Bibliografía

Laboratorios Bagó > Bibliografías > Estudian la Relación Entre Peso al Nacer, Ganancia de Peso en la Infancia y la Niñez, y Riesgo de Diabetes del Adulto en Países de Bajos o Medianos Ingresos

Estudian la Relación Entre Peso al Nacer, Ganancia de Peso en la Infancia y la Niñez, y Riesgo de Diabetes del Adulto en Países de Bajos o Medianos Ingresos

  • AUTOR : Norris S, Osmond C, Fall C y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Size at Birth, Weight Gain in Infancy and Childhood, and Adult Diabetes Risk in Five Low – or Middle – Income Country Birth Cohorts
  • CITA : Diabetes Care 72-79, 0
  • MICRO : Se ha demostrado que existe una relación entre el peso al nacer, la ganancia de peso en la infancia y la niñez, y el riesgo de diabetes en el adulto. Aparentemente, el bajo peso al nacer y la mayor ganancia de peso luego de los 48 meses constituirían factores de riesgo para la intolerancia a la glucosa.

Introducción

Se ha postulado que el peso al nacer estaría asociado inversamente con la presencia de diabetes tipo 2 (DBT2), y que esta asociación podría ser aun más importante luego del ajuste por el índice de masa corporal (IMC) en el adulto. Asimismo, estudios llevados a cabo en países de altos ingresos han demostrado que una rápida ganancia de peso en la niñez o en la vida adulta se vincula con un incremento en la incidencia de DBT2 e insulinorresistencia. En consecuencia, tanto las alteraciones del crecimiento fetal como el exceso de ganancia de peso posnatal podrían ser potenciales precursores de DBT2 en la adultez.

Cuatro quintos del total de personas con DBT2 viven en países de bajos y medianos ingresos (PBMI). Muchos de estos países están atravesando una rápida transición nutricional y económica, lo que expone a sus habitantes a condiciones ambientales que promueven la ganancia de peso. La combinación de desnutrición en los primeros años de vida con sobrenutrición en la adultez podría contribuir a exacerbar la epidemia de DBT2 en dichos países.

De todos modos, pocos estudios han evaluado la ganancia de peso en la niñez y su relación con la diabetes del adulto en los PBMI. La gestación y los primeros dos años de vida constituyen el momento en el cual el crecimiento de los niños de estos países cae más rápidamente por debajo de los valores de referencia internacional, por lo que ese parece ser el momento ideal para generar acciones tendientes a mejorar la supervivencia infantil, el desarrollo cognitivo y el estatus económico del adulto. A partir de este hecho, en la salud pública de los PBMI, se plantea la cuestión de si promover la ganancia de peso en los primeros años de vida podría generar efectos adversos sobre el riesgo de diabetes en el adulto.

En este contexto, se llevó a cabo un estudio en cinco cohortes provenientes de PBMI, cuyo objetivo fue evaluar, por un lado, la asociación entre el riesgo de diabetes del adulto y el peso al nacer, y por el otro, la asociación entre dicho riesgo y la ganancia de peso en la infancia y niñez temprana. Más específicamente, se investigó el peso al nacer, el peso a los 24 y 48 meses y el peso en la adultez temprana, junto con la ganancia de peso condicional (GPC) entre estas edades, y se los relacionó con la glucemia en ayunas del adulto, el riesgo de intolerancia a la glucosa y la insulinorresistencia.

Métodos y diseño del estudio

Los países de origen de las cinco cohortes en estudio fueron: Brasil, Guatemala, la India, Filipinas y Sudáfrica. Todos los participantes eran adultos al momento de medir los resultados, con una edad promedio de 22.7 + 0.4 años para la cohorte de Brasil, 32.4 + 4.1 años para la cohorte de Guatemala, 29.2 + 1.4 años para la de la India y 21.2 + 0.9 años para la de Filipinas (Sudáfrica fue la excepción, con una edad promedio de 15.5 + 0.3 años).

A los fines del presente ensayo, se obtuvo el peso al nacer de cada participante, así como el peso a los 24 meses. El peso a los 48 meses estuvo disponible para tres de las cohortes (Brasil, Guatemala e India); para el caso de Sudáfrica y Filipinas, este peso se obtuvo a la edad más cercana posible (60 y 102 meses, respectivamente). La edad gestacional se calculó según la fecha de la última menstruación de la madre, excepto en Filipinas, en donde se utilizó otro método para los neonatos de bajo peso al nacer.

Además, en la adultez, se midió el peso y la talla mediante el uso de técnicas estandarizadas. Los puntos de referencia utilizados para la medición de la circunferencia de cintura fueron diferentes en los distintos países. Asimismo, se evaluaron los siguientes resultados: en primer lugar, la glucemia en ayunas; en segundo lugar, una combinación entre la prevalencia la glucemia en ayunas alterada y la prevalencia de DBT2 (GAA/DBT2); y por último, la insulinorresistencia. La insulina fue medida en tres de las cinco cohortes (India, Filipinas y Sudáfrica), y en estos casos se calculó el Modelo de Homeostasis para la Evaluación de la Insulinorresistencia (HOMA-IR).

Un total de 8 746 participantes presentaban la información completa acerca del peso al nacer, el peso a los 24 y 48 meses y el de la adultez. En 6 511 casos se pudo disponer de las concentraciones de glucemia, y en 6 503 se pudo disponer, también, de la circunferencia de cintura. Los HOMA-IR se calcularon sobre la base de los 3 202 participantes de la India, Filipinas y Sudáfrica. Igualmente, se tomó en cuenta la GPC (que representa la desviación de la ganancia de peso esperada) en los siguientes intervalos: 0 a 24 meses, 24 a 48 meses y 48 meses hasta la adultez.

Resultados

Según los resultados del estudio, los participantes de la India obtuvieron el menor peso al nacer y la mayor prevalencia de nacimientos con bajo peso para la edad gestacional. Los participantes brasileños obtuvieron el mayor peso al nacer y la talla más alta en adultos. Por su parte, los participantes de Sudáfrica resultaron ser los de mayor peso a los 24 y 48 meses. La mayor prevalencia de GAA/DBT2 fue encontrado en la India y, la menor, en las Filipinas.

El peso al nacer se asoció inversamente con la glucemia en ayunas y con la prevalencia de GAA/DBT2 en el adulto. Sin embargo, no se observó asociación alguna entre estas dos últimas variables y el peso a los 24 y 48 meses. Asimismo, el peso al nacer, el peso a los 24 y a los 48 meses se correlacionaron positivamente con el IMC y con la circunferencia de cintura. A su vez, estos dos parámetros se vincularon positivamente con la concentración de glucemia. Al realizar el ajuste por la circunferencia de cintura del adulto, la asociación inversa del peso al nacer con la glucemia y la prevalencia de GAA/DBT2 se hizo más intensa, mientras que se encontró una relación inversa entre el peso de los 24 y 48 meses y dichos resultados. Estos hallazgos no se modificaron en forma significativa luego del ajuste por talla e IMC.

Además, la GPC entre el nacimiento y los 48 meses no obtuvo correlación con la glucemia o la prevalencia de GAA/DBT2. En cambio, la GPC entre los 48 meses y la adultez se asoció positivamente con ambos parámetros. Luego del ajuste por la circunferencia de cintura, la GPC entre el nacimiento y los 48 meses se vinculó inversamente con la glucemia y con la GAA/DBT2, mientras que la GPC entre los 24 y los 48 meses no obtuvo ninguna asociación en este sentido. Tampoco estos hallazgos se modificaron significativamente luego del ajuste por talla e IMC.

En cuanto a la evaluación de la insulinorresistencia, el peso al nacer no tuvo relación con el HOMA-IR, mientras que el peso a los 24 y 48 meses se asoció positivamente con esta variable. También, el HOMA-IR se relacionó positivamente con el IMC y la circunferencia de cintura en el adulto. Sin embargo, luego del ajuste por la circunferencia de cintura, la asociación de la insulinorresistencia con el peso al nacer, a los 24 y a los 48 meses resultó ser inversa a la calculada antes del ajuste.

Igualmente, se encontró una diferencia de género para la GPC entre los 48 meses y la adultez, debida a la heterogeneidad en la asociación de este parámetro con la circunferencia de cintura en el adulto. Este hallazgo fue más notorio en la India, y se redujo significativamente luego del ajuste por la circunferencia de cintura. En el análisis de ambos sexos en conjunto, se encontraron correlaciones positivas entre la GPC y la insulinorresistencia en los tres períodos considerados. Sin embargo, luego del ajuste por circunferencia de cintura, IMC y talla, la GPC en los primeros años de vida no se vio asociada con insulinorresistencia.

Por último, no se encontró interacción entre la GPC de los distintos intervalos y el bajo peso para la edad gestacional, lo que indica que la GPC en la infancia y la niñez tendría una asociación similar con los resultados del adulto, independientemente de si el neonato tuvo bajo peso para la edad gestacional.

Discusión

En el análisis conjunto de las cinco cohortes, el bajo peso al nacer se asoció con un aumento de la glucemia y con un incremento en el riesgo de intolerancia a la glucosa en el adulto. El peso a los 24 y 48 meses y la GPC entre el nacimiento y los 48 meses no obtuvieron relación con la glucemia ni con el riesgo de GAA/DBT2. En contraste, la GPC entre los 48 meses y la adultez se correlacionó fuertemente y en forma positiva con ambos resultados. Asimismo, la circunferencia de cintura del adulto se vinculó positivamente con el peso en los primeros años de la vida, así como con la glucemia y la prevalencia de GAA/DBT2 en el adulto.

Luego del ajuste por la circunferencia de cintura, el peso al nacer, el peso en la infancia y la GPC de la infancia se relacionaron inversamente con la glucemia y la prevalencia de GAA/DBT2. El peso al nacer no se asoció con insulinorresistencia, mientras que una mayor GPC en cualquier período se correlacionó con un incremento en dicho parámetro. Asimismo, luego del mencionado ajuste, la insulinorresistencia se vinculó inversamente con el peso al nacer.

El hallazgo de una asociación inversa entre el peso al nacer y la glucemia, y entre el peso al nacer y el riesgo de GAA/DBT2, coincide con estudios previos llevados a cabo, principalmente, en países de altos ingresos. Este hallazgo es compatible con la hipótesis de que factores ambientales que influyen sobre el crecimiento fetal tendrían efecto a largo plazo sobre la homeostasis de la glucosa.

A diferencia de la GPC previa a los 48 meses, la que existe entre los 48 meses y la adultez se asoció fuertemente con la glucemia y el riesgo de GAA/DBT2. Esto sugiere que la infancia y la niñez temprana podrían ser el momento oportuno para promover la ganancia de peso en las poblaciones de PBMI sin el riesgo de exacerbar el riesgo de DBT2 en el adulto. No obstante, los hallazgos respecto de la insulinorresistencia indican que esta conclusión aún debe ser revisada. De todos modos, la mencionada asociación sugiere que toda ganancia de peso acelerada durante la niñez debe ser evitada.

El peso en la infancia, el peso a los 48 meses y las distintas GPC se correlacionaron con el peso, el IMC y la circunferencia de cintura en el adulto. Por lo tanto, el peso a estas edades, o algún componente de este, contribuiría con el aumento en la adiposidad del adulto, lo que constituye un factor de riesgo para la diabetes. El ajuste por la circunferencia de cintura llevó a una asociación inversa entre los tres resultados evaluados, el peso al nacer, el peso a los 24 meses y la GPC entre el nacimiento y los 24 meses. A partir de esto, los autores interpretan que, para cualquier circunferencia de cintura, un mayor peso al nacer, un mayor peso en la infancia o una mayor ganancia de peso se asociaría con menor insulinorresistencia y riesgo de DBT2 en el adulto. Esto sugiere que existiría un componente en la ganancia de peso de los primeros años de la vida que no se asocia con mayor circunferencia de cintura y que podría ser un factor protector contra la enfermedad ulterior.

Por último, los autores señalan que la principal fortaleza del estudio es la naturaleza prospectiva de la medición de peso en un amplio número de personas provenientes de PBMI. También, se mencionan algunas limitaciones, tales como la pérdida de seguimiento posterior y la heterogeneidad en la edad de los participantes y en los métodos utilizados para medir el peso al nacer, la edad gestacional y la glucemia.

Conclusión

El bajo peso al nacer es un factor de riesgo para la intolerancia a la glucosa, lo cual tiene una importante repercusión en los PBMI, donde las complicaciones del embarazo y el parto son frecuentes. La mayor GPC entre los 48 meses y la adultez también constituye un factor de riesgo para la intolerancia a la glucosa, por lo que el aumento acelerado de peso luego de los 48 meses debe ser evitado. Asimismo, no se encontró un incremento en el riesgo de GAA/DBT2 con la mayor ganancia de peso en la infancia y niñez temprana, lo que sugiere que este podría ser el momento oportuno para promover la ganancia de peso sin aumentar el riesgo de diabetes en la adultez. Sin embargo, se debe tener presente que los participantes del estudio aún son personas jóvenes, y la asociación entre el aumento de peso en la infancia, el incremento de la circunferencia de cintura en el adulto y la insulinorresistencia podrían predecir un incremento en el riesgo de diabetes en el futuro.

Ref : CLMED, ENDO.

Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica - Endocrinología

ADVERTENCIA:

El material incluido en este sitio ha sido concebido exclusivamente para los profesionales de la salud con fines informativos, y destinado a orientar sobre el uso adecuado de los medicamentos y a satisfacer sus necesidades de mayor información.

Todos los textos referidos a nuestros productos de venta bajo prescripción médica se corresponden a los lineamientos aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

Laboratorios Bagó le sugiere consultar siempre a un profesional de la salud calificado ante cualquier duda sobre una condición médica particular.

He comprendido y deseo ver la información

Consultas médicas: infoproducto@bago.com.ar