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Los Emulsomas como Sistema de Transporte de Fármacos
- AUTOR : Gill B, Singh J, Sharma V, Kumar S
- TITULO ORIGINAL : Emulsomes: An Emerging Vesicular Drug Delivery System
- CITA : Asian Journal of Pharmaceutics 6(2):87-94, Abr 2012
- MICRO : Los emulsomas son muy promisorios para la formulación de compuestos con escasa solubilidad en agua y biodisponibilidad oral variada. No obstante, su desarrollo todavía se lleva a cabo en forma empírica y es necesaria una investigación más profunda.
Introducción
En las últimas décadas, se le ha prestado atención a la elaboración de sistemas vesiculares de transporte de fármacos. En este campo, los lípidos (moléculas hidrófobas o anfipáticas) muestran un enorme potencial. Las vesículas son estructuras esféricas unilaminares o multilaminares compuestas por bicapas lipídicas. Su capacidad de alojar diversas moléculas les otorga un futuro promisorio en la farmacéutica, con posibles aplicaciones en el transporte, el direccionamiento, la liberación controlada y el aumento de la solubilidad de numerosos compuestos.
Los emulsomas son un novedoso sistema vesicular con un núcleo lipídico (generalmente compuesto por triglicéridos) rodeado por una bicapa fosfolipídica, con colesterol y lecitina de soja como estabilizantes, en los que se carga la droga que debe transportarse, que generalmente es poco hidrosoluble. Las partículas liposolubles resultantes son altamente estables y pueden ser fácilmente dispersadas en una fase acuosa.
Este sistema de transporte emergente podría cumplir funciones interesantes en el tratamiento de infecciones virales, fúngicas y parasitarias graves. Además, las vesículas podrían utilizarse para la eliminación de patógenos intracelulares en el sistema fagocítico mononuclear. Los emulsomas mejorarían, a su vez, la liberación controlada por vía oral de fármacos, vacunas y agentes biológicos. Asimismo, serían económicamente más convenientes y proveerían una liberación de compuestos más prolongada que los liposomas y otros sistemas de transporte vesicular. Como beneficio adicional, su tamaño reducido les permitiría mejorar la biodisponibilidad de fármacos administrados por vía intravenosa.
Ventajas de los emulsomas
Debido al hecho de que el jugo gástrico no hidroliza triglicéridos, el fármaco transportado en el núcleo no sería afectado por el medio estomacal.
Los emulsomas aumentan la biodisponibilidad de fármacos poco hidrosolubles. Su composición los convierte en excipientes muy convenientes para este tipo de drogas.
Además, son una alternativa interesante a otras formulaciones lipídicas desde el punto de vista económico, ya que reducen la frecuencia de la dosificación de los fármacos que transportan.
El potencial que muestran los emulsomas para el direccionamiento de los compuestos que van a ser transportados es excelente, al aportar acción prolongada a bajas dosis. Esto reduciría la toxicidad del fármaco administrado.
Por último, reducirían la aparición de la multirresistencia asociada con la efusión del fármaco del citoplasma mediada por una proteína transmembrana.
Mecanismo de absorción de los emulsomas
Los emulsomas tienen un gran parecido estructural con los quilomicrones endógenos, por lo que imitan el comportamiento de estas moléculas y son absorbidos por enterocitos del tracto gastrointestinal. Además, debido a su naturaleza lipídica, pueden influenciar la absorción por vía oral por medio de variados efectos fisiológicos como el retardo del vaciamiento gástrico, la estimulación del flujo biliar y la secreción pancreática.
Formulación de los emulsomas
Núcleo lipídico
Un componente esencial de los emulsomas es su núcleo hidrófobo que, a temperatura ambiente, presenta cristales lipídicos sólidos o líquidos, o bien una mezcla de ambos. A su vez, pueden usarse uno o varios lípidos para su composición. Se trata, en general, de ácidos grasos, de sus derivados o de sustancias relacionadas con ellos. Características como el punto de fusión, la composición de los ácidos grasos y el equilibrio hidrófilo-lipófilo (EHL) determinan si el lípido en cuestión es apto para producir la liberación inmediata del fármaco, el aumento de su biodisponibilidad o la liberación prolongada.
Antioxidante
El núcleo lipídico de los emulsomas puede opcionalmente contener uno o varios antioxidantes. El antioxidante de elección es el alfa-tocoferol o sus derivados, todos miembros de la familia de la vitamina E. Los antioxidantes reducen la formación de productos de la oxidación de lípidos insaturados, como los peróxidos. Otra alternativa para evitar esa oxidación es el uso de ácidos grasos saturados.
Partículas con carga negativa
Los lípidos que presenten cargas negativas, como el ácido oleico, el ácido fosfatídico, el fosfatidilinositol y la fosfatidilserina, pueden actuar como estabilizantes del emulsoma. Además, causan la formación de bicapas lipídicas, lo que incrementa el compartimento de carga del emulsoma. Asimismo, las cargas negativas reducen la agregación de las partículas, lo que evita su coalescencia, floculación y fusión.
Surfactantes
La selección de surfactante debería basarse en su EHL, un buen indicador de su capacidad para formar vesículas. Un EHL de entre 4 y 8 se correlaciona con la formación de vesículas. La temperatura de transición del surfactante también afecta el atrapamiento de los fármacos. A mayor temperatura de transición, mayor atrapamiento y viceversa.
Fosfatidilcolina
La fosfatidilcolina o lecitina es un fosfolípido que, en una solución acuosa, puede formar bicapas, micelas o estructuras laminares, dando como resultado un surfactante anfipático que es un componente fundamental de las membranas biológicas. Puede obtenerse fácilmente a partir de clara de huevo o porotos de soja. La incorporación de la fosfatidilcolina incrementa el atrapamiento de fármaco a un 96.1% y disminuye el tamaño vesicular.
Colesterol
El colesterol es un componente esencial de los emulsomas, ya que su concentración influye en la estabilidad y el atrapamiento de fármacos en las vesículas. Se ha informado un aumento de la eficiencia del atrapamiento a medida que se incrementa el contenido de colesterol en el emulsoma, aunque concentraciones de colesterol extremadamente altas pueden llevar al efecto opuesto debido a la alteración de la estructura normal de la bicapa.
Aspectos biofarmacéuticos
Los emulsomas ayudan a aumentar la solubilidad intraluminal de un fármaco en el tubo digestivo. La presencia de lípidos en el tracto gastrointestinal estimula la secreción de sales biliares y lípidos biliares endógenos, incluidos fosfolípidos y colesterol. Así, se forman micelas mixtas más solubles que los lípidos originalmente ingeridos y, por ende, más absorbibles. Los lípidos exógenos provocan un aumento de tamaño de las micelas y un incremento aún mayor de la capacidad de solubilización. Además, al estimular el transporte linfático en el intestino, los lípidos podrían aumentar la biodisponibilidad de un fármaco, ya sea directamente o como consecuencia de la reducción del metabolismo del primer paso hepático.
Los emulsomas pueden mejorar la biodisponibilidad al cambiar la función bioquímica de barrera del tracto gastrointestinal. Está demostrado que los lípidos y los triglicéridos que se encuentran en las vesículas pueden atenuar la actividad de transportadores intestinales de eflujo y podrían también reducir el metabolismo enterocitario.
Además, podrían modificar la barrera física del tracto gastrointestinal mejorando la permeabilidad de la barrera.
Aspectos de estabilidad
Los emulsomas combinan características de lisosomas y emulsiones: presentan la habilidad de cargar compuestos hidrófobos en el núcleo lipídico y fármacos o antígenos hidrosolubles en los compartimentos acuosos alrededor de las capas de fosfolípidos. El tamaño de las partículas de los emulsomas los hace compatibles con la administración intravenosa.
Los problemas de estabilidad que se asocian con los liposomas u otros sistemas vesiculares de transporte no están presentes en los emulsomas.
Aplicaciones de los emulsomas
Direccionamiento de drogas
Uno de los aspectos más útiles de los emulsomas es la posibilidad de direccionar fármacos. Las opsoninas, factores circulantes en el plasma, marcan a los emulsomas para su depuración en el sistema fagocítico mononuclear. Esta propiedad se ha utilizado en animales para tratar tumores con metástasis hepáticas o esplénicas, e infecciones parasitarias que tengan como objetivo al hígado. Para dirigirlos hacia otros órganos, puede utilizarse un sistema de transportadores, por ejemplo, anticuerpos.
Tratamiento antineoplásico
Los emulsomas pueden prolongar la vida media y alterar el metabolismo de ciertos fármacos, reduciendo los efectos adversos devastadores frecuentes de las drogas antineoplásicas como el metotrexato.
Leishmaniasis
La leishmaniasis es una enfermedad en la que parásitos del género Leishmania invaden órganos como el hígado y el bazo. Los fármacos utilizados en su tratamiento pueden causar daño cardíaco, hepático y renal, evitables por medio del uso de emulsomas.
Usos en biotecnología
Los emulsomas se usan para estudiar la respuesta inmune y la penetración transcutánea de sustancias como los estrógenos.
Aspectos futuros
Los emulsomas son muy promisorios para la formulación de compuestos con escasa solubilidad en agua y biodisponibilidad oral variada, y ha habido un renacimiento en su uso que atrae la atención de varios campos. Como contracara, su desarrollo todavía se lleva a cabo en forma empírica y es necesaria una investigación más profunda. Se requieren métodos para predecir los cambios dinámicos que sufren los fármacos en el tubo digestivo y, por su interacción con los principios activos, estudios de biodisponibilidad y de mecanismos de acción de estas formulaciones.
Ref : FARMA.
Especialidad: Bibliografía - Farmacología