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La Terapia de Reemplazo Hormonal Mejora la Respuesta al Estrés y el Rendimiento Cognitivo
- AUTOR : Patacchioli FR, Simeoni S, Perrone G y colaboradores
- TITULO ORIGINAL : Menopause, Mild Psychological Stress and Salivary Cortisol: Influence of Long-Term Hormone Replacement Therapy (HRT)
- CITA : Maturitas 55(2):150-155, Sep 2006
- MICRO : El uso prolongado de la terapia de reemplazo hormonal atenúa la actividad del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal en situaciones basales y en respuesta al estrés leve, un fenómeno que mejoraría algunos aspectos negativos asociados con el aumento de los niveles de cortisol durante la posmenopausia.
Introducción
Durante el envejecimiento se producen cambios importantes en el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal (HHA); un hallazgo característico en esta etapa es la falta de supresión del eje después de una situación de estrés, que genera exposición prolongada a hormonas de estrés. De hecho, la retroalimentación negativa del cortisol se reduce en personas de edad avanzada. Además, se sugirió que los niveles de hormonas sexuales también influyen en la respuesta al estrés; por ejemplo; las mujeres posmenopáusicas tienen una mayor reactividad neuroendocrinológica al estrés en comparación con las mujeres premenopáusicas. Asimismo, las mujeres sanas de edad avanzada suelen referir trastornos del sueño y es común que se detecte elevación de los niveles de cortisol libre en orina; estos cambios se reducen en el contexto de la terapia de reemplazo hormonal (TRH) y se observó que el tratamiento con estradiol en mujeres posmenopáusicas modifica la sensibilidad del eje HHA. Sin embargo, hasta la fecha ningún estudio analizó el patrón de secreción de cortisol en mujeres que reciben TRH durante largos períodos. En este trabajo, los autores evaluaron en un grupo de mujeres tratadas con TRH la actividad de este eje en condiciones basales y después de la exposición a una situación leve de estrés (prueba de colores y palabras: Stroop color-word test [CWT]). Los resultados se compararon con los obtenidos en mujeres posmenopáusicas de edades similares, no tratadas con TRH y con un grupo control de menor edad.
Materiales y métodos
Se seleccionaron 14 mujeres de 59.9 años en promedio entre pacientes que recibían TRH desde 5 a 8 años antes. Sólo se incluyeron mujeres con útero intacto, tratadas con estradiol transdérmico (50 µg) en combinación con 10 mg de acetato de medroxiprogesterona por vía oral en esquema continuo durante más de 5 años, desde un año después de la menopausia.
Las participantes no fumadoras no recibían drogas vasoactivas con influencia sobre la secreción de cortisol (antidepresivos, antihipertensivos o agentes tiroideos). El grupo sin TRH abarcó 14 mujeres de 59.6 años en promedio, mientras que los controles fueron 14 mujeres premenopáusicas con una media de edad de 32.1 años, en las que se estudió la actividad del eje HHA durante la fase folicular del ciclo menstrual. Se aplicó la CWT clásica de Venturini, que consiste en 3 partes. En cada participante, la prueba duró 5 minutos; se consideraron el número de errores cometidos y el tiempo necesario para completar el estudio. Antes de la prueba y 15, 30 y 45 minutos después se tomaron muestras de saliva para la determinación de los niveles de cortisol. Para evaluar la variación circadiana en la secreción de cortisol se pidió a las participantes que tomaran 2 muestras de saliva en sus hogares, una semana antes de efectuar la prueba de estrés, a las 8 de la mañana y a las 8 de la noche. La concentración de cortisol se determinó mediante fluoroinmunoensayo.
Resultados
El grupo sin TRH tuvo niveles matutinos de cortisol significativamente más altos que los controles y que el grupo de mujeres bajo TRH; en cambio, la concentración de cortisol en saliva en la muestra vespertina fue semejante en los 3 grupos de participantes. En conjunto, en ambas muestras, las pacientes tratadas con TRH tuvieron niveles de cortisol más bajos que las no tratadas con cortisol y más parecidos a los del grupo control. En cada grupo se observó la fluctuación circadiana normal en la concentración de cortisol (los niveles matutinos superaron a los vespertinos).
El tiempo de respuesta en la CWT fue mayor en las mujeres posmenopáusicas, con TRH y ésta respecto del grupo control (p < 0.05). Las participantes jóvenes y las mujeres posmenopáusicas con TRH cometieron el mismo número de errores, mientras que la cantidad de equivocaciones cometidas fue mayor en pacientes posmenopáusicas sin TRH (p < 0.05).
El nivel inicial de cortisol (inmediatamente antes de la prueba de estrés) fue mayor en mujeres posmenopáusicas sin TRH respecto del grupo control (p < 0.05). Esta diferencia no se observó en el grupo que recibía tratamiento hormonal (no se detectaron diferencias significativas en los niveles del cortisol antes de la prueba entre mujeres jóvenes y aquellas posmenopáusicas tratadas con TRH).
El incremento de los niveles de cortisol en saliva inducido por el estrés fue importante en los 3 grupos; en el transcurso de los 45 minutos que siguieron al final del estudio, en las mujeres jóvenes se comprobó una recuperación completa de la concentración inicial, mientras que en las pacientes posmenopáusicas sin TRH el cortisol se mantuvo elevado.
Discusión
Este trabajo demostró que, en mujeres posmenopáusicas, la TRH utilizada durante largos períodos modifica la actividad basal del eje HHA y la respuesta al estrés leve. De hecho, estas pacientes tuvieron niveles de cortisol en saliva por la mañana y por la tarde semejantes a los de mujeres más jóvenes, de manera tal que la TRH podría mitigar el desequilibrio en el eje hormonal que se produce con el envejecimiento, tal vez al recuperarse la sensibilidad a la retroalimentación.
En la posmenopausia no parece estar comprometido el ritmo circadiano de secreción de cortisol: en todas las participantes se comprobó la variación rítmica fisiológica con concentración matutina sustancialmente mayor que la vespertina. Los hallazgos de la investigación indicaron que las mujeres posmenopáusicas presentaron concentración de cortisol en saliva más alta que las participantes jóvenes; además, se ha sugerido que los niveles altos de cortisol en mujeres posmenopáusicas podrían participar en la pérdida de masa ósea, una alteración que tal vez se evitaría con la TRH prolongada.
Las mujeres de mayor edad que recibían TRH liberaron menos cortisol en respuesta a la prueba de estrés, un comportamiento similar al observado en mujeres jóvenes pero no en aquellas posmenopáusicas no tratadas con TRH. Sin embargo, añaden los autores, si bien todas las participantes posmenopáusicas fueron mujeres sanas realizaron la prueba en mayor tiempo, quizá como consecuencia de la declinación cognitiva fisiológica asociada con el envejecimiento. No obstante, el número de errores sólo aumentó sustancialmente en el grupo que no recibía TRH, un hallazgo que sugiere que el tratamiento mejora de alguna forma el rendimiento intelectual. En trabajos previos se encontró que los estrógenos ejercen efectos beneficiosos sobre la actividad de las neuronas y la memoria. En opinión de los expertos, la modulación de la respuesta al estrés en mujeres tratadas con TRH podría representar un mecanismo por el cual el reemplazo hormonal influye en el sistema cardiovascular a través del sistema nervioso autonómico. En conclusión, la TRH durante largos períodos podría ayudar a enfrentar las situaciones asociadas con estrés leve y brindaría protección contra la exposición excesiva a las hormonas de estrés. La integridad del eje HHA parece esencial en el mantenimiento del bienestar físico, concluyen los expertos.
Especialidad: Ginecología