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Describen la Utilidad de los Programas de Entrenamiento Físico Moderado en Mujeres Jóvenes con Sobrepeso
- AUTOR : Tan S, Wang X, Wang J
- TITULO ORIGINAL : Effects of Supervised Exercise training at the Intensity of Maximal Fat Oxidation in Overweight Young Women
- CITA : Journal of Exercise Science & Fitness 10(2):64-69, Dic 2012
- MICRO : El entrenamiento físico a intensidades moderadas logra mejoras significativas en mujeres jóvenes con sobrepeso en términos de composición corporal y niveles plasmáticos de lípidos, entre otros aspectos.
Introducción
El sobrepeso y la obesidad son trastornos multifactoriales. Se asocian con riesgo de aparición y progresión de otras entidades como enfermedades cardíacas, hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedades respiratorias, determinados tipos de cáncer, trastornos reproductivos y artrosis. El factor de riesgo común a estas entidades es la falta de actividad física y una ingesta excesiva de calorías en la dieta. El entrenamiento físico se asoció con mejoras en la composición corporal y la aptitud cardiorrespiratoria.
Todos los estudios referidos a este tema mencionan el «ejercicio de intensidad moderada» como al menos una parte de sus programas de actividad física. Las intensidades se determinaron en general mediante el porcentaje individual del consumo máximo de oxígeno (VO2máx) o de la frecuencia cardíaca (FC) máxima, pero suele haber pocos datos que expliquen la elección de la intensidad del ejercicio y los sustratos de energía usados al entrenar con dichas intensidades.
En cuanto a la intensidad del entrenamiento, está demostrado que la tasa absoluta de oxidación grasa aumenta con intensidades leves a moderadas de ejercicio y luego disminuye a medida que el ejercicio se vuelve aun más intenso. La oxidación grasa máxima se define mediante la tasa máxima de oxidación obtenida con cada intensidad de ejercicio. La intensidad del ejercicio a la que tiene lugar la máxima oxidación grasa se especifica como la Fatmáx. En estudios previos se observó que ésta suele ocurrir con un 39% a 65% del VO2máx y varía según la edad, el sexo, la composición corporal, el estado de entrenamiento, la VO2máx y la dieta.
Es lógico plantear que el uso de intensidad de Fatmáx en los programas de ejercicio lograría quemar grasas con más eficacia y favorecería mejoras en la composición corporal en personas con sobrepeso u obesidad. Algunos estudios investigaron los efectos de programas de entrenamiento físico con una intensidad de la Fatmáx en adolescentes obesos, individuos de mediana edad con síndrome metabólico y hombres obesos. Se determinó que dichos programas produjeron beneficios en la oxidación grasa durante el ejercicio de intensidad moderada, la composición corporal y la sensibilidad a la insulina. No se conocen informes sobre el uso de la intensidad de Fatmáx en programas de entrenamiento físico en mujeres jóvenes con sobrepeso. El objetivo del estudio presentado a continuación fue analizar los efectos de un programa de entrenamiento supervisado de ocho semanas de duración con una intensidad de Fatmáx individualizada sobre la composición corporal y la aptitud cardiorrespiratoria en un grupo de mujeres jóvenes chinas con sobrepeso.
Métodos
Se seleccionaron 50 estudiantes universitarias de 20 a 23 años. Los criterios de inclusión fueron tener un índice de masa corporal (IMC) > 25 kg/m2, un porcentaje de grasa corporal > 30%, no practicar ejercicio en forma regular, tener ciclos menstruales normales, y no estar embarazadas, amamantando o tomando anticonceptivos orales al momento de la selección. Se excluyeron aquellas con enfermedades cardíacas o pulmonares, hipertensión, diabetes, requerimiento de dispositivos ortopédicos o limitaciones neurológicas para la actividad física.
Las participantes fueron aleatorizadas a dos grupos: el grupo de entrenamiento físico con intensidad de Fatmáx (n = 30) y el grupo sedentario o de control (n = 20). Las integrantes del primero pasaron por ocho semanas de entrenamiento físico supervisado. A las integrantes del grupo de control se les solicitó que mantuvieran sus hábitos de actividad física y no iniciaran otras formas de ejercicio durante el período del estudio. En ambos grupos se determinaron la masa corporal, el peso, las circunferencias de cintura y cadera, composición corporal y porcentaje de grasa corporal total, VO2máx, presión arterial (PA), respuestas a la prueba del escalón y niveles plasmáticos de colesterol total y triglicéridos en ayunas. Se calculó el índice de masa corporal (IMC) y el índice cintura-cadera (IC-C). Todas las determinaciones se efectuaron al inicio y al final, y en la etapa temprana a media de la fase folicular; las pruebas posteriores al entrenamiento se realizaron al menos dos días después de la última sesión de ejercicios. Las participantes mantuvieron su dieta habitual durante el estudio.
La respuesta a la prueba del escalón en términos de FC es un índice de la aptitud cardiorrespiratoria; la altura del escalón debe ser de 25 cm. Después de una ejercitación de precalentamiento, las participantes efectuaron la prueba durante tres minutos, con una frecuencia de 30 ciclos completos regulada por un metrónomo en 120 latidos/minutos. La FC se determinó en los minutos 1, 2 y 3 posteriores al ejercicio y se calculó el índice de FC (IFC = [tiempo de ejercicio en segundos]/sumatoria de las tres FC de los períodos posejercicio x 2] x 100).
La VO2máx se determinó con una ergometría graduada en cinta; después de un período de precalentamiento la carga inicial de trabajo se programó en 3.3 km/h con una inclinación de 0° durante tres minutos. La segunda carga se efectuó a 6.3 km/h con una inclinación de 0° durante un minuto; a partir de entonces la velocidad se incrementó en 0.8 km/h por minuto. La prueba concluyó al alcanzarse el agotamiento.
Después de 10 a 12 horas de ayuno se determinó la Fatmáx en una ergometría graduada modificada en cinta. Después de un período de precalentamiento o de caminar a 5.5 km/h durante tres minutos, el primer período de la prueba se programó en una velocidad de 7 km/h con una inclinación de 1° durante tres minutos. La inclinación se incrementó en 1° cada tres minutos hasta alcanzar una tasa de intercambio respiratorio (TIR) de 1.0, y luego se aumentó la velocidad 0.8 km/h por minuto hasta el agotamiento máximo. Se determinaron el VO2 y el VCO2. Se utilizaron los valores tomados hacia el final de cada período de ejercicio, antes de alcanzar la TIR de 1.0, para calcular la tasa de oxidación grasa. Las pruebas de Fatmáx se efectuaron por la mañana para evitar las variaciones circadianas.
Para identificar la intensidad del ejercicio de Fatmáx, se calculó la oxidación grasa total; la intensidad a la cual se observaba la mayor tasa de oxidación grasa se definió como la Fatmáx. La FC correspondiente a la intensidad de la Fatmáx se registró y se aplicó al control de la intensidad del entrenamiento durante el período del estudio.
Las participantes del grupo de Fatmáx se sometieron a cinco sesiones de una hora de duración de entrenamiento físico por semana en una pista exterior durante ocho semanas. Cada sesión consistió en diez minutos de precalentamiento con caminata, trote y estiramientos; seguidos de 40 minutos corriendo, en los que se controlaba la intensidad mediante la FC correspondiente a la Fatmáx, determinada por un monitor; luego seguía un período de enfriamiento con caminatas suaves y estiramientos.
Los resultados se expresan como promedios ± desviación estándar. Se usó a prueba de la t de Student apareada para evaluar las variaciones en las variables en ambos grupos y la prueba de la t de Student no apareada para comparar los datos iniciales y las variaciones en las variables analizadas después de las intervenciones entre ambos grupos. Se consideró significativo un valor de p < 0.05.
Resultados
Los resultados se basan en las observaciones de 29 participantes del grupo de Fatmáx y 19 del de control que completaron el estudio. Ocho participantes del primero perdieron de dos a cinco sesiones de entrenamiento, por diversos motivos. Una participante de cada grupo abandonó el estudio por razones personales. No se identificaron lesiones debidas el entrenamiento.
Al aumentar la intensidad del ejercicio la tasa de oxidación grasa se incrementó a 0.43 ± 0.01 g/min (intervalo 0.28-0.59 g/min) con un VO2 absoluto 18.33 ± 3.35 ml/kg/min, que representó un 54 ± 4% del VO2máx. Después de esto la tasa de oxidación grasa disminuyó. La FC promedio correspondiente a la intensidad de Fatmáx fue de 134 ± 3 latidos/min.
Luego de las ocho semanas de entrenamiento, las participantes del grupo de Fatmáx disminuyeron significativamente su masa corporal, IMC, grasa corporal, masa grasa e IC-C, sin modificar su masa libre de grasa. No había diferencias sustanciales en las variables al inicio entre ambos grupos. Sin embargo, las modificaciones en la masa corporal, IMC, masa grasa e IC-C difirieron significativamente entre ellos. No se observaron cambios notables en las participantes del grupo de control.
El VO2máx de las participantes del grupo de Fatmáx aumentó sustancialmente después del entrenamiento. La respuesta de FC en la prueba del escalón mejoró notablemente en este grupo pero no en el de control. Las modificaciones en el IFC difirieron significativamente entre ambos grupos. En el grupo de Fatmáx no se vieron cambios en la PA sistólica ni diastólica en relación con el entrenamiento, pero sí un descenso sustancial en los niveles de colesterol total y triglicéridos. En el grupo de control no se detectaron modificaciones respecto de los valores iniciales en las variables analizadas.
Discusión
Los resultados correspondientes a las mujeres con sobrepeso incluidas en el estudio presentado indicaron una tasa máxima de oxidación grasa de 0.43 ± 0.01 g/min, que tuvo lugar a una intensidad de ejercicio de 54 ± 4% del VO2máx. En la bibliografía hay pocos estudios sobre los efectos de la intensidad de la Fatmáx en mujeres con sobrepeso u obesidad. Un trabajo previo informó que la intensidad de la Fatmáx era alcanzada con un 39.5 ± 2.3% del VO2máx con una tasa máxima de oxidación grasa de 0.20 ± 0.02 g/min. Estos datos difieren notablemente de los presentados, tal vez por el uso de distintas pruebas y la edad de las participantes (en el trabajo previo: 36.6 ± 1.8 años). Esto confirma que la intensidad de la Fatmáx se ve influida por diversos factores. Tal vez los resultados de las mujeres chinas no puedan aplicarse a otras etnias. También se detectaron variaciones importantes en intensidad de la Fatmáx y la tasa máxima de oxidación grasa entre las participantes de este estudio, a pesar de pertenecer a un grupo bastante homogéneo (jóvenes, sedentarias y con sobrepeso). Esto indica que debe contemplarse la variabilidad interindividual al momento de diseñar estudios sobre programas de entrenamiento.
En el estudio se observaron mejoras en la composición corporal en el grupo bajo entrenamiento físico supervisado y no en el de control. Este hallazgo está respaldado por un trabajo anterior con participantes con síndrome metabólico, pero no por otros dos con participantes hombres obesos o adolescentes, aunque estos fueron más pequeños y de escasa duración. La disminución del IC-C detectado en el trabajo aquí presentado refleja que la mayor proporción de pérdida de masa grasa corresponde a la grasa abdominal. Esto resulta alentador, ya que esto evitaría la aparición de enfermedades cardíacas y síndrome metabólico.
El mecanismo de la mejora de la composición corporal parece relacionarse con la modificación en la tasa de oxidación grasa durante el ejercicio. Los resultados de diversos estudios indican que puede oxidarse más cantidad de grasa para obtener energía durante la actividad física después de un entrenamiento de intensidad moderada.
El hallazgo de este estudio sobre el aumento del VO2máx (aproximadamente 8%) está respaldado por otros trabajos en personas con síndrome metabólico y mujeres obesas, aunque no en uno con participantes obesos de sexo masculino.
La respuesta de FC a determinada cantidad de ejercicio se utiliza para valorar la función cardíaca. En este estudio se observó que después del entrenamiento la FC retornaba a los valores de reposo mucho más rápido que en grupo de control, lo cual indica que la carga de trabajo se efectuaba con una menor demanda fisiológica. No se vieron modificaciones en la PA; esto podría deberse a que las participantes eran mujeres sanas con PA normal.
La disminución de los niveles de colesterol total y triglicéridos en el grupo de Fatmáx refleja el mayor consumo de grasas como combustible como consecuencia de tasas de oxidación lipídicas más altas.
Como limitaciones del estudio los autores señalan la falta de comparación con otro grupo sometido a un entrenamiento físico de intensidad distinta de la moderada. Dado que la intensidad de Fatmáx tiene grandes variaciones interindividuales debidas al sexo, edad, composición corporal y entrenamiento previo, el objetivo de FC de 134 ± 3 latidos /min sólo debe considerarse para mujeres jóvenes con sobrepeso.
Se concluye que los resultados presentados demuestran que los programas de entrenamiento físico con la intensidad de Fatmáx logran mejoras significativas en la composición corporal, la VO2máx y el índice de FC, por lo que serían una intervención de utilidad en las mujeres jóvenes con sobrepeso.
Ref : CLMED, NUTRI.
Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica - Nutrición