baja incidencia de hiperprolactinemia. De acuerdo con los datos de estudios efectuados recientemente, la droga sería eficaz para el tratamiento de los niños y adolescentes que presentan síntomas psicóticos. En un estudio abierto efectuado en 10 adolescentes psicóticos se halló que su administración tiene un efecto terapéutico positivo y adecuado perfil de tolerancia; no obstante, en otro estudio realizado en niños autistas se informó un perfil de tolerabilidad desfavorable.
El objetivo del presente estudio fue evaluar el efecto terapéutico y la tolerabilidad de la quetiapina en adolescentes con trastornos psicóticos.
Pacientes y métodos
Participaron 15 adolescentes que reunían los criterios para el diagnóstico de esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo, bipolar, depresivo mayor con síntomas psicóticos y psicótico no especificado. Todos los sujetos interrumpieron el tratamiento antipsicótico 2 semanas antes del inicio del estudio. La duración del ensayo fue de 8 semanas. Se efectuaron evaluaciones al inicio del estudio y luego de 1, 2, 4, 6 y 8 semanas. Durante la entrevista inicial se recavó información sobre las características clínicas y demográficas de los participantes.
Las escalas de evaluación empleadas fueron la Young Mania Rating Scale (YMRS), la Brief Psychiatric Rating Scale (BPRS), la Positive and Negative Syndrome Scale (PANSS), la Clinical Global Impression (CGI) y la CGI-Severity of Illness (CGI-SI). Para detectar la aparición de síntomas neurológicos se utilizó la Simpson-Angus Scale (SAS), la Abnormal Involuntary Movement Scale (AIMS) y la Barnes Akathisia Scale (BAS). La quetiapina se administró por vía oral en 2 tomas diarias. La dosis empleada varió entre 200 mg y 800 mg diarios, según el cuadro clínico y la tolerabilidad de cada paciente.
Resultados
Respecto de las características iniciales de los participantes, el 33% y 27% reunió los criterios para el diagnóstico de esquizofrenia o trastorno esquizoafectivo, respectivamente. La media de edad fue de 15 años y el 53% de los participantes era de sexo masculino. El 60% era de origen hispánico, en tanto que el resto era afroamericano. Como se mencionó, la dosis de quetiapina varió entre 200 y 800 mg/día, con una media final de 467 mg/día. Ningún paciente abandonó el estudio debido a los efectos adversos de la droga, de leves a moderados; entre ellos se incluyó la somnolencia, las cefaleas y la agitación. No se observaron eventos adversos oftalmológicos ni cambios significativos de los signos vitales o los parámetros electrocardiográficos. El peso de los participantes, al inicio del estudio y en la semana 8, promedió los 71.5 kg y 75.6 kg, respectivamente; la diferencia entre ambos valores resultó significativa. Respecto del índice de masa corporal, su valor medio inicial y final fue 24.1 kg/m2 y 25.4 kg/m2, respectivamente, diferencia estadísticamente significativa. Al tener en cuenta el aumento ponderal esperado para la edad de los pacientes, el incremento medio durante las 8 semanas de estudio fue 3.41 kg. Por último, la quetiapina provocó una mejoría significativa de los síntomas psicóticos y no se asoció con la aparición de síntomas extrapiramidales durante el estudio.
Discusión
De acuerdo con los resultados del presente estudio, la quetiapina tiene un efecto terapéutico positivo en adolescentes con trastornos psicóticos. La dosis empleada fue similar a la utilizada en estudios anteriores efectuados en adolescentes y adultos que presentaban estos síntomas. Los resultados de las escalas BPRS, PANSS y YMRS indicaron una disminución significativa de los síntomas psicóticos y maníacos luego de 8 semanas de tratamiento. Si bien se verificaron mejorías de los síntomas positivos y negativos de la esquizofrenia, la respuesta fue superior para la sintomatología positiva. Este hallazgo coincide con lo informadoen otros estudios sobre antipsicóticos atípicos. No obstante, los síntomas negativos mejoraron en mayor medida en comparación con la mejoría generalmente observada al emplear antipsicóticos típicos. También se observó disminución del nivel de síntomas maníacos relacionados con la bipolaridad o con el trastorno esquizoafectivo, lo que sugiere la utilidad de la quetiapina en pacientes con síntomas afectivos. En coincidencia, se informó la eficacia de la droga en pacientes adultos con trastorno bipolar o esquizoafectivo.
En el presente estudio, la mejoría de los síntomas psicóticos se vio reflejada en los resultados de las escalas CGI y CGI-SI. Respecto de los eventos adversos, si bien se observó aumento de los niveles de prolactina, la exclusión de una participante que presentaba un trastorno ginecológico resultó en la disminución general de estos niveles. En coincidencia, se informó que la droga no ocasiona aumento de los niveles de prolactina al ser administrada en adolescentes psicóticos. Esto asegura la disminución del riesgo de alteraciones del ciclo menstrual, hipogonadismo, galactorrea y disfunción sexual, observada generalmente al emplear antipsicóticos típicos que provocan hiperprolactinemia. La ausencia de hiperprolactinemia se debería a que el nivel de ocupación de los receptores D2 es bajo, y a que esta ocupación es temporaria. Al igual que lo observado en otros estudios, a medida que transcurrió el tratamiento se observó la disminución del nivel de T4 y el aumento del nivel de tirotrofina. Si bien estos cambios no fueron significativos, es necesario tener en cuenta la posibilidad de hipotiroidismo al emplear quetiapina en adolescentes. En cuanto a los síntomas extrapiramidales, la quetiapina se asoció con un perfil adecuado y no se verificaron cambios significativos del puntaje de la SAS, BAS y AIMS. Estos resultados coinciden con lo informado en estudios efectuados en adultos.
Ningún participante abandonó el estudio debido a la presencia de eventos adversos. Los referidos con más frecuencia fueron somnolencia, cefaleas, agitación, insomnio, irritabilidad y ansiedad. El perfil de eventos adversos mencionado fue similar al verificado en la población adulta. La somnolencia y los mareos se relacionarían con el bloqueo de los receptores histaminérgicos H1. En cuanto al aumento ponderal, la droga tendría un perfil similar al de la risperidona. En el presente estudio se verificó un aumento del 5.7% del peso corporal, que puede relacionarse parcialmente con la tendencia normal de los adolescentes de aumentar de peso. Según lo informado en un estudio anterior efectuado en adultos, la mayor proporción de aumento ponderal asociado con el tratamiento con quetiapina tiene lugar durante las 8 primeras semanas. Respecto de los parámetros electrocardiográficos, la quetiapina resultó segura.
Conclusión
La quetiapina es eficaz y tiene un perfil adecuado de tolerabilidad al ser empleada en la población de adolescentes con trastornos psicóticos.
Especialidad: Bibliografía