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Relación entre Osteoprotegerina, Factores de Riesgo Cardiovascular y Aparición de Síndrome Metabólico en Mujeres con Antecedente de Diabetes Gestacional

  • AUTOR : Akinci B, Celtik A, Yesil S y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Increased Osteoprotegerin Levels in Women with Previous Gestational Diabetes Developing Metabolic Syndrome
  • CITA : Diabetes Research and Clinical Practice 91(1):26-31, Ene 2011
  • MICRO : Los niveles séricos de la osteoprotegerina se relacionan con los factores de riesgo cardiovascular y con síndrome metabólico y podrían participar en la aparición de enfermedad cardiovascular en las pacientes con antecedente de diabetes gestacional.

Introducción

La diabetes gestacional (DBTG) representa un factor de riesgo de trastornos cardiovasculares; un trabajo reveló que la DBTG se asocia con diabetes posparto, con resistencia a la insulina, con hipertensión y con dislipidemia. Otros estudios también sugirieron que la DBTG incrementa el riesgo del síndrome metabólico (SM), caracterizado por la agrupación de ciertos factores de riesgo cardiovascular.

La osteoprotegerina (OPG) es un miembro de la superfamilia del receptor del factor de necrosis tumoral alfa (TNF); inhibe la resorción ósea osteoclástica mediada por el ligando de unión al receptor activador del factor nuclear kB (RANKL). La OPG ejerce funciones importantes no sólo en el hueso; también regula la función de las células dendríticas, el crecimiento de los linfocitos y la apoptosis. Un estudio, sin embargo, no encontró ninguna relación entre los niveles séricos de la OPG, la densidad mineral ósea y las fracturas. En cambio, en el mismo trabajo se comprobó una asociación entre la concentración de la OPG y la mortalidad cardiovascular. Posteriormente se comprobó que los niveles más altos de OPG se asocian con la arteriosclerosis coronaria, con el accidente cerebrovascular y con la mortalidad vascular global. Asimismo, la OPG se relacionaría con la gravedad y con la progresión de la aterosclerosis de la carótida y con las placas de ateroma en la aorta. Más aún, los factores convencionales de riesgo cardiovascular – edad, tabaquismo, diabetes, marcadores de inflamación sistémica y dilatación vascular mediada por el endotelio – se asocian con los niveles de la OPG.

En un estudio previo, los autores comunicaron una asociación entre los niveles de la OPG y la edad, la concentración de la proteína C reactiva (PCR), los niveles de la glucosa y el espesor de la íntima y media (EIM) de la carótida en las mujeres con antecedente de DBTG. Sin embargo, si bien la OPG estuvo levemente aumentada en las mujeres con historia de DBTG, no se encontraron diferencias significativas con los controles. En la presente investigación de diseño transversal, los autores analizan la posible relación entre los niveles de la OPG, los factores de riesgo cardiovascular y el síndrome metabólico en un amplio grupo de mujeres con antecedente de DBTG.

Pacientes y métodos

El estudio abarcó 128 mujeres con antecedente de DBTG, diagnosticada entre 2002 y 2008. La DBTG se detectó mediante el desafío oral de una hora con 50 g de glucosa entre las semanas 24 y 28 de la gestación. Posteriormente, las pacientes fueron sometidas a una prueba de tolerancia de 3 horas con 100 g de glucosa por vía oral. Las enfermas con riesgo elevado – obesidad grave, antecedente de DBTG o de parto de un hijo con peso elevado para la edad gestacional, síndrome de los ovarios poliquísticos y una fuerte historia familiar de diabetes tipo 2 – fueron sometidas al rastreo en las primeras visitas prenatales.

En las pacientes con antecedentes de DBTG, los controles posparto se realizaron en forma anual; el seguimiento se prolongó por 3.23 años en promedio (1 a 7 años). No se incluyeron mujeres posmenopáusicas. El grupo de estudio abarcó 128 enfermas y 67 mujeres sanas que habían estado embarazadas en el mismo período. El SM se diagnosticó en función de los criterios propuestos por la American Heart Association (AHA); en ninguna paciente se había efectuado el diagnóstico del SM antes del embarazo índice, complicado con DBTG.

Se tuvieron en cuenta el peso, la talla, el hábito de fumar, la circunferencia de la cintura (CC), el índice de masa corporal (IMC) y la presión arterial. Se tomaron muestras de sangre para la valoración de la glucemia, de los lípidos y de la insulina. La resistencia a la insulina se estimó con el modelo de la homeostasis (HOMA: según los niveles de la glucemia y de la insulina en ayunas). La concentración de la PCR y de la OPG se conoció con enzimoinmunoensayo (ELISA). Los autores recuerdan que el ELISA utilizado para la determinación de la OPG mide la proteína libre y la proteína unida al RANKL; asimismo, identifica la forma monomérica y dimérica de la OPG. Las mujeres fueron sometidas a estudio Doppler de alta resolución para determinar el EIM de la carótida (bulbo, carótida común y carótida interna).

La distribución de las variables se conoció con pruebas de Kolmogorov-Smirnov; las comparaciones se realizaron con pruebas t, ANOVA con corrección Bonferroni y de chi al cuadrado según el caso. Se efectuaron análisis de correlación de Pearson.

Resultados

Las mujeres con antecedente de DBTG tenían mayor IMC y CC respecto de los controles. El porcentaje de fumadoras fue similar en los dos grupos. Los niveles séricos de la glucosa y de la insulina en ayunas y los valores del HOMA fueron mayores en las enfermas en comparación con los controles. Las pacientes con antecedente de DBTG tuvieron un perfil de lípidos más aterogénico; la concentración de la PCR y el EIM de la carótida fueron mayores en las enfermas con antecedente de DBTG. La concentración de la OPG fue similar en los dos grupos.

En el 33.59% de las 128 pacientes con historia de DBTG (n: 43) se diagnosticó el SM; ninguna participante del grupo control tuvo SM. Las mujeres que presentaron el SM tuvieron niveles más altos de PCR y de OPG y mayor EIM de la carótida en comparación con los controles sanos (p < 0.001 en todos los casos). Al efectuar la comparación con las mujeres con antecedente de DBTG sin SM, las pacientes que presentaron el SM tuvieron niveles más altos de PCR (p = 0.004) y de OPG (p < 0.001); igualmente, el EIM de la carótida fue mayor (p = 0.004). Las enfermas con antecedente de DBTG que no cumplieron los criterios del SM también presentaron niveles más altos de PCR (p = 0.01) y un EIM de la carótida mayor (p = 0.07) respecto de los controles sanos. Los niveles de la OPG fueron similares (p = 0.955). La OPG se correlacionó en forma positiva con el IMC, con la CC, con la glucemia y la insulina en ayunas, con el índice HOMA, con la PCR y con el EIM de la carótida y negativamente con el colesterol asociado con las lipoproteínas de alta densidad.

Discusión

En la presente investigación, si bien las mujeres con antecedente de DBTG presentaron un leve aumento de los niveles de la OPG, no se encontraron diferencias significativas en este parámetro entre las pacientes y los controles. Sin embargo, las mujeres con antecedente de DBTG que presentaron el SM tuvieron niveles más altos de OPG en comparación con las pacientes que no tuvieron el SM a lo largo del seguimiento. Además, la OPG se asoció con los índices de resistencia a la insulina, con el EIM de la carótida y con la inflamación subclínica.

La OPG, recuerdan los autores, es una glicoproteína que inhibe la resorción ósea osteoclástica mediada por el RANKL. Diversos estudios revelaron que la mayor concentración de la OPG se asocia con trastornos cardiovasculares, con enfermedad coronaria, con estenosis sintomática de la carótida y con síndromes coronarios agudos. Los niveles séricos de la OPG se asociaron en forma positiva con los índices de rigidez arterial en las mujeres posmenopáusicas con osteoporosis y con la rigidez vascular en los pacientes con diabetes. En una investigación, la OPG se asoció en forma independiente con la incidencia de eventos cardiovasculares y con la mortalidad vascular. Además, la OPG se relacionó en forma significativa con la gravedad y con la progresión de la arteriosclerosis de la carótida a los 10 años. Los resultados de la presente investigación también sugieren una asociación entre los niveles de la OPG, los factores de riesgo cardiovascular y el EIM de la carótida.

Aún no se estableció si la resistencia a la insulina es la causa del SM o si es consecuencia del aumento del peso y de los trastornos metabólicos. Cualquiera sea la fisiopatología, el SM se asocia con arteriosclerosis, con disfunción del endotelio y con inflamación sistémica. El SM es la agrupación de numerosos factores de riesgo cardiovascular de forma tal que no sorprende que su presencia eleve más el riesgo cardiovascular que cualquiera de los componentes por separado. Los resultados de la presente investigación sugieren que los niveles elevados de la OPG podrían participar en la aparición de los trastornos cardiovasculares en las mujeres con antecedente de DBTG.

La relación entre la OPG y la insulina se conoce poco y los resultados de los trabajos al respecto mostraron resultados contradictorios. En un estudio, la insulina disminuyó la expresión de la OPG en las células de músculo liso vascular; la infusión de insulina se asoció con una disminución de la concentración de la OPG. Sin embargo, el efecto fue menor en los sujetos con diabetes tipo 2 y con obesidad.

Aunque en la presente investigación se observó una correlación entre los niveles de la PCR y de la OPG, en diversos trabajos anteriores no se comprobó una asociación entre la OPG y los marcadores de inflamación. Aún así, un amplio estudio en 3 386 personas encontró una relación significativa entre la concentración de la PCR y de la OPG. En otra investigación, la concentración de la OPG se asoció con el riesgo cardiovascular y con la arteriosclerosis subclínica.

Si bien existe una clara relación entre los niveles más altos de OPG y los trastornos cardiovasculares, paradójicamente algunos trabajos en modelos en animales sugirieron que la OPG podría proteger contra la calcificación arterial. Sin embargo, los resultados no han sido homogéneos, tal vez por las diferencias entre las especies evaluadas.

En conclusión, en el presente trabajo no se encontró una alteración importante en la concentración de la OPG en las mujeres con antecedente de DBTG; no obstante, los niveles de la OPG fueron significativamente más altos en las enfermas que posteriormente presentaron el SM. Además, la OPG se correlacionó con otros marcadores de arteriosclerosis subclínica. En opinión de los expertos, la OPG podría estar involucrada en la aparición de los trastornos cardiovasculares en las pacientes que han presentado DBTG.

Ref : ENDO.

Especialidad: Bibliografía - Endocrinología

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