Bibliografía

Laboratorios Bagó > Bibliografías > Utilidad de la Quetiapina para el Tratamiento a Corto Plazo de la Agresividad en Niños con Trastorno Disocial

Utilidad de la Quetiapina para el Tratamiento a Corto Plazo de la Agresividad en Niños con Trastorno Disocial

  • AUTOR: Findling RL, Reed MD, McNamara NK y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL: Effectiveness, Safety, and Pharmacokinetics of Quetiapine in Aggressive Children with Conduct Disorder
  • CITA: Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry 45(7):792-800, Jul 2006
  • MICRO: La quetiapina tendría un efecto beneficioso al emplearse para el tratamiento de los niños con trastorno disocial que presentan conducta agresiva.

Introducción y objetivos

Entre los trastornos por comportamiento perturbador observados en los niños, se incluye el trastorno disocial. Esta alteración es frecuente y se caracteriza por la presencia de agresividad. Los fármacos empleados para el tratamiento de estos pacientes incluyen el metilfenidato y los antipsicóticos. Debido a que los antipsicóticos típicos presentan un perfil desfavorable de tolerabilidad, se investigó la utilidad del tratamiento con agentes atípicos como la risperidona. Asimismo, se sugirió que la administración de aripiprazol podría resultar eficaz para el tratamiento agudo de los niños con trastorno disocial. En cuanto a otros antipsicóticos atípicos, los datos son escasos.

Entre estos últimos fármacos, la quetiapina es eficaz para el tratamiento de los adultos esquizofrénicos y bipolares. Asimismo, se informó su utilidad en niños y adolescentes con diversos trastornos psiquiátricos. En general, el tratamiento con quetiapina se asocia con tolerabilidad adecuada y bajo riesgo de efectos adversos en la esfera extrapiramidal. En consecuencia, puede ser beneficioso estudiar su empleo en niños con trastorno disocial. Los autores del presente estudio propusieron que la quetiapina sería adecuadamente tolerada y eficaz para disminuir la agresividad en esta población. Debido a las diferencias de biodisponibilidad posiblemente relacionadas con la maduración, se evaluaron las características farmacocinéticas de la droga al ser empleada en niños. Los resultados fueron comparados con los datos obtenidos en adultos y adolescentes.

Pacientes y métodos

El presente fue un estudio abierto. Participaron pacientes ambulatorios de 6 a 12 años que reunían los criterios para el diagnóstico de trastorno disocial y presentaban un nivel al menos moderado de agresividad disfuncional. Todos fueron tratados con quetiapina durante 8 semanas. Los pacientes fueron evaluados mediante la Schedule for Affective Disorders and Schizophrenia for School-Age Children-Present and Lifetime Version (K-SADS-PL). Además, se llevó a cabo una entrevista durante la cual un psiquiatra infantojuvenil confirmó el diagnóstico. Luego, los participantes fueron sometidos a exámenes físicos y de laboratorio. Se efectuaron evaluaciones periódicas durante todo el estudio.

La dosis de quetiapina se definió según el peso de los pacientes. La dosis final de 3 mg/kg/día fue alcanzada al final de la semana 1 y mantenida hasta el final de la semana 2. Una vez completado este período, se tomaron muestras de sangre para evaluar los parámetros farmacocinéticos. Luego, la dosis de quetiapina podía incrementarse hasta un máximo de 750 mg/día, o podía ser disminuida según el criterio del psiquiatra tratante.

Tanto al inicio del estudio como en las semanas 1, 2, 3, 4, 6 y 8, los pacientes fueron sometidos a evaluaciones psicométricas. Con este propósito se aplicó la Rating of Aggression Against People and/or Property Scale (RAAPPS), la Nisonger Child Behavior Rating Form (NCBRF), la Clinical Global Impression Scale of Improvement (CGI-I) y la Clinical Global Impressions Severity (CGI-S). También se empleó la Conners Parent Rating Scale (CPRS-48), la Child Behavior Checklist (CBCL) y la Children’s Global Assessment Scale (CGAS). Los efectos adversos se evaluaron mediante la Neurological Rating Scale, la Barnes Akathisia Scale y la Abnormal Involuntary Movement Scale.

Los resultados terapéuticos se determinaron, en primer lugar, mediante la RAAPPS. Asimismo, la NCBRF se empleó para evaluar la conducta y las emociones de los pacientes según lo referido por sus padres. Las escalas CGI-S y CGI-I permitieron evaluar la gravedad y la mejoría sintomática. La CPRS se empleó para evaluar la conducta y las emociones. Por último, la CGAS permitió valorar el funcionamiento psicosocial general en el hogar y en el colegio. La seguridad del tratamiento también se estableció mediante evaluaciones clínicas y estudios de laboratorio. Por último, al final de las semanas 2 y 8 se tomaron muestras de sangre para evaluar el perfil farmacocinético de la droga.

Resultados

Participaron 16 varones y 1 mujer con una media de edad de 8.9 años. Todos los pacientes reunieron los criterios para el diagnóstico de trastorno por déficit de atención con hiperactividad como comorbilidad de tipo combinado. Sólo 12 pacientes completaron las 8 semanas de estudio. La dosis total diaria de quetiapina al final de la segunda y de la octava semanas fue de 75 mg y de 150 mg, respectivamente. De acuerdo con los resultados de la NCBRF, de la CPRS, de la CGAS, de la CGI-S y de la RAAPPS, se observaron mejorías en términos de agresividad y trastornos conductuales. En la semana 8, la mitad de los pacientes había respondido de manera favorable al tratamiento.

El 88.2% de los 17 participantes experimentó efectos adversos. Los más frecuentes fueron la fatiga, la congestión nasal, las cefaleas, las náuseas, la sedación, el aumento del apetito, los vómitos, el dolor abdominal, la irritabilidad y la fiebre. Ningún paciente abandonó el estudio debido a estos efectos. Doce de los pacientes presentaron aumento significativo del peso corporal. No se verificaron hallazgos clínicamente significativos en los parámetros de laboratorio. Tampoco se registraron síntomas neurológicos durante el estudio ni cambios sustanciales en la evaluación clínica.

En cuanto a los parámetros farmacocinéticos, en general se observó una absorción rápida en el tracto gastrointestinal. El tiempo transcurrido hasta la concentración plasmática máxima fue de 1.2 hora y de 1 hora en las semanas 2 y 8, respectivamente. La vida media de la quetiapina fue de entre 3.9 y 2.9 horas, mientras que la depuración fue de 3.5 y 3 l/h/kg en las semanas 2 y 8, respectivamente. En general, no se observaron diferencias farmacocinéticas significativas entre las semanas mencionadas. La cinética de la droga fue lineal. Se encontró una posible relación entre la edad del paciente y el tiempo de residencia media de la quetiapina en la semana 2 de estudio. No se hallaron asociaciones entre los parámetros farmacocinéticos y la respuesta al tratamiento. No obstante, la determinación de la concentración plasmática de quetiapina en la semana 8 de tratamiento, indicó que los pacientes con una concentración plasmática de quetiapina mayor de 300 ng/ml, 1 hora después de su administración, tuvieron probabilidades significativamente superiores de responder al tratamiento en comparación con los pacientes con concentraciones menores de 300 ng/ml.

Discusión

De acuerdo con los resultados del presente estudio, la quetiapina tendría un efecto beneficioso al emplearse para el tratamiento de los niños con trastorno disocial que presentan conducta agresiva, señalan los autores. Las dosis empleadas fueron inferiores en comparación con las dosis consideradas eficaces en adolescentes con manía. La quetiapina fue bien tolerada y no se registraron interrupciones del tratamiento debido a los efectos adversos de la droga. Además, ningún paciente presentó síntomas extrapiramidales ni cambios significativos en los parámetros físicos o de laboratorio.

No se observaron diferencias clínicamente relevantes respecto de la farmacocinética de la quetiapina entre los 2 períodos evaluados. No obstante, el análisis de la concentración plasmática de la droga después de 1 hora a partir de su administración en la semana 8 de estudio, indicó la posibilidad de diferenciar a los pacientes respondedores de aquellos que no respondieron. De todos modos, se recomienda precaución hasta que los hallazgos no se confirmen en estudios adicionales. Los resultados respecto de la absorción rápida de la quetiapina coinciden con lo informado en estudios efectuados en adultos y en adolescentes.

Diversos estudios anteriores demostraron que la vida media de la droga varía entre 3.1 y 5.1 horas, en adultos sanos, mientras que en adolescentes, la vida media de la quetiapina es de 5.3 horas. En cuanto al presente estudio, los valores hallados luego de 8 semanas de tratamiento variaron entre 1.8 y 4.3 horas. Respecto de la depuración, diferentes estudios anteriores en adultos encontraron valores de entre 54.7 a 86.7 l/hora y de 95.2 a 107 l/hora. Los valores de depuración hallados en el presente estudio variaron entre 96.2 y 102.6 l/hora. Cerca del 99% de la quetiapina es metabolizada en el hígado mediante las isoenzimas del sistema citocromo P450 3A4 (CYP 3A4) y, en menor medida, mediante el CYP 2D6. Los parámetros de eliminación se verían afectados ante la presencia de disfunción hepática o ante la administración concomitante de otras drogas. Es necesario evaluar el efecto de estas variables, junto con la edad de los pacientes y con otros factores aún no identificados, destacan los autores.

Los resultados del presente estudio permiten sugerir que la quetiapina puede ser útil para el tratamiento de los niños con trastorno disocial que presentan agresividad. Son necesarios estudios adicionales de eficacia, seguridad y farmacocinética en esta población.

Conclusión

La quetiapina resultó beneficiosa y bien tolerada para el tratamiento a corto plazo de los niños con trastorno disocial que presentan agresividad. Sin embargo, son necesarios estudios adicionales al respecto, concluyen los expertos.

Especialidad: Bibliografía

ADVERTENCIA:

El material incluido en este sitio ha sido concebido exclusivamente para los profesionales de la salud con fines informativos, y destinado a orientar sobre el uso adecuado de los medicamentos y a satisfacer sus necesidades de mayor información.

Todos los textos referidos a nuestros productos de venta bajo prescripción médica se corresponden a los lineamientos aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

Laboratorios Bagó le sugiere consultar siempre a un profesional de la salud calificado ante cualquier duda sobre una condición médica particular.

He comprendido y deseo ver la información

Consultas médicas: infoproducto@bago.com.ar