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El Calzado Deportivo Costoso no Parece Ser Mejor que el Económico
- AUTOR:Clinghan R, Arnold G, Abboud R y colaboradores
- TITULO ORIGINAL:Do You Get Value for Money When You Buy an Expensive Pair of Running Shoes?
- CITA:British Journal of Sports Medicine (BJSM) 42(3):189-193, Mar 2008
- MICRO: Un estudio reciente reveló que algunas marcas de calzados deportivos presentaron versiones económicas y costosas que fueron equivalentes con respecto a su capacidad de amortiguación y comodidad.
Introducción
El footing es un ejercicio de alto impacto. Se calcula que corredores de media distancia experimentan fuerzas equivalentes a 2.5 veces su peso corporal con cada paso que realizan. Además, la fuerza de impacto aumenta con la velocidad y la fatiga. Esta última desestabiliza la estructura musculoesquelética alrededor del tobillo. Estas fuerzas de impacto generan vibraciones que son transmitidas desde el pie hacia el resto del cuerpo y están relacionadas con múltiples lesiones físicas. Algunos investigadores han propuesto que las lesiones asociadas con esta actividad deportiva se deben a descuidos de entrenamiento, factores anatómicos (como la sobre pronación), la carga del impacto repetitivo y el uso excesivo crónico. Estudios recientes han revelado que las fuerzas de impacto pueden ser reducidas sustancialmente a través de la alineación articular adecuada. El calzado deportivo puede disminuir tanto la fuerza de impacto como la intensidad de las vibraciones que provocan. Las zapatillas con una entresuela más elástica tienen una mayor capacidad de amortiguación y, por lo tanto, reducen las fuerzas de impacto correspondientes.
De acuerdo con lo antedicho, uno supondría que el calzado deportivo más costoso elaborado con materiales con una mayor capacidad de amortiguación reducirá las fuerzas de impacto y las lesiones asociadas con éstas. Sin embargo, recientemente se ha sugerido que las campañas publicitarias que promocionan las características de mayor seguridad del calzado de mayor valor son engañosas. Algunos investigadores sostienen que los corredores que lo utilizan se exponen a fuerzas de impacto mayores de manera subconsciente.
La comodidad también ha cobrado mayor interés en el diseño del calzado deportivo debido a que puede estar relacionada con la fatiga, la incidencia de lesiones y el rendimiento atlético. Varios factores pueden afectar la percepción de la comodidad. Algunos ejemplos podrían ser la distribución de la presión plantar, la alineación esquelética y la flexibilidad de la entresuela. Así, la comodidad depende de múltiples factores psicológicos, mecánicos y neurofisiológicos del individuo.
Los objetivos de los autores fueron determinar: 1) si el calzado más costoso proporciona una mayor amortiguación de la presión plantar y 2) si éste es más cómodo que las alternativas más económicas de la misma marca.
Métodos
Calzado, sujetos e instrumentos de evaluación
Se evaluaron 9 pares de calzado deportivo masculino con tallas de 8 y 10, de acuerdo con el sistema de medidas inglés. Se examinaron 3 marcas distintas de calzado (A, B y C) y 3 versiones de cada una según su costo: bajo (₤ 40 a 45), intermedio (₤ 60 a 65) y alto (₤ 70 a 75). Todos los calzados fueron cubiertos con cinta adhesiva para ocultar sus marcas distintivas. Un par de calzado de cada talla de otra marca fue seleccionado y utilizado como control.
Los participantes elegidos tenían talla 8 o 10 y no presentaban trastornos de la marcha o antecedentes de ninguna minusvalía que podría alterarla.
La presión plantar fue registrada a través del Pedar® in-shoe pressure measurement system, el cual está compuesto por un par de plantillas que contienen 99 sensores de presión cada una, un dispositivo de sincronización y una base de datos electrónicos. Este sistema analizó 8 áreas plantares: el talón medial y lateral (M1, M2); los 5 metatarsianos (M3 a M7) y el hallux (M8).
Para evaluar la comodidad, los investigadores utilizaron una escala visual analógica (EVA), de 100 mm en la cual el extremo izquierdo representaba el calzado «menos cómodo» y el opuesto el «más cómodo».
Primero, se mostró a los participantes el calzado quienes lo ubicaron en la EVA según su comodidad esperada. Luego, los individuos seleccionados evaluaron la comodidad del calzado tanto de pie como caminando. El calzado fue evaluado de manera aleatorizada. Por último, algunos participantes con experiencia en footing fueron seleccionados para realizar un estudio posterior en el que el calzado se valoró al caminar y al correr.
Análisis estadístico
Un análisis del poder estadístico reveló que serían necesarios 39 participantes para detectar una diferencia de 80 kPa entre los grupos. Sobre la base de este análisis, se diseñó el estudio con un poder del 80% y un valor significativo del 5%. Se calculó el desvío estándar a partir de un estudio piloto realizado por los autores. Un análisis de varianza fue utilizado para examinar las relaciones entre los modelos de calzado y el costo con respecto a la presión plantar y la comodidad. La relación entre la valuación de confort y los registros de presión plantar fueron examinados por medio de diagramas de dispersión y el coeficiente de correlación de Pearson.
Resultados
En total, 43 individuos de sexo masculino participaron del estudio. Con respecto a la presión plantar, se observó que debajo del talón las versiones de costo alto y costo intermedio de las marcas A y B proporcionaron una mayor amortiguación que sus alternativas más económicas. Sin embargo, en la marca C se constató que la capacidad de amortiguación se redujo con el aumento del costo del calzado. No se observaron diferencias significativas debajo del primer metatarsiano. En cambio, a nivel del 2do y 3er metatarsianos, se registró que la capacidad de amortiguación aumentó con el costo de los calzados de la marca A. No obstante, los calzados de costo intermedio de las marcas B y C fueron superiores a aquellos de costo bajo y costo alto. Bajo el 4to y 5to metatarsianos, los calzados de costo intermedio y costo alto de la marca C presentaron la mejor capacidad de amortiguación. Sin embargo, estos calzados se relacionaron con una pobre capacidad de amortiguación debajo del antepie medial. Por esta razón, es posible que la menor presión plantar registrada a nivel del antepie lateral por estos calzados puede deberse a la sobrecarga del antepie medial. Por último, debajo del hallux se observó una mayor capacidad de amortiguación con el aumento de los costos de los calzados de las marcas A y B, mientras que una relación opuesta se registró con aquél de la marca C.
Al analizar la presión debajo de toda el área plantar, no se registraron diferencias significativas con respecto al costo o la marca del calzado. Además, la presión plantar media fue menor en los calzados de costo intermedio y costo bajo pero esta diferencia no fue estadísticamente significativa.
Las apreciaciones de comodidad fueron muy variables en todos los calzados evaluados y no se constataron diferencias significativas entre ellos. Tampoco se encontró ninguna relación entre los registros de la presión plantar y la comodidad.
Sólo 9 sujetos participaron del estudio posterior que evaluó el calzado al caminar y al correr. Debido a los pocos individuos evaluados, no fue posible detectar diferencias de la presión plantar entre los calzados de manera fidedigna.
Discusión
Recientemente, investigadores han sugerido que fuerzas de impacto mayores dañan las estructuras musculoesqueléticas que rodean al tobillo y pie. Si estas fuerzas exceden el límite de resistencia de las estructuras involucradas, aumentará el riesgo de sufrir una lesión física. Además, se ha confirmado que corredores expuestos a fuerzas de impacto relativamente altas y rápidas tienen un mayor riesgo de padecer lesiones vinculadas con el uso excesivo.
Los resultados revelaron que los distintos modelos de calzado variaron su capacidad de amortiguación debajo de diferentes áreas del pie. Además, las marcas de calzado no se comportaron de igual manera en relación con el costo. Por esta razón, los autores afirman que son necesarios más estudios antes de poder concluir acerca de la relación entre la capacidad de amortiguación y el costo. Sin embargo, aparentemente la capacidad de amortiguación no estaría vinculada con el costo del calzado. De hecho, en general, la presión plantar fue menor en los modelos de costo intermedio y costo bajo comparado con aquellos de mayor valor. Argumentan que, aunque esta diferencia fue modesta, podría llegar a ser significativa al someter los calzados a cargas repetitivas como ocurre al correr. Este hecho podría significar que el calzado deportivo económico otorga más protección contra las fuerzas de impacto que aquellos de mayor costo. Cabe mencionar que el presente estudio sólo evaluó dos aspectos del calzado deportivo: su capacidad de amortiguación y su comodidad. Consideran que sería importante valorar la durabilidad de las entresuelas y plantillas antes de llegar a conclusiones entre las marcas consideradas. Otra limitación del presente análisis fue que no se consideraron las fuerzas articulares al caminar o correr.
Los patrones de presión plantar fueron similares al realizar cualquiera de estas actividades sobre una cinta. Sin embargo, estos resultados deben ser interpretados con precaución ya que sólo pocos individuos participaron en el estudio. Además, algunos investigadores sostienen que el desempeño de un calzado sobre una cinta de correr no es igual al observado sobre una superficie de terreno.
La amplia variabilidad con respecto a la comodidad observada entre los individuos indica que esta característica es muy subjetiva. Las valoraciones de comodidad fueron similares entre los calzados evaluados y los controles, lo cual indica que los participantes valoraron ésta de manera concordante. Se ha sugerido que una presión plantar menor debajo del antepie medial y el hallux se relaciona con una mayor percepción de confort. Sin embargo, los resultados no revelaron ninguna asociación entre la presión plantar y la sensación de comodidad.
Especialidad: Bibliografía - Traumatología