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Los Bajos Niveles Séricos Maternos de 25-Hidroxivitamina D durante el Embarazo Se Asocian con Mayor Riesgo de Diabetes Tipo 1 en el Neonato
- AUTOR : Sørensen I, Joner G, Stene L y colaboradores
- TITULO ORIGINAL : Maternal Serum Levels of 25-Hydroxy-Vitamin D During Pregnancy and Risk of Type 1 Diabetes in the Offspring
- CITA : Diabetes 61(1):175-178, 2012
- MICRO : Se ha postulado que la vitamina D juega un papel protector contra las enfermedades autoinmunitarias. Los niños de madres que presentan concentraciones séricas bajas de 25-hidroxivitamina D durante el embarazo tendrían un aumento en el riesgo de padecer diabetes tipo 1 durante la niñez.
Introducción
La diabetes tipo 1 es la enfermedad crónica más común durante la niñez. Si bien se reconoce cierta susceptibilidad genética, aún se desconoce la causa de esta afección. En los últimos años ha crecido el interés por las acciones inmunomoduladoras de la vitamina D en la diabetes tipo 1 y en otras enfermedades autoinmunitarias.
Los receptores de vitamina D se encuentran en casi todos los tejidos corporales y se ha postulado que esta vitamina estaría involucrada en una gran variedad de procesos, más allá de su función clásica sobre la homeostasis del calcio y del fósforo y la mineralización ósea. Entre estos procesos se incluye la inmunidad: tanto los macrófagos como los linfocitos T y B activados expresan la enzima 1-alfa-hidroxilasa, responsable de convertir a la 25-hidroxivitamina D [25(OH) D] en 1-alfa-25-hidroxivitamina D [1,25(OH)2 D], forma activa de la vitamina D. Se cree que esta vitamina ejerce un efecto protector contra las enfermedades autoinmunitarias.
Estudios previos han sugerido que el suplemento de vitamina D durante el primer año de vida puede asociarse con una disminución en el riesgo de padecer diabetes tipo 1. Otros ensayos han postulado una asociación entre la ingesta materna de la vitamina durante el embarazo y la presencia de anticuerpos antiislote en niños.
La medición de los niveles séricos de 25(OH) D es la forma aceptada para evaluar el estado total de vitamina D. El objetivo del presente estudio fue determinar si las bajas concentraciones séricas maternas de 25(OH) D durante el embarazo se asocian con un incremento en el riesgo de diabetes tipo 1 de comienzo temprano en el neonato.
Métodos
Para el estudio se utilizó una cohorte de casos y controles que había sido diseñada originalmente para investigar la infección por Toxoplasma gondii en embarazadas que dieron a luz entre 1992 y 1994. Un total de 29 072 mujeres prestaron su consentimiento para participar luego en el presente estudio. Durante el estudio original, se extrajeron entre una y cuatro muestras de sangre durante el embarazo, las cuales fueron almacenadas a -20°C y, en su mayoría, se encontraban disponibles para medir 25(OH) D.
A los fines del presente ensayo, se obtuvo información de los resultados del embarazo y se identificó a todos aquellos niños que posteriormente obtuvieron el diagnóstico de diabetes tipo 1 antes de cumplir los 15 años. En total, se identificaron 119 niños con este diagnóstico, pero las correspondientes muestras de plasma materno estaban disponibles para 109 de ellos (casos en estudio). De la misma cohorte se seleccionaron otros 219 casos en forma aleatoria (controles). En cada caso, se midieron los niveles de 25(OH) D mediante la técnica de radioinmunoensayo aplicada a la última muestra de plasma materno disponible que fue extraída durante el embarazo. Las concentraciones obtenidas fueron divididas en cuartiles para su análisis.
Resultados
La edad promedio de los niños al momento del diagnóstico de diabetes fue de 9.0 años. No se observaron diferencias significativas entre los casos y los controles con respecto a la edad o el número de partos de las mujeres, la semana gestacional en que se tomó la muestra, la frecuencia de cesáreas o la presencia de diabetes materna antes del embarazo. Sorprendentemente, hubo un número significativamente mayor de niñas que de niños entre los casos en estudio en comparación con el grupo control.
Los niveles séricos promedio de 25(OH) D resultaron ser significativamente más bajos en los casos en estudio que en los controles (65.8 vs. 73.1 nmol/l). Tal como se esperaba, se observó una variación estacional en las concentraciones de 25(OH) D. Asimismo, el riesgo estimado de diabetes tipo 1 de comienzo en la niñez fue más de dos veces superior en los niños nacidos de madres con un nivel de 25(OH) D en el primer cuartil en comparación con las mujeres que contaban con un nivel de esta vitamina en el cuarto cuartil. Los resultados no variaron significativamente luego del ajuste por varios factores.
Discusión y conclusión
El presente estudio sugiere la existencia de una asociación entre niveles bajos de 25(OH) D durante el embarazo y mayor riesgo de diabetes tipo 1 en el neonato.
Se trató de un estudio poblacional sobre una cohorte de alrededor de 30 000 embarazadas; por lo tanto, la presencia de un sesgo de selección es menos probable que en los estudios en los que los controles son seleccionados a partir de otra fuente diferente a la de los casos en estudio. No obstante, se observó una proporción inesperadamente alta de niñas entre los casos en estudio y una proporción inesperadamente baja de niñas en el grupo control. Los autores señalan que no hallaron una explicación satisfactoria para esta diferencia, aunque de todos modos el ajuste estadístico por sexo no influyó en los resultados del estudio.
El prolongado período de seguimiento permitió identificar a todos los niños que resultaron tener diabetes tipo 1 durante la niñez. Sin embargo, el uso de muestras almacenadas por un período tan prolongado puede plantear interrogantes acerca de su viabilidad. Se ha postulado que la 25(OH) D se mantiene estable por largos períodos; de hecho, el patrón estacional hallado en los resultados apoya la validez de las mediciones. Sólo hubo unos pocos casos en los que las muestras no pudieron utilizarse, ya sea porque fueron empleadas para otros estudios o porque no se encontraban en condiciones para su análisis.
Los hallazgos del presente trabajo coinciden con dos estudios previos que utilizaron cohortes más pequeñas y en los que la ingesta materna de vitamina D durante el embarazo, ya sea con los alimentos o mediante suplementos dietarios, se asoció con una disminución en el riesgo de presentar anticuerpos antiislote en el neonato. No obstante, otro estudio previo fracasó en demostrar esta asociación. De todos modos, ninguno de estos estudios es comparable con el presente ensayo ya que en éste no sólo se midieron los niveles de la 25(OH) D materna sino que además se realizó un seguimiento de los niños hasta los 15 años. Por otra parte, un estudio reciente en el cual se registró la ingesta de vitamina D y se midieron los niveles de 25(OH) D durante la niñez no halló asociación alguna entre estos factores y el riesgo de autoinmunidad antiislote o de progresión a diabetes tipo 1.
Otros estudios previos se basaron en datos sobre la ingesta de vitamina D durante el embarazo, lo cual puede estar sujeto a un sesgo de memoria por parte de la paciente y a otros errores de medición, más allá de que de esta manera no se toma en cuenta la exposición solar. En el presente estudio no se obtuvo información acerca de la ingesta de vitamina D a partir de alimentos o suplementos dietarios ni acerca de la exposición a la luz solar, ya que los autores consideraron que medir las concentraciones séricas de 25(OH) D supera a cualquier cuestionario, dado que refleja en forma directa el estado de vitamina D de una persona. Asimismo, aunque la toma de muestras de la cohorte no fue dividida por estación del año, este dato fue tenido en cuenta y se hicieron los ajustes correspondientes en el análisis estadístico. Se ha sugerido previamente que los niveles séricos de 25(OH) D varían poco con la edad gestacional; la información del presente estudio sugiere que la estación en la que se extrajo la muestra contribuye más a la variación entre distintas muestras que la edad gestacional.
Por otra parte, estudios recientes han identificado una débil asociación entre determinados polimorfismos genéticos relacionados con el metabolismo de la vitamina D y la diabetes tipo 1. En el presente estudio no se tuvo acceso al ácido desoxirribonucleico (ADN) de los participantes, por lo que no se pudo realizar el genotipo. De todos modos, los autores señalan que es improbable que estos polimorfismos en la madre o en el neonato puedan influir sobre la asociación entre los niveles maternos de 25(OH) D y el riesgo de diabetes tipo 1 en los niños. A este respecto, una reciente revisión concluyó que a pesar de que los hallazgos iniciales indicaban una potencial asociación entre determinados polimorfismos del receptor de vitamina D y el riesgo de padecer diabetes tipo 1, la información disponible no es suficiente como para apoyar dicha asociación para ninguno de los polimorfismos estudiados.
Por último, se desconoce el mecanismo exacto por el cual la vitamina D ejerce una función protectora contra la diabetes tipo 1, aunque se sabe que muchos pasos del proceso inmunitario pueden modificarse por acción de la 1,25-(OH)2 D a favor de una mejor tolerancia, lo cual es relevante en la prevención de los procesos autoinmunitarios.
En conclusión, los resultados del presente estudio indican una asociación entre las bajas concentraciones séricas maternas de 25(OH) D durante el embarazo y el incremento del riesgo de diabetes tipo 1 en la niñez. Los hallazgos de este trabajo brindan información relevante para el diseño de futuros ensayos aleatorizados que tengan por objetivo prevenir la diabetes tipo 1 en la niñez mediante la mejoría de los niveles maternos de 25(OH) D durante el embarazo.
Ref: ENDO, GINECO.
Especialidad: Bibliografía - Endocrinología - Ginecología