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Demuestran una Importante Correlación entre los Indices Antropométricos y la Sensibilidad y Resistencia a la Insulina

  • AUTOR : Matos LN, de Vieira Giorelli G, Dias C
  • TITULO ORIGINAL : Correlation of Anthropometric Indicators for Identifying Insulin Sensitivity and Resistance
  • CITA : São Paulo Medical Journal 129(1):30-35, Ene 2011
  • MICRO : Los índices antropométricos más promisorios para evaluar la sensibilidad a la insulina fueron el índice de masa corporal, el cociente cintura-altura y la circunferencia abdominal, mientras que para la resistencia se encontró correlación con el cociente cintura-cadera.

Introducción

Se considera que, desde las últimas décadas, hay una pandemia mundial de diabetes mellitus (DBT). Los datos de la Organización Mundial de la Salud indican que la prevalencia de DBT es del 2.8% entre la población mundial mayor de 20 años. La prediabetes, caracterizada por un valor alterado de glucemia en ayunas, intolerancia a la glucosa o ambas, suele ser asintomática, y el tiempo que pasa entre estos estadios tempranos y el diagnóstico de DBT dura de 4 a 7 años. Durante este período, las complicaciones relacionadas con un metabolismo inadecuado de la glucosa progresan y se establece el daño tisular antes del diagnóstico de DBT. En este contexto, es deseable la detección temprana de alteraciones en el metabolismo de la glucosa, de forma que puedan implementarse intervenciones de profilaxis.

Un estudio prospectivo demostró que, 5 años antes de la aparición de valores alterados en la glucemia en ayunas, intolerancia a la glucosa o ambas, había menor sensibilidad a la insulina, validada mediante el índice del modelo de homeostasis para la evaluación de la resistencia a la insulina (HOMA-IR), en individuos previamente sanos desde el punto de vista del metabolismo de la glucosa. Aun más, durante la transición de un metabolismo sano a uno alterado, la sensibilidad a la insulina presentó una disminución adicional. El modelo HOMA-IR aporta una evaluación indirecta del metabolismo de la glucosa mediante la determinación de la insulina endógena y de la homeostasis de la glucemia.

La obesidad es una condición que involucra un riesgo de alteraciones metabólicas semejantes. Por lo tanto, los índices antropométricos de los individuos obesos, tales como el índice de masa corporal (IMC), la circunferencia abdominal (CA), el cociente cintura-cadera (CCC), el cociente cintura-altura (CCA) y el índice de conicidad (IC) se asocian con mayor posibilidad de presentar DBT y síndrome metabólico. Sin embargo, estas asociaciones se describieron tanto en poblaciones sanas como en poblaciones heterogéneas desde el punto de vista nutricional.

El objetivo de este estudio fue evaluar la correlación de los índices antropométricos para identificar alteraciones a nivel del metabolismo de la glucosa en un grupo de mujeres no diabéticas que tenían sobrepeso o que presentaban obesidad abdominal o generalizada (evaluada por IMC y CA) y entre individuos que estaban en riesgo de presentar DBT, pero con un valor normal de glucemia en ayunas.

Métodos

El presente fue un estudio cruzado con una muestra conveniente, con análisis de datos prospectivos de las personas tratadas en una clínica médica en San Pablo, Brasil.

Se incluyeron 61 sujetos con glucemia en ayunas < 99 mg/dl y al menos una de las siguientes condiciones que constituyen riesgo para DBT: hipertensión; IMC > 25 kg/m2; CA alta; familiar de primer grado con DBT; madres con niños de alto peso para la edad gestacional o que presentaron DBT gestacional; colesterol asociado a lipoproteínas de alta densidad en ayunas < 35 mg/dl y triglicéridos > 250 mg/dl.

Se evaluaron también, en paralelo, 43 mujeres no diabéticas con IMC > 25 kg/m2 y CA > 80 cm. La mayoría estaba en tratamiento con seguimiento ambulatorio por hipertensión o dislipidemia. Los criterios de exclusión incluyeron un diagnóstico previo de DBT y el uso de hipoglucemiantes orales o insulina.

Se evaluó el peso, la altura, la CA, la circunferencia de la cadera, la presión arterial, la presencia de hipertensión y dislipidemia, junto con el uso de drogas hipolipemiantes e hipotensores. Se calculó el IMC, el CCC, el CCA y el IC.

La CA se realizó con el paciente parado, al final de la exhalación, en el punto medio entre el reborde costal inferior y la cresta ilíaca, con un metro no elástico de forma horizontal. La circunferencia de la cadera se midió a nivel del trocánter mayor para poder calcular el CCC. La hipertensión se definió por un nivel de presión arterial mayor o igual a 140 mm Hg x 90 mm Hg en 2 ocasiones distintas, o bien por el uso de hipotensores, independientemente de los valores de presión arterial. Los participantes fueron sometidos a la determinación de la glucemia y del nivel de insulina luego de un ayuno nocturno de 8 a 12 horas. Se definió que la sensibilidad a la insulina estaba preservada cuando el HOMA-IR fue menor o igual a 0.37 y que había resistencia a la insulina cuando el HOMA-IR fue mayor de 2.7.

Se construyeron curvas de características del operador receptor y se calculó el área bajo la curva, con un intervalo de confianza del 95%.

Resultados

El promedio de edad de los 61 sujetos con un valor normal de glucemia en ayunas fue de 59.7 ± 14.3 años; 16 de ellos eran varones. La gran mayoría tenía hipertensión y dislipidemia, con un promedio de presión arterial sistólica de 132.5 ± 22.2 mm Hg y una presión diastólica de 80.9 ± 11.8 mm Hg. En un 25.6% de los casos se encontró baja sensibilidad a la insulina y el promedio de HOMA-IR para todos los pacientes fue de 1.0 ± 0.7, valor que está por debajo del nivel que los autores consideran apropiado.

En paralelo, las 43 mujeres no diabéticas tenían un promedio de edad de 57.2 ± 12.9 años y presentaban sobrepeso o bien obesidad abdominal y generalizada. La prevalencia de resistencia a la insulina en la muestra estudiada fue del 39.53% con un promedio de HOMA-IR de 3.8 ± 4.7, que también se encuentra por debajo del valor normal. Respecto del estado nutricional, de acuerdo con los datos del IMC, un 44.19% tenía sobrepeso y un 55.81%, obesidad. La correlación con HOMA-IR en el grupo de pacientes con un valor normal de glucemia en ayunas se demostró con el IMC y el CCA. En función de la curva de característica del operador receptor, construida para los índices antropométricos, se demostró que la correlación era estadísticamente significativa en relación con el IMC, el CCA y la CA, y se encontró que los mejores puntos de corte eran de 33.3 kg/m2, 0.67 y 100 cm, respectivamente.

En el grupo de mujeres obesas, se observó que el CCA fue el que más se correlacionó estadísticamente con el índice HOMA-IR. El resto de los índices antropométricos evaluados de obesidad y composición corporal no presentaron correlación significativa alguna con este índice. Se realizó la curva de característica del operador receptor construida para el CCA y se encontró que el mejor punto de corte fue de 0.70.

Discusión y conclusiones

Se demostró que el IMC y el CCA tenían una correlación negativa relevante con el HOMA-IR en los individuos con un valor normal de glucemia en ayunas, pero con condiciones que indicaban riesgo de presentar DBT en el futuro. Los índices antropométricos más promisorios a la hora de analizar la sensibilidad a la insulina fueron el IMC, el CCA y la CA. El IMC y la CA son ampliamente usados en la práctica habitual, pero el CCA no se ha incorporado en la evaluación antropométrica de rutina. Otros grupos de investigación informaron asociaciones entre el CCA y condiciones tales como la hipertrofia del ventrículo izquierdo, la hipertensión, la DBT y la resistencia a la insulina en hombres clasificados como sanos. Otro resultado importante de este trabajo fue la correlación entre la resistencia a la insulina, evaluada mediante el HOMA-IR, y el CCA entre las mujeres con sobrepeso.

Diversos estudios vincularon la obesidad abdominal con alteraciones metabólicas y aumento del riesgo cardiovascular, independientemente de los indicadores de obesidad general. Las técnicas de imágenes, tales como la resonancia magnética nuclear y la tomografía computarizada, hacen posible la observación de diferentes depósitos de tejido adiposo a nivel de la cintura. Entre éstos hay adiposidad visceral y subcutánea: la primera tiene alta correlación con menor sensibilidad y mayor resistencia a la insulina. En cambio, se demostró una fuerte correlación entre la CA y la adiposidad visceral y, por lo tanto, se sugirió que podría ser una herramienta rentable para semejantes evaluaciones.

Sin embargo, algunos estudios previos demostraron que los individuos con valores similares de CA y menor altura presentaron un peor perfil metabólico y cardiovascular, demostrado por mayor prevalencia de hiperglucemia, esteatosis hepática e hipertensión, en comparación con los sujetos de mayor altura, incluso luego de ajustar por la edad, el tabaquismo y el perfil lipídico. Esto sugirió que el CCA podría ser una herramienta más precisa para el rastreo de las consecuencias metabólicas de los depósitos de tejido adiposo visceral. Se ha considerado que una menor sensibilidad y una mayor resistencia a la insulina son condiciones subclínicas que se plantean como alteraciones precursoras del estado de prediabetes, lo que justifica una vigilancia activa para diagnosticar dichas condiciones. No obstante, los análisis de laboratorio involucrados son costosos.

Por lo tanto, debe ponerse todo el esfuerzo en determinar criterios rentables y de fácil interpretación para identificar semejantes condiciones. Con este fin, deben promoverse más estudios en distintas poblaciones, con el objetivo de validar el uso de los índices antropométricos, de los cuales se demostró su eficacia real en este ensayo.

Los índices antropométricos más promisorios para evaluar la sensibilidad a la insulina fueron el IMC, el CCA y la CA, y los mejores puntos de corte fueron 33.3 kg/m2, 0.67 y 100 cm, respectivamente. También se observó una correlación importante entre el CCA y la resistencia a la insulina, evaluada mediante el índice HOMA-IR, entre las mujeres con sobrepeso u obesidad, así como entre las mujeres no diabéticas, y el mejor punto de corte fue de 0.70. Estos indicadores involucran una evaluación antropométrica simple, rápida y fácil de interpretar, que puede constituir una alternativa a los índices HOMA-IS y HOMA-IR de la práctica clínica.

Especialidad: Bibliografía - Endocrinología

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