Laboratorios Bagó > Bibliografías > Lo Esencial del Año 2004 en Hipertensión Arterial

Introducción

Las actualizaciones en hipertensión arterial fueron informadas en el curso de las XVI Jornadas de Hipertensión Arterial llevadas a cabo el 16 y 17 de diciembre de 2004, y durante la reunión de la European Society of Hypertension que tuvo lugar en París entre el 13 y el 17 de junio del mismo año.

El congreso de la European Society of Hypertension reunió a 8 049 participantes de la mayoría de los países del mundo, lo que testimonia el interés que representa la hipertensión arterial para los médicos clínicos y especialistas de todo el planeta.

Y sin embargo…

Y sin embargo la realidad clínica es decepcionante. Nunca los progresos fueron tan importantes en el campo del conocimiento de las vías bioquímicas, celulares y moleculares que se producen en el remodelado de los órganos blanco de la hipertensión arterial y en respuesta a otros factores de riesgo cardiovascular. Jamás se tuvo a disposición una cantidad tan grande de medicamentos, en general bien tolerados. Nunca se dispuso de tal cantidad de resultados provenientes de ensayos terapéuticos de buena calidad metodológica. Jamás las recomendaciones internacionales han sido tan pragmáticas. Jamás resultó tan gratificante disminuir las cifras de la hipertensión con el objetivo de evitar accidentes cerebrovasculares. Y, sin embargo, el control de la hipertensión arterial continúa siendo insuficiente en todo el mundo, aun cuando resulte mejor en Francia que en el resto de Europa, ya que solamente la tercera parte de los pacientes hipertensos tratados alcanzan una presión arterial inferior a 140/90 mm Hg.

Dinamismo de la investigación en hipertensión arterial

La divulgación de los resultados de grandes ensayos clínicos, que convoca a multitudes en un anfiteatro, no debería hacer olvidar el trabajo llevado a cabo por los numerosos equipos de investigación en el mundo entero, que son precisamente los que aportan la materia científica a la reflexión clínica, sin la cual ningún estudio clínico podría haber sido realizado.

El dinamismo de la investigación en hipertensión arterial, ya sea fundamental o clínica, se debe al carácter multidisciplinario de los interrogantes que plantea, a la interrelación de las especialidades de cardiología, nefrología y neurología, pero también a las de endocrinología y diabetes, medicina vascular, fisiología, farmacología, genética, terapéutica, epidemiología y salud pública.

La incidencia creciente de obesidad y diabetes tipo 2 aumenta regularmente el número de hipertensos, y agrava considerablemente la acción de la hipertensión arterial sobre los órganos blanco, en particular el riñón. El síndrome metabólico, insuficientemente diagnosticado y manejado, es por lo tanto factor de riesgo cardiovascular mayor asociado a la hipertensión arterial. El manejo del paciente hipertenso no es lo suficientemente integral, ya que los individuos con alto riesgo de complicaciones cardiovasculares tales como los diabéticos y pacientes con nefropatía terminal, son aquellos en quienes la presión arterial es controlada con menor frecuencia. Solamente el manejo integrado multifactorial de la hipertensión arterial, la diabetes, la dislipidemia y la insuficiencia renal, y la intensificación del tratamiento para alcanzar los objetivos de valores de presión arterial, que son más bajos en caso de diabetes o de insuficiencia renal, permitirán disminuir eficazmente las complicaciones cardiovasculares.

Compromiso de los órganos blanco

Ha sido muy discutido el papel de los biomarcadores en biología o en el diagnóstico por imágenes, ya sea como predictores de los eventos cardiovasculares (criterios intermediarios), o que su regresión sea predictiva de la reducción de los eventos (criterios de sustitución). Los marcadores biológicos permiten detectar la afección de los órganos blanco tales como arterias, corazón, riñones o cerebro. Esa detección resulta temprana en ciertos pacientes, y debería ser aun más precoz en la evolución de la enfermedad hipertensiva, para adaptar mejor el tratamiento. Los progresos en investigación arterial no invasiva han permitido objetivar mejor 3 parámetros cuyo valor predictivo para los eventos cardiovasculares, es independiente de los factores de riesgo clásicos: la rigidez aórtica, el engrosamiento de la capa íntima y media de la carótida común, y la disfunción endotelial de la arteria humeral. La hipertensión arterial continúa siendo una de las principales causas de insuficiencia cardíaca, cuyo tratamiento debe ser preventivo y debe estar basado en el control de la presión arterial. La pesquisa de la disfunción ventricular izquierda diastólica progresa y, actualmente, sus mecanismos se comprenden mejor. La prevención cerebrovascular, que se basa en el control estricto de la hipertensión, no debería limitarse a evitar el accidente cerebrovascular, sino que debería también incluir la declinación cognitiva. Además, la insuficiencia renal moderada en el hipertenso debería ser diagnosticada más a menudo, y ser considerada como factor de riesgo cardiovascular independiente con el objetivo de intensificar el tratamiento.

El diagnóstico de la hipertensión arterial resistente y su manejo fueron también ampliamente discutidos, en particular en lo que concierne a la detección de las causas de la hipertensión arterial secundaria, la activación del sistema nervioso autónomo mediante el cual el síndrome de apnea del sueño lleva a resistencia del tratamiento, y las nuevas formas de hipertensión de origen genético tales como la mutación activadora del receptor mineralocorticoide, la hipertensión hiperpotasémica familiar o síndrome de Gordon, y el síndrome de Liddle relacionado con una mutación causal del canal sódico epitelial sensible a la amilorida, las que deberían ser exploradas más frecuentemente aunque sean excepcionales.

Los anteriormente descritos fueron los aspectos que la Sociedad Francesa de Hipertensión Arterial y el comité científico de la European Society of Hypertension quisieron someter a consideración durante el año 2004. Los autores esperan que los participantes hayan encontrado una motivación suplementaria para controlar mejor la hipertensión arterial, la que representa todavía el factor de riesgo cardiovascular más importante en el mundo.