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Influencia de la Rehabilitación Cardíaca sobre la Calidad de Vida y la Depresión después de un Síndrome Coronario Agudo
- AUTOR : BInfluencia de la Rehabilitación Cardíaca sobre la Calidad de Vida y la Depresión después de un Síndrome Coronario Agudo
- TITULO ORIGINAL : Impacto da Reabilitação Cardíaca na Qualidade-de-Vida e Sintomatologia Depressiva após Síndroma Coronária Aguda
- CITA : Revista Portuguesa de Cardiologia 24(5):687-696, May 2005
- MICRO : Los programas específicos de rehabilitación cardíaca mejoran la evolución de los pacientes que sufren infarto agudo de miocardio al reducir los puntajes de depresión y mejorar algunos dominios de la calidad de vida.
Introducción
El objetivo de la rehabilitación cardíaca en pacientes con enfermedad coronaria, además de prevenir nuevos eventos, consiste en mejorar la calidad de vida de estos pacientes. La definición exacta de «calidad de vida» aún no se ha establecido pero, según la Organización Mundial de la Salud, representa la percepción de un individuo en relación con su posición en la vida y en función de su cultura, sus objetivos, expectativas y preocupaciones, entre otros puntos. En el contexto de la rehabilitación que sigue a un episodio isquémico, no todos los parámetros de calidad de vida son modificables y, por lo tanto, el mayor esfuerzo debe enfocarse en analizar las variables relacionadas con la salud. En los últimos años se ha mostrado mucho interés por los índices que miden este aspecto en pacientes coronarios y se crearon herramientas específicas. Así, se observó que un evento isquémico ejerce una influencia negativa considerable sobre la calidad de vida; los síntomas depresivos son frecuentes en estos pacientes y la depresión mayor afecta entre 15% y 20% de los sujetos que sufren infarto agudo de miocardio.
A pesar de que la información es discutible en este punto, algunas investigaciones aleatorizadas mostraron que la derivación de los pacientes a programas de rehabilitación cardíaca (PRC) ejerce un efecto favorable sobre la calidad de vida y los síntomas depresivos, luego de eventos coronarios agudos. Hasta la fecha no se publicó ningún trabajo al respecto en la población de Portugal, objetivo del trabajo actual.
Métodos
Entre 2001 y 2002, todos los pacientes internados en la institución por infarto fueron considerados para participar en este estudio. Durante la internación se registraron las características basales según un protocolo definido en forma previa. Se aplicó el cuestionario de calidad de vida (Medical Outcomes Study 36-Item Short Form Health Survey, SF-36) en su versión portuguesa y la escala de depresión Beck Depression Inventory (BDI). Al darlos de alta, los pacientes fueron asignados en forma aleatoria al seguimiento cardiológico estándar o a un PRC. El SF-36, comentan los autores, es un cuestionario que cubre un período de 4 semanas, que se completa en 15 minutos aproximadamente y que mostró ser una herramienta sensible para la detección de mejorías en la calidad de vida de pacientes que sufrieron infarto de miocardio. El puntaje oscila entre 0 a 100 puntos (ausencia total de bienestar a salud plena).
Al SF-36 lo integran 36 secciones agrupadas en 8 dominios que abarcan un componente físico y otro de salud mental. El primero incluye el funcionamiento físico, el rendimiento, el dolor corporal y la salud general; mientras que el componente mental se divide en áreas de vitalidad, funcionamiento social, rendimiento emocional y salud mental.
La Beck Depression Inventory es una prueba de 21 parámetros en la cual cada uno corresponde a una categoría particular o a un síntoma depresivo. Cada sección contiene una serie de valoraciones que permiten reflejar la magnitud de la gravedad del síntoma. En este estudio, al igual que en otras investigaciones en pacientes con enfermedad coronaria, un puntaje de 10 o más sugirió síntomas depresivos, mientras que un valor de 20 o más alto indicó depresión moderada o grave.
Además del seguimiento cardiológico convencional (3.5 consultas anuales luego del evento, en ambos grupos), el grupo asignado al PRC concurrió a 3 sesiones semanales de 60 minutos durante las primeras 12 semanas, seguidas de 1 sesión por mes durante el resto del año. Estas sesiones se realizaron en la Unidad de Rehabilitación, bajo supervisión calificada. Al año del alta, los participantes de ambos grupos fueron contactados para que completaran nuevos cuestionarios y para comparar las características clínicas y demográficas.
Resultados
Una cohorte de 126 pacientes con síndrome coronario agudo respondió los interrogatorios iniciales durante la internación: 31 (56 años en promedio) fueron asignados al PRC, mientras que 95 pacientes de 58 años en promedio fueron tratados con el esquema de seguimiento convencional. Ninguna de las variables clínicas o demográficas basales difirió entre los grupos. Lo mismo ocurrió al considerar las variables evaluadas durante la hospitalización.
Al año de evaluación, el puntaje de la BDI fue inferior en forma significativa en el grupo de PRC (8 versus 11, p = 0.05). La prevalencia de síntomas depresivos (37.5% versus 56.1%) o de depresión grave (3.1% respecto de 12.2%) también fue más baja en este grupo. Sin embargo, la diferencia no alcanzó nivel estadístico. Al año, el SF-36 reveló diferencias sustanciales a favor del grupo asignado a PRC en los dominios de vitalidad (puntaje de 62 versus 47, p < 0.02) y de salud general (57 versus 46, p < 0.02). No se registraron diferencias significativas en el aspecto estadístico en los restantes parámetros evaluados mediante esta herramienta, pero se manifestó una tendencia favorable en el grupo asignado a PRC.
Cuando se analizaron en forma conjunta los componentes de salud física y mental se registró un efecto beneficioso considerable en términos de salud mental (puntaje de 70.6 versus 56.9, p = 0.02), aunque no en salud física (62.9 versus 56.4).
Discusión
Los resultados revelan una mejoría importante en la calidad de vida y en los síntomas depresivos en pacientes que, luego del infarto agudo de miocardio, son derivados a un programa específico de rehabilitación cardíaca. Estos individuos tendieron a presentar menos síntomas depresivos al año, mayor sentimiento de energía y una percepción más optimista de su estado de salud, futuro y resistencia a la patología. A su vez, la tendencia favorable que se registró en los dominios restantes pone de relieve la importancia que este tipo de programas tiene sobre el bienestar psicosocial.
Cabe destacar que el SF-36 mostró diferencias sustanciales en el componente mental pero no en el físico. La observación coincide con trabajos anteriores que revelaron mejorías en el nivel de ansiedad y de depresión, independientemente de los cambios en la capacidad de ejercicio. Este fenómeno indicaría que, desde la perspectiva del paciente, el mayor efecto favorable que se obtiene a partir de los programas de rehabilitación cardíaca -en términos de calidad de vida- se relaciona con la actitud optimista y con la forma de enfrentar la enfermedad y no necesariamente con la mejoría en el rendimiento físico o la capacidad funcional.
A pesar del número pequeño de pacientes incluido en el estudio, se encontraron diferencias sustanciales a favor del PRC en relación con la calidad de vida y los síntomas depresivos. Al año de seguimiento, los pacientes asignados a dicho programa presentaron un mejor puntaje en la BDI y en el SF-36, en particular, en los dominios de vitalidad y de salud general, concluyen los autores.
Especialidad: Bibliografía - Cardiología