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El Tejido Adiposo Epicárdico Tendría un Papel Fisiopatológico Importante en la Aterosclerosis Coronaria

  • AUTOR : Wang C, Yeh L, Houng J y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Increased Epicardial Adipose Tissue Volume in Coronary Artery Calcium and Coronary Atherosclerosis: Possible Role in Inflammatory Reaction: Wang C, Yeh L, Houng J y colaboradores
  • CITA : Acta Cardiologica Sinica 28(1):1-9, Mar 2012
  • MICRO : El aumento del volumen del tejido adiposo epicárdico se asocia con la gravedad de la aterosclerosis coronaria y con el depósito de calcio en las arterias coronarias, independientemente de la presencia de factores tradicionales de riesgo cardiovascular. Además, el volumen del tejido adiposo epicárdico se correlaciona con los marcadores proinflamatorios, entre ellos la proteína C-reactiva y la visfatina.

Introducción

Se considera que diversas citoquinas y quimioquinas liberadas por el tejido adiposo contribuyen en el proceso inflamatorio que caracteriza a la enfermedad cardiovascular. El tejido adiposo epicárdico (TAE), del epiplón y mesentérico representan los depósitos más importantes de tejido adiposo visceral (TAV); todos ellos se originan a partir del mesodermo esplácnico y pleural. Sin embargo, señalan los autores, el TAE representa una acumulación especial de grasa visceral porque rodea a las ramas de las arterias coronarias y al miocardio; además, el TAE comparte la circulación con este último. En comparación con otros depósitos de TAV, el TAE se caracteriza por una mayor función lipolítica y lipógena, de modo tal que permite el almacenamiento de los ácidos grasos libres intravasculares. Estas particularidades sugieren que el TAE, respecto de otros depósitos de TAV, tendría una participación decisiva en la morfología y función del corazón y en la homeostasis de la vasculatura coronaria y, por lo tanto, en la aterosclerosis coronaria. Debido a que el TAE es fácilmente identificable mediante ecocardiografía y otros estudios de imágenes, sería especialmente útil como marcador de la adiposidad visceral. En un estudio reciente, los autores demostraron que el volumen del TAE aumenta en los enfermos con diabetes tipo 2 y que se vincula con la presencia de los trastornos que definen al síndrome metabólico y a la aterosclerosis coronaria. Otro grupo de investigadores demostró que el TAE se relaciona con aterosclerosis más grave en el lecho vascular coronario y con el contenido de calcio en las arterias coronarias (CAC) en los enfermos con índice de masa corporal (IMC) bajo.

El TAE sintetiza numerosos mediadores proinflamatorios, tales como la interleuquina 6, el factor de necrosis tumoral alfa y la proteína 1 quimiotáctica para los monocitos, y adipoquinas, entre ellas leptina, adipsina, visfatina y resistina. También sintetiza adiponectina, una proteína con efectos antiaterogénicos y antiinflamatorios. La visfatina es un factor de estimulación de los linfocitos pre-B, con fuertes efectos proinflamatorios y muy abundante en el TAV. Más aún, la visfatina tendría un papel fundamental en la diabetes tipo 2, en la enfermedad renal crónica, en la angiogénesis endotelial, en las enfermedades inflamatorias autoinmunes y en la aterosclerosis coronaria.

La información en conjunto sugiere que el TAE podría ser un marcador confiable y sensible para conocer el riesgo cardiovascular. En el presente estudio, los autores analizaron la asociación entre el volumen del TAE, el CAC, la aterosclerosis coronaria, los factores de riesgo cardiovascular y los marcadores proinflamatorios, especialmente la visfatina.

Pacientes y métodos

La investigación se llevó a cabo en 263 pacientes (215 hombres y 48 mujeres) con dolor precordial típico o atípico, sometidos a angiografía coronaria por tomografía computarizada (TC), entre 2006 y 2009, con el propósito de evaluar la estenosis de las arterias coronarias. Ninguno de los enfermos tenía antecedentes de enfermedad coronaria confirmada. La edad promedio de los participantes fue de 55 años.

Se tuvieron en cuenta las características clínicas, los hábitos de vida, entre ellos el tabaquismo y la presencia de diabetes tipo 2, hipertensión arterial y dislipidemia (según los criterios del Adult Treatment Panel III).

Se tomaron muestras de sangre para la determinación de los parámetros bioquímicos de rutina, los niveles de proteína C-reactiva (PCR) ultrasensible y la visfatina. Todos los enfermos fueron sometidos a angiografía coronaria por TC; en las imágenes se calculó el puntaje de calcificación coronaria con el método de Agatston, el volumen del TAE, el puntaje de Gensini y las lesiones en las arterias coronarias. La distribución normal de los datos se determinó con pruebas de Kolmogorov-Smirnov; las comparaciones de las variables se realizaron con pruebas de la t y de Wilcoxon. Mediante modelos de regresión de variables únicas y múltiples se determinó la asociación entre el volumen del TAE y el CAC. El grupo de referencia estuvo integrado por los pacientes sin CAC y con un volumen de TAE < 100 cm3.

Resultados

Se dispuso de TC cardíacas aptas para 253 participantes. Se comprobó un aumento significativo del volumen de TAE en relación con la edad, tanto en hombres como en mujeres, de 109 ± 34 cm3 en los enfermos de menos de 40 años a 154 ± 47 cm3 en los de más de 70 años (p = 0.010). En todas las categorías de edad, las mujeres tuvieron menor volumen de TAE. Los pacientes con factores de riesgo cardiovascular presentaron mayor volumen de TAE, en comparación con los enfermos sin factores de riesgo (140 ± 49 cm3 respecto de 112 ± 61 cm3; p = 0.006). Además, el volumen del TAE aumentó en relación con el número de factores de riesgo, de 111 ± 60 cm3 en los individuos sin factores de riesgo hasta 161 ± 50 cm3 en aquellos con 3 o más factores de riesgo cardiovascular (p = 0.001). En los modelos de variables múltiples, el volumen del TAE se asoció significativamente con la diabetes tipo 2, la edad y la hipercolesterolemia. Asimismo, el TAE se correlacionó en forma directa con el IMC (r = 0.473; p < 0.0001) y con el número de arterias coronarias con obstrucción (r = 0.243; p = 0.0001). La asociación entre el volumen de TAE y los puntajes Agatston de CAC se mantuvo significativa incluso después de considerar el IMC.

La diabetes tipo 2 y el volumen del TAE > 200 cm3 fueron factores predictivos independientes del CAC; los enfermos con CAC tuvieron un volumen de TAE significativamente mayor que los pacientes sin CAC (146.6 ± 56.3 cm3 y 120.7 ± 41.6 cm3; p < 0.0001). La diferencia fue independiente de la edad. También se encontraron diferencias importantes en el volumen del TAE entre los sujetos con CAC y sin CAC y en los pacientes con EC o sin ésta.

En los modelos en los cuales se consideró la gravedad de las lesiones coronarias, el volumen del TAE, la edad y el puntaje de Agatston se asociaron significativamente con la gravedad de la EC en todos los participantes, independientemente de la presencia o ausencia de diabetes tipo 2.

El volumen del TAE se correlacionó en forma positiva con los puntajes de Gensini (beta = 0.174; p = 0.020), los puntajes de calcio Agatston (beta = 0.206; p = 0.001), el volumen de calcio (beta = 0.244; p < 0.0001) y los puntajes de riesgo Framingham (beta = 0.267; p < 0.0001). Los coeficientes de Pearson mostraron correlaciones directas significativas entre el volumen del TAE y los niveles de visfatina, triglicéridos y PCR y con el recuento de glóbulos blancos y linfocitos. En cambio, no se encontró una correlación importante entre el volumen del TAE y el recuento de neutrófilos y monocitos. El TAE se vinculó en forma inversa con la concentración del colesterol asociado con lipoproteínas de alta densidad (HDLc).

Discusión

En el presente trabajo, el volumen de TAE se asoció con el CAC, independientemente del IMC. Además, en comparación con todos los factores tradicionales de riesgo cardiovascular, incluso el puntaje de riesgo Framingham, el volumen de TAE > 200 cm3 predijo más fuertemente el contenido de CAC y la gravedad de la aterosclerosis coronaria, incluso en los modelos que consideraron la diabetes tipo 2.

También se encontraron asociaciones importantes entre el TAE, el puntaje de calcio Agatston, el volumen de calcio, el puntaje de Gensini y la escala de riesgo Framingham. Asimismo, se verificaron correlaciones sustanciales entre el volumen del TAE y diversos marcadores inflamatorios; los datos en conjunto sugieren que el TAE participaría en el proceso inflamatorio, subyacente en la aterosclerosis coronaria.

En un estudio reciente realizado por los autores en pacientes con diabetes, el volumen del TAE se relacionó con los factores de riesgo cardiovascular, indicadores de síndrome metabólico. Igualmente, en otra investigación previa, el espesor de la grasa epicárdica en la ecocardiografía se asoció fuertemente y en forma independiente con los niveles de insulina en ayunas y con la presión arterial diastólica. En el presente ensayo, el TAE se relacionó con el número de factores de riesgo y, específicamente, con la diabetes, la edad y la hipercolesterolemia, de modo tal que sería un marcador apropiado del síndrome metabólico, además de un indicador de aterosclerosis coronaria.

En los modelos de variables múltiples y en comparación con los factores tradicionales de riesgo cardiovascular, el volumen del TAE > 200 cm3 fue el factor que mejor predijo el CAC, independientemente del IMC, motivo por el cual sería de mayor trascendencia que la obesidad, en términos de la aterosclerosis coronaria. En opinión de los autores, el TAE actuaría no sólo como depósito de lípidos sino también como un órgano endocrino que secreta numerosas hormonas y mediadores inflamatorios. La visfatina sería, en este sentido, uno de los marcadores más importantes. Algunos trabajos anteriores revelaron que la visfatina se localiza en las células espumosas de las placas de ateroma (macrófagos); además, se asociaría con la inflamación, la aterosclerosis y la desestabilización de las placas, responsable de los síndromes coronarios agudos. La visfatina también participaría en la maduración de las células de músculo liso vascular. En un estudio reciente, los niveles de la visfatina se vincularon significativamente con el daño del miocardio, en los enfermos con infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST. En la presente ocasión, el mayor volumen de TAE se correlacionó con niveles más altos de visfatina. El diseño transversal de la investigación y las determinaciones del TAE y de los niveles de visfatina en una única ocasión son las principales limitaciones del presente estudio.

Conclusiones

La acumulación excesiva de TAE se asocia con diversos marcadores proinflamatorios, con la presencia y gravedad de la aterosclerosis coronaria y con el depósito de calcio en las arterias coronarias; en conjunto, los hallazgos indican que el TAE participaría en los procesos inflamatorios subyacentes en las lesiones de ateroma y en la calcificación de las arterias coronarias, concluyen los expertos.

Ref : CARDIO.

Especialidad: Bibliografía - Cardiología

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