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Comprueban el Abuso en el Consumo del Factor de Crecimiento Insulínico entre Deportistas

  • AUTOR : Molinelli A, Bonsignore A, Traverso A y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : IGF-1 Abuse in Sport: Clinical and Medico-Legal Aspects
  • CITA : Journal of Sports Medicine and Physical Fitness 50(4):530-535, Dic 2010
  • MICRO : La utilización de derivados de la hormona de crecimiento para mejorar el desempeño deportivo planteó un nuevo problema a la agencia que controla el doping, debido a las dificultades de su detección y al eventual uso terapéutico de estas sustancias.

Introducción

En 1999, el Comité Olímpico Internacional (COI) creó una agencia antidoping, la World Anti-Doping Agency (WADA), con el objetivo de evitar este fenómeno, así como coordinar y monitorear la lucha contra el doping y consensuar la regulación entre los diferentes deportes y países. El objetivo no es sólo identificar las sustancias que se encuentran actualmente en circulación sino también su detección en muestras biológicas mediante las técnicas de diagnóstico más avanzadas.

En las últimas décadas, con el objetivo de evadir los controles, los atletas comenzaron a experimentar con nuevas sustancias prácticamente indetectables con los métodos tradicionales disponibles. En este contexto, comenzaron a utilizarse sustancias dependientes de la hormona de crecimiento (GH) como el factor de crecimiento tipo 1 similar a la insulina (IGF-1), el cual es capaz de mejorar el desempeño deportivo en adultos saludables, gracias a sus efectos anabólicos y lipolíticos, y a sus propiedades natriuréticas. Sin embargo, los atletas se exponen también a sus efectos perjudiciales para la salud como lo son la acromegalia, la hipoglucemia, la hipertensión arterial, la diabetes y la enfermedad de Creutzfeld-Jakob.

Discusión

Uso terapéutico de los factores de crecimiento

Varias enfermedades pueden requerir su uso terapéutico. Se utilizan debido a su capacidad para estimular la proliferación celular y la síntesis proteica, en el tratamiento de trastornos degenerativos. El IGF-1 ha demostrado tener una gran capacidad regenerativa del tejido musculoesquelético, y junto con el factor de crecimiento fibroblástico (FGF), promover la recuperación muscular. Algunos factores de crecimiento se utilizan en cirugía ortopédica para favorecer la reconstrucción ósea. Su uso es amplio también en el campo de la cirugía plástica, particularmente en los tratamientos bioestimulantes y de úlceras cutáneas crónicas.

En medicina del deporte se utilizan para acelerar la cicatrización de las lesiones de tejidos blandos como músculos, tendones, ligamentos y cartílagos.

Detección de los factores de crecimiento

La administración exógena de GH debe investigarse en muestras sanguíneas. La ventana para detectar la presencia de la hormona es muy breve, ya que sus concentraciones regresan a su nivel basal a las 8 a 16 horas de la inyección intramuscular, y a las 11 a 20 horas de la administración por vía subcutánea.

La sustancia que más dificultades plantea a la hora de su detección es el IGF-1. Esto se debe a que su regulación es por las vías autocrina y paracrina, y a que en su mayoría se sintetizan en el hígado, el riñón, los fibroblastos y otros órganos. Además, sus niveles plasmáticos aumentan durante la actividad física. De hecho, la actividad intensa aumenta también los niveles de GH, responsable del aumento de la masa muscular y de la fuerza. Otro de los problemas que plantea la detección del IGF-1 es que sus niveles varían de acuerdo con la edad, el sexo, la etnia, los hábitos alimentarios y el estilo de vida.

IGF-1, sustancia prohibida en las listas de la WADA

La WADA es actualmente la mejor herramienta con la que se cuenta para enfrentar los problemas relacionados con el control antidoping a nivel internacional. Hay tres criterios para incluir una sustancia en la lista de prohibiciones de esta agencia: información médica o científica de que la sustancia mejore el desempeño físico, de que además represente un riesgo para la salud del atleta y que atente contra el espíritu deportivo. La GH y el IGF-1 pertenecen a la categoría S2 de sustancias prohibidas por la WADA. El atleta debe estar disponible para someterse a la prueba de detección en cualquier momento del año. No obstante, existen ciertas consideraciones respecto de estas sustancias y es que el atleta pueda demostrar que le fueron prescritas a causa de una condición patológica o fisiológica. Si el laboratorio informa, a través de un método confiable, que la sustancia detectada es de origen exógeno, debe reportarse como hallazgo analítico adverso.

El doping es considerado tanto en Italia, de donde proviene el artículo, como en el resto de Europa, como un delito de fraude que atenta no sólo contra el espíritu deportivo, sino también contra la salud del deportista. La ley 376/2000 contempla las necesidades terapéuticas del atleta, quien puede solicitar un permiso para utilizar la sustancia, siempre y cuando certifique debidamente esta necesidad.

Excepción de uso terapéutico

Como se indicara con anterioridad, ciertas enfermedades o condiciones crónicas pueden requerir el uso de algunas de las sustancias incluidas en la lista de la WADA, con fines terapéuticos. El artículo 4.4 del código de esta agencia, especifica en detalle las normas y regulaciones de la excepción de uso terapéutico, que el atleta debe solicitar en la federación internacional del deporte que practica, y donde un comité evaluará su aprobación o rechazo. La condición clínica del atleta solicitante debe estar debidamente documentada. Los criterios de aprobación son que el atleta sufra problemas de salud significativos si no recibe tratamiento con la sustancia, que su uso no mejore el rendimiento deportivo y que no haya alternativa terapéutica razonable. La aplicación de la excepción no tiene carácter retroactivo.

Conclusión

Existen muchas sustancias que, por favorecer el desempeño deportivo, son consideradas como prohibidas por el COI y su agencia de control, la WADA. Dentro de la categoría S2 se encuentran la GH y derivados tales como el IGF-1. Este último plantea ciertos problemas de detección. Resulta promisorio el reciente descubrimiento de que, frente a la lesión musculoesquelética, los niveles de IGF-1 aumentan localmente, mientras permanecen indetectables en sangre periférica.

Si el atleta solicita el uso de alguna de las sustancias prohibidas con fines terapéuticos la agencia considera la posibilidad de otorgar un permiso, siempre que la condición patológica que lo requiere esté debidamente documentada. El pedido debe realizarse, por lo menos, 21 días antes de la competencia.

Ref : CLMED.

Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica

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