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La Rosuvastatina Incrementa los Niveles de la Vitamina D
- AUTOR : Ertugrul D, Yavuz B, Tutal E y colaboradores
- TITULO ORIGINAL : STATIN-D Study: Comparison of the Influences of Rosuvastatin and Fluvastatin Treatment of the Levels of 25 Hydroxyvitamin D
- CITA : Cardiovascular Therapeutics 29(2):146-152, Abr 2011
- MICRO : El tratamiento durante 8 semanas con rosuvastatina, no así con fluvastatina, se asocia con un aumento de los niveles séricos de la 25 hidroxivitamina D. Aunque todavía no se conocen los mecanismos responsables de las diferencias, es posible que estas estén relacionadas con la potencia o con la biodisponibilidad de los fármacos.
Introducción
Las estatinas son los fármacos más utilizados en los pacientes con hipercolesterolemia. Sin embargo, estos agentes también ejercen otros efectos no relacionados con los lípidos; algunos de ellos podrían obedecer, al menos en parte, a las modificaciones en los niveles de la vitamina D. Numerosos trabajos revelaron que los niveles bajos de la 25 hidroxivitamina D (25-OH-D) incrementan el riesgo de enfermedad cardiovascular, mientras que las concentraciones altas tendrían efectos protectores. En un estudio previo realizado por los autores, el tratamiento durante 8 semanas con rosuvastatina se asoció con un aumento de la concentración de la 25-OH-D. En la presente investigación, los autores analizan si el efecto es igual con otras estatinas o si solo se observa en el contexto de la terapia con rosuvastatina.
Pacientes y métodos
El estudio prospectivo y aleatorizado se llevó a cabo entre octubre de 2008 y marzo de 2009 (invierno en Ankara) con la finalidad de minimizar las variaciones estacionales en los niveles de la vitamina. Se incluyeron 134 enfermos con hipercolesterolemia que no habían sido tratados previamente con fármacos hipolipemiantes. Los pacientes debían presentar niveles del colesterol asociado con las lipoproteínas de baja densidad (LDLc) de más de 100 mg/dl después de seguir durante 6 semanas la dieta recomendada por el National Cholesterol Education Program (NCEP). Los enfermos fueron asignados al tratamiento con 10 mg diarios de rosuvastatina o a 80 mg por día de fluvastatina de liberación prolongada. Se tuvieron en cuenta los antecedentes personales y clínicos.
Fueron excluidos los enfermos que consumían más de 20 g de alcohol por día, los sujetos con patologías malignas y los pacientes con hipercalcemia, hipocalcemia o hiperparatiroidismo. Tampoco se incluyeron los individuos que estaban tratados con fármacos que modifican el metabolismo del calcio y del fósforo. Se tomaron muestras de sangre para la determinación de los lípidos, de la 25-OH-D, de la fosfatasa alcalina ósea y de la osteocalcina y para la valoración de la función hepática y renal. El estudio de laboratorio se realizó al inicio y a las 8 semanas de tratamiento. La distribución de las variables continuas se determinó con pruebas de Kolmogorov-Smirnov; en las comparaciones se aplicaron puebas de chi al cuadrado, de Fisher, de Wilcoxon o t, según el caso. Las correlaciones entre los diversos parámetros se conocieron con análisis de Pearson o de Spearman.
Resultados
El estudio abarcó 134 pacientes; el 63.4% era de sexo femenino, el 34% tenía diabetes y el 45% presentaba hipertensión arterial. Un total de 69 y de 65 enfermos fue asignado al tratamiento con rosuvastatina o fluvastatina, respectivamente.
Si bien a las 8 semanas de tratamiento se registró una disminución del LDLc en ambos grupos, el descenso del colesterol total y del LDLc fue significativamente mayor en los pacientes tratados con rosuvastatina (p < 0.001 en ambos casos). Ninguno de los fármacos se vinculó con cambios importantes en el colesterol asociado con las lipoproteínas de alta densidad.
El tratamiento con rosuvastatina indujo un incremento significativo de la 25-OH-D de 11.8 ng/ml a 35.2 ng/ml (p < 0.001); la fluvastatina no se relacionó con variaciones importantes en los niveles de la vitamina.
La concentración promedio de la fosfatasa alcalina ósea se redujo de 18.5 a 9.6 u/l (p < 0.001) con la rosuvastatina y de 17 a 12.8 u/l con la fluvastatina (p = 0.004). No se observaron diferencias significativas entre los dos tratamientos en la concentración de la fosfatasa alcalina ósea (p = 0.368). No se produjeron cambios en los niveles de la osteocalcina, del calcio y del fósforo con ninguno de los fármacos en estudio.
Discusión
Los resultados del presente trabajo indican que los niveles de la 25-OH-D aumentan significativamente en los pacientes tratados con rosuvastatina, pero no en aquellos que reciben fluvastatina. Este es el primer trabajo que compara los efectos de dos estatinas sobre la vitamina D. Los autores señalan que en la bibliografía, solo unos pocos estudios analizaron la influencia de dichos fármacos sobre el estado vitamínico.
La información más reciente sugiere que la vitamina D tiene un papel importante en la salud cardiovascular; por ejemplo se observó que los niveles inferiores a los 17.8 ng/ml se asocian en forma independiente con la mortalidad global. En otra investigación, los hombres con una concentración de vitamina D de 30 ng/ml o mayor tuvieron alrededor de la mitad del riesgo poblacional de infarto de miocardio, independientemente de la presencia de otros factores de riesgo cardiovascular.
Las estatinas ejercen múltiples efectos no relacionados con la acción hipocolesterolémica; entre ellos, cabe mencionar la disminución del índice de rechazo de trasplantes, de la actividad de la enfermedad en los pacientes con artritis reumatoidea y del número de lesiones en los pacientes con esclerosis múltiple.
En un trabajo previo, los niveles de la vitamina D aumentaron significativamente en los pacientes con enfermedad cardíaca isquémica aguda después del tratamiento con atorvastatina; los mismos resultados se observaron en los enfermos con hipercolesterolemia familiar tratados con lovastatina y con simvastatina.
Un metanálisis de trabajos que analizaron la relación entre las estatinas y el metabolismo óseo reveló un menor número de fracturas de cadera, una mejoría de la densidad mineral ósea y una disminución de los niveles de la fosfatasa alcalina ósea en asociación con el tratamiento con estatinas. Sin embargo, es posible que no todos los fármacos de esta clase se vinculen con las mismas propiedades sobre el metabolismo del hueso. Un estudio in vitro reveló una correlación inversa entre la inhibición de la actividad osteoclástica y la actividad de la HMG-CoA reductasa.
En el presente trabajo, se utilizó fluvastatina como fármaco de comparación para comprender mejor este aspecto, ya que, a dosis iguales, la rosuvastatina es mucho más eficaz que la fluvastatina para hacer descender el LDLc. Además, en un trabajo anterior, solo los enfermos tratados con dosis elevadas de simvastatina (80 mg por día) tuvieron una reducción significativa de la fosfatasa alcalina ósea. La información en conjunto, por ende, sugiere que el menor recambio óseo tiene que ver con la intensidad de la inhibición de la HMG-CoA reductasa. En la presente investigación, sin embargo, no se encontraron diferencias importantes entre la rosuvastatina y la fluvastatina en los niveles de la fosfatasa alcalina ósea.
Previamente, un grupo comparó los efectos de las estatinas hidrofóbicas (cerivastatina y simvastatina) e hidrofílicas (rosuvastatina y pravastatina) sobre los osteoclastos y sobre el recambio óseo en ratas ooforectomizados. Los 4 fármacos se asociaron con una inhibición de la función de los osteoclastos al bloquear la prenilación de las GTPasas pequeñas; la eficacia fue mayor para la cerivastatina e inferior con la pravastatina. En el presente estudio se constató una disminución de la fosfatasa alcalina ósea en los enfermos que recibieron rosuvastatina y fluvastatina; no obstante, esta última no se asoció con incrementos de la concentración de la 25-OH-D.
Los autores indican que la vitamina D es metabolizada por la CYP3A4; por su parte, las estatinas sufren un importante metabolismo por la CYP3A4 y CYP3A5. Es posible que la vía común de catabolismo explique las asociaciones encontradas. La fluvastatina es un compuesto lipofílico, mientras que la rosuvastatina es hidrofílica y tiene una biodisponibilidad relativamente elevada. La rosuvastatina tiene un índice lento de difusión a través de las membranas; sin embargo, es captada rápidamente por las células hepáticas mediante proteínas de transporte, por ejemplo, por los polipéptidos transportadores de aniones orgánicos. Es posible que las diferencias en la biodisponibilidad y en el patrón de captación hepática expliquen los distintos efectos sobre el metabolismo de la vitamina D.
Conclusión
El tratamiento con rosuvastatina se asocia con un aumento de los niveles de la vitamina D, algo que no ocurre con la fluvastatina. Por último, los autores afirman que los futuros estudios in vitro serán de gran ayuda para comprender los mecanismos que participan en las diferencias encontradas.
Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica