Eficacia y Seguridad del Hidrogel de Poliacrilamida para Acrecentamiento del Tejido Blando Facial

• AUTOR : Von Buelow S, Von Heimburg D y Pallua N
• TITULO ORIGINAL : Efficacy and Safety of Polyacrylamide Hydrogel for Facial Soft-Tissue Augmentation
• CITA : Plastic and Reconstructive Surgery 116(4):1137-1146, Sep 2005
• MICRO : Los autores obtuvieron resultados iniciales satisfactorios mediante inyección de hidrogel de poliacrilamida para el relleno estético de labios, mentón, espacio interciliar, nariz y arrugas periorales.

Introducción

Los cambios en el contorno facial con la edad se deben a alteraciones en la matriz extracelular del tejido conectivo y la piel, y a la pérdida de volumen del tejido subcutáneo. Para tratarlos pueden rellenarse las áreas afectadas inyectando diferentes agentes artificiales o de origen biológico en forma intradérmica o subcutánea. Los primeros pueden ser autólogos, alogénicos, o xenoinjertos. El material no debe ser tóxico, inmunogénico ni carcinogénico, ni tampoco ha de migrar a partir del sitio en que se lo ubica. Además, se espera que el tejido tratado parezca lo más natural posible.

El hidrogel de poliacrilamida (HP) ha sido ampliamente empleado para modelar el cuerpo durante los últimos 10 años. Recientemente se lo aprobó en muchos países para su uso en la cara. El presente estudio multicéntrico en 228 personas se realizó a fin de evaluar la seguridad y eficacia del producto.

Material y método

Fueron incorporadas al estudio 251 personas de entre 19 y 83 años; de ellas 231 eran mujeres.

El preparado de HP utilizado contiene 2.5% de polímero y 97.5% de agua. Se presenta como un gel trasparente, incoloro, en jeringas estériles de 1 ml.

Para su administración se realiza anestesia local infiltrativa o troncular. El gel se inyecta en el tejido subcutáneo mediante aguja calibre 27 de manera retrógrada, es decir, a medida que se retira la aguja. De inmediato se masajea la zona para asegurar una distribución pareja. En los casos de la serie estudiada, el procedimiento se realizó para aumentar y perfilar mentón, pómulos y nariz, así como para tratar arrugas peribucales, ángulos deprimidos de la boca y pliegues nasolabiales e interciliares. En caso de necesidad se repitieron las inyecciones para corregir los efectos de sesiones previas.

El estudio se realizó en 18 centros europeos de cirugía plástica y reconstructiva. Se seleccionaron personas con deformidades del contorno facial o deficiencias de tejidos blandos causadas por la edad, traumatismos, cirugía, acné, etc.

Las visitas ulteriores en fechas prefijadas sirvieron para que el médico calificara el resultado en: «muy bueno», «bueno», «malo» o «muy malo». Al mismo tiempo, se registró la opinión de los pacientes como «muy satisfechos», «satisfechos» o insatisfechos». En caso de hallazgos patológicos, el médico estableció su relación con el tratamiento, en cualquiera de los modos siguientes: «sin relación», «improbable», «posible», «probable» y «casi seguro».

Resultados

En casi la mitad de los pacientes se trataron pliegues nasolabiales deprimidos y en el resto otras regiones distintas de la cara. A juicio de los investigadores el resultado fue bueno en 124 casos y muy bueno en 96, de manera coincidente con la sensación de los pacientes. Ninguno de ellos se consideró peor en relación con su apariencia previa. Los efectos adversos fueron hematoma, tumefacción por acumulación del gel, pigmentación cutánea, edema transitorio, prurito y dolor. La formación de granulomas ocurrió solamente en 1 caso. No hubo alteraciones inmunitarias.

El HP resultó fácil de usar y sus resultados persistieron durante un año. Destacan los autores que pudo lograrse una apariencia natural y que los tejidos tratados reaccionaron igual que los normales a la presión, las funciones motoras y la mímica facial.

Discusión

En cirugía plástica estética y reconstructiva ha habido gran demanda por procedimientos de modelación facial, tanto para rejuvenecimiento como para tratar defectos de los tejidos blandos. A las técnicas quirúrgicas importantes tales como el lifting, la blefaroplastia y la reconstrucción con colgajos, se incorporaron métodos para relleno, que pueden servir tanto en los casos en que la cirugía no puede aplicarse o es rechazada, como en aquellos que ya fueron operados pero requieren un complemento a los efectos de lograr una apariencia mas natural.

Después de la utilización excesiva del aceite de siliconas para inyecciones subcutáneas en las décadas del 60 y 70, se comunicaron efectos adversos en número creciente. Sin embargo, no existen datos confiables sobre los riesgos del procedimiento con las pruebas necesarias, porque no se completaron ensayos clínicos prospectivos y porque muchos agentes que contenían diferentes preparados y compuestos de siliconas se usaron sin ensayos previos ni aprobación. Es debido a estas experiencias que tanto los cirujanos plásticos como los pacientes son poco proclives a aceptar el relleno con las sustancias artificiales disponibles.

El HP ha sido empleado para modelado corporal en aproximadamente 30 000 pacientes a lo largo de 10 años. No se realizó un ensayo prospectivo para analizar la seguridad de la sustancia, pero estudios retrospectivos indican que es bien tolerada y no causa reacciones evidentes en los tejidos blandos. Se conocen la biocompatibilidad y la toxicidad de la poliacrilamida puesto que se emplea en lentes de contacto blandos, envases de alimentos, productos cosméticos, purificación de agua y clarificación de jugos azucarados. Para el monómero acrilamida se informaron propiedades mutagénicas y neurotóxicas. Sin embargo, el contenido de monómeros en el gel está por debajo de 0.0064 µg/ml, y a esa reducida concentración no se producen efectos adversos en personas o animales.

Los autores consideran que si esta experiencia fuera confirmada en el largo plazo, el producto resultaría útil para incrementar los tejidos blandos. De la comparación entre el procedimiento empleado y la transferencia de tejido adiposo aspirado por liposucción desde otros sitios del organismo, surge que, si bien este último no produce reacciones inmunológicas, requiere sesiones repetidas debido a la reabsorción de parte del tejido transferido, lo que podría ser causa de complicaciones. También la inyección de colágeno, otro recurso con iguales objetivos, sufre reabsorción y, además, no constituye un relleno adecuado porque esta sustancia natural es escasa en el tejido subcutáneo. En cambio, los autores conaideran que es correcta su aplicación intradérmica para tratar arrugas superficiales.

Conclusiones

El HP es un elemento de relleno fácil de aplicar. Sus efectos para incrementar el tejido blando facial persisten por lo menos durante 1 año. Las consecuencias secundarias indeseables y transitorias registradas fueron atribuidas por los autores al procedimiento de inyección, más que a las propiedades químicas de la sustancia. De todos modos, proponen la realización de más estudios para verificar los resultados a largo plazo en mayor cantidad de pacientes.

Especialidad: Bibliografía - Cirugía Plástica