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Asociación entre la Distribución del Tamaño de las Partículas de Lipoproteínas de Baja Densidad y los Factores de Riesgo Cardiovascular en los Niños

  • AUTOR : Kojima M, Kanno H, Yamazaki Y y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Association of Low-Density Lipoprotein Particle Size Distribution and Cardiovascular Risk Factors in Children
  • CITA : Acta Paediatrica 94(3):281-286, Mar 2005
  • MICRO : El aumento de los niveles séricos de triglicéridos, la disminución de los valores de colesterol asociado con lipoproteínas de alta densidad o un incremento en el índice aterogénico pueden reflejar cantidades significativas de lipoproteínas de baja densidad pequeñas y densas en el suero de los niños.

Introducción

Diversos estudios de cohorte, longitudinales demostraron que la obesidad infantil y las alteraciones lipídicas séricas como la hipercolesterolemia son factores predictivos de aterosclerosis y enfermedad arterial coronaria/infarto agudo de miocardio, atribuibles a las prácticas de estilo de vida de larga data. Ensayos más recientes demostraron que las lipoproteínas de baja densidad (LDL) pequeñas y densas, con diámetros de 25.5 nm o más contribuyen significativamente con la patogénesis de la enfermedad arterial coronaria. Las LDL, que contienen apolipoproteína B (ApoB), constituyen un subgrupo de partículas heterogéneas cuyo diámetro oscila entre 21 y 29 nm y su densidad varía entre 1.019 y 1.063 g/ml. A medida que las partículas de LDL se vuelven más pequeñas, disminuye su contenido de colesterol, con un incremento relativo en la proporción de ApoB.

Debido a que las partículas de LDL pequeñas y densas actualmente se reconocen como un marcador metabólico de resistencia a la insulina, su detección en el plasma puede ser útil como factor predictivo y como pesquisa de las enfermedades relacionadas con el estilo de vida que parecen asociarse con resistencia a la insulina. Sin embargo, hay pocos datos disponibles en la población pediátrica. En este estudio, los autores midieron el diámetro de las partículas de LDL en un gran número de niños en edad escolar e investigaron su relación con diversos factores de riesgo conocidos de aterosclerosis. El objetivo fue determinar si la presencia de LDL pequeñas y densas puede ser predicha por el perfil lipídico sérico de rutina, a fin de pesquisar las enfermedades relacionadas con el estilo de vida y evaluar los efectos de las intervenciones terapéuticas para evitarlas.

Participantes y métodos

Participaron del estudio 284 niños en edad escolar (148 varones y 136 mujeres) entre 7 y 13 años, residentes en Chiba, Japón, sin antecedentes de diabetes mellitus, enfermedad renal crónica o hepatobiliar. Luego de una noche de ayuno, se recolectaron muestras de sangre venosa en la escuela. Se midió la presión arterial sistólica y diastólica en reposo y posición sentada y se calcularon el índice de obesidad ([peso corporal-peso ideal/peso ideal] x 100) y el índice de masa corporal (IMC). Los parámetros lipídicos séricos que se determinaron fueron los siguientes: colesterol total (CT) y triglicéridos (TG) por métodos enzimáticos, colesterol asociado con lipoproteínas de alta densidad (HDLc) por precipitación de otras lipoproteínas, las apolipoproteínas (ApoA1 y ApoB) por inmunoensayo turbidimétrico y el colesterol asociado con lipoproteínas de baja densidad (LDLc) calculado por la fórmula de Friedewald. El diámetro de las partículas de LDL se determinó por gradiente electroforético en gel. Se calculó el índice aterogénico (IA) de la siguiente manera: IA = CT/HDLc; un valor menor a 3 se consideró normal. Debido a que las partículas de LDL pequeñas y densas tienen relativamente poco contenido de colesterol, pero son ricas en ApoB, se evaluó la relación entre el diámetro de las partículas de LDL y el índice LDLc/ApoB por partícula.

En cuanto a la metodología estadística, se utilizó la prueba de la t de Student para comparar los diversos parámetros entre varones y mujeres. Las relaciones entre el tamaño de las partículas de LDL y el perfil lipídico se analizaron mediante pruebas paramétricas. Las relaciones entre las variables se informaron como coeficientes de correlación de Pearson. Se consideró significativo un valor de p < 0.05.

Resultados

No hubo diferencias significativas entre los sexos en cuanto a la edad, el índice de obesidad y los perfiles lipídicos plasmáticos. Los diámetros de las partículas de LDL fueron de 26.24 ± 0.34 nm en los varones y de 26.53 ± 0.39 nm en las mujeres; diferencia no significativa. La prevalencia de LDL pequeñas y densas (diámetro de 25.5 nm o más) fue de 12.8% en varones (19 de 148) y 13.2% en mujeres (18 de 136). Los diámetros de las partículas de LDL mostraron correlación significativa con los niveles séricos de HDLc (r = 0.43, p < 0.001), de TG (r = -0.43, p < 0.001) y del IA (r = -0.45, p < 0.001); mientras que hubo una correlación débil con los niveles séricos de ApoA1 y ApoB, el índice de obesidad y el IMC. No se encontró correlación significativa con los valores séricos de LDLc. El diámetro de las partículas de LDL se correlacionó significativamente con el índice LDLc/ApoB por partícula (r = 0.401, p < 0.001). En cuanto a la prevalencia de partículas de LDL pequeñas y densas con relación a las anomalías lipídicas séricas, se encontró que la presencia de LDL pequeñas y densas se reflejó por aumento de los niveles de TG, disminución de los valores de HDLc séricos e incremento del IA.

Discusión

Comentan los autores que la presencia de partículas de LDL pequeñas y densas, como marcador metabólico de enfermedades relacionadas con el estilo de vida en los niños, parece reflejarse en un perfil lipídico sérico caracterizado por incremento en los niveles de TG, disminución de los valores de HDLc y aumento del IA. Estos hallazgos indican que deben medirse los niveles de HDLc y TG, más que calcular los valores de LDLc, para predecir la presencia de LDL pequeñas y densas en el plasma. Las partículas de LDL pequeñas y densas tienen diversas características que pueden ser responsables de su mayor potencial aterogénico. Estas partículas se unen con afinidad débil al receptor de LDL con respecto a las LDL más grandes, de densidad normal. Por ende, permanecen en el plasma por un mayor período de tiempo y tienen mayor oportunidad de infiltrar el endotelio vascular. La mayor susceptibilidad a la oxidación de las de LDL pequeñas y densas puede ser otra razón para que estas partículas sean más aterogénicas que aquellas más grandes, de densidad normal.

Las subclases de partículas de LDL están influidas por factores hereditarios como los genes relacionados con las apolipoproteínas, el intercambio lipídico entre las lipoproteínas bajo condiciones de resistencia a la insulina y diversos factores metabólicos asociados con el intercambio. El síndrome de resistencia a la insulina constituye un grupo de factores de riesgo (hipertrigliceridemia, niveles séricos disminuidos de HDLc, intolerancia a la glucosa e hipertensión) que incrementan la posibilidad de enfermedad coronaria. El síndrome también se caracteriza por la presencia en el plasma de partículas de LDL pequeñas y densas atribuida a la resistencia a la insulina. Además, se informó que las LDL pequeñas y densas son un marcador de síndrome metabólico y están involucradas en la patogénesis de la aterosclerosis. Al respecto, estas partículas se detectaron en la primera infancia y demostraron estar asociadas con obesidad e hipertrigliceridemia.

Si bien en este ensayo no se detectaron diferencias en los diámetros de las LDL entre los niños, sí se describieron entre los adultos (mayores diámetros en las mujeres con respecto a los hombres) y es posible que aparezcan con la edad, probablemente debido al aumento de las influencias de las hormonas sexuales durante la pubertad.

En conclusión, si bien la dislipidemia aterogénica tradicionalmente se caracterizó por hipercolesterolemia y aumento de los niveles séricos de LDLc, el incremento en el nivel de partículas de LDL pequeñas y densas puede ser un importante marcador de síndrome metabólico, del cual la resistencia a la insulina es el factor central. Los resultados de este estudio indicaron que el aumento de los niveles séricos de TG, la disminución de los valores de HDLc o un incremento en el IA pueden reflejar la presencia de cantidades significativas de partículas de LDL pequeñas y densas en el suero de los niños y que estos parámetros pueden ser útiles como herramientas clínicas para predecir el riesgo de síndrome metabólico.

 

Especialidad: Bibliografía - Cardiología

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