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Efectos del Consumo Farmacológico y de la Obesidad sobre la Calidad de Vida en los Países pertenecientes a la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (ODCE)
- AUTOR : Frech HE y Miller RD
- TITULO ORIGINAL : The Effects of Pharmaceutical Consumption and Obesity on the Quality of Life in the Organization of Economic Cooperation and Development (OECD) Countries
- CITA : Pharmacoeconomics 22(Supl. 2):25-36 2004
- MICRO : En adultos de 40 y 60 años un incremento del consumo de fármacos tiene significación estadística y económica en la longevidad y calidad de vida.
Introducción
En un estudio previo, los autores hallaron a partir de la información provista por la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (ODCE), que un incremento en el consumo de fármacos proporciona beneficios estadística y económicamente significativos con respecto a la expectativa de vida a los 40 y 60 años de edad, incluso cuando se controlen el ingreso per cápita, los costos sanitarios no farmacológicos y otros factores relacionados con el estilo de vida. Los resultados sobre la mortalidad infantil han sido menos precisos.
En el presente estudio también se consideran las variaciones internacionales en los índices de obesidad, factor que ha cobrado gran importancia. Los autores no se limitan a la consideración de la mortalidad, sino que además tienen en cuenta la calidad de vida; lo hacen a partir los índices de expectativa de vida ajustada por discapacidades (DALE [disability-adjusted life expectancy]), sobre los cuales la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recabado información firme.
Investigaciones previas
Según lo refieren algunos estudios precedentes, los factores infraestructurales como el suministro de agua potable y el sistema sanitario, además del ingreso per capita, la educación, la dieta y el estilo de vida -alcoholismo, tabaquismo-, tienen mayor influencia sobre la expectativa de vida que la asistencia médica.
En su trabajo previo, en el cual calcularon los costos de la asistencia sanitaria en dólares norteamericanos, los autores hallaron que el consumo de fármacos tiene repercusiones de gran importancia sobre la expectativa de vida en los adultos de 40 y 60 años. Estos hallazgos fueron estadística y económicamente significativos; en los EE.UU. los ahorros por la preservación anual de una vida corresponden a US$ 21 000.
Los autores no hallaron que el consumo de factores no farmacológicos tuviera efectos cuantificables sobre la expectativa de vida. El consumo de grasa fue el factor más relevante entre los asociados con el estilo de vida. Asimismo, manifiestan diferencias con el trabajo de Lichtenberg (2000), en el cual se señala que la inversión en salud es económicamente rentable, estableciendo que la elasticidad de la expectativa de vida a largo plazo con respecto a los gastos en salud era de alrededor del 0.07, más del doble de las estimaciones de los autores. Tampoco se explican los hallazgos positivos de Cremieux (2001) referentes a la mortalidad infantil; este autor halló importantes beneficios por el consumo de fármacos, con una elasticidad del 0.1. En otro de sus estudios, cuya validez es parcialmente reconocida por los autores, Lichtenberg encuentra beneficios considerables en la implementación de nuevos fármacos. Esto señalaría los beneficios de la investigación farmacológica.
Obesidad
La obesidad constituye un factor de riesgo particularmente importante, dado que es intrínsecamente perjudicial e incrementa el gasto sanitario. Además, su incidencia se encuentra en rápido aumento, ha cobrado una gran prevalencia en los EE.UU. y presenta índices muy variables en los países desarrollados. Durante las últimas décadas el incremento de su incidencia -definida como un IMC (índice de masa corporal) mayor de 30- ha sido muy importante. No sólo en los EE.UU., sino también en el Reino Unido y Australia, incluso en los países pobres, la obesidad constituye un grave problema. No obstante, no se advierte una gran prevalencia en Japón.
Las consecuencias de la obesidad sobre la salud son importantes. Además, es responsable de un incremento del 36% en el consumo total en salud y del 77% en el consumo de fármacos. El tabaquismo, la variable que le sigue en importancia, tiene menos repercusiones. Los esfuerzos, comentan los autores, deben estar dirigidos a modificaciones de la conducta; los beneficios obtenidos por modificaciones en el estilo de vida sedentario y en el hábito de la sobrealimentación pueden ser mayores que los beneficios logrados, por ejemplo, mediante acciones tendientes a disminuir los accidentes y las conductas suicidas y homicidas.
Información y metodología
Los autores destacan la importancia de los resultados obtenidos a los 40 y 60 años en cuanto a expectativa y calidad de vida. Esta última, cuantificada mediante la DALE, es considerada por los autores como valiosa información adicional a las simples estimaciones sobre la expectativa de vida. En cuanto a las estimaciones económicas, se advierte la utilidad del índice empleado en el estudio, el cual consiste en el cálculo del monto total que hubiera sido invertido si todos los fármacos hubieran sido comprados a precios estadounidenses constantes; por lo tanto, este monto es independiente de la variabilidad cambiaria en el mercado. Se advierte que la inversión de los EE.UU. en la industria farmacológica, a pesar de su gran ritmo de consumo, es de valor medio; además, los EE.UU. presentan los índices de obesidad más elevados entre los países pertenecientes a la ODCE. Por otra parte, la inversión en fármacos de Francia duplica a la de los EE.UU.
Los autores emplearon un análisis de regresión múltiple que refiere la influencia independiente de las distintas variables que determinan las diferencias en longevidad y calidad de vida: obesidad, alcoholismo, tabaquismo, consumo farmacológico, variables no farmacológicas, etc.
Resultados experimentales
Estilo de vida y ambiente económico
Los resultados de la expectativa de vida son fácilmente equiparables a los de la DALE. El factor del estilo de vida con mayor influencia sobre la salud es la obesidad, con valores mucho mayores a los correspondientes a los otros factores. Estos efectos son aun mayores sobre la DALE que sobre la expectativa de vida no ajustada.
Consumo sanitario no farmacológico
Como en su estudio anterior, los autores hallaron que este consumo no tiene efectos de significación estadística sobre la expectativa de vida. Se advierten efectos más importantes sobre la DALE, pero los resultados de todos modos son imprecisos. Cabe señalar que esta variable es paralela al ingreso per capita; y que es necesaria cierta cautela al interpretar ambos factores.
Consumo farmacéutico
En contraste con el consumo sanitario no farmacéutico, el farmacéutico parece ser muy importante. Los autores ratifican en este estudio los resultados obtenidos en el precedente: el consumo farmacéutico no presenta influencia discernible sobre la expectativa de vida en el momento del nacimiento, pero tiene efectos estadísticamente significativos sobre ella a los 40 y a los 60 años de edad. Los nuevos resultados son aun más precisos. El consumo de fármacos tiene mayor importancia sobre la calidad de vida que sobre la longevidad. Los valores de la DALE muestran modificaciones positivas como resultado de esta variable.
Se observa que países como Francia, donde el consumo de fármacos es más elevado, tienden a obtener menos beneficios económicos como producto de un incremento en el consumo farmacéutico, mientras que en los países donde se consumen menos medicamentos, la rentabilidad es mayor. Por ejemplo, se observan importantes diferencias entre Francia e Irlanda, el país con menor índice de consumo farmacológico. En los EE.UU., un país cuyo consumo farmacéutico es de valores medios, presenta por lo tanto una rentabilidad intermedia.
Los autores señalan que incluso entre los países de mayor consumo de fármacos, como Francia e Italia, los costos relacionados con este consumo son muy inferiores al costo anual estimado por la pérdida de una vida.
Sensibilidad de la prueba
Como se ha mencionado, es necesario interpretar con cautela las variables correspondientes al ingreso per capita y al consumo no farmacológico en salud; en tanto que estas variables son colineales en el estudio de los autores, los efectos estimados de cada una son muy sensibles a la exclusión de la otra. No se advirtieron modificaciones en estos resultados al incluirse variables relacionadas con la educación de los sujetos, su tasa de empleo, el nivel de los ingresos y la calidad ambiental.
Conclusiones
En el presente estudio los autores no se han limitado a la consideración de la mortalidad, sino que también han contemplado la calidad de vida. Gracias a la labor de la OMS, actualmente se dispone de información internacional uniforme en lo referente a la DALE. Como extensión del trabajo original, los autores examinaron los efectos del consumo de fármacos sobre la DALE al momento del nacimiento y a los 60 años, y los compararon con esos mismos efectos sobre la expectativa de vida. En su actualización, también consideraron la influencia de la obesidad como factor independiente, ratificando las estimaciones previas. Observaron que el consumo farmacéutico es realmente beneficioso a los fines de incrementar la DALE, en el momento del nacimiento y a los 60 años. También, advirtieron que los efectos sobre la DALE eran mayores que los efectos sobre la expectativa de vida. Esto respalda los conceptos vigentes, los cuales refieren que muchos de los beneficios proporcionados por la asistencia sanitaria moderna son, en realidad, sobre la calidad de vida. Además del consumo farmacológico, la obesidad fue el único factor trascendente, con importantes efectos negativos sobre la expectativa de vida y la DALE.
Especialidad: Bibliografía - Farmacología